jueves, 29 de marzo de 2012

DESACUERDO CON MARIO VARGAS LLOSA/ Alfredo Stecher

Con el profundo respeto y admiración de siempre por su valía literaria y su seriedad intelectual y política, debo decir que discrepo de planteamientos que Mario Vargas Llosa ha expresado en su última entrevista realizada por periodistas del diario La Tercera en Santiago, en ocasión de su visita por el homenaje organizado por el serio y prestigioso Centro de Estudios Públicos (CEP), de derecha, al escritor Jorge Edwards al cumplir 80 años de edad. Claro que sus respuestas, como siempre, interesantes, se explayan en diversos otros temas que no voy a tocar.
Al tratar de analizar los problemas del desarrollo en Chile, Vargas Llosa hace afirmaciones sobre otras realidades, como siempre muy categóricas, que son una lectura simplista y equivocada de la realidad. Me refiero a tres discrepancias centrales.
Pero comencemos por las coincidencias. Critica la concepción puramente economicista del desarrollo, que solo mide índices económicos (agrega, estadísticos, que no tienen porqué ser solo económicos). Considera la igualdad de oportunidades como un principio absolutamente fundamental de la cultura democrática y señala que se genera una gran frustración cuando ésta no se ejercita. Plantea la importancia de la calidad de vida y del rol que juega la cultura en ella. Y concluye en que el desarrollo económico por sí solo no es suficiente. Critica el igualitarismo como mito que ha generado sociedades donde algunos son mucho más iguales que otros, alusión a Orwell y a las sociedades soviéticas. Y que lo fundamental es que la gente tenga las oportunidades para corregir la desigualdad, que inevitablemente existe, gracias a su talento y esfuerzo.
Luego destaca que en Estados Unidos, a pesar de la desigualdad, la gran característica es el optimismo. Nombra casos “inmensos” – Steve Jobs, Warren Buffett, Bill Gates – como típicos de que alguien de abajo puede llegar a la cúspide trabajando, rompiéndose el alma, sacrificándose, aprovechando ese espacio grande que hay para inventar y crear. Y dice que la sociedad europea ha ido rompiendo las estructuras rígidas que otorgan ciertos privilegios a la hora de competir, pero nada comparable a los Estados Unidos.
Su visión de los Estados Unidos es claramente idílica y además desfasada. Que lea si no el último artículo de su hijo Álvaro, aparecido el mismo día en el mismo diario, sobre el estado lastimoso de la educación, cuyas características describe. Menciona diversos intentos fallidos por reformarlo, algunos audaces y bien encaminados, pero incapaces de superar la combinación de complejidad enrevesada del sistema, de obstáculos políticos y de resistencia de los muy poderosos sindicatos de maestros (formados en la lucha justa contra los abusos del sistema). Señala que, según Bill Gates, en los próximos 20 años Estados Unidos necesitará un mínimo de 120 millones de personas con alto nivel educativo y que, por culpa del sistema escolar, no habrá disponibles en el mercado nacional más de 50 millones. Cita a un educador reformista, Bill Strickland, “No son los barrios y vecindarios fracasados los que determinan el fracaso de los colegios, sino al revés.” Y vecindarios fracasados hay por doquier. Finaliza con datos espeluznantes, que justifican el título del artículo, “Una educación escolar del Tercer Mundo”: Solo el 8% de los alumnos de octavo grado de Alabama, el 14% de los de Misisipi, el 30% de los de Nueva York, el 40% de los de Nueva Jersey pasan las pruebas. Un sistema así no facilita y menos garantiza la igualdad de oportunidades y justamente genera frustración.
Otra gran objeción es su visión de los Estados de bienestar europeos, que considera completamente irreales, imposibles de financiar, y les achaca la generación de la espantosa crisis económica. Es cierto que los excesos del Estado de bienestar, especialmente en los países periféricos, han contribuido a profundizar la crisis y son insostenibles. Pero hay países que han combinado el Estado de bienestar con un gran crecimiento económico y relativa estabilidad, y es evidente que la principal causa de la crisis, que efectivamente hace inviable muchos aspectos y niveles de bienestar, es el gran capital exclusivamente especulativo y la falta de regulación y la insuficiente y muchas veces cómplice supervisión de los mercados de capitales, especialmente de derivados, y de los mercados inmobiliarios.
Y la tercera gran objeción es su carga contra el ecologismo y ambientalismo como bandera que según él usa la izquierda radical, en todo el mundo, para resucitar los viejos problemas, para lo cual pone como ejemplo el caso del proyecto minero Conga, en Cajamarca (que necesita ser mejorado, pero que es indispensable para nuestro desarrollo). Es cierto que muchos antiguos izquierdistas (y me incluyo) han encontrado en el ecologismo y ambientalismo nuevas formas para expresar su disconformidad con los graves problemas de las sociedades humanas y su solidaridad humana; y han contribuido a la necesaria denuncia de los graves riesgos de nuestros modos de producción y de vida no solo para las poblaciones actuales sino para las generaciones futuras, así como a la generación de soluciones y de fuerza social y política para lograr su aplicación. Pero es erróneo reducir el campo del ambientalismo a antiguos izquierdistas, porque incluye a lo más destacado de la ciencia y política de diversas posiciones ideológicas, excepto las muy conservadoras y fundamentalistas de derecha, y es dañino estigmatizarlo.
Por cierto hay en este campo social y político, como en todos, personas presas de esquemas irreales, con frecuencia también fundamentalistas, o simplemente irresponsables o con intereses subalternos, que causan daño. Pero eso no debería impedir, y menos a una mente lúcida como la de Vargas Llosa, de apreciar la importancia de la causa y lo mucho de inteligencia, de buena voluntad e incluso de sacrificio involucrados. Defender el ambiente, racionalmente y con la pasión de una causa noble, es imprescindible para la mejora de la calidad de vida en toda sociedad y para evitar o contrarrestar los desastres que nos amenazan. En eso último la principal responsabilidad es de los países y sociedades desarrollados, pero también nos corresponde a nosotros, con mesura, aprovechando lo ambiental incluso como motor de un desarrollo propio mejor.

