Estoy convencido de que el califato en
Siria e Irak (Estado islámico de Irak y del Levante, o Daesha) y en otras zonas
será derrotado, pero nos puede tomar muchos años, quizá tantos como la derrota
de Sendero Luminoso, con pérdida no solo de muchas vidas, sino con muchísimo
sufrimiento y el descalabro social, económico y político creciente de muchos
países de mayoría musulmana, no solo árabes, en África y Asia. Y ya está
llevando a un reordenamiento de las alianzas políticas en los países en disputa
y su vecindad, junto con mayor poder para las fuerzas militaristas y militares.
En el Cercano Oriente lo más significativo es el por ahora tenue alineamiento
entre Estados Unidos e Irán, así como su cooperación militar con Turquía.
Me he generado un marco para las noticias
que nos llegan todos los días y preguntado por las diferencias y las
coincidencias con nuestra terrible experiencia.
El Estado islámico –EI-se ampara (en la
rama más reaccionaria y más beligerantemente yihadista) de una religión monoteísta
excluyente, de alcance mundial, que promete la salvación en el más allá como
premio al sacrificio terrenal, como lo ofrecía y exigía el cristianismo en su
primer milenio de expansión universal, y el judaísmo respecto de sus vecinos y
su propio pueblo, con similares resultados en términos de sufrimiento infligido.
En el caso del cristianismo, felizmente la evolución de las sociedades y un
centro relativamente moderado de su rama principal, con sede en Roma, le quitó
el filo beligerante de antaño. Y de las otras ramas, las ortodoxas estaban más
interesadas en usufructuar los beneficios de su participación en el Poder, y
las protestantes, aparte de más fragmentadas, en servir de contrapeso a la católica,
de consolidarse en alianza con el Poder frente a las tendencias liberalizadoras
en las sociedades modernas, teniendo tanto la católica como las protestantes
ramas a su vez progresistas. Es bueno recordar que en la historia de la
humanidad, durante el Medioevo cristiano, en gran medida fundamentalista y
oscurantista (también con notables excepciones), han sido reinos musulmanes en
el Cercano Oriente, África del Norte y España los que han sido tolerantes con
otras religiones y han conservado y desarrollado de manera significativa el
legado científico y filosófico greco-helénico-romano, enriquecido por el persa,
cuya expresión más notable fue la inmensa biblioteca de Alejandría, en Egipto.
El Estado islámico tiene mucho en común con
Al Qaeda, del que se escindieron sus dirigentes, centralmente, su orientación salafista
– wahabí (que es también la de la gran mayoría de los mahometanos en el mundo,
en particular de la teocracia de Arabia Saudita y de la inmensa mayoría de la
población del Estado laico de Turquía, dividida a su vez en varias ramas) y su
antagonismo con el islam chiita (mayoritario y religión oficial en Irán, siendo
minorías fuertes en varios países). También tienen en común su antagonismo con
Occidente; pero para Al Qaeda este es lo central de su estrategia, con la idea
de minar su moral, su cohesión interna y su economía, aspirando a que los
estados occidentales se descompongan, mientras que para el Estado islámico su
objetivo principal inmediato es el exterminio de los chiies, físico o por
conversión obligada, con acciones terroristas ocasionales en Occidente para
aumentar su atractivo para captar adherentes que refuercen su capacidad bélica
y de gobierno. Es un hecho que, al menos hasta ahora, una amplia mayoría de sus
víctimas son musulmanes chiies u otros que no se le someten.
Superan a Al Qaeda en tener efectivamente
al menos un Estado (y fragmentos de otros), algo tangible, aunque con fronteras
flexibles, con extenso y amplio control territorial, arrancado a países
desgarrados por guerras y guerras civiles, en las que ejerce funciones
estatales. Esto le facilita atraer a miles de personas de diferentes partes del
mundo para engrosar sus filas en reemplazo de los caídos a través de fronteras
porosas (hasta hace poco principalmente la de Turquía). Lo favorece también el
moverse, al menos por ahora, principalmente en un medio social étnica y
culturalmente bastante homogéneo, con una lengua común, el árabe, aunque
disponiendo de intérpretes para muchas otras.
