Samuel Abad, Carlos Basombrío, Francisco Belaunde Matossian, Jorge Bruce, Gustavo Carrión, Carlos Iván Degregori (+), Ramiro Escobar, Liuba Kogan, Nelson Manrique, Augusto Ortiz de Zevallos, Luis Pásara, Fernando Rospigliosi, Andrés Solari, Alfredo Stecher, León Trahtemberg, Javier Torres, Sandro Venturo, Celeste Viale, Fernando Villarán.
martes, 18 de agosto de 2009
LLANTA DE PRENSA/ Augusto Àlvarez Rodrich/ Mirko Lauer / Fernando Rospigliosi
A esto hay que añadir los casos de los Petroaudios, la estafadora Karina Úngaro Morales -sobrina de Vega Vega -, el aristojuicio Tudela y los fiascos jurídicos del gran negocio de la coca de la familia trujillana Sánchez Paredes y el clan Fernando Zevallos, emblemas de la función crucial que cumple la mano negra que brinda impunidad al delincuente de cuello blanco y el criminal de guante de seda (sobre todo (si es ‘compañero, fujimorista -tipo Pancho Tudela- o del nuevo aliado ‘Chim Pum Callao’ de Giampietri y Kouri) que infesta nuestra sociedad. El rastro de todos estos personajes se encuentra claramente enquistado en cada uno de estos procesos judiciales. Las irregularidades procesales y funcionales en favor de los verdaderos culpables de estos graves delitos y de sus poderosos patrocinadores escondidos detrás del telón, así lo evidencian irrefutablemente.
Y, claro, el PJ es un principal interesado en encubrir este alucinante bagaje que carga desde hace lustros. Esa nefasta herencia que dejó Alejandro Rodríguez Medrano, el ahijado masónico de Héctor Úngaro -padre de Karinita-, como símbolo de la otra ala del mismo frente, el Templo de la Gran Logia de Córpac en donde el rey jerárquico es Luis Giampietri. Así que desde ahora, la complicidad en esta nueva maniobra corruptiva, vía Vega Vega y sus tusos, se debe dar por descartada, por más enfermo que el divo esté o se haga.
A sabiendas que es la prensa honesta la única eficaz fiscalizadora de sus trapitos sucios, se pretende eliminar el ejercicio de la libre expresión que canta claro la reprochable verdad.
Esta propuesta legislativa demuestra que el gusano de la autocracia está metido en el APRA porque ahí se originó. García no puede tapar el sol con un dedo ahora. Además, en vez de combatir la corrupción que prolifera in crescendo, tomando la iniciativa de crear leyes rigurosas que condenen con cárcel efectiva a los demasiados mano larga del sector público, prefiere apoyarse en el poder que ejerce la red de influencias que comanda el otro miembro aprista de esta organización cleptocrática que opera en el Estado, el presidente de la Corte Superior de Justicia César Vega Vega, y en paralelo en la alianza apro-fujimontesinista que domina actualmente el Congreso para hacer norma legal (pero no justa y menos moral)del delito institucionalizado. Da la coincidencia que el caso de la matanza de El Frontón ha reflotado y que Agustín Mantilla, Luis Giampietri y el mismo García corren de nuevo peligro de saltar al patíbulo de los acusados. Ellos, libres solo gracias a una prescripción ilícita cocinada por la pareja Tambini-Ávila y Vega Vega, se ven obligados a titeretear el sistema para salirse con la suya otra vez.
Quebuena la existencia de este Programa donde se exponen distintos puntos de vista sobre un tema tan sorprendente como el sucedido.
ResponderEliminarExclente trabajo!!! Que esta mesa de debate siga por mucho tiempo!
ResponderEliminarQué buena... la alegoría de AGP con un matamoscas, porque todos sabemos alrededor de qué vuelan las moscas.
ResponderEliminarA esto hay que añadir los casos de los Petroaudios, la estafadora Karina Úngaro Morales -sobrina de Vega Vega -, el aristojuicio Tudela y los fiascos jurídicos del gran negocio de la coca de la familia trujillana Sánchez Paredes y el clan Fernando Zevallos, emblemas de la función crucial que cumple la mano negra que brinda impunidad al delincuente de cuello blanco y el criminal de guante de seda (sobre todo (si es ‘compañero, fujimorista -tipo Pancho Tudela- o del nuevo aliado ‘Chim Pum Callao’ de Giampietri y Kouri) que infesta nuestra sociedad. El rastro de todos estos personajes se encuentra claramente enquistado en cada uno de estos procesos judiciales. Las irregularidades procesales y funcionales en favor de los verdaderos culpables de estos graves delitos y de sus poderosos patrocinadores escondidos detrás del telón, así lo evidencian irrefutablemente.
ResponderEliminarY, claro, el PJ es un principal interesado en encubrir este alucinante bagaje que carga desde hace lustros. Esa nefasta herencia que dejó Alejandro Rodríguez Medrano, el ahijado masónico de Héctor Úngaro -padre de Karinita-, como símbolo de la otra ala del mismo frente, el Templo de la Gran Logia de Córpac en donde el rey jerárquico es Luis Giampietri. Así que desde ahora, la complicidad en esta nueva maniobra corruptiva, vía Vega Vega y sus tusos, se debe dar por descartada, por más enfermo que el divo esté o se haga.
A sabiendas que es la prensa honesta la única eficaz fiscalizadora de sus trapitos sucios, se pretende eliminar el ejercicio de la libre expresión que canta claro la reprochable verdad.
Esta propuesta legislativa demuestra que el gusano de la autocracia está metido en el APRA porque ahí se originó. García no puede tapar el sol con un dedo ahora. Además, en vez de combatir la corrupción que prolifera in crescendo, tomando la iniciativa de crear leyes rigurosas que condenen con cárcel efectiva a los demasiados mano larga del sector público, prefiere apoyarse en el poder que ejerce la red de influencias que comanda el otro miembro aprista de esta organización cleptocrática que opera en el Estado, el presidente de la Corte Superior de Justicia César Vega Vega, y en paralelo en la alianza apro-fujimontesinista que domina actualmente el Congreso para hacer norma legal (pero no justa y menos moral)del delito institucionalizado.
ResponderEliminarDa la coincidencia que el caso de la matanza de El Frontón ha reflotado y que Agustín Mantilla, Luis Giampietri y el mismo García corren de nuevo peligro de saltar al patíbulo de los acusados. Ellos, libres solo gracias a una prescripción ilícita cocinada por la pareja Tambini-Ávila y Vega Vega, se ven obligados a titeretear el sistema para salirse con la suya otra vez.