viernes, 23 de marzo de 2012

HUEVOS DE ESTURIÓN / Antauro y el Gulag / Fernando Rospigliosi

El martes 20 las autoridades del INPE llevaron a los periodistas a visitar las sobrias instalaciones del penal Virgen de la Merced, en la Escuela militar de Chorrillos.
    
Los periodistas pudieron apreciar y filmar la austera celda de Antauro Humala.
Todo era una farsa, por supuesto. Un montaje destinado a engañar y apaciguar a la opinión pública indignada por los privilegios que goza el hermano del presidente Ollanta Humala.
Por ejemplo, dicen que han instalado un bloqueador de celulares y que los presos usan para comunicarse un teléfono fijo inalámbrico. Pero resulta que este último también sería anulado por el bloqueador. En verdad, era un montaje.
La realidad es que Antauro seguirá disfrutando de los privilegios que tenía antes, aumentados y extendidos. Por ejemplo, cuando lo trasladaron al Hospital Militar, en Navidad y año nuevo, tenía una oficina perfectamente equipada desde donde se ocupaba de sus múltiples negocios.
En una instalación militar, controlada por la gente que han designado Ollanta Humala y el coronel (r) Adrián Villafuerte, Antauro será realmente el Pachacutec al que todos rinden pleitesía.
La visita organizada por el INPE hace recordar a las que arreglaba Stalin a la Unión Soviética, que muchas veces dejaba embobados a sus ingenuos visitantes. Quizás la más famosa es la que realizó el vicepresidente de los Estados Unidos Henry Wallace en 1944, en plena segunda guerra mundial, a las minas de oro de Kolimá, en Siberia, donde existía un espantoso campo de trabajos forzados.
Los soviéticos desaparecieron el campo: quitaron las alambradas de púas y las torres de vigilancia que rodeaban el lugar y escondieron a los prisioneros en barracas, fuera de la mirada de los visitantes. Años después un sobreviviente contó que los tuvieron encerrados viendo películas.
Disfrazaron de campesinos a policías gordos y rozagantes y los mostraron a los invitados, que quedaron deslumbrados por lo bien que vivía la población.
Los supuestos trabajadores estaban felices. Wallace escribió que era un placer “escuchar a la gente cantando mientras caminaban a lo largo de la orilla del río, el joven tocando la guitarra y el acordeón”. (“Soviet Asia Mission”, 1946).
Owen Lattimore, otro de los visitantes, escribió en la revista National Geographic acerca de lo bien alimentados que estaban los trabajadores, con pescado, tomates, pepinos y melones. (“New Road to Asia”, diciembre 1944).
La verdad era la opuesta. Un prisionero polaco, Anatol Krakowiecki, describió la realidad: “de la mina de oro, viene una procesión de fantasmas humanos. Estos hombres han debido de asumir un trabajo penoso, como animales, durante toda la temporada de verano. Los animales se habrían rebelado o habrían muerto. El hombre soporta más que ellos. Explotados toda la estación, han terminado como esqueletos. Es difícil comprender como estos hombres están todavía con vida. Sólo la piel y el hueso, sin exageración. Estos seres, en otro tiempo hombres, completamente destrozados físicamente, ya no son necesarios a la mina de oro, porque su productividad es nula. Así, estos hombres medio muertos son destinados al mantenimiento de carreteras.”
        
