martes, 14 de diciembre de 2010

PAÍS DE OPORTUNIDADES PERDIDAS/Luis Pásara

La historia del Perú está llena de posibilidades importantes que se abrieron y luego se cerraron sin dejar mayor provecho. Trátese del descubrimiento de recursos naturales –el guano, el caucho, el petróleo, los minerales o la anchoveta– o de oportunidades de refundar el ordenamiento básico del país –como con Belaunde en 1963, Velasco en 1968, Vargas Llosa en 1990 o Paniagua en 2001–, lo que los peruanos han demostrado que saben hacer mejor es desaprovechar las oportunidades que surgen y tienen ante sí.


Hay países que tienen mucho menos oportunidades en su historia. Algunos, como Guatemala con los acuerdos de paz, tampoco las aprovechan. Otros, como Noruega con el recurso petrolero, parecen saber aprovecharlas. En el Perú, en cambio, las oportunidades han sido relativamente numerosas y han sido sistemáticamente desaprovechadas.

El despilfarro de Fuerza Social es la más reciente de esas historias de pérdida que el país sabe repetir. Habiéndose abierto a este embrión de izquierda una ocasión inmejorable en la campaña municipal de Lima en 2010, el liderazgo de Susana Villarán supo capitalizar en una apuesta esperanzada el sentimiento anti-partidos que prevalece en el país. El electorado limeño creyó ver en ella a alguien distinto, en quien se podía confiar y, pese a la feroz campaña de mentiras y calumnias, derrotó a la candidata de los partidos tradicionales, respaldada en el apoyo del gobierno y los medios de comunicación.

No obstante, en el liderazgo de FS se entreveraban dos visiones del futuro político. Una parecía dibujar los rasgos de una nueva izquierda, democrática y, para ello, libre de categorías y fijaciones del pasado. La otra, por el contrario, propugnaba “reconstruir Izquierda Unida” invocando como tótem a Alfonso Barrantes, como si esa no hubiese sido una historia de fracaso y frustraciones –otra oportunidad perdida–, cuyo mal raigal se halló precisamente en los rasgos esenciales de la vieja izquierda.

La circunstancia de la competencia electoral de 2011 ha forzado una definición pronta y ha ganado la visión conocida en las últimas décadas, plasmada esta vez en una alianza con grupos y sectores que no aportan nada para la creación de una fuerza política de veras nueva y distinta. Detrás de esa decisión probablemente hay un cálculo político, ciertamente equivocado, que llevará a FS, perdido el rumbo, a afianzarse como otro de los grupúsculos de los que está lleno la penosa historia de la izquierda en el Perú.

El empequeñecimiento de FS que resultará de las elecciones presidenciales de 2011 le restará fuerza y perfil para desarrollar exitosamente la grave tarea de gobernar Lima, que tiene en sus manos. Sus dirigentes han regalado a su feroz oposición de derecha un flanco más para ser atacados y denostados. Que no se quejen de lo que les venga por ese lado: esta vez se lo han ganado.

Quien ha perdido, una vez más, es el país. Que hoy en día sigue sin contar con partidos políticos dignos de ser llamados tales. Ni en esa derecha reaccionaria y agresivamente intolerante, atrincherada en los medios de comunicación desde donde siembra confusión y miedo; ni en esa izquierda tradicional, donde las ambiciones personales y grupales, teñidas de autoritarismos tributarios de Lenin, prevalecen sobre cualquier visión de largo plazo. Pese a sus discursos, en las dirigencias políticas muy pocos son los que piensan en el interés general y miran al largo plazo.

El panorama de las mejores oportunidades perdidas deja en 2011 al electorado frente a la misma opción –resignada, modesta y carente de ilusión– de los últimos veinte años: cómo elegir al mal menor sin equivocarse.

sábado, 11 de diciembre de 2010

HUEVOS DE ESTURIÓN / Descalabro social / Fernando Rospigliosi

Pocas veces se ha visto una subida y una caída tan rápida como la del Fuerza Social. Ascendieron vertiginosamente gracias a la simpatía y el carisma de Susana Villarán, que en una campaña fulgurante, sin recursos ni apoyos, ganó la alcaldía de Lima. Y se hundieron tan velozmente como habían trepado.