Otro elemento que le da superioridad es un
mejor conocimiento del enemigo militar, gracias a los altos oficiales del
Ejército y de la Inteligencia de Sadam Husein, desbandados a raíz de la
ocupación norteamericana, pero que anteriormente habían sido adiestrados por
norteamericanos para reforzar su capacidad de enfrentamiento con Irán (en
guerra iniciada por Irak). El entrenamiento recibido por los muyahidines (punto
de partida de Al Qaeda) por los norteamericanos contra la invasión soviética en
Afganistán había sido de menor nivel, más bien operativo. Además el gobierno
chií instaurado por los norteamericanos en Bagdad se ha enajenado a la mayoría
suní y tiene fuerzas armadas que destacan por su ineptitud, desmoralización y
corrupción, además de haber bandas armadas chiies fuera de su control, y las eficaces
fuerzas armadas sirias se enfrentan a múltiples levantamientos en todo su
territorio, parcialmente atajados, pero no aplastados, lo que ha facilitado el
control de gran parte del país por el EI.
El ejército yihadista, si bien se encuentra
con fuerzas de tecnologías muy superiores, en particular aviones y drones, las
enfrentan con una combinación de ataques frontales, de tácticas de engaño, de
infiltración masiva, con actos terroristas solo como un elemento complementario.
El EI dispone de muchísimos recursos, a
nivel de entre uno y dos millones de dólares diarios, por el control de muchos
pozos petroleros y la exportación de sus productos, por los impuestos y
aranceles de importación que recauda, por las extorsiones que realiza con
amenazas y toma de rehenes, por petróleo y electricidad al parecer incluso para
Damasco, capital de Siria, y por aportes desde sus simpatizantes en Occidente
(y al parecer siguen recibiendo dinero desde políticos y millonarios de Estados
árabes). Se dice que, a pesar de que el consumo de drogas es drásticamente
reprimido, cultiva cannabis para exportación. Y se afirma que tiene un control
riguroso de sus recursos, con drásticos castigos por aprovechamiento personal o
negligencia.
Los relatos de refugiados y la sofisticada publicidad
del EI muestran terribles ajusticiamientos de sus enemigos y crueles sanciones
a infractores de su legislación represiva, aplicando estrictamente la sharia, pero
a la vez, frente al caos previo, garantizan tanto un orden básico como el
suministro de agua y electricidad a la gran mayoría de la población que
oprimen, facilitan el comercio y la producción, mantienen en sus puestos a gran
parte de los funcionarios (que muchas veces todavía son pagados por el Estado
subvertido), y tienen políticas flexibles frente a demandas específicas de
ciudades, pueblos y segmentos poblacionales mientras no contradigan sus normas
religiosas. Esto vale también para los miles de voluntarios provenientes de
países de Europa, del Norte de África y de otras partes, no todos de origen
árabe, incluso para mujeres, asignando a cada una el tipo de rol y de actividad
en que prefiere desempeñarse, como pareja de héroe, como enfermera o médica en
hospitales y centros de salud femeninos, como parte de una brigada militar
femenina, entre otros.
Todas estas características no las tuvo y,
en gran parte, no las podía tener Sendero Luminoso, por su ideología en
realidad nacionalista reaccionaria, no arraigada en amplios sectores de la
población. Pero si su salvajismo no hubiese sido tan generalizado, si no
hubieran primado el terrorismo y un primitivismo técnico, si hubiera respetado
las dinámicas económicas, y, principalmente, si hubiera tenido una política de
gobierno flexible y de cierta eficiencia en las áreas temporalmente bajo su
control, el enfrentamiento hubiese sido mucho más difícil, de mucho más largo
aliento y aún mayores costos sociales y económicos.
Y también hubiese sido menos costosa, en
recursos materiales y vidas humanas, frente al Sendero brutal que vivimos, una
acción más inteligente y selectiva de parte de las fuerzas estatales (como la
de los ingleses en Malasia en la década del 50), sin las acciones represivas
también sistemáticamente brutales que no fueron solo excesos inevitables en una
lucha. Fue finalmente lo poco de inteligencia policial que sí tuvimos lo que
permitió descabezar un Sendero ya muy debilitado por haberse enajenado las
simpatías de las masas campesinas indígenas, de las capas medias rurales y de
casi toda la población urbana.