Según Robert Conquest, la tasa de mortalidad entre los prisioneros llevados a Kolimá, una de las regiones más frías del planeta, era el 30% el primer año y casi el 100% en el segundo. En total murieron unos tres millones entre 1937 y 1953 en Kolimá.

El gobierno ha usado la misma técnica de Stalin, solo que al revés. Aquí han enseñado una severa prisión en la que, por supuesto, no habitará Antauro.

Pero Antauro es incontrolable. Tarde o temprano sabremos más de él.



miércoles, 14 de marzo de 2012

CONTINÚAN LAS IMPRECISIONES RESPECTO DE ANTAURO HUMALA/ Gustavo Carrión Zavala

Después de la presentación del ministro de justicia y del presidente del INPE ante la comisión de justicia del Congreso, de las declaraciones del padre del interno Antauro Humala y de sus defensores, considero pertinente alcanzar algunas reflexiones:
Las declaraciones que pretenden considerar la clasificación original de Antauro Humala al penal de régimen cerrado especial conocido como “Piedras Gordas”, como un hecho ilegal, atendiendo a su condición de delincuente primario, se han olvidado de algunas razones que tienen que ver con lo que señalan las normas clasificatorias de los internos a los diferentes regímenes y establecimientos correspondientes y que van mas allá de la simple calificación de su condición de primario. Algunas de estas normas señalan que serán clasificados al régimen de máxima seguridad (en cualquiera de sus etapas, a, b o c), si el interno es procesado por delitos cuyas penas superan los 15 años de reclusión; si en los actos criminales por los que se le procesa se han producido múltiples muertes; si el procesado es integrante de una organización criminal; si el procesado no acusa domicilio conocido o pertenece a una familia disfuncional, además de otras consideraciones.  Sólo con las referidas, Antauro Humala fue originalmente correctamente clasificado y recluido en el único penal de régimen cerrado especial en lima (sin contar el penal de la base naval). Es cierto también, que si el interno demuestra arrepentimiento por los actos que cometió, acepta el régimen penitenciario y acusa buena conducta, cada seis meses debe ser evaluado para comprobar si ha progresado en el tratamiento, y si así fuese, ir gradualmente cambiándolo a etapas y regímenes menos severos. Pero, si caso contrario, el interno no demuestra signos de arrepentimiento alguno, viola recurrentemente el régimen penitenciario, adquiere la condición de difícilmente readaptable,  conseguirá que cada seis meses la evaluación lo regresione en el tratamiento y agravarle gradualmente el régimen o la etapa. Por lo visto, Antauro Humala debió ser regresionado y clasificado en la etapa “a” del régimen de máxima seguridad, con las mayores restricciones que incluyen la visita por locutorio, atendiendo a lo dicho por el presidente del INPE, que el interno ha sido sancionado por violar el régimen y por las denuncias periodísticas de las acciones contrarias al régimen penitenciario cometidas por este interno, y que más allá de las investigaciones por actos de corrupción de los agentes penitenciarios, la sanción debe aplicarse  al interno por las trasgresiones al régimen. También es oportuno aclarar que el único penal con capacidad para administrar visitas por locutorio, es precisamente “piedras gordas”, por cuanto no se entiende que lejos de aplicarle mayores restricciones, se le traslade a un penal, originalmente usado como CENIN y para albergar a militares procesados o sentenciados por la justicia penal militar.
En lo declarado por el doctor Isaac Humala, pretendiendo liberar de la calidad de delincuente a su hijo Antauro, con el argumento que los policías asesinados fueron caídos en actos de armas en lo que llama, una suerte de guerra civil, quisiera alcanzarle algunas precisiones. El ataque de la banda criminal que lideró Antauro Humala, atacó la comisaría de Andahuaylas y las comisarías en forma alguna pueden calificarse como instalaciones militares. Son dependencias al servicio de la ciudadanía y abiertas a la concurrencia del público en búsqueda de las condiciones que aseguren la convivencia pacífica y ordenada. La policía es una institución que cumple una función de naturaleza civil, y una de sus responsabilidades es recuperar el orden cuando este sea alterado, y es en esas circunstancias, cuando la policía intentaba cumplir su labor de recuperar el orden, que fueron cobardemente emboscados y asesinados. No se ha puesto a pensar, cuáles fueron las razones de atacar una comisaría y no un cuartel militar. Se trataba de un acto cobarde de aprovechamiento de la condición de instalación abierta al público de la comisaría. Si convalidáramos el argumento del señor Humala, los que atacaron no hace mucho la comisaría de Santa Rosa en Jaén y que asesinaron policías y ciudadanos que se encontraban en dicha instalación, pudiesen también considerar que los policías cayeron en hecho de armas. Los policías , señor Humala, no participan en hechos de armas o de guerra como Ud. quiere hacer creer, excepción hecha de los regímenes de excepción o de guerras declaradas contra otros países, los policías fueron asesinados por la banda criminal que lideró su hijo, en el cumplimiento de sus funciones al servicio de la ciudadanía, en un régimen democrático ,ergo, el calificativo aplicable a quiénes cometen delitos es precisamente, delincuentes, y así lo ha confirmado el Poder Judicial con la sentencia.
El ministro de Justicia y el presidente del INPE, manifiestan sentirse sorprendidos e indignados, por las denuncias periodísticas respecto a las facilidades y privilegios con los que habría venido contando el interno Humala. Esta sorpresa resulta patética, si tenemos en cuenta que el presidente del INPE ha visitado el penal de “Piedras Gordas” y no se percató de estas facilidades ni fue noticiado de las mismas. Este funcionario ha venido reportando con valentìa que los trabajadores penitenciarios están afectados de un serio proceso de corrupción, empero, no desplegó las acciones de inteligencia para poder detectar los actos de corrupción que favorecieron a Antauro Humala, pero si lo hizo para enterarse que este corría riesgos contra su integridad, riesgos que  supuestamente se extendían a sus familiares. El interno en carta enviada a un medio de comunicación ha relativizado los informes de inteligencia y justifica su traslado en su condición de delincuente primario, que como aquì se explica, no es la única consideración para clasificarlo. Todo ello hace pensar que los reportes de inteligencia, pueden haber sido totalmente dedicados.
En el caso del presidente Ollanta Humala, de no haber conocido sobre el traslado del interno Antauro Humala, en su condición de jefe supremo de la Policía Nacional, ha debido indignarse al saber  que, quién lideró las acciones que culminaron con el asesinato de cuatro policías era trasladado a un penal que no reúne las condiciones para albergar a un interno de difícil readaptación, con características de un evidente favorecimiento y obviamente con la indignación, no sólo de los deudos de los policías asesinados, sino de todos los policías que considerar que sus vidas están totalmente relativizadas, y que su jefe supremo, no dice nada respecto a las ventajas que se estaría acordando al que lideró la banda que cometió los asesinatos.

