martes, 30 de marzo de 2010

sábado, 27 de marzo de 2010

EL COLEGIO MAYOR SECUNDARIO Y LAS OPORTUNIDADES EDUCATIVAS/ Vanetty Molinero Nano

La semana pasada se inauguró el colegio Mayor Secundario del Perú, que tiene como objetivo dar la mejor educación a los estudiantes más destacados de los tres últimos años de secundaria, de colegios públicos de todo el país. Según se ha manifestado, reunirá a la “élite intelectual escolar peruana” y a los docentes más calificados y mejor remunerados, siendo un lugar de “formación selecta”. Contará además con un equipo de médicos, psicólogos y nutricionistas, y con todas las herramientas tecnológicas del mundo moderno. Tendrá una jornada pedagógica anual de 520 horas más que los colegios de educación secundaria, y el nivel educativo del estudiante estará “al nivel de las más prestigiosas instituciones educativas internacionales”.


También se ha señalado que la gratuidad en dicho centro estará garantizada. Además de alojamiento gratuito, dado que el colegio funciona bajo una modalidad de internado, los alumnos tendrán alimentación y uniformes entregados por el Estado, así como útiles escolares. A diferencia de otras escuelas públicas, sus familias no tendrán que asumir gastos de ningún tipo.

De los dos millones de estudiantes que están matriculados en las escuelas públicas de educación secundaria, 873 estudiantes han sido seleccionados para estudiar en dicho plantel. Como lo manifestó García en su discurso de inauguración, “reúne a los que más esfuerzo y capacidad han demostrado”. Es decir, aquellos alumnos que, en medio de los problemas que enfrenta la educación pública y el país, permanecen en la escuela y sobresalen como estudiantes. Planteado así, el principio de una iniciativa como ésta parece correcto: se premia el esfuerzo individual de algunos estudiantes de las escuelas públicas y sus familias, brindándoles el acceso a una educación secundaria de calidad.

Sin embargo, también es necesario señalar el riesgo de esta iniciativa si no se acompaña con otras políticas educativas. En realidad, esta decisión sigue la lógica de la individualización y la meritocracia, según la cual todo pasa a ser responsabilidad del sujeto y donde todo depende de la capacidad y eficiencia individual. Y en un país donde no todos tienen las mismas oportunidades educativas, medidas como ésta solo benefician a quienes tienen mayores ventajas educativas.

La escuela pública enfrenta problemas de desigualdad en el acceso al sistema educativo. No todos los niños cursan la educación inicial. Muchos adolescentes tampoco pueden asistir a la secundaria, o si lo hacen, no pueden concluirla. La inversión económica que se demanda a los padres de familia, a pesar de la gratuidad, así como la poca cobertura de estas modalidades, es un factor que incide en ello. Así también, tenemos una escuela que no consigue atender a una población diversa como la nuestra. Las diferencias étnicas, culturales, lingüísticas, sociales, de género, e individuales se convierten en problemas cuando no se ajustan a las características del alumno patrón desde el cual se ha organizado el sistema educativo. Ello hace que muchos de nuestros niños y jóvenes fracasen en la escuela creyendo que no sirven para el estudio. Esta situación afecta principalmente a niños y jóvenes de zonas rurales y de mayor pobreza.

El año pasado, en algunas escuelas públicas del Callao, tuve la oportunidad de acompañar a algunos niños que cursaban el primer grado. Ahí me encontré que a puertas de concluir el año escolar, no estaban consiguiendo adquirir aprendizajes básicos relacionados a la lectura, escritura y matemática. Niños que habían sido etiquetados por sus docentes como “los que tienen dificultades para aprender”. Era lamentable ver cómo habían iniciado sus procesos educativos condenados a fracasar, no porque carecían de capacidad, o porque no se esforzaban, sino porque no habían tenido oportunidades para desarrollar aprendizajes que les permitieran enfrentarse de manera satisfactoria a las demandas de un primer grado. Y esto en una zona urbana y cercana a la capital del país. ¿Cómo serán entonces estos procesos en las escuelas rurales más alejadas? Es claro entonces que el sistema educativo no ha conseguido desarrollar estrategias para apoyar a los niños que, por el contexto en el que se encuentran, llegan sin las capacidades que requieren para tener éxito en su desempeño escolar.

Es por eso que, aunque la iniciativa del Colegio Mayor se replique en otras ciudades del país, los alumnos que logren estudiar ahí, serán los que probablemente hayan contado con mayores oportunidades educativas. Y es por eso que resulta vital acompañar esta iniciativa con medidas que logren justamente disminuir las condiciones de desigualdad educativa que enfrentan niños y adolescentes. En ese sentido, es urgente seguir ampliando la cobertura de educación inicial, poner en marcha la especialización de la formación docente para la atención de los primeros grados de educación primaria propuesta en el Proyecto Educativo Nacional, disminuir el número de alumnos por aula en los primeros grados, implementar estrategias de trabajo en el aula que permitan atender a la diversidad de los alumnos, y ampliar la cobertura de una adecuada educación secundaria. Sólo así se podrá lograr que todos los niños y adolescentes peruanos accedan, sin desventaja alguna, a un nivel de educación de calidad.

viernes, 26 de marzo de 2010

CORRUPCIÓN: EL TEMA DE CAMPAÑA AL SILLÓN MUNICIPAL EN LIMA METROPOLITANA / Walter Ibarra Carpio

La encuesta electoral del GOP de la Universidad de Lima realizada entre el sábado 20 y domingo 21 de marzo de 2010 trae interesantes preguntas, del momento pre-electoral, para comentar desde la perspectiva de la comunicación estratégica.


A modo de marco general, vemos que en un primer contingente tenemos, con una intención de voto de 32.9%, para Lourdes Flores. A pocos metros es seguida por Alex Kouri con un 27.6%; y, como diría Carlos Basombrio, en tercer lugar viene Don Nadie (es decir, ninguno, no sabe y no contesta) con un 20.5%

Entrando en detalles sobre la encuesta hay tres grupos de preguntas que sobresalen para el diseño estratégico de las campañas de comunicación política.