La alianza que acaban de inscribir no podía haber sido peor. Tierra y Libertad del padre Marco Arana, no aporta nada, salvo una imagen sectaria y radical. No tiene simpatías electorales en el país, como han mostrado las encuestas en las que se le incluía. Peor aún, no tiene respaldo alguno en su nativa Cajamarca, donde ha realizado una activa vida política durante la última década.

En las elecciones regionales y municipales de octubre los candidatos de Arana obtuvieron porcentajes ínfimos.

Lo de Patria Roja (MNI) es también absolutamente incomprensible. En las municipales, Susana trató de tomar distancia de ellos y sostuvo que era una simple “confluencia”, no una alianza. Y se esforzó en delimitar los campos.

Luego del triunfo, también se alejaron de Patria Roja, pública y notoriamente. Y de pronto establecen una alianza electoral con ellos. ¿Quién los entiende?

Dicho sea de paso, no creo que Patria Roja sea un partido revolucionario ni terrorista. Desde hace tres décadas participan en la elecciones y no han intentando hacer la lucha armada ni nada parecido. Simplemente quieren un lugar dentro del sistema, tener alcaldes, diputados, presidentes regionales. Pero siguen sosteniendo ideas socialistas y retrógradas.

Lo peor de todo ha sido, sin duda, su alianza con el Partido Fonavista de Raúl Canelo. Ese es un grupo constituido por gente de dudosa reputación, que hizo negocio con el cuento de conseguir la devolución de los aportes al Fonavi de ingenuos ciudadanos. Luego siguieron haciendo negocio con ese “partido”, un vientre de alquiler para postular a quien pague peaje por integrar una lista.

El escándalo mayúsculo es que Raúl Canelo del Partido Fonavista es nada menos que abogado de “Miguel Garro, ex gerente de Relima, propietario de la empresa Comunicore y uno de los ‘cerebros’ de la millonaria operación que implicó el cuestionado pago de S/.35.9 millones de la Municipalidad de Lima”, como ha recordado Perú.21 (“Abogado de Comunicore en comité de FS”, 11.12.10).

¿Cómo sostener la imagen de una administración honesta aliados de Canelo? ¿Cómo pensar en una investigación imparcial del caso Comunicore con el abogado de la empresa abordo?

Los de FS han destruido en un instante años de esforzado trabajo de Susana Villarán y un equipo que prometía algo diferente, una izquierda moderna, democrática y honesta.

Ellos rechazaron una alianza con Alejandro Toledo porque, dijeron, querían conservar el “perfil propio”. Con Toledo hubieran conservado su inscripción, logrado una significativa bancada parlamentaria, un apoyo político para su gestión en el municipio limeño y no hubieran tenido que ocuparse de la campaña electoral (salvo los candidatos al Congreso), dedicándose con todas sus fuerzas a la enorme tarea que significa gestionar la Municipalidad.

Ahora su “perfil” está enlodado en un amasijo que huele mal, tendrán que conseguir –si es que lo logran- un candidato de fuera de su partido, probablemente no lograrán superar la valla del 5% y perderán la inscripción, no tendrán bancada parlamentaria, han perdido ya a varios de sus principales miembros o aliados regionales, perderán a algunos de sus escasos militantes que se alejarán descontentos y tendrán que dedicar tiempo a la campaña descuidando el trabajo en el Municipio.

Fuerza Social se convirtió en un Descalabro Social.

¿Qué dirá Susana cuándo regrese del exterior? ¿Y qué hará?

martes, 30 de noviembre de 2010

martes, 23 de noviembre de 2010

martes, 16 de noviembre de 2010

lunes, 15 de noviembre de 2010

HUEVOS DE ESTURIÓN / Corrupción en el Ejército / Fernando Rospigliosi

Un reportaje en La República muestra que un comandante del Ejército, acusado de traficar armas y municiones robadas para venderlas luego a las FARC de Colombia, es protegido por los altos mandos de su institución. (Doris Aguirre, “Comandante EP implicado en red que traficaba armamento para las FARC”, 14.11.10, http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20101114/14/pagina/15).
        
Desde hace años se sabe que municiones y armas que se roban en las Fuerzas Armadas y la Policía se venden, a través de Ecuador, al grupo terrorista de Colombia, FARC. Esto ha suscitado en varias ocasiones muy discretas protestas del gobierno colombiano.
        