martes, 13 de marzo de 2012

REFLEXIONES SOBRE EL “SERVICIO POLICIAL VOLUNTARIO”/ Enrique Yépez Dávalos, General PNP-R

Algunos dicen, quizá no les falte razón, que ingresando jóvenes-casi adolescentes- a la Policía Nacional y salgan al servicio con escasa preparación de tres meses no vamos a reducir el delito, por el contrario se puede relativizar la seguridad al interior de las comisarías; el carácter reservado de los documentos administrativos correrían peligro si son conducidos o manipulados por éstos; podrían ser víctimas de hechos delictivos en sus tareas complementarias de control del tránsito o de orientación al turista; pueden ser fácilmente “encuadrados” con fines políticos porque también estarían a cargo de los gobernadores, y así por el estilo se plantean estos y otros argumentos que con fundamento nos hacen reflexionar sobre la conveniencia o no de la creación del “Servicio Policial Voluntario”.
Sopesando los inconvenientes que pudieran surgir con los aspectos positivos que tendría la implementación de esta nueva modalidad; y, considerando algunas modificaciones al texto original, me inclinaría por su pertinencia, por las consideraciones siguientes:
Primero.- La finalidad esencial de las policías en el mundo es el trabajo preventivo y de acercamiento a los ciudadanos. Es una labor proactiva que siempre fue tradición en nuestras ex instituciones, particularmente en las comisarías, donde jóvenes de toda condición sobre todo de sectores populares, participaban sin ninguna reticencia en los diferentes programas preventivos y educativos. El policía era visto por el joven como ejemplo a seguir y la comisaria como su segunda casa. Hoy, pese a los esfuerzos de algunos comisarios, esta relación ciudadano-policía ha decaído.
Segundo.- No podemos ni debemos mantener una institución cerrada al cambio y a la participación comunitaria. Por el contrario, cuanto más abiertas estén las comisarias a los jóvenes y adolescentes, mas serán los réditos que los resquemores. Los jóvenes necesitan tener referentes positivos para mejorar su calidad de vida y estos modelos pueden provenir de la misma policía. ¿Qué mejor que nuestros concejos y ejemplos para que estos jóvenes se forjen un destino diferente?  ¿No sería conveniente que la Policía Nacional, a través de sus Comisarías, se convierta en el trampolín de sus aspiraciones abriéndole sus puertas y su confianza?
Tercero.- Por supuesto que el ingreso como policías voluntarios tiene que estar rodeado de un sistema que aliente la presencia de jóvenes con valores procedentes de familias cohesionadas y evite personas con antecedentes policiales y otro tipo de conductas de riesgo, las que deben ser claramente señaladas en los reglamentos respectivos. Sus funciones deben ser complementarias y de ninguna manera suplir las actividades del policía. Tareas como recepción al público que acude a las comisarias, orientación al turista, charlas en colegios sobre tránsito, consumo de drogas, trasmitidas con el lenguaje propio de los adolescentes, apoyo a los promotores de las oficinas de participación ciudadana, entre otras, resultaría necesario y positivo para cambiar actitudes y conductas.
Cuarto.- Con este nuevo sistema se presentarán seguramente algunos inconvenientes y hechos negativos cometidos por los voluntarios que deben ser inmediatamente corregidos, pero estoy seguro que la mayor parte de estos jóvenes se comportarán a la altura de sus responsabilidades.
No estoy de acuerdo con que el servicio policial voluntario sea también para los gobernadores, porque se puede prestar a una serie de especulaciones políticas que es necesario evitar, sobre todo en el sector rural, donde gobernadores y licenciados junto con rondas campesinas pueden formar grupos con actividades y atribuciones amplias difíciles de predecir.
Quinto.- También existen algunas  ambigüedades e imprecisiones que es necesario corregir. Si hubiese la oportunidad de mejorar la norma, propondría, como meses antes lo hice en diferentes foros, de crear el programa de “Auxiliares de Policía” en lugar del “Servicio Policial Voluntario”, para que se constituya en la base de la pirámide organizacional de la Policía Nacional. Esto daría lugar a que los auxiliares adquieran pleno derecho a las diferentes obligaciones, derechos y beneficios que el Estado otorga al personal policial.
Los Auxiliares de Policía, en su fase preliminar, sería sólo para los que han postulado a las escuelas de policía a nivel nacional y no  alcanzaron vacantes. Estos jóvenes ya tienen una orientación vocacional definida de ser policías y, por tanto, su fase de entrenamiento sería más fácil.
Sexto.- La Policía Nacional del Perú es una institución eminentemente democrática, y esta sería una de las mejores formas de demostrar su permeabilidad frente al cambio en beneficio de muchos jóvenes que desean mejorar su situación actual. Este programa se viene llevando a cabo en Colombia con jóvenes a los que se les denomina “bachilleres” con buenos resultados.
Sétimo.- Finalmente es necesario decir con claridad que el “Servicio Policial Voluntario” con las modificaciones  a que hubiere lugar, no suple la  demanda por mejores servicios de seguridad ni el déficit de policías que necesita el país,-No menos de 40,000 efectivos en relación al incremento demográfico-. Difícil de conseguirlo en cinco años considerando las bajas administrativas que sufre anualmente el Instituto por diferentes motivos. En todo caso, es mucho mejor exigir al personal actual mayor compromiso y una de las formas de lograrlo es otorgándole mejores remuneraciones, las mismas que son muy bajas en comparación con sus similares de Latinoamérica.