Era y es importante distinguir entre
senderistas, por un lado, y marxistas-leninistas y maoístas en general, por el
otro, con posiciones erróneas pero respetables que han terminado contribuyendo
mucho a la conquista de derechos sociales en nuestras sociedades y al retorno a
la democracia, incorporándose a esta, y que actualmente son dominantes en
algunos países con los que comerciamos y negociamos. También lo es reconocer
que la inmensa mayoría de los musulmanes del mundo y de su clero (salafista) o expertos
en religión (chiies) interpretan su religión como pacífica y tolerante (claro
que con subyugación o severa restricción de las libertades de las mujeres y
otros rasgos reaccionarios).
No para justificar al yihadismo, sino para
situarlo en el contexto de menor desarrollo cultural y de los otros monoteísmos,
es bueno recordar que el Dios del Antiguo Testamento, Jehová de los ejércitos,
ordena innumerables veces el exterminio de poblaciones judías enteras por no
rendirle pleitesía y a otros pueblos para abrirle campo al suyo. Conviene
recordar que la Iglesia cristiana, luego Católica, desde su ascenso al Poder,
hasta el Renacimiento, ha intentado y en gran medida logrado exterminar a los
cristianos disidentes –maniqueos, cátaros o albigenses, valdenses, husitas,
hugonotes- lo que llevó luego a la Guerra europea de los 30 años, en el siglo
XVII, principalmente en territorio alemán. Es justo decir que tanto (reyes y príncipes)
católicos como luteranos lucharon para subyugar a los anabaptistas (guerras
campesinas en Alemania).
Nos apena y es condenable que sean
destruidos monumentos de incalculable valor histórico en territorio ocupado por
el EI (además de los que son víctimas de combates), pero también eso tiene
antecedentes en la Biblia, en la historia cristiana y en América, donde los
conquistadores construyeron sus templos sobre los cimientos de los aztecas y andinos,
y luego la Iglesia Católica llevó a cabo una sistemática extirpación de
idolatrías.
Ha sido el capitalismo, junto con el mayor
desarrollo de las ciencias y de la cultura, lo que ha creado las condiciones
para una lenta pero sostenida superación del sectarismo religioso en Occidente.
Es la globalización capitalista lo que más está erosionando el Poder del
islamismo retrógrado (así como de otras autocracias).
Debo algunas ideas respecto del EI a un
artículo en el diario El País, de España, de la economista Loretta Napoleoni.
La globalización capitalista no erosiona el poder del islamismo; al contrario es el acicate que necesitan los pueblos hambrientos de justicia para enfrentarse al Capitalismo que asfixia a occidente. ES notorio que en esa lucha, América Latina encabeza la disconformidad contra el hegemonismo norteamericano, de allí que el mismísimo EEUU haya sido doblegado por una isla llamada Cuba. Latinoamérica tiene sus propios organismos representativos de la región como son la CELAC, ALBA, UNASUR, MERCOSUR para hacer frente a los manejados por EEUU y Canadá como la OEA.-
ResponderEliminarEstimado amigo: Una primera diferencia es que "Sendero Luminoso" no fue nacionalista, se identificó con una ideología marxista, lenninista, maoísta, de tendencia violenta. "El Poder nace del Fusil" significó violencia y violaciones de derechos humanos, contra la propiedad y desde el campo a la ciudad.
ResponderEliminarLa otra diferencia es que la corriente Eurocentrica que conquistó e influenció Asia, África y Sudamérica, al fin de la colonia debido a su vecindad y migración en Asia y África no representó la misma influencia en Sudamérica. Mientas que para Asia y África a diferencia de Sudamérica migraron de ida y regreso una mayoría y se recargaron de la infusión cultural Europea, pocos de esta parte del continente hicieron lo mismo. Por ello, hoy hay una acentuada presencia del islam en Europa, mayor que ene estas partes.
Saludos cordiales...