En diciembre del año pasado, una operación policial en Lima, Chiclayo, Tarapoto y Tumbes, llevó a la detención del ecuatoriano Freddy Torres y varios miembros de la Fuerza Aérea, la Policía Nacional y del Ejército que vendían material robado a Torres que a su vez lo negociaba con las FARC. Los del Ejército trabajaban en la base de Bellavista, Tarapoto, jefaturada por el comandante Isaud Zamora.
       
Zamora usaba una camioneta 4x4 para transportar el material robado al Ejército, según la investigación policial. La camioneta se guardaba en el cuartel Bellavista. Zamora compró el SOAT para el vehículo, que tenía placas y tarjeta de propiedad falsas. Probablemente fue robado en Ecuador e introducido de contrabando en el Perú.
        
Según un sub oficial que participaba en el tráfico de armas, quién entregó la camioneta es Gilmer Arrascue, otro traficante que se encuentra prófugo.
        
Lo interesante del caso es que los altos mandos del Ejército protegen a Zamora, que desde hace casi un año es citado por la fiscalía pero simplemente no asiste a los requerimientos. Es más, Zamora trabaja ahora en el Cuartel General del Ejército.
        
El general EP Gualberto Zevallos Rodríguez, jefe en Tarapoto, dice que no sabía nada y que las armas y municiones robadas no salían de sus cuarteles.
        
En síntesis, como siempre, algunos sub oficiales presos y los oficiales evidentemente implicados, libres y protegidos por los altos mandos. 

jueves, 11 de noviembre de 2010

SIN ESPERANZA DE CAMBIO/ Gustavo Carrión Zavala

Hace dos noches escuchábamos en un programa televisivo de señal cerrada, la participación de un especialista en temas de narcotráfico, quién reseñaba con precisión las cosas terribles que se vienen dando en la persecución de este delito por parte de las entidades encargadas de ello.

Dijo, entre otras cosas, que a escasos metros de la base antidrogas de la policía en Palmapampa, un grifo se encargaba de la venta de kerosene a todos los productores de cocaína del VRAE, a un precio de cincuenta soles el galón (precio exagerado en razón a la prohibición de su comercialización en zonas dedicadas al cultivo de coca y a la producción de cocaína).

Obviamente, si el especialista constató este hecho, es de suponer que la Policía sabe de este ilegal comercio lo que haría suponer que se estarían “comprando indulgencias”, por decirlo de algún modo. Refirió también, que a vista y concesión de la comisaría de San Francisco, puerta de ingreso al VRAE, ingresan los insumos para producir cocaína. Otro grave aspecto recordado, está referido a la renuencia en controlar la importación y comercialización de los insumos que se desvían posteriormente hacia las zonas productoras de coca y de cocaína, lo que haría pensar que los “lobbys” están perfectamente funcionando para evitar el control y reducción de importaciones de todos los insumos químicos utilizados en la producción de drogas ilegales.

No se trata entonces de software (que existe) para el control debido, ni la demora en adquisición de las tan demandadas garitas móviles; de lo que se trata es de la absoluta falta de voluntad política para combatir este delito, que llevará finalmente al país a convertirse en una réplica mexicana con todas las condiciones de un “narcoestado”.
Si en los casi cuatro años y medio de la actual administración, no se ha tenido una acción coherente en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas, no podemos esperar que en los escasos meses que le restan, puedan o quieran hacer algo. a juzgar por las constataciones del especialista, la participación de las Fuerzas Armadas en estas zonas “cocaleras”, no han tenido efecto alguno en la disminución de la ilícita actividad y por el contrario, vienen provocando lo que ya sucedió en la infausta gestión fujimorista, que la participación de estos institutos, lo único que provocó fue que el narcotráfico los pervierta y que las bases se constituyan en lugares de “recaudación ilegal”.

La lamentable perfomance del año 2009, que llevó a incautar tan sólo 490 toneladas de insumos químicos, de un total aproximado de 35000 toneladas, nos presentan objetivamente la poca o ninguna voluntad para perseguir este delito, y la nula voluntad en corregir la evidente corrupción de los órganos encargados de su persecución.