lunes, 12 de marzo de 2012

OLLANTA HUMALA CON JUAN LUIS CEBRIAN/ Alfredo Stecher


Me ha impresionado muy positivamente la entrevista brindada en vísperas de la reunión anual en Davos por nuestro presidente, Ollanta Humala, a Juan Luis Cebrián, presidente del grupo PRISA, editor del principal y excelente diario español, El País. Parafrasearé ideas importantes, con algunos comentarios míos. Sé que una entrevista es un discurso, que puede estar muy alejado de la realidad. Pero debo decir que no esperaba un discurso tan bien hilvanado y que espero que siga tratando de ser coherente con él.
A Cebrián le llama la atención la timidez y sobriedad de su entrevistado, su disposición a escuchar - poco frecuente en mandatarios -, notarlo correoso y amable. Percibe una cierta inseguridad cuando pasa de las generalidades a los casos concretos, pero le parece que suena sincero y convencido, decidido a poner en práctica lo que dice, y que proyecta una imagen de decencia muy necesaria en los tiempos que corren (agrego que al parecer ha aprendido bien el cambio de su libreto después de la primera vuelta electoral, que creo debemos principalmente a que el Brasil de Lula y ahora de Roussef le ha abierto una nueva perspectiva, positiva y más atractiva que la chavista, seguramente facilitada por los estudios de ciencias políticas en la Universidad Católica de Lima y en París).
Destaco como positiva su aseveración de que es un hombre de palabra, y que al final de su período nos habrá conducido hacia donde ha prometido hacerlo, lo que se expresa en la valoración constatable de un manejo serio y estable de la política macroeconómica, perfectamente compatible con nuestra lucha por la inclusión social y en favor de la igualdad, que detalla con ejemplos, y en su afirmación de que en el Perú hay seguridad jurídica para las inversiones, que respetamos lo que firmamos. Valoro que manifieste tratar de ser objetivo y de ser justo. Hasta ahora parece que intenta ser coherente en lo que dice y con lo que dice.
Debo decir que no se me quita la aprehensión por el peso de la mentalidad militar y la poca experiencia cívica y de política de Humala y de su entorno más cercano, pero que aprecio que Humala subraye lo que efectivamente puede verse como positivo de nuestro Ejército, extrapolable al ámbito civil: recalca que le ayudó a conocer mejor el Perú, a valorar su diversidad, el tema del orden, a trabajar en el seno de una institución, interactuar con otros niveles socioeconómicos de la población – otra forma de escuchar al pueblo (obviamente hay muchísimo de objetable e incluso condenable en el orden que impone el Ejército y es imposible considerar ejemplar su institucionalidad; pero si Humala rescata los aspectos positivos, en buena hora).
Es una autodefinición aceptable la de nacionalista que ha recogido las banderas de la justicia social. Agrega que en los estados emergentes el nacionalismo trata de integrar la realidad del Estado y también las relaciones con los demás países de la zona, buscando fortalecer lo que nos une, algo que siento positivo y ojalá prevalezca. Destaca que en los Estados Unidos hay cincuenta millones de hispanohablantes, por lo que ese país también pertenece a Latinoamérica. Y que UNASUR ha sido más eficaz que la OEA al resolver los conflictos entre Colombia y Ecuador y crear un cuerpo de observadores electorales latinoamericanos para garantizar la limpieza de los comicios.
Es compartible, aunque discutible, el considerarse de abajo y no de izquierda porque esa división sería algo del pasado, después de la caída del muro de Berlín. Es también loable el considerarse presidente de todos los peruanos y hasta el momento actuar así y ser percibido así por una mayoría. En otro momento afirma que no se identifica con la derecha. Por cierto la calificación y con frecuencia autocalificación en el espectro de izquierda a derecha sigue teniendo utilidad práctica.