El primer grupo, constituido por una única pregunta, está referido a los atributos que los electores valoran en el “alcalde ideal”. Así, a la pregunta ¿cuál es la principal cualidad que debería tener el alcalde ideal de la ciudad de Lima?, las respuestas fueron:

Honestidad = 34.1

Buena preparación = 19.4

Que diga la verdad = 9.0

Trabajador = 8.8

Experiencia = 7.7

Liderazgo = 6.2

Democrático = 6.1

Inteligencia = 3.9

Carisma = 2.4

Creatividad = 1.7

Otras cualidades = 0.1

No sabe = 0.5

No contesta = 0.0


Como vemos, los atributos o características más valoradas son la honestidad y la buena preparación. Ambas se llevan más del 50% de las respuestas.

Reconozcamos también que la suma de “no sabe” y “no contesta” no llega a 1%. Con el margen de error de la encuesta, se puede decir que los votantes de Lima, saben qué características quieren para su próximo alcalde.

El segundo grupo de preguntas busca valorar las virtudes o atributos de los dos principales competidores a la fecha, en función de las respuestas obtenidas de la pregunta referida al alcalde ideal. El tercer grupo valora los defectos.

Ahora, en función del orden de las cualidades del alcalde ideal, veamos las comparaciones de virtudes de los candidatos:


Donde: AI = Alcalde ideal / LF = Lourdes Flores / AK = Alex Kouri


Honestidad = 34.1 (AI) / 8.0 (LF) / 4.2 (AK)

Buena preparación = 19.4 (AI) / 28.0 (LF) / 16.7 (AK)

Que diga la verdad = 9.0 (AI) / 3.4 (LF) / 1.4 (AK)

Trabajador = 8.8 (AI) / 11.2 (LF) / 14.8 (AK)

Liderazgo = 6.2 (AI) / 8.4 (LF) / 13.0 (AK)

Democrático = 6.1 (AI) / 9.5 (LF) / 6.3 (AK)

Inteligencia = 3.9 (AI) / 15.0 (LF) / 15.5 (AK)

Carisma = 2.4 (AI) / 8.4 (LF) / 12.1 (AK)

No sabe = 0.5 (AI) / 3.8 (LF) / 5.3 (AK)

No contesta = 0.0 (AI) / 0.2 (LF) / 0.3 (AK)

Ninguna cualidad= -- (AI) / 4.1 (LF) / 10.2 (AK)


Con la información vista hasta ahora, en este momento pre-electoral, la gran pregunta es: ¿cuál de los dos candidatos se aproxima más a la percepción del votante sobre el alcalde ideal?

Obviamente, los equipos de comunicación política de ambos candidatos deben estar haciendo el análisis de cómo posicionan mejor a sus postulantes; cómo reposicionan al rival; y con los ojos a media asta y mueca de “hummm”, andan pensando en quiénes y cómo podrían patear el tablero para reacomodar los atributos del alcalde ideal.

Los resultados de la encuesta de la Universidad de Lima dan algunas pistas, en función de los defectos, para estas interrogantes. Veamos el comparativo de los dos candidatos que han despuntado:



Donde: AI = Alcalde ideal / LF = Lourdes Flores / AK = Alex Kouri



Honestidad = 34.1 (AI)

Deshonesto = 4.6 (LF) / 22.5 (AK)



Buena preparación = 19.4 (AI)

Mal preparado = 3.4 (LF) / 4.0 (AK)



Que diga la verdad = 9.0 (AI)

Miente = 5.0 (LF) / 15.1 (AK)

Trabajador = 8.8 (AI)

Ocioso = 0.2 (LF) / 0.2 (AK)

Liderazgo = 6.2 (AI)

Falta de liderazgo = 16.1 (LF) / 8.2 (AK)

Democrático = 6.1 (AI)

Autoritario = 15.3 (LF) / 11.0 (AK)

Inteligencia = 3.9 (AI)

Falta de inteligencia = 3.5 (LF) / 1.9 (AK)

Carisma = 2.4 (AI)

Falta de carisma = 26.7 (LF) / 8.4 (AK)

No sabe = 11.0 (LF) / 11.7 (AK)

No contesta = 2.6 (LF) / 1.9 (AK)

Ningún defecto = 11.7 (LF) / 15.2 (AK)



Como es lógico, en esta comparación, el que menos puntos obtiene es el que se acerca más al alcalde ideal.

A la sazón del momento, Lourdes Flores está aprovechando para apropiarse del atributo “honestidad”, que coincidentemente es donde flaquea su rival.

Mientras tanto, Alex Kouri busca más resaltar sus cualidades de liderazgo y carisma. Para ello pide un debate. Posición que le sería favorable para hacer contrastes con su contrincante.

Lourdes se defiende. No quiere debatir, pero señala los temas del debate: “valores y corrupción”. ¿No me cree? Vea esta noticiahttp://elcomercio.pe/noticia/451967/lourdes-flores-se-niega-debatir-alex-kouri-verdadero-debate-entre-valores-corrupcion y esta otrahttp://elcomercio.pe/noticia/451991/lourdes-flores-demando-ale-kourino-le-quite-cuerpo-al-debate-sobre-corrupcion

Pero lo más interesante no es lo que hacen los candidatos sino lo que hacen los demás políticos en función de las cualidades que debe tener el próximo alcalde. Por ejemplo: políticos etiquetados con la palabra corrupción: robaluz, lavapies, mataperro, planchacamisa, etc.; el robo de los petroaudios; el mismo chuponeo, el caso de los aranceles al cemento y las palabras del Presidente que dice que es un tema dónde hay mucho dinero; un general en video haciendo “su vida privada”; una congresista que no pone las manos al fuego ni por sus hijos, un indulto discutible…

Así, gracias a los políticos, los medios de comunicación y a la percepción pública del tema de la corrupción, hoy por hoy, ese es el tema de campaña.