En la conferencia anual de ejecutivos, a llevarse a cabo en los próximos días con la participación de los visibles candidatos a la Presidencia de la República en el proceso del año próximo, debería obtenerse como razón primordial de la nueva administración, la lucha frontal contra este delito que amenaza la estabilidad del Estado y que obviamente pasa por reconocer la enfermedad en las instituciones comprometidas en su persecución, teniendo en cuenta que hasta el momento todo el esfuerzo ha sido orientado a firmar “pactos éticos”, que no han tenido efecto alguno, pues en las últimas elecciones regionales y municipales, en varias jurisdicciones “cocaleras”, se han hecho con las alcaldías, personas claramente vinculadas a la producción ilegal de coca y a la producción ilegal de cocaína.

Tenemos que decir finalmente con desesperanza, que el actual régimen, en lo que le queda, no promoverá base alguna de lucha real contra el tráfico ilícito de drogas.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

LLANTA DE PRENSA/ Augusto Álvarez Rodrich, Mirko Lauer, Fernando Rospigliosi

I. El bajón de Humala




II. El bajón de Meche





III. Poder Judicial organizado



martes, 9 de noviembre de 2010

HUEVOS DE ESTURIÓN / Cacasenos y bribones / Fernando Rospigliosi

En 1990, Alan García estaba empeñado en impedir el triunfo de Mario Vargas Llosa. No quería un cambio radical de su política económica populista que había arruinado al país, pero sobre todo le temía a las investigaciones que había prometido el escritor sobre la galopante corrupción que se había instalado con García, y que había enriquecido ilícitamente a los gobernantes de aquel entonces.

Una de las estrategias de García fue la de atacar a MVLl, que cayó en la trampa y se enzarzó en una agria polémica con el entonces presidente y sus secuaces. La respuesta de MVLl a García fue histórica: dijo que su gobierno estaba integrado por cacasenos y bribones. Tenía razón, pero perdió la elección. Ganó García y su entonces protegido, Alberto Fujimori.

Lo increíble es que ahora García pueda repetir impunemente su estrategia. Alejandro Toledo habló de abrir las cuentas de los actuales gobernantes y García aprovecho al instante la oportunidad. Primero envió al Canciller Joselo García Belaunde a atacar a Toledo. Los dirigentes de Perú Posible picaron el anzuelo y salieron a responder a Joselo. Probablemente hayan perdido todos. La diferencia es que Joselo no es candidato a nada.

Ahora entró a tallar el propio García. "Loquito de la calle" le dijo a Toledo. Los peruposibilistas están echando chispas. ¿Qué responderán? ¿Qué dirá Toledo? No importa. Ya perdieron esta batalla. Están atrapados en una discusión inconducente con García y sus adictos, mientras el mudo Luis Castañeda, el candidato de García, sigue subiendo sin decir una palabra. Y la hija del dictador, la segunda opción de García, se mantiene expectante en el segundo lugar.

García debe estar desternillándose de risa. Seguramente ni él mismo creía que la misma estratagema le iba a funcionar dos veces. Como decía Carlitos Marx, la historia se repite, una vez como tragedia, otra como farsa.

martes, 2 de noviembre de 2010

UNA VICTORIA HISTORICA Y SIN ATENUANTES / Fernando Villaran


Han ganado la municipalidad y el gobierno regional de Lima Metropolitana, Susana Villarán, Fuerza Social y la coalición de partidos que la apoyaron. Han conquistado el segundo núcleo de poder político de la sociedad peruana.

Es una victoria entregada en bandeja de plata por el pueblo de Lima, que ha ejercido su derecho democrático a decidir quién lo gobierna, y que ha elegido a una alcaldesa que va a gobernar para todos, para los hijos y los nietos de todos, con verdad y con honestidad.

Ha ganado la izquierda democrática, la izquierda moderna, la izquierda liberal, como lo ha repetido hasta el cansancio la candidata a lo largo de esta intensa campaña. Es democrática porque no excluye a nadie, porque defiende el interés público, el interés general, en especial de los más necesitados, y no los intereses particulares y de grupo.  Es moderna porque cree en el mercado y en un Estado eficiente, en la relación virtuosa entre el mercado y el Estado, cree en la ciencia, la tecnología, la innovación y el emprendedorismo, como fuentes del crecimiento y de creación de riqueza, cree en la inversión privada, nacional y extranjera, cree en la regulación y el planeamiento estratégico, cree en la gestión eficaz y eficiente en los sectores público y privado, propone la sostenibilidad ambiental, que no es otra cosa que pensar y gobernar para nuestros hijos y nuestros nietos.  Es liberal porque considera la libertad como un fin de la sociedad, pone por delante la libertad individual, respeta los derechos humanos, que incluyen el derecho a la vida, a una educación y salud de calidad, a la propiedad privada y la propiedad intelectual. Y se reafirma en la izquierda porque practica y difunde la solidaridad, el pensar y actuar considerando al otro, por la justicia social, por la mejor distribución del ingreso, porque está convencida de que no basta la estabilidad económica, que se requiere de una estabilidad social, que sólo se logra con la inclusión de todos. 

