El resultado de la primera encuesta de Ipsos Apoyo muestra una diferencia de seis puntos a favor de Ollanta Humala, que tiene 42%, mientras Keiko Fujimori alcanza 36% de intención de voto. Algunos creen que no es una diferencia significativa, que la situación podría cambiar fácilmente. No es así.
Quienes así piensan están enfocando el tema con los parámetros de la primera vuelta, donde disputaban 11 candidatos, 5 grandes. En las últimas semanas se produjeron cambios bruscos. Alejandro Toledo y Luis Castañeda se desplomaron y Ollanta Humala y PPK subieron como la espuma.
Esa situación no se va a repetir en la segunda vuelta. No van a producirse bruscos desplazamientos de votantes de Humala a Fujimori o viceversa. Habrá algunos cambios, sin duda. Pero no de las dimensiones ni con la rapidez de la primera vuelta.
Queda, según la encuesta, un 22% de ciudadanos que no decide su voto o que dice que sufragará en blanco o viciado. Los que no votarán por ninguno de los candidatos probablemente sean aproximadamente un 10%. Hay, entonces, alrededor de un 12% en disputa.
Keiko Fujimori necesitaría obtener 9% de ese 12% para llegar a 45%. Suponiendo que el otro 3% va con Humala, este quedaría también en 45%.
Es decir, Fujimori tiene que ganar las tres cuartas partes de los indecisos para empatar con Humala y emparejar las cosas.
¿Podrá hacerlo? No es imposible, pero es muy difícil. Lo peor de todo, para ella, es que hasta ahora no tiene campaña. Si sus allegados pensaron que mejor era quedarse quietos al principio, se equivocaron. Eso puede valer –a veces- para la primera vuelta, no para la segunda, donde el tiempo es más corto y las simpatías están más sedimentadas.
En cambio Humala, con dos excelentes asesores brasileños, empezó su campaña, como corresponde, al día siguiente de la elección. Y no ha cesado de moverse desde ese momento en la dirección correcta para él, blanqueándose, maquillándose, disfrazándose, abriéndose a personas y grupos que antes le eran hostiles.
Fujimori no se ha movido un milímetro hasta ahora. A la única persona a la que se ha acercado es a Kina Malpartida, que al final dijo que no podría votar por ella. Y siendo muy popular en el deporte, no significa nada para los que la rechazan por las malas prácticas de su padre.
No se conoce, pero pareciera que no tiene a su lado a expertos en campañas electorales, indispensables para ganar una elección presidencial, sobre todo si es muy disputada. Su inmovilismo y falta de reacciones parecen indicar eso.
Por último, no hay que olvidar que en el Perú siempre los que han empezado encabezando las encuestas en la segunda vuelta han ganado: Alberto Fujimori en 1990, Alejandro Toledo en 2001, Alan García en 2006. Eso no significa que siempre tenga que suceder lo mismo, pero evidentemente no es una casualidad.
al menos a aquellos que les gusta el capitalismo,vengan a miami
ResponderEliminarpreguntenle a sus amigos roberto morosini, beto ortiz, y muchos otros como se lo hace aca
baily que si no es por atacar a los de siempre apoyado por los refugiados cubanos , no iva para ningun lado
vengan a ver al capitalismo verdadero
y sobrevivan solo con talento y sin ayuda de amigos como se hace en el peru
También opinaste que O.Humala no pasaba a la segunda vuelta y....
ResponderEliminarQUE BUEN CONSEJO QUE LE DAS KEIKO, PARECE QUE YA DEFINISTE TU VOTO, A MI PARECER HUMALA EL DE LEJOS DIFERENTE DE LS DINASTIA FUJIMORI Y MEJOR INTENCIONADO ES DE RAICES OCCIDENTALES SUD AMERICANO Y PERUANO NO IMPREDECIBLE COMO LOS ORIENTALES
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