Poco a poco, como dice la canción, esto se pone bueno… esto se pone caliente…


* Licenciado en Comunicación y Máster en Comunicación Corporativa

www.comunicacionestrategica.pe

jueves, 25 de marzo de 2010

HIJOS DE LA CRISIS 15: LA FALACIA DE LOS MERCADOS EFICIENTES / Fernando Villarán

Uno de los mejores libros sobre la crisis mundial del 2008-2009 es “El origen de las crisis financieras” de George Cooper (subtítulo: “Bancos centrales, burbujas financieras y la falacia de los mercados eficientes”). Vintage Books, New York, December 2008. No solamente está muy bien escrito, con fino humor inglés, toca temas novedosos y relevantes, sino que tiene el mérito de haber sido escrito por un “insider” del sistema financiero. Cooper es presidente de una empresa de inversión (Alignment Investors), ha trabajado durante toda su carrera en Goldman Sachs, Deutsche Bank y JP Morgan.

La tesis central del libro es que el fundamento de la teoría económica liberal y neoliberal: los mercados se autorregulan por una “mano invisible”, son intrínsecamente estables y asignan eficientemente los recursos, es falso.

Si bien no es su propósito principal, durante la primera parte del libro, el autor hace evidente cómo los economistas ortodoxos, convencionales, que algunos llamamos neoliberales, y allá llaman “partidarios del libre mercado”, no aceptan, ni utilizan, los conceptos de “burbujas de precio” (price bubbles), ni “contracciones violentas del crédito” (credit crunch), tampoco los “ciclos de expansión-recesión” (boom-bust cycles). Para ellos todos estos fenómenos son comportamientos naturales, propios de los mercados, fluctuaciones normales de precios y cantidades de dinero que se auto corrigen, por los mecanismos internos del mercado. De estas certezas se deriva su convicción de que es necesario dejar solo y libre al mercado, evitar cualquier tipo de intervención por parte de los Estados. Los problemas en la economía no pueden tener su origen en el mercado, todos ellos vienen por la intervención de los Estados, de manera que nadie puede meterse con la mano invisible que mira todo y maneja todo eficientemente.

Una de las pruebas (sutiles) para detectar a un economista (o periodista, que abundan, u hombre de negocios) neoliberal, ortodoxo, libre-mercadista, republicano, conservador, o como quieran llamarlo, es que no acepta el concepto de “especulación”. Para ellos no hay mercados especulativos, actividades especulativas, ataques especulativos a activos, monedas o países, no existe nada de esto. Se trata de movimientos normales de los mercados en los que algunos individuos o empresas crean y aprovechan las oportunidades para generar ganancias extraordinarias; que el final, no son sino premio a su inteligencia.

Habiéndose liberado de todos sus propios prejuicios y falacias que aprendió en las universidades y bancos anglosajones, Cooper encara cada uno de estos conceptos y situaciones (las burbujas, los crunchs, los busts y la especulación) y los explica de manera brillante, con una lógica implacable, diría científica, y al mismo tiempo, con esa cierta desaprensión y distancia que tienen los ingleses.

Una de las ideas centrales del libro (es imposible tratarlas todas), con la que estoy plenamente de acuerdo, es que los mercados no son todos iguales, que como se sabe, es una de las principales premisas, o dogmas, de los economistas liberales y neoliberales. Los mercados de bienes y servicios (sector real) son muy diferentes de los mercados de activos (assets), los mercados de crédito y los mercados de capitales. (Desde mi punto de vista existen tres mercados: bienes y servicios, financiero y de valores, pero este no es el punto central). El punto es que, bajo la premisa de que todos los mercados son iguales y se comportan igual, y que la mano invisible actúa por igual en todos ellos, es imposible prever y menos evitar las crisis como las que hemos vivido. En realidad los economistas de Wall Street se fueron caminando directo hacia el precipicio, en fila india, con los ojos vendados. Y como son tan individualistas, ni siquiera gritaban cuando se caían, para al menos alertar a los que venían detrás.

Una segunda idea es que el aumento del crédito a los trabajadores y la clase media, en lugar de beneficiarlos a ellos (que al final tienen que pagar las deudas o entregar las garantías-casas, como efectivamente ha sucedido), aumenta proporcionalmente las ganancias corporativas. Es la primera vez que veo una relación de este tipo, tan directa; que ciertamente resulta muy relevante en esta crisis, en la que el sobre endeudamiento de la población norteamericana ha jugado un papel central.

Una tercera es que el verdadero peligro en estas crisis son los booms (crecimiento explosivo) del crédito, y no tanto los booms de los precios de bienes y servicios, o incluso, de activos. Las consecuencias de esta tesis son inmensas: la labor principal de los bancos de reserva en todo el mundo debe ser controlar y evitar los booms crediticios; es decir, pinchar y reventar las burbujas cuando todavía están pequeñas, en sus inicios.

Una cuarta idea es que los mercados financieros y de valores son esencialmente inestables. Mientras que en los mercados de bienes y servicios (sector real) las fluctuaciones del precio de un bien (por ejemplo una subida, resultado de un exceso de demanda) atrae inversiones que aumentan la oferta, que hace que luego de un tiempo baje el precio del bien, y de paso generan empleo y desarrollo; en los mercados financieros, los aumentos de precios (producto de un golpe de demanda exógeno) generan más demanda por ese activo, que hace subir todavía más el precio, y lo hace aun más atractivo, hasta el infinito. Esto lo explica con ejemplos muy inteligentes, sólidos y al mismo tiempo, didácticos; por cierto, sin utilizar elaboradas formulas matemáticas a las que nos tienen acostumbrados los economistas neoliberales, y que sólo han servido para oscurecer los fenómenos económicos. 
En realidad, Cooper no pretende ser original en esto, reconoce el trabajo pionero del economista norteamericano Hyman Minsky, alumno de Joseph Schumpeter en la Universidad de Harvard y seguidor de John Maynard Keynes; el que desarrollo, en varios artículos y libros, su “Hipótesis de la inestabilidad financiera”.

