lunes, 19 de enero de 2009

UN ALTO AL FUEGO PARA REFLEXIONAR: LA PAZ Y LA VIDA BIEN LO VALEN / Lic. Martín H. Portillo C.(&) (columnista invitado)

Muy Señores míos:

Agradeceré publiquen estas líneas, he tratado de confrontar el texto coránico y mi propia conciencia al respecto, no cabe duda que un ser humano agredido tiene el derecho a defenderse, y ese derecho es una obligación según la tradición islámica, la justicia es de Dios, pero el intelecto humano debe aplicarla en sus relaciones con otros humanos y con el resto de la Creacion.

Confiando en que es un aporte para comprender que la yihad no es justificación del terror sino su antídoto. Espero haber sido explicito al explicar el derecho a la defensa y la prohibición del terror y la violencia indiscriminada, ambos aspectos estan prohibidos por la Sharia (Ley islámica).

También les agradezco el haber abierto esta ventana para la discusión sin agresiones verbales ni descalificaciones.

Mis cordiales saludos.

Wa salam

Lic. Martin H. Portillo C

 

El gobierno de Israel ha decidido detener sus ataques sobre los palestinos. Quizás aún la cordura exista entre sus gobernantes. Prefiero pensar que es así, y no un cálculo político que solo pretende ganar tiempo para una ofensiva mayor. Es de agradecer este unilateral gesto.  Las vidas que se salvan así lo exigen. Ahora, Hamas debe detener sus ataques y se deben abrir los pasos fronterizos bajo supervisión internacional para impedir el tráfico de armas. Pero la sangre vertida exige una investigación imparcial. Se deben castigar los crímenes cometidos durante la masacre.

La sugestiva presentación de algunos analistas del tema colocando a la “democrática” Israel como victima no facilita la exigencia del cumplimiento de las normas internacionales del derecho humanitario. Aquí las víctimas no son estilos de gobierno, son vidas humanas. En toda guerra hay víctimas, pero toda guerra se inicia por alguna ambición, soslayada, disimulada o argumentada. Los palestinos son víctimas del fuego cruzado. Aunque Israel ha decidido detenerse, las bajas que ha causado pesarán en las mesas de diálogo. Es perentorio establecer medidas de protección para los palestinos, medidas que permitan su autonomía real,  el establecimiento de una administración eficaz y transparente.

La población israelí lamentablemente ha sido llevada hacia el endurecimiento, pero ese sentimiento puede apaciguarse con las garantías necesarias. Y con una visión crítica de su propio surgimiento como país independiente. El que potencias europeas decidieran su existencia y aprobaran su ubicación, no convierte en legítimo su establecimiento. Sin embargo no se puede seguir insistiendo en las diferencias de origen.

Los radicales de ambos lados deben ceder posiciones. Es esta una oportunidad, de las muchas que se han dado. No se debe desaprovechar.

Pero deseo agregar algo, lo escribí antes del cese al fuego, un día antes, creo que no está demás recordar lo siguiente:

-         Entre musulmanes la Paz es lo que le deseamos a los que hallamos en el camino, en el trabajo, en el mercado. Es la manera usual de saludar entre judíos y musulmanes. La Paz es la gran exiliada en la zona que dio origen al monoteísmo, tal cual lo heredamos los hombres de esta época. La Paz está en fuga.

-          Los musulmanes conocen que les es permitida la defensa en caso de agresión (invasión, ataque a sus propiedades o vulneración de sus derechos) También saben que les esta vedado atacar población civil. Que existen normas de guerra que obligan a respetar a los enfermos, niños, religiosos, etc.  Esa acusación de  “cultura de muerte” atribuida a la religión  islámica toma como norma de conducta las estrategias de combate y tácticas de grupos que no representan necesariamente a la población civil que dicen defender o proteger. En toda la historia de las campañas de guerra del Profeta del Islam no puede hallarse precedente alguno para los “escudos humanos”. (Según algunas versiones los israelíes, los miembros de Hamas usaron civiles con esa función).  Y para cualquier musulmán devoto y practicante lo que el Profeta del Islam  hizo, dijo y permitió que se hiciera en su presencia es lo que se llama Sunna (Tradición). Y es después del Corán precepto a seguir si se quiere conservar el buen camino. Por tanto, no es posible atribuir al Islam comportamientos guerreros que su propio fundador no empleó ni utilizó. Es más: es conocido que siempre estuvo dispuesto a  liberar prisioneros de guerra.

-         No es pertinente, ni intelectualmente honesto propiciar la asociación musulmán = violencia terrorista o Islam = antisemitismo. El terrorismo no es adjetivo del musulmán, ni de ninguna religión. El antisemitismo no es parte del Islam. El judaísmo fue fundado por Moisés (la Paz sea con él) y es, según el Corán, uno de los cinco principales profetas de Dios junto con Jesús, Abraham, Noé y Adán (la Paz sea con ellos). Además, es obligación de los musulmanes proteger y respetar a  los creyentes de las religiones reveladas (aquellas que tienen un Libro de origen divino).

-         La convivencia entre judíos y musulmanes fue una realidad durante más de mil años. Los judíos durante  la Edad Media y Moderna, muchas veces se refugiaron en territorios gobernados por musulmanes. El propio Maimónides se ofreció para atender la salud del sultán Saladino. La toma de Jerusalén por los cruzados sí manchó de sangre inocente mezquitas, sinagogas y templos cristianos ortodoxos.

-          No es correcto acusar de violentista a la fe que tiene como precepto (al igual que la judía) desear la paz cuando se saluda. No puede ser posible que el Corán que comienza 113 de sus 114 capítulos con la invocación: “En el Nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordiosísimo” llame a la matanza.

Considero nuestro deber moral, como pueblo que vivió un conflicto interno y lo viene superando (con dificultades), que nuestro gobierno exprese no su preocupación, no su condena, pues ya la población civil se adelantó. Sino su experiencia para facilitar un acercamiento entre las posiciones antagónicas palestinas e israelíes.

Desde el siglo XVIII se establecieron los gobiernos democráticos y laicos, pluriculturales algunos. Quizás si se renunciara al milenarismo de ambas partes en lugar de matanzas tendríamos colaboración. Si la tierra ha sido inundada de sangre tantas veces, en memoria de esos muertos deberían pensar seriamente en los vivos que quedan y que NO DEBEN VIVIR NI MORIR BAJO EL TERROR.

As salamu alaikum (La Paz sea con ustedes)

(&) Centro de Estudios Islámicos También miembro de la revista electrónica libertaria www.Acrata.org   DNI 07754005

 

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