Respecto de su ideología recuerda que se ha comprometido a respetar el Estado de Derecho. Y señala que el levantamiento de Locumba, que encabezó, fue por lealtad a su Ejército, la Constitución y las Leyes, en rechazo a los vladigenerales. Plantea que su prioridad es pacificar el país antes de pedir cuentas a gobiernos anteriores, y que la derrota total de los movimientos como Sendero es solo cuestión de tiempo. A contracorriente de la reciente declaración de diversos mandatarios latinoamericanos, que creo debería ser respaldada, manifiesta simplemente su oposición a la legalización de la droga y – correctamente - que la represión del narcotráfico es una tarea de la Policía y no de las Fuerzas Armadas (que sin embargo siguen mezclándose en esa tarea, impidiendo el necesario fortalecimiento con renovación radical de la Policía, lo que solo había avanzado bajo los ministros Rospigliosi y Costa en el gobierno de Toledo, para luego retroceder lastimosamente).
Insiste repetidas veces en la institucionalización del país, en la necesidad de reforzar y respetar el Estado de Derecho, concretándolo en llevar el Estado al interior del país – un Estado que garantice la multiculturalidad, pero que funcione como una unidad, fortaleciendo también el mercado interno y diversificando la economía. Claro que hay mucho más que cambiar en el Estado que solo llevarlo a donde no llega, que no es su mayor problema, porque llega, pero mal, al menos a través del sacrificado magisterio rural.
Respecto del conflicto con la gran minería reconoce la pérdida de confianza de la población en las empresas mineras y en el Estado, y plantea la necesidad de restablecer la confianza por medio del diálogo, aunque aplicando la ley sin titubeos (lo que es adecuado, pero suena a priorizar la represión). Dice que las dudas que expresan las comunidades son legítimas, en particular por el problema del agua. Atribuye el problema del estrés hídrico que padecen los pueblos altoandinos a que no se ha construido la infraestructura que permita su represamiento (algo que claramente es solo una parte de la cuestión). Indica erróneamente que la minería comenzó con la llegada de los españoles, cuando nuestro país ha tenido una notable minería desde tiempos prehispánicos, tanto para la producción de herramientas – importantes para poder ampliar la frontera agrícola y hacer más productiva la agricultura - como de objetos ornamentales y de culto y algunas armas. Subraya que la minería y la agricultura pueden convivir (agrego, y deben, a partir del respeto recíproco).
En cuanto a la política, dice que el problema fundamental en el Perú y otros países de América Latina es la falta de institucionalidad que afecta principalmente a la existencia y funcionamiento de los partidos. A diferencia del presidente Correa, del Ecuador, considera que el político es un hombre público y que todos tienen el derecho de opinar sobre él y emitir un juicio particular (a pocos días del Día Mundial de la Mujer agrego – y sobre ella). Y aprecio que manifieste tratar de evitar el distanciamiento de la gente, la parafernalia de honores y seguridad, y la soledad del Poder, haciendo deporte, corriendo por las calles vecinas a Palacio y manejar su auto, con pleno acatamiento de las normas y señales de tránsito. Si esto es así, mis respetos. Incluso el solo señalarlo como deseable me parece bien.
Debo recordar que antes de las elecciones, y siendo absolutamente contrario al fujimorismo, planteé votar por Keiko Fujimori, por considerar que nuestra sociedad ha aprendido a combatir ese mal ya conocido, pero que el Humala original, con su programa previo a la primera vuelta, constituía una amenaza seria y nueva, por ello más peligrosa. Tenía también la leve esperanza de que la educación universitaria norteamericana, tan detestada por algunos candidatos republicanos, hubiese tenido en ella una influencia morigeradora del autoritarismo heredado de su padre.
Considero ahora, con satisfacción por el país, que obviamente me había equivocado, y agradezco a quienes, como nuestro gran intelectual, Mario Vargas Llosa, y el gran adalid de nuestra revolución gastronómica, Gastón Acurio, tuvieron la visión y la valentía de apoyar a un candidato Humala que expresaba un compromiso con ideas positivas radicalmente diferentes a las que había esgrimido anteriormente. Humala aún puede descarrilarse en su liderazgo, pero, sin desconocer enormes problemas y también algunos grandes desaciertos en su gestión, el proceso tenido hasta ahora ha producido dinámicas más bien positivas que ya no pueden borrarse. Mirando desde lejos, siento que con la entrevista nuestro presidente ha fijado un hito internacional que espero no desdiga en la práctica.