De esta tesis, a la que le dedica más espacio en el libro, se desprende una quinta idea, que es particularmente atractiva. El autor divide a los economistas en tres grupos: (i) los que creen que los mercados financieros son estables y se autorregulan, y que por lo tanto piensan que los bancos centrales no deben existir (aquí ubica a Milton Friedman como su exponente principal), (ii) los que piensan que los mercados financieros son inestables y que por lo tanto se requiere de la presencia e intervención de los bancos centrales, y (iii) los que creen que los mercados financieros son estables, pero al mismo tiempo plantean que los bancos centrales son necesarios. El se ubica en el segundo grupo, y si bien discrepa con los del primer grupo, los respeta porque son coherentes. A los que no entiende, y yo tampoco, es a los del tercer grupo de economistas, no sólo porque son contradictorios e inconsecuentes con sus propias ideas, sino sobre todo, porque una vez a cargo de los bancos centrales, no saben para qué están allí, no saben qué hacer, y terminan embarrando peor las cosas. Como efectivamente ha ocurrido en muchos países del mundo.

Finalmente, y para no hacer muy largo este artículo, Cooper plantea que la causa principal de la crisis mundial son las ideas económicas equivocadas. En sus propias palabras: “Si la culpa sobre la crisis debe ser puesta en algún lugar, ese lugar tiene que ser la comunidad económica, por haber escogido promover sus equivocadas teorías sobre los mercados eficientes y autorregulados, cuando hay una tremenda evidencia que las contradice” (pag. 171, traducción del autor).

Es de lectura obligatoria para todos los que les interesa sacar las lecciones de la crisis y evitarlas en el futuro; en particular, para los que trabajan en los bancos centrales de todo el mundo. La bibliotecaria del BCRP debería pedir, de inmediato, un lote para todos los directores del banco, todos los gerentes, y paso, unas copias más para regalarlas a los periodistas neoliberales que siguen hablando de economía como si no hubiera pasado nada; sin darse cuenta que, hace rato, están calatos.
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jueves, 18 de marzo de 2010

“…NO PUDIENDO LO DE SIEMPRE DURAR SIEMPRE..” / Gustavo Carrión Zavala


Encontré esta expresión genial en una inolvidable novela del gran José Saramago y no pude resistirme a relacionarla con la escena nacional, en donde parece que lo de siempre si puede durar siempre, a no ser que la indignación popular motive un nuevo rumbo a nuestra incipiente democracia.

Lo de siempre: faenones, corrupción, mata perros, lava pies, come pollo, contrataciones figuradas, concesiones amañadas, Bagua, moqueguazo, compras sobrevaluadas de patrulleros y porta tropas, derechos de gracia e indultos humanitarios manipulados (Crousillat, Dianderas) , empresas vinculadas a personajes del partido de gobierno que le sacan la vuelta al impedimento de contratar con el Estado y se convierten en sub-contratistas de los consorcios que si ganan las licitaciones, petroaudios, Canan, visitas a la suite siniestra del Country Club, postulación a la alcaldia de Lima del probadamente corrompido Kouri en la salita del SIN, escuadrones de la muerte, pishtacos, mamanchuras, reconstrucción a ritmo de tortuga de la zona del sismo del sur, enjuagues de procesos corruptos, protección cerrada a los corruptos, favorecimiento (cárcel especial, cambio de régimen, paseos extra-muros, permisos dudosamente humanitarios, concierto privado de los iracundos, etc.) al sentenciado por homicida, secuestrador y ladrón Fujimori, incomprensible 20% de intención de voto para la hija del sátrapa, auspicio de espectáculos con dinero público, intentos de hacerse con parte de los medios de comunicación, crecimiento incontrolable de la inseguridad, tanques chinos, fracaso absoluto en la lucha contra el TID (permisividad), amenazas a la democracia (decidir quién no debe ganar las elecciones), e innumerables etcéteras, difíciles de enunciar en espacios reducidos.

En el caso vigente de Crousillat y las razones expuestas por el primer ministro para dejar sin efecto el indulto humanitario otorgado por el presidente, no permiten lugar a dudas sobre lo manipulado del proceso que llevó finalmente a la decisión presidencial de concederlo. Dijo Velásquez Quesquén, que Crousillat “no había honrado la gracia concedida”. La pregunta lógica, ¿ cómo se hubiese honrado? Primera respuesta: si en realidad estaba grave, y como dijo el presidente, era humanitario dejarlo morir en libertad, la forma de honrar la gracia concedida lo constituía el realmente morirse, pero como queda demostrado, su estado de salud no acusaba ese riesgo inmediato, nos queda la segunda respuesta: el proceso fue manipulado, el beneficiado no estaba realmente grave y la forma de honrar la gracia era el seguir haciéndose el enfermito. La inferencia surge inmediatamente, de lo dicho por Velásquez no queda duda de la manipulación del proceso a partir de la decisión política de concederlo, con el aparente propósito, confirmado por los actos de Crousillat, de pretender retomar el manejo de un medio de comunicación estimado como hostil al gobierno.

Todas estas consideraciones nos llevan a la urgencia de proponernos no permitir que “lo de siempre dure siempre”, y para ello el mejor instrumento que tiene la ciudadanía, además de tomar conciencia de lo que no debe continuar sucediendo, es meditar su derecho soberano a elegir y evitar a través del voto, que los mismos rostros, las mismas malas costumbres, el mismo despotismo, el mismo desprecio por la democracia, la misma corrupción, la intemporal pobreza, se enquisten por siempre en nuestra realidad.

Reflexionemos finalmente sobre la expresión de Saramago : “no pudiendo lo de siempre, durar siempre”.
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miércoles, 17 de marzo de 2010

LECCIONES DEL “CASO CROUSILLAT”/ Carlos Basombrío Iglesias


La destitución de Pastor y (si se produce) la captura de Croussillat asegurarían el control de daños de esta fea crisis política. Inevitablemente en pocos días estaríamos en otros temas.
En cambio si Crousillat sigue libre, la cosa es más complicada, dado que las sopechas de que lo dejaron ir harían más daño al gobierno y el APRA:

Entre tanto, algunas conclusiones:

1.- Alan García no es el mago o gran titiritero que puede hacer lo que quiere en el escenario político. El indulto y la tolerancia o instigación al intento de apropiarse del Canal 4 le estallaron en la cara de la peor manera.

El APRA y el gobierno han tratado de controlar daños empujándole toda la responsabilidad a Pastor. El personaje ha reaccionado de una manera tan torpe que ha ayudado a conseguirlo. Pero cualquier que se detenga a pensar un poquito se da cuenta que el gran hacedor del entuerto fue García y que, por decir lo menos, calculó pésimo.