Es una victoria de las mujeres, que como Michelle Bachelet, Dilma Rouseff, Cristina Fernández y muchas otras, están cambiando del mundo desde el poder. Confirma lo que dijo Gabriel García Márquez en el año 1999, para la revista Time: “La única idea nueva que podría salvar a la humanidad en el siglo XXI, es que las mujeres asuman la dirección del mundo. Creo que la hegemonía masculina ha dilapidado una oportunidad de diez mil años. Los hombres hemos menospreciado y ridiculizado la institución femenina, y por otro lado, a lo largo de la historia hemos santificado nuestras ideologías, casi todas absurdas o abominables.  La estructura del poder masculino ha demostrado que no puede impedir la destrucción del medio ambiente, porque es incapaz de sobreponerse a sus propios intereses. Para las mujeres, en cambio, la preservación del medio ambiente es una vocación de vida o muerte”.

Hay dos argumentos con los que la derecha y su prensa quiere escamotear este triunfo: que ha sido muy ajustado y que ha ganado principalmente por su carisma. Como si un campeón mundial de fútbol que gana por penales es menos campeón que uno que gana por goleada. Como si las elecciones fueran un concurso de simpatía, y no hubieran estado en juego ideas, valores, equipos y propuestas. No hay que hacerles caso. 

A celebrar se ha dicho.

miércoles, 27 de octubre de 2010

PEDAGOGíA POLITïCA/FRANCISCO BELAUNDE MATOSSIAN


El hecho es tan poco común, que merece ser celebrado: un profesional destacado ha decidido incursionar en la política. Lo inusual es que, en vez de crear una agrupación propia o de unirse a uno de los tantos nuevos “partidos” o movimientos llamados “independientes” surgidos en los últimos años, esa persona ha optado por unirse a uno de los tan zarandeados partidos “tradicionales”, el Partido Popular Cristiano. Mejor aún, no lo hace como invitado de esa agrupación para  postular a un cargo, sino inscribiéndose como militante.

Estamos hablando del conocido economista Daniel Córdova quien, además de lo ya indicado, ha señalado en una columna publicada en Perú 21 y en otros espacios, las razones de su decisión: no quiere entrar de cualquier manera a la política, sino con el objetivo de contribuir a reforzar los partidos democráticos.

En otras palabras, Córdova se la juega, en los hechos y no sólo verbalmente, por la institucionalización de nuestra política. Más allá de si se comparte o no, su línea ideológica, se está ante un gesto extremadamente valioso, pues tiene todo el valor,  y mucho más, de un curso sobre democracia. El buen ejemplo es el mejor acto pedagógico. Nuestra política necesita a gritos muchísimos buenos ejemplos. Por eso es que no se puede, sino felicitar, y, más aún, agradecer a Daniel Córdova por su decisión.  Ojalá muchos otros que también opten por incursionar en la política, en cualquier lado del espectro, lo hagan de la misma manera. Que ello ocurriera  constituiría sin duda un mensaje muy fuerte y muy sano para la población. 

martes, 26 de octubre de 2010

lunes, 25 de octubre de 2010

PASADA LA HORA DE LAS PROMESAS LLEGA LA HORA DE LA ACCIÓN/ Juan Briceño Pomar


A diferencia de años anteriores, las recientes elecciones nos han mostrado ciudadanos más interesados en participar activamente en el proceso. Si de alguna forma pudiéramos resumir sus características, estas serían: más informados, menos ideologizados, con mayor capacidad para analizar las propuestas de los candidatos y muy sensibilizados con respecto a seguridad, trasporte y corrupción.

Durante la campaña hemos escuchado promesas, propuestas y afirmaciones de lo más variadas y, en algunos casos, materialmente imposibles de cumplir que van desde la creación de policías propias o cuerpos especiales a cargo de los municipios, hasta la afirmación que este es un problema del gobierno central y no es de incumbencia de los gobiernos locales. Ni lo uno ni lo otro. No se trata de una cuestión de exclusiva responsabilidad del gobierno central ni tampoco de los gobiernos regionales o municipales. 