miércoles, 7 de marzo de 2012

LA VIDA DE POLICÍAS NO IMPORTA/ Gustavo Carrión Zavala


El recurrente y vacío discurso de las actuales autoridades del Ejecutivo, respecto del aparente respeto por la vida de los policías y la mejora de sus condiciones laborales, ha quedado totalmente mostrado como estrategia de convencimiento pero que no lleva el propòsito de concretarlo, a la luz del favorecimiento que recibe quién lideró a una banda criminal que en Andahuaylas emboscó y asesinó a cuatro policías. Me estoy refiriendo a la incomprensible medida de favorecer el régimen carcelario de Antauro Humala, trasladándolo a un penal construido o habilitado especialmente para èl, dentro de las instalaciones militares de Chorrillos.
El presidente del INPE ha incurrido en sucesivas explicaciones contradictorias, que paso a intentar detallar:
-          Ha dicho que por razones de seguridad de los familiares de Antauro Humala se le traslada al penal “Virgen de las Mercedes” construido por el Ejército en sus instalaciones de Chorrillos. Antauro Humala tiene varios años purgando carcelería en el penal de “Piedras Gordas” y jamás se ha reportado incidencias con respecto a  èl y con respecto también a sus familiares y amigos que lo visitan, a pesar que en dicho establecimiento purgan carcelería visibles líderes de Sendero Luminoso, sin obviar a los delincuentes comunes más peligrosos. En cualquier circunstancia parecida, la presumible inseguridad se hubiese resuelto variando los dìas de visita para Antauro Humala, o de ser el caso trasladarlo al penal Miguel Castro Castro, atendiendo a que el delito por el cuál ha sido sentenciado es un delito común y procesado por tribunales comunes, por tanto no se trata de sentencia aplicada por la justicia privativa militar y por existir en el citado establecimiento un pabellón apartado de los demás, que alberga a internos por los cuales también se temìa por su seguridad, (implicados en el régimen fujimontesinista). Adicionalmente resulta lógico suponer que si pretendieran atentar contra los familiares del interno, en el trayecto de ida o vuelta al penal, esta posibilidad subsiste en cualesquier establecimiento al que se le clasifique o durante el desarrollo de otras actividades de estas personas, ergo, la seguridad tendría que afinarse respecto de estas personas en la calle y no con el traslado del interno a un penal, aparentemente  habilitado para favorecerlo.
-          Ha sostenido el presidente del INPE, que se  ha firmado un convenio con el Ejército para que esta institución ceda las instalaciones de este penal, denominado “virgen de las mercedes”, a condición que albergue a miembros del Ejèrcito que purgan carcelería en otros penales. Esto ya se había hecho con la construcción del penal que funciona en el antiguo cuartel “Tarapacá” de la avenida Huaylas en Chorrillos, al que se ha denominado “Virgen de Fàtima”. El convenio firmado establecía que el Ejèrcito construía y cedía el penal al INPE, a condición que en un pabellón se trasladara a miembros de esta institución que purgaban carcelerìa en otros penales. Asì se hizo, por mutuas conveniencias, toda vez que el inpe no podìa construìr otro penal para mujeres, y el que se conoce como “Aanta Mònica”, ubicado también en chorrillos, habìa superado largamente su capacidad de albergue y estaba peligrosamente hacinado. Es por este convenio, que resulta, por lo menos dudoso, que se habilite un penal  destinado a albergar a militares procesados o sentenciados por delitos de función y bajo jurisdicción de la justicia penal militar dentro de una complejo militar, y  con el mismo propòsito del convenio anterior. Es probable que ahora se pretenda buscar nuevas justificaciones, entre ellas el trasladar a los militares del penal “Virgen de Fatima”, procesados por delitos comunes a este nuevo penal que ha servido previamente como lo que se denominaba CENIN. Con este antecedente, las instituciones militares y la policía , quedan en perfecta posición de construìr cárceles dentro de sus instalaciones y luego pedir que los militares o policías que se encuentren purgando carcelería por delitos comunes, puedan ser conducidos a estas càrceles, previo convenio firmado con el INPE. ¿ será este el nuevo modelo de concesiòn carcelaria?.