2.- Los sectores mafiosos que dominaron la política peruana y los medios de comunicación en los noventa siguen siendo muy poderosos y están a la búsqueda de nuevas oportunidades. Les ayuda, sin duda, la tolerancia o el apoyo que reciben del gobierno de García. Los entusiasma el lanzamiento de Kouri a la alcaldía y salivan con el 20% de Keiko para las presidenciales.

3.- Hay una importante capacidad de reacción e indignación de sectores amplios de la opinión pública. La respuesta al indulto a Crousillat fue amplia desde el inicio y creció cuando se supo de las verdaderas motivaciones. Es importante, en ese sentido, la famosa “línea” que Lourdes Flores plantea trazar frente a los mafiosos que quieren más poder del que ya han recuperado. Ojalá que sea una propuesta consistente y persistente.

4.- El indulto a Crousillat también puede leerse como un globo de ensayo para la función de fondo, a saber, el anunciado indulto a papi, si Keiko ganara las elecciones; o si, siendo esa posibilidad afortunadamente remota, García, u otro luego, se atreve a otorgarlo. (Sintomáticamente los fujimoristas han estado calladitos durante toda la crisis Crousillat, no olvidemos que se trata de alguien a quien ellos habían comprado con nuestra plata para servirlos en los noventa).

Bueno, si esa fue la intención, el tiro les salió por la culata. Si algo muestra el indulto a Crousillat es que la reacción ciudadana puede ser muy grande. Imaginemos lo grande que sería, si intentan indultar no aun pinche comprado, si no al jefe máximo. Peor todavía cuando en el caso Fujimori no sólo sería ética y políticamente repudiable sino además abiertamente ilegal.

Kouri, Montesinos, Raffo, Keiko y Alberto Fujimori deben estar siguiendo esta crisis con extrema preocupación.

¡Al menos una buena noticia!
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martes, 16 de marzo de 2010

LLANTA DE PRENSA/ Augusto Álvarez Rodrich, Mirko Lauer y Fernando Rospigliosi




II. Más Crousillat






III. Todavía más Crousillat










IV. Todavía más Crousillat

martes, 9 de marzo de 2010

LLANTA DE PRENSA/ Augusto Álvarez Rodrich, Pedro Francke y Fernando Rospigliosi


I. Congreso Apra: Quién gana y quién pierde





II. Las elecciones se calientan




III. Crousillat: El imperio contraataca


miércoles, 3 de marzo de 2010

Libre Albedrío/ PREVENCIÓN, DEJADEZ, ESTUPIDEZ/ Ramiro Escobar



Nuevamente, como por arte de magia sísmica, el brutal terremoto de Chile ha despertado acá alarma y ha activado conciencias preventivas dormidas. Otra vez, poblamos los medios, las ondas, incluso la discusión callejera, con conversas sobre lo que pasaría –en Lima, sobre todo, porque nuestro ombliguismo capitalino funciona hasta en eso- si (“¡Dios no lo quiera!”, dicen los más beatos) aconteciera un sismo de similar magnitud.

Pero las reiteradas declaraciones del ingeniero Ronald Woodman, presidente del Instituto Geofísico del Perú –hace poco en El Comercio, antes en ‘La Hora N’ y, en general, ¡hace años!- revelan una feroz falla estructural en nuestras instituciones y mentalidades: resulta que hace meses pedía una alerta local contra los tsunamis, resulta que no le respondían nada y resulta que hasta el Congreso se le vació cuando fue a hablar sobre el tema.

Los congresistas que estuvieron ese día no salieron del recinto por temblor alguno. Salieron porque sufren de una enfermedad colectiva que nos ataca a todos gravemente. Adolecemos de una necedad anti-preventiva, creemos que los sismos, o los fenómenos de diverso tipo, o no ocurrirán o si ocurren bueno, pues, Dios nos ayudará. Si hay algo en lo que no somos –y perdonen el término huachafo y algo manido- pro-activos es en esto.

Entrado el siglo XXI, tenemos una escasa, escuálida cultura de prevención. Ausencia que, por cierto, se expresa en una falta de institucionalidad sólida para enfrentar los eventos naturales o de otro tipo. Defensa Civil (DC) existe, ha crecido, pero no tiene mayor autoridad (salvo cuando todo ya se ha venido abajo, como en el caso de Pisco) y aún así, no es, digamos, la gran entidad que hace sentir plenamente segura a la población.

La web de la DC pareciera decir lo contrario. El SINPAD (Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres) ha ganado hasta un Premio ‘Excel Gob 2007’ al ‘Mejor Esfuerzo’, otorgado por la OEA. ¿Quién se entera? ¿Se siente? Hay mucho de esfuerzo, seguramente, pero algo de inevitablemente opaco en su presencia. Defensa Civil somos todos, pero solo algunos se sienten involucrados, autoridades incluidas.

Es una cuestión de normas, pero también de imaginario y prácticas (por eso hablamos de ‘cultura preventiva´). Hace poco, un amigo, dueño de una lavandería, recibió un llamado de la DC diciéndole que irían tal día para una inspección. Los esperó, contrito, pero no fueron. En el Cusco, se insiste en que Aguas Calientes no debe estar allí, en el cauce de un río que no pide permiso, pero, normal, no se hace caso y continúa el negocio.

Y, claro, después tenemos al Ministro de Comercio Exterior y Turismo, Martín Pérez, diciendo, cuando las aguas bajaron un poco, que ‘se reiniciará la campaña para atraer turistas’. Del problema de que Aguas Calientes esté allí, ni un carajo (al menos público). No sorprende. La ministra Aráoz, tampoco se interesó por los reclamos del ingeniero Woodman, como el presidente García no tiene la prevención en su floro continuo.

¿Es nuestra karmática idiosincrasia? No lo creo. Así como en otras áreas del conocimiento hay lumbreras que estudian, luchan, trabajan y se rajan por su tema, en el área de prevención de desastres, y sismología tenemos varios expertos que, desde hace décadas, claman por una mayor cultura preventiva. Allí están los ingenieros Julio Kuroiwa, Alberto Giesecke, Mateo Casaverde, Ronald Woodman, Julio Escobar.