Pasada la efervescencia de la lucha por el voto llega el momento en que los nuevos gestores locales se topan con la cruda realidad de elevados niveles de inseguridad en sus circunscripciones y la demanda de los ciudadanos por que se atiendan sus expectativas de vivir seguros. Pasó ya la etapa en que podían ofrecer todo aquello que imaginaban sin tener en cuenta si era o no viable. Ha llegado el momento en que deben tomar decisiones sobre ¿qué hacer? y ¿cómo hacerlo?

En este marco parece bastante atinada –aunque insuficiente- la iniciativa del flamante Ministro del Interior Fernando Barrios, de convocar a los Alcaldes Distritales de Lima que resultaron electos, para que junto con los Comisarios de sus respectivas jurisdicciones y el comando policial, compartieran un análisis de la situación y formularan propuestas de solución. El sólo hecho de realizar la reunión constituye un avance en el largo camino que deben seguir los municipios y la policía para aprender a trabajar en equipo, delimitar claramente sus atribuciones y funciones, diseñar planes conjuntos, compartir y/o adquirir equipamiento y brindar servicios eficientes de seguridad a la comunidad.

Decimos que la medida es insuficiente puesto que no se presentaron propuestas ni planes concretos de aplicación inmediata, y tampoco se determinó el tipo de relación que en el futuro tendrán ambas instituciones. Por desgracia al revisar los indicadores que medirán el desempeño de aquellos municipios que suscriban el “acuerdo por la seguridad” encontramos –al igual que en propuestas anteriores- un conjunto de buenas intenciones que al no estar cuantificadas no podrán medirse. De todos modos confiemos que el positivo acercamiento logrado no sea flor de un día, sino la base de un nuevo tipo de relación que beneficie a los ciudadanos y que el ejemplo se extienda a nivel nacional.

De otro lado la Defensoría del Pueblo presentó el Reporte de la Segunda Supervisión Nacional de Comisarías 2010, que constituye un seguimiento de los resultados del Informe Defensorial Nº 142 (2008). El citado documento nos muestra una triste realidad. Las Comisarías –primeros puntos de encuentro del ciudadano con la policía- están en un estado calamitoso, no cuentan con los recursos humanos ni logísticos básicos, no brindan buenos servicios ni una adecuada atención a los ciudadanos.

Ad portas de celebrar los 200 años de independencia, nuestro país está obligado a tomar grandes decisiones sobre temas clave que, en el largo plazo, determinarán nuestras posibilidades reales de pasar a formar parte o no del selecto grupo de países desarrollados. Los inversionistas serán cada vez más exigentes sobre las condiciones mínimas de seguridad jurídica, pública y ciudadana que requieren antes de tomar sus decisiones empresariales. Si no somos conscientes de ello perderemos una gran oportunidad.

Es necesario que exista voluntad política para apoyar los cambios requeridos; que la preocupación que los gobernantes señalan tener por la inseguridad se plasme en la asignación de recursos suficientes; seleccionar un equipo profesional a quienes se encargue la responsabilidad de conducir el proceso –cuando en una empresa la situación se vuelve insostenible y caen la producción y las ventas, los dueños no encargan al equipo directivo que la llevó a esa situación el reflotarla, sino que de inmediato llaman a nuevos equipos gerenciales-; y, finalmente hay que escuchar y atender los deseos y expectativas de los ciudadanos ya que de nada vale lo que los funcionarios crean que hacen bien si la población no lo percibe como tal.

Encontrándonos en la recta final de este gobierno es poco lo que podemos exigir y esperar que se haga en cuanto a cambios estructurales y medidas estratégicas, sin embargo tenemos tres posibilidades reales y tangibles sobre las cuales actuar.

De un lado el Informe Defensorial que nos señala situaciones concretas sobre las que actuar, eso puede constituir una meta con indicadores tangibles que podemos solucionar en los ocho meses que quedan. También podemos establecer una línea de base y establecer objetivos medibles, para ello es necesario que se institucionalice la ejecución de la Encuesta Anual de Victimización encargada al INEI. Finalmente, pero no menos importante, se pueden establecer los parámetros objetivos –consensuados y de obligatorio cumplimiento para los municipios y la Policía Nacional- a fin de operativizar el trabajo que realizarán ambas instituciones en los ámbitos locales para brindar servicios de seguridad ciudadana, para ello será necesario modificar la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana.

