miércoles, 24 de diciembre de 2008

PROPOSICIONES / PERÚ EN EL SIGLO XXI /Carlos Basombrío Iglesias

El Fondo Editorial de la PUCP acaba de publicar Perú en el siglo XXI (416 páginas). Un libro concebido y ensamblado por Luis Pásara, luego de un exitoso seminario en la Universidad de Salamanca que reunió a un selecto grupo de intelectuales peruanos.

Es curioso que en un país tan complejo y con tanta urgencia de ser discutido y entendido haya tan pocos esfuerzos como el que comentamos. Estoy casi seguro de que esta es la primera publicación que se aproxima a los dilemas del Perú en el siglo XXI desde ángulos tan diversos. Es más, y con el inmenso riesgo de que la magnitud de mi ignorancia olvide varios otros, sólo se me viene a la mente como precedente el Perú problema: cinco ensayos (IEP, 1968) de José Matos Mar que reunió a Augusto Salazar Bondy, Alberto Escobar, Jorge Bravo Bresani y Julio Cotler (el único que repite 30 años después).

En esta ocasión la lista de convocados es más amplia y los temas que se abordan son más diversos. José Luis Rénique lanza el libro con una aproximación histórica de largo plazo (“esperanza y fracaso”) que empieza en la Guerra del Pacífico y que da cuenta de cómo “en las postrimerías del siglo XX los modelos radical y arielista —los grandes referentes de la búsqueda de nación a lo largo de la centuria—parecían fundamentalmente agotados”, para luego reflexionar sobre la visión del país que Alan García propone ahora en su ya célebre serie “el perro del hortelano”.

Augusto Álvarez Rodrich (“las élites y las dirigencias nacionales, que durante las últimas décadas han estado muy distanciadas de las aspiraciones y demandas del ciudadano de a pie, dando la sensación de ser los protagonistas de una edición continuada de High Life) y Francisco Durand (“la reconfiguración drástica de la sociedad ocurrida a fines del siglo XX fue generada por factores internos y externos, en un raro contexto de transición larga y dolorosa que acentuó la concentración del poder económico y político”), exploran de distintas maneras el mundo del poder en el Perú.

En el siguiente bloque se abordan tres políticas públicas claves. La seguridad vista por Fernando Rospigliosi: “todas las reformas se frustraron debido a la debilidad de las instituciones de la democracia, el desinterés de la sociedad civil, la resistencia de los involucrados y la incompetencia del presidente de la República”. La justicia por Javier de Belaunde: “Un componente fundamental de la reforma o refundación del sistema judicial es buscar la plena autonomía del Poder Judicial y la independencia de los jueces, reforzando su rol frente al poder político”. La lucha contra la pobreza por Alberto Gonzales: “La desarticulación de los programas existentes, el abandono de un marco integral, la dispersión excesiva en intervenciones pequeñas y la carencia de mecanismos de rendición de cuentas han afectado seriamente la credibilidad en la inversión social en el país”.

En la sección siguiente Alfredo Torres construye un perfil económico, social y político de los “peruanos del hoy”, en base a su amplísima experiencia recogiendo e interpretando los datos de las encuestas.

La situación de los derechos humanos, marcada todavía a fuego por los años de violencia, es abordada por dos protagonistas centrales en el tema. Salomón Lerner, ex presidente de la CVR y Ernesto de la Jara, director del IDL. En la misma sección el embajador José Luis Pérez Sánchez-Cerro plantea una pregunta fundamental tratando de sacar “lecciones de una etapa sangrienta”: ¿hemos aprendido los peruanos?

Nuestra ubicación en el mundo contemporáneo es analizada por Farid Kahhat (“Los cambios abruptos —y poco meditados— en materia de política exterior no son hechos aislados”) y Michael Shifter (“una integración total a la economía global necesita un gobierno que sea efectivo en promover los intereses nacionales, gestionar expectativas y supervisar burocracias complejas”).

La economía es abordada por dos destacados expertos Óscar Dancourt quien abunda en el peso de los precios de nuestras materias primas para explicar nuestra situación y Élmer Cuba quien analiza el boom económico de la primera década del siglo.

Como corresponde el cierre del libro está reservado para Julio Cotler con un ensayo cuyo título es suficientemente explicativo: capitalismo y democracia en el Perú: la tentación autoritaria.

¿Es posible encontrar para este conjunto tan rico como diverso de reflexiones hilos conductores comunes? Luis Pásara ensaya cuatro al concluir este importante libro: (1) el fracaso del Estado, (2) el impacto duradero de la guerra interna, (3) el replanteamiento del tema de la esperanza y el fracaso en la historia nacional y (4) las responsabilidades de las dirigencias.

3 comentarios:

  1. Interesante e importante. Lo único que faltaría saber es la opinión del "otro", de ese otro peruano que no pertenece al segmento Católica-Harvard, descendiente de Atahualpa y Túpac Amaru, siempre marginado en la historia del Perú. Hoy más que nunca sería valioso conocer su visión del país, su mirada futura, y no solo sus canciones, sus negocios informales y su "poco civilizado" comportamiento.

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  2. Esfuerzos similares sí han habido, pero pocos. Más articulado que el conversatorio de Salamanca me parece que fue el esfuerzo del grupo Agenda Peru, al que debería añadirse el Centro de Estudios Estratégicos de IPAE y las publicaciones del PNUD. En cambio, acumulamos muchas propuestas fracasadas de crear una visión compartida: Concytec, Acuerdo Nacional, Colegio de Ingenieros, por ejemplo. Otros esfuerzos están por verse, como el Consejo Nacional de la Visión y el CEPLAN; y otros fueron, en el mejor de los casos parciales, como los de PromPerú (exportaciones), Telefónica y CODESI (Sociedad de la Información) y Concytec (Ciencia y Tecnología). Ojalá que el libro de Planas tenga suficiente difusión para que no se pierda en el ruido del día a día como los otros.

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  3. No veo las horas de leer este libro, me parece una propuesta genial ^^

    por cierto, supongo q el señor Luis Enrique ya lo leyó y por eso afirma q en ese libro queda excluida la opinión de los descendientes de Tupac Amaru, aunque yo no se cuantos hijos tuvieron Tupac Amaru o Atahualpa, ni creo q alguien pueda afirmar q a los descendientes de sus hijos y nietos les ha ido definitamente mal. Eso suena a un argumento muy mal hecho ;)

    En el caso de que bajo la paternidad de Tupac Amaru se recojiera a la población quechuahablante y campesina sin acceso a la educación y sin representación política, entonces habría q recordar un par de cosas. En primer lugar, estas apreciaciones sobre el Perú se están haciendo pensando EN TODOS LOS PERUANOS, no solo en aquellos que le gustan al presidente. En segundo lugar, se han recogido estos determinados ensayos porque los respalda la trayectoria de sus creadores; trayectoria q quiere decir investigación, estudio y dedicación a los problemas del Perú.

    Los peruanos ya estamos bastante divididos, por eso hay apoyar los proyectos de una integración nacional, de mayor entendimiento.

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