Han sido y son verdaderos patriarcas de la prevención de desastres, pioneros de la Defensa Civil, casi apóstoles de la sismología, pero se les trata como una zapatilla. Piden una alerta local para los tsunamis, u otras cosas, y les hacen esperar meses, cuando no años, hasta que, como ha sido el caso, un terremoto en Chile hace que la Presidencia del Consejo de Ministros baje el dedo y suelte la plata, que sí corre fácil para otras cosas (1)

¿Hay derecho a basurearlos de ese modo? No, por supuesto. Pero acaso una de las cosas que se nos escapa, con una facilidad impresionante, es que la prevención de desastres es, en buena medida, un asunto de derechos humanos. Si el Estado no garantiza la seguridad ante sismos, si no tiene alertas tempranas contra fenómenos naturales peligrosos, si no vigila las construcciones, está desprotegiendo, de manera flagrante, el derecho a la vida.

Claro, no se ve en el instante, se percibe solo un riesgo potencial y, por tanto, parece algo imaginario. Pero, en rigor, las muertes en un terremoto son más causadas por la falta de prevención que por el movimiento en sí. Si las autoridades –en todos sus niveles: local, regional, central- no crean un escenario de protección propicio, mezcla de conciencia educativa, participación y leyes rigurosas, mandan a los ciudadanos al matadero sísmico.

O a las fauces de un desastre que, debemos insistir, no es ‘natural’, es social. Porque la naturaleza no mata, no es ‘desastrosa’, simplemente actúa de acuerdo a sus leyes, a veces dislocadas, pero no se enfurece con intención alguna. Si, definitivamente, no acabamos con ese ‘chip’, si seguimos creyendo que es la voluntad de Dios, o la maldad del entorno, no cambiaremos y seguiremos entregándonos al suicidio colectivo auto-cumplido.

¿Qué hacer? La tarea es ardua, pero sobre todo urgente. La prevención de desastres debe ser, como ha señalado Augusto Álvarez Rodrich, un tema de debate electoral, algo que se les debe exigir a las autoridades y los candidatos. El gobierno actual, a su vez, debe tener una sacudida grado 10, para darse cuenta de que este asunto tiene ribetes sociales, culturales, geopolíticos, tecnológicos. Es una cuestión de Estado suprema en el Perú.

Junto con eso debería haber reformas legales y revoluciones educativas que nos hagan entender en qué suelo, mar y montañas vivimos. La generación de patriarcas sísmicos tiene derecho a ver al menos parte de su tarea cumplida. De lo contrario, navegaremos siempre en la inconciencia, en la dejadez y, finalmente, en la estupidez. Y, cómo no, en la pobreza, porque un país sin prevención es un país desgraciado, condenado al espanto.

(1) Increíblemente, la PCM anunció el martes 2 de marzo, tres días después del terremoto de Chile, que daría el dinero para la alerta contra los tsunamis. ¿Y si no había sismo en el sur? ¿Se iba a dar después del próximo tsunami?

¿A QUIÉN LE IMPORTA LA EDUCACIÓN PÚBLICA? / Vanetty Molinero Nano

El más reciente episodio vinculado a los errores ortográficos, de sintaxis y redacción en los textos escolares que prepara el Ministerio de Educación para distribuirlos entre las escuelas públicas del país, demuestra una vez más lo poco que le importa a este gobierno, y a la opinión pública en general, la verdadera mejora de la educación peruana.


Desde el lado de la prensa, el hecho no ha ocupado ninguna primera plana, no ha tenido ninguna nota editorial, no ha merecido ningún reporte especial en los espacios televisivos de reportajes. Los bonos para los policías, la boda de Sachie Fujimori, el asesinato de la abogada Vásquez, han tenido mayor cobertura. Simplemente, el hecho ha sido tratado como una noticia más, y no ha motivado mayor investigación ni seguimiento posterior. Los medios se han limitado a informar lo señalado por algunas autoridades, y en la semana que pasó no ha circulado ninguna noticia más sobre el asunto. Pareciera que se han dado por satisfechos con la destitución de algunos de los funcionarios que fueron señalados como los culpables, y con el planteamiento de la fe de erratas como solución al problema.


Por el lado de las autoridades, el congreso tampoco se ha pronunciado, ni ha conformado una comisión investigadora. El Ministerio de Educación, que es el principal implicado en este problema, es el que ha conformado la comisión pero hasta la fecha no ha dado ningún reporte oficial. El presidente García, cuya foto y mensaje aparecen en la contratapa de los libros distribuidos, saca el cuerpo ante el problema, y manifiesta que se trata de una “responsabilidad administrativa”, evidenciando su desconocimiento sobre lo que le compete al Viceministerio de Gestión Pedagógica en procesos como el de la elaboración de textos escolares. Y por supuesto, en ningún momento pone en cuestión el papel de los funcionarios que su gobierno ha elegido para que trabajen y “velen” por la mejora de la calidad de la educación pública. ¿No debería haber la suficiente capacidad en el Estado para dotar a las escuelas de materiales de calidad que aporten realmente en la mejora de los aprendizajes de los estudiantes?


¿Por qué este hecho no ha generado ningún tipo de escándalo? ¿Cómo es que puede ser tratado de manera tan superficial por la prensa? ¿Es que hemos naturalizado la ineficiencia de la gestión pública y por ello no nos llama la atención que ocurran cosas de este tipo? Como es sabido, quienes tienen un poco más de recursos económicos en el Perú buscan suplir sus necesidades educativas en el sistema privado, donde hay una oferta diversa en calidades y costos. De esta manera, la escuela pública ha terminado convirtiéndose en el lugar al que asisten los que no pueden acceder al sistema educativo privado. ¿Es que entonces, al tratarse de un tema que afecta a los estudiantes de las escuelas públicas, no nos sentimos aludidos?

El Ministerio de Educación viene produciendo desde hace más de 10 años este tipo de materiales. Sin embargo, hasta la fecha no existe una política de elaboración de textos coherente con las necesidades de aprendizaje de los estudiantes, y tampoco se delegan responsabilidades a las Direcciones Regionales de Educación, argumentando la poca capacidad que tienen para elaborar textos de calidad. Pero el MED no se sonroja. Continúa centralizando la producción de libros y tampoco lo hace bien. ¿Alguien dijo “el perro del hortelano”?