-          El ministro de Justicia ha sostenido que por reportes del personal del inpe y notas de inteligencia, se ha conocido que pretenderían atentar contra Antauro Humala o sus familiares. Habría que evaluar la credibilidad de la fuente y del órgano que proporciona esta información y en un proceso de evaluación se obtenga inteligencia certera sobre estos aparentes propósitos. Parece sin embargo que se ha recurrido a un procedimiento harto utilizado cuando se trata de justificar alguna medida, cuál es, provocar una nota de inteligencia que sustente una medida controversial, como la del traslado de Antauro Humala. Decidido el traslado, se debe buscar la justificación del mismo y decir que si sucede algo y existìa una nota de inteligencia, la responsabilidad serìa de ellos. Asumamos por un momento que en realidad estuviera en riesgo la seguridad del interno o de algunos de sus familiares, el traslado se tendrìa que haber producido al penal “Miguel Castro Castro”, que como ya se dijo, cuenta con ambientes separados del resto de la población. Empero, el establecimiento que ofrece las mejores posibilidades de seguridad y de ambientes separados de la demás población penal, es precisamente “piedras gordas i”.
El ministro de Justicia, parece haber olvidado que el trasladado es quién lideró el “andahuaylazo”, acto criminal que culminó con el asesinato de cuatro policías, este hecho parece no preocuparle mucho pues no es precisamente un funcionario que le tenga mucho afecto a los policías, probablemente por un antiguo resentimiento. Lo cierto es que las explicaciones, tanto del ministro como del presidente del inpe, resultan inverosímiles y es de esperar que muestren las actas de los respectivos consejos técnicos penitenciarios y el sustento de la medida adoptada.
Dejo constancia de mi aprecio y respeto por el actual presidente del INPE, el cual creo que , como popularmente se dice, “ha tenido que comerse semejante sapo”, para dar cumplimiento a una decisión del mas alto nivel, y dejo constancia también, que en mi condición de oficial de policía en retiro, siento la más profunda indignación por el favorecimiento a quién lideró la banda criminal que emboscó y asesinó a cuatro policías.

sábado, 3 de marzo de 2012

¿EL CONGRESO APAÑADOR DEL ABUSO?/FRANCISCO BELAUNDE MATOSSIAN




En el Perú existen distribuidores automáticos de licencias para violar las normas: son los jueces que dictan medidas cautelares a favor de quienes abren comercios y fábricas en contra de las disposiciones de las municipalidades, de Defensa Civil, de las autoridades sanitarias y de muchas otras, pescan industrialmente en nuestro mar sin autorización del Ministerio de la Producción, prestan servicio de transporte sin las condiciones mínimas de seguridad, entre otras tropelías.
El presidente de la Corte Suprema, César San Martín, ha denunciado que presentó un proyecto de ley para frenar ese inaceptable atentado contra el principio de autoridad, pero que el Congreso lo ha archivado.
Se está ante un valioso esfuerzo del Poder Judicial para poner fin a uno de los mayores abusos que se cometen en su seno. El Congreso debe asumir su responsabilidad, apoyándolo y así hacer prevalecer el interés general por sobre los negocios particulares. De otro modo, se hace cómplice del abuso, y, más allá, contribuye  a fomentar el caos y la anarquía en el Perú.
Todos los ciudadanos debemos exigir al actual Congreso que se muestre a la altura de su papel.