1.- La tensión ha bajado pero no ha desaparecido: Los nativos están regresando a sus comunidades y la situación en la selva tiende a normalizarse. Pero hay otros focos de tensión. Andahuaylas siguen en huelga indefinida con miles de campesinos tomando la ciudad. Las demandas son de todo tipo y no parece haber un liderazgo unificado. Todas las carreteras estaban bloqueadas y el aeropuerto tomado. La Policía está encerrada. El ministro de Agricultura Carlos Leyton fue ninguneado y se pide que vaya Simon. Esto sucedería recién el martes y, entre tanto, con cualquier chispa podría incendiar la pradera. En Sicuani la comisión de diálogo del gobierno ni siquiera pudo llegar a la ciudad “al no haber garantías”. Otro frente potencialmente explosivo es La Oroya con el anunciado cierre de operaciones de Doe Run que puede generar bloqueos en un punto estratégico de la Carretera Central.
2.- Yehude Simon tratando de reinventarse: En los últimos días Yehude Simon ha tenido toda la iniciativa que le faltó a lo largo de su paso por el premierato. Se ha transformado en el “hermano de los apus” y se presenta como el hombre que está por encima de toda la bajeza que hay en la política y piensa con grandeza sólo en el país. El lunes, en un giro total e inesperado de los acontecimientos, se fue a Satipo y anunció la derogatoria de los decretos que hasta la víspera había defendido. El problema de este desesperado intento de salvar su imagen es que parece que lo ha hecho jugando por la libre. (Ver más en: http://www.semanaeconomica.com/users/21-carlos-basombrio/blogs )
3.- Vientos de fronda en la PNP: La aparición de Cabanillas con dos generales en el programa de La Hora N y la forma en que todos sacaban cuerpo, al punto que le chantaran la culpa del fracaso del operativo al mayor Felipe Bazán aún desparecido en Bagua, ha terminado de indignar a los miembros de la PNP. Pese a los intentos de la ministra de congraciarse con la institución subiendo indemnizaciones a los deudos y ofreciendo diferentes beneficios al personal, el clima interno se sigue deteriorando. Un comunicado de los generales retirados de la Guardia Civil -totalmente inusual en su tono- es revelador de lo se vive dentro. (“Expresamos nuestro profundo rechazo a la actual actitud de la señora Ministra del Interior, por presentarse ante los medios de comunicación acompañada de los mandos policiales encargados de las acciones operativas en Bagua, con la notoria intención de evidenciar que únicamente a ellos les corresponde las consecuencias de los trágicos sucesos acaecidos, evadiendo de esta manera su clara responsabilidad política”). Un resumen de lo que se escucha a diario en la PNP: “nos mandaron a morir a Bagua y no asumen su responsabilidad, “nos echan toda la culpa”, “al final derogan los decretos por lo que nos mataron”, “si los nativos tenían razón, por qué no derogaron antes de que nos mataran”.
4.- El APRA con sangre en el ojo: El papelón que han tenido que pasar los congresistas apristas con la decisión de derogar los decretos - un cambio de 180º en la posición oficial que nadie les consultó- es histórico. Su silencio sepulcral por dos días es más que revelador. Han tenido que tragarse el sapo y votar con los nacionalistas que durante meses les exigieron la derogatoria. Lo han hecho, Mulder dixit, sólo por “razones de Estado”. Como es obvio no van a desobedecer ni cuestionar las decisiones de Alan García -dependen de él para cualquier futuro político al que puedan aspirar- pero parece que el malestar interno ha sido y es intenso.
5.- Una interpelación de pronóstico reservado: El APRA se puso de costado para que la interpelación pase y Yehude Simon dice que no renunciará antes de enfrentarla. Si eso sucede tendrá en realidad dos interpelaciones. No ha sido muy resaltado, pero también le han clavado otra por el caso de la fallida intervención de la SUNAT en Panamericana, algo de lo que ni siquiera le informaron y de la que, convenientemente, ha sido excluido el “compañero” ministro de Trasportes y Comunicaciones. Si llegamos al miércoles sin nuevo gabinete al APRA no le faltarían ganas para votar a favor de la censura de Simon. No lo van a hacer, pero tampoco se la van a jugar por el moribundo Premier. A estas alturas se acabó la cohabitación tensa de los últimos meses entre el APRA y Simon. En general, la discusión en el Congreso promete se encendida. Los fujimoristas odian a Simon desde el primer día y han anunciado su votos para la censura. Idem con Unidad Nacional, por lo menos hasta ahora. Aún con el voto en contra del APRA, no queda claro como se salvaría el gabinete de un voto de censura (a menos que, como tantas veces, algo se negocie debajo de la mesa). La otra opción sería tener uno nuevo antes de la interpelación o al menos antes del día que se votaría la censura.
6.- ¿Habrá conejo debajo la manga? A estas alturas estamos ya ante la peor crisis político- social desde que se restableció la democracia en el 2001. En la crisis previa, la de los “petroaudios”, que ya se quedo chica frente a esta- Alan García demostró grandes reflejos políticos poniendo a Yehude Simon como Premier, una persona que venía con una imagen que era todo lo contrario a la de los personajes y las situaciones que causaron el escándalo. Su nombramiento ayudó a bajar tensiones, mientras estos temas se enterraban debajo de toneladas de expedientes en el Poder Judicial. ¿Qué tipo de Premier y qué tipo de gabinete nos sacarían de esta nueva crisis? ¿Cuál es el perfil que debe tener un Premier en una coyuntura como esta? ¿Cuánta apertura puede permitirse o conseguir García ya con tres años en el poder y habiendo sembrado tantas enemistades en el camino? ¿Nos sorprenderá con otro nombramiento sorpresivo y eficaz para sus fines?
Carlos el ego de García es inmenso. Si el discurso a la nación es analizado a profundidad, se ve que “todos” menos Alan y el triunvirato UN-APRA-Fujmoristas, tienen la culpa de los conflictos sociales que se desataron en el Perú. Es por eso que la interpelación se centra en culpar a Yehude como el único responsable político de esta crisis. Todos sabemos que esto no es verdad, ya que la principal responsabilidad política cae en el autor del concepto del ‘Perro del Hortelano” y el triunvirato que quiso tomar como ingenuos a los amazónicos. ¿Que hace frente a esto? Primeramente Alan y el triunvirato tienen que aceptar la responsabilidad política, y sino penal, por lo acontecido en el Amazonas. Luego, el gobierno peruano tiene que entender de una buena vez que el Perú no es solo Lima, sino también son las sociedades que se desarrollan en la sierra selva y costa. La necesidad imperante del dialogo participativo e inclusivo para afianzar la democracia y un genuino estado de derecho esta en este concepto. Seguidamente, Alan, si aun le queda neuronas, necesita recomponer su gabinete con gente independiente que realmente dediquen sus esfuerzos, con la debida independencia, para solucionar los problemas históricos del Perú. El parlamento, un centro inepto hasta la fecha, necesita comenzar a legislar con independencia teniendo como interés genuino el desarrollo integral del Perú. Claro esta, que pedir al Aprismo un elevado nivel de autoestima y debate a favor del cambio, es mucho. Hay muchos intereses de por medio. El “perro del Hortelano” y los “petroaudios” sintetizan esta cadena que no quiere quebrar.
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