La indiferencia o apatía demostrada con lo que viene ocurriendo con la educación pública tendría que orientarse hacia una mayor demanda de la opinión pública hacia el Estado por mejorar la calidad educativa y la eficiencia en la inversión. Queremos que el país se desarrolle y nos conformamos con las alarmantes cifras que arrojan las evaluaciones de aprendizajes año tras año. Según la Evaluación Censal del 2008 del Ministerio de Educación, que mide la capacidad de los estudiantes para comprender un texto y para resolver problemas matemáticos haciendo uso de operaciones básicas (suma, resta, multiplicación y división), sólo un 11,9% de los estudiantes de segundo grado de las escuelas públicas logran alcanzar los aprendizajes del grado en comprensión de textos, presentándose diferencias entre áreas urbanas y rurales (un 22,5% frente a un 5,5% respectivamente). En matemática, el dato es aún más crítico. Sólo un 8% logra los aprendizajes del grado, siendo un 10,9% en áreas urbanas y 6,2% en áreas rurales. Y gobierno y opinión pública no hacen nada, y camuflan su ineficiencia y silban bajito hacia otro lado. ¿Eso queremos? Recordemos que las escuelas públicas atienden a la mayoría de nuestra población. Niños y adolescentes peruanos que están siendo excluidos del acceso a una educación de calidad. Y al gobierno y a la opinión pública, parece que no les importa.

lunes, 1 de marzo de 2010

LOS ERRORES DE JUVENTUD COMO PRETEXTO / Gustavo Carrión Zavala


En estos días de lanzamientos de candidaturas, mediciones de intención de votos, veladas acusaciones entre dos posibles candidatos a la alcaldía de Lima, respaldos, oposiciones y recuerdos de actos anteriores de estos pre candidatos, el doctor Kouri ha esgrimido como pretexto de su paso recurrente por la salita del SIN de Montesinos, que se trató de errores cometidos por su juventud. Este argumento, como recordaremos, fue igualmente esgrimido por el actual presidente de la República para demandar el apoyo del electorado, atribuyendo a su juventud los desastres de su primer gobierno, principalmente en su visión económica del país, y es posible que en ese aspecto haya cambiado, pero lo que se repite de su anterior gestión es la poca claridad en el manejo de los asuntos públicos y los recurrentes casos de corrupción que afectan la escena nacional.

Si pretendiéramos discriminar el error del acto deliberado, podríamos decir que el error no es privativo de los jóvenes, los viejos también cometen errores. Pero error es equivocarse en acciones de un propósito alturado. Si el señor Kouri hubiese decidido luchar contra la dictadura fujimontesinista, como correspondía a todo político demócrata, y en ese propósito se hubiese equivocado en opiniones y acciones, estaríamos evidentemente frente a un error. Pero si el señor Kouri decidió apoyar a la dictadura fujimontesinista para perpetuarla y sugerir en sus reuniones con Montesinos estrategias para destruir a otros actores políticos, -que sí luchaban contra el infame binomio Fujimori-Montesinos-, sugerir acciones populistas a favor de Fujimori y obtener ventajas para un proyecto que se encuentra actualmente judicializado, no estaríamos hablando de un error, estaríamos ante un acto deliberado de corrupción política y económica, y desde su perspectiva, sí logró los propósitos esgrimidos en sus arcanas reuniones con Montesinos, habría, y digo siempre desde su perspectiva personal, incurrido en un acierto y no en un error; un acierto logrado en el ámbito de corrupción liderado por la dupla actualmente encarcelada.

No es propósito de estas líneas adherir ninguna de las pre candidaturas, pretendemos señalar la relativización de la moral cuando nos toca ejercer nuestro derecho a elegir. Se ha venido diciendo que se trata de confrontar planes de gobierno regional y municipal, que debemos olvidarnos de las ofensas a la democracia, que la experiencia en asuntos municipales y regionales es suficiente argumento para garantizar una buena gestión, que de las visitas a la famosa salita de montesinos sólo se acuerdan los periodistas, que a los ciudadanos lo menos que le interesa es el perfil demócrata del candidato, que se acepta al gobernante regional o alcalde que “robe pero que haga”. Creemos que no es exclusivo de la experiencia el lograr una buena gestión edil, que se presentarán al proceso candidatos que pueden con orgullo exponer una limpia trayectoria y consecuencia democrática y que igualmente pueden hacer de la gestión municipal, expresión de eficiencia, solución de los urgentes problemas que afectan a la capital. Que en esta particular ocasión debemos meditar sobre el conocido aforismo: “preferido malo conocido que bueno por conocer”, pues corremos el riesgo que después de las elecciones sigamos en este vicioso círculo de reclamar claridad y transparencia en la función pública.

Concluimos señalando, que en el caso tratado, el error de juventud no puede esgrimirse como pretexto, pues se trataron de actos deliberados de agresión a la democracia y contribución al intento de perpetuación de la dictadura.

CRITICA A LOS LINEAMIENTOS 2010-2021 DEL CEPLAN / Fernando Villarán



A fines del 2009, el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN) publicó un documento titulado “Lineamientos Estratégicos para el Desarrollo Nacional 2010-
2021” que contiene las orientaciones y propuestas centrales del Plan Estratégico Nacional, que es una de las tareas principales del CEPLAN. En las líneas que siguen realizaremos unos comentarios a dicho documento.

Hay que empezar saludando el esfuerzo del CEPLAN en elaborar este documento, pues es algo absolutamente necesario para el país, al permitir ordenar el debate sobre los temas de futuro; sobre todo en esta coyuntura electoral en donde esperamos haya mucho más exposición de ideas que eslogans marqueteros.


La primera y principal objeción al documento es que no está aplicando correctamente la herramienta que le da el sentido al CEPLAN: el planeamiento estratégico. La diferencia fundamental de esta nueva disciplina con la planificación tradicional es la visión de futuro. Mientras que la planificación tradicional se basa en el diagnóstico de la situación, y analiza prioritariamente los problemas heredados o actuales, el planeamiento estratégico se basa en lo que queremos ser en el futuro.


Por ello, la actividad más importante del CEPLAN, y esto aparece en su ley de creación, deberían ser los estudios prospectivos, del Perú y del mundo. Por su contenido, el documento se ubica dentro de los cánones de la planificación tradicional pues empieza con el diagnóstico de la situación nacional, y sólo al final habla de la visión de futuro, la que aparece como algo secundario y subordinada. La inclusión de las megatendencias (también hacia el final del texto) apunta en la dirección correcta, pero, igualmente, no definen, ni marcan la pauta del documento.


La segunda objeción es que este documento no es producto de un proceso de consulta ordenado y con sustento técnico, del que se desprende la visión del futuro. Tal como está, el documento es producto de la actividad de un grupo de profesionales, que por muy calificados que sean, no pueden reemplazar a una opinión colectiva. Esta consulta ciertamente que no es fácil, pero es igualmente ineludible. El CEPLAN no ha tenido suficiente tiempo para ella, pero ha debido aprovechar (y partir de ellas) las cuatro experiencias que se han realizado en el país: (i) Visión de Futuro de IPAE en 1996 y 1998, (ii) Visión del Perú de Agenda Perú, 1998-2000, (iii) Visión de país de Peru2021, 1999-2002, y (iv) la Comisión de la Visión (formada por estas tres instituciones y PromPeru, 2001).


No queda claro como se ha realizado la selección de los temas prioritarios, ni de los ejes estratégicos, en el documento; por lo menos no se deduce que surjan necesariamente de las necesidades de desarrollo económico y social del país. Por los temas y las prioridades que están en los primeros lugares, parecería que esta selección obedece principalmente a criterios más bien subjetivos, políticos e ideológicos. Si bien son muy importantes los derechos humanos, los servicios sociales y el Estado descentralizado, que aparecen como las tres primeras prioridades (primeros tres ejes estratégicos), no son los que garantizan un desarrollo sostenible; son más bien resultados de este proceso y no sus causas. Estos tres ejes y objetivos, por si mismos, no se van a poder sustentarse, ni sustentar el desarrollo del país. Para que ello ocurra, se tiene que garantizar, primero, un crecimiento económico alto y sostenido, o lo que es lo mismo, un proceso permanente de creación de riqueza.


De manera que el crecimiento económico sostenido debería convertirse en la primera prioridad de un plan estratégico de desarrollo; esta es la condición necesaria (aunque no suficiente) para todo el resto de ejes y objetivos estratégicos. Este es el criterio de causalidad y de secuencia, que es parte del planeamiento estratégico. Tal como está formulado, el plan sigue la misma lógica y tiene las mismas prioridades que la Constitución Política del Perú o el Acuerdo Nacional, que son documentos muy importantes, pero ciertamente diferentes a un Plan Estratégico (con prioridades, secuencia de actividades, estrategia, recursos, objetivos, metas, responsabilidades, seguimiento y evaluación), y con objetivos, también, muy diferentes.


En el mismo sentido, no aparece una metodología clara para definir los objetivos nacionales; los que aparecen en el documento son los mismos que los ejes estratégicos, de manera que la crítica a la formulación de los ejes se aplica también a los objetivos. Por lo tanto, el documento falla en otra de las características claves del planeamiento estratégico: fijar prioridades. Poner por delante lo principal y dejar de lado lo secundario o no esencial.


En una de las versiones anteriores del documento aparecía un tratamiento más destacado a la innovación, la ciencia y la tecnología (CTI); en esta versión, ocupan un lugar secundario, lo cual es un error, considerando el papel fundamental de estas variables en el desarrollo futuro.


Finalmente, el documento desaprovecha una oportunidad para avanzar en un tema crucial, estratégico. Si bien menciona el desarrollo descentralizado como uno de los ejes y objetivos estratégicos, esto no es suficiente. Lo que tenemos como reto, no sólo el Perú, sino la humanidad entera, es pasar de la visión sectorial del mundo, a una visión territorial del mundo. Hace rato que está planteado el reto de superar la visión sectorial, compartimentalizada, cartesiana de la realidad, para pasar a una visión integrada, holística, que justamente tiene su base en lo territorial.


Desde la economía, autores como Porter, Piore y Sabel, vienen planteando que la verdadera fuente de la competitividad no está sólo en las estrategias empresariales, ni tampoco sólo en las políticas macroeconómicas, sino principalmente en las condiciones físicas, poblacionales, productivas, empresariales, institucionales, educativas, científicas, gubernamentales (entre otros), que existen en localidades y zonas específicas. Es decir, la competitividad de los vinos chilenos no tiene que ver solamente con el sector agrícola, ni con la apertura de la economía, sino principalmente con las condiciones climáticas y de suelo, los medios de comunicación, los puertos, la investigación científica, los profesionales calificados, las políticas públicas, el liderazgo empresarial, que existen en determinadas zonas del país vecino, que hacen que su vino se abra paso en los mercados mundiales.


Desde lo social, autores como Sen y Crocker, plantean que la pobreza y la exclusión no se van a resolver sólo con políticas sectoriales de salud o de educación, que ciertamente son necesarias, sino que se requiere una nueva visión filosófica integradora que ponga al ser humano en el centro, al ser humano concreto, en su habitat, en su entorno, resolviendo las condiciones de vida que le permitan a cada ser humano alcanzar su bienestar, el de su familia y su comunidad. Esto sólo se logra focalizando los programas sociales y de lucha contra la pobreza, en las zonas donde están los protagonistas, creando la condiciones para su propia liberación.


Estas consideraciones son claves para iniciar una profunda reforma del Estado (que también aparece en el documento aunque sin mencionar este aspecto), que permita pasar de una organización sectorial, basada en los sectores económicos (agricultura, industria, minería, etc.), a una organización del Estado territorial, basada en los gobiernos regionales y locales. El poder político debe irse trasladando del Consejo de Ministros a la Asamblea de Gobiernos Regionales, para que, luego de algunos años, el primero quede subordinado al segundo. Ciertamente se trata de un reto formidable, pero para eso es que fue creado el CEPLAN.