Estas tres acciones, aparentemente sencillas pero de importancia estratégica, sentarán las bases para que el próximo gobierno nacional y los gobiernos locales mejoren y hagan eficientes los servicios de seguridad que brindan a los ciudadanos.         

domingo, 24 de octubre de 2010

La izquierda y la economía/ Francisco Belaunde Matossian


                                                                    


La mirada de la izquierda radical sobre la economía está  muy marcada por la política. Los actores económicos no son vistos solamente como tales, sino también, y, tal vez, de manera más importante, como actores políticos. Forman parte de los denominados “poderes fácticos” a los que, por cierto, se les atribuye una actividad conspirativa permanente desde las sombras. Se parte de la base de que los grandes actores económicos privados, constituyen, intrínsecamente, por su peso y gran capacidad de influencia, un riesgo para la autoridad del Estado. Dicho de otro modo, son adversarios políticos, por lo menos potenciales, cuando no enemigos, del Estado.

Sin duda, las empresas, como otros actores sociales, buscan pesar en las decisiones del Estado. Podría pensarse en que la respuesta a esa realidad, es una lucha efectiva contra la corrupción y el tráfico de influencias, es decir, en  el reforzamiento de la capacidad del Estado de resistir a los intentos ilegales de influir en él. Sin embargo, la propuesta de la izquierda radical es menos institucional y mucho más política. Es lo que ya se da en Venezuela, Bolivia y Ecuador que constituyen los referentes  en la materia.

Para empezar, hay una toda una retórica que se instala, generándose un clima de lucha de liberación. Se lanza una verdadera cruzada verbal contra los grupos económicos locales y las grandes empresas transnacionales, además, claro, de los organismos financieros internacionales y del imperialismo norteamericano. Forma parte de esa retórica el llamado a la “recuperación de los recursos naturales para la Nación”. El ejercicio no es simple, porque, al mismo tiempo, se está consciente de que se requiere de la inversión privada. Se da entonces un contrapunto bastante confuso entre los gritos de guerra y las palabras conciliadoras con los inversionistas, aunque, como es natural, más suena lo primero que lo segundo.

La cosa, obviamente, no se queda en lo verbal. Se dan medidas concretas y las primeras tienen que ver, precisamente, con la explotación de los recursos naturales. Hay el afán de que el Estado se guarde para sí la mayor parte de los ingresos por la explotación de esos recursos. Para ello, se plantean cambios en la relación entre el Estado y las empresas privadas, y que consisten, según los casos, en convertir al primero en socio mayoritario de las segundas, en un aumento drástico de las regalías e impuestos, o incluso, en hacer de las empresas privadas, ya no concesionaria,  sino meras prestadoras de servicios que el Estado remunera. Es lo que se ha dado en Bolivia y, ahora también, en Ecuador.

Lo anterior, además del fin recaudatorio, tiene también un claro objetivo político. Con los esquemas mencionados, las empresas privadas pierden peso económico, y, por lo tanto, también, capacidad de influencia. A la vez, el Estado se convierte en un actor económico importante, lo que, añadido a una reglamentación mucho más estrecha de la economía, le permite adquirir un mayor protagonismo a los ojos de la población. Ello es congruente, por lo demás, con la visión del Estado-activista político y movilizador de las masas.

En ese esquema, no se da a la estabilidad jurídica y al clima para los negocios la misma importancia que la que tienen en la propuesta liberal. Se entiende, por supuesto, que las empresas  requieren de estabilidad, y se puede procurar proporcionárselas hasta cierto punto, pero el Estado siempre debe tener la posibilidad de, si le parece, cambiar las reglas de juego e imponer esa determinación. Más aún, la razón de ser del proyecto de la izquierda radical, es, precisamente, el cambio de las reglas de juego. Es decir, se asume que, por lo menos en un inicio, se les va mover el piso a los inversionistas.  Claro, se quiere creer o hacer creer que ello no tendría consecuencias muy graves en lo que se refiere al flujo de inversiones. Sin embargo, la realidad dice otra cosa. Así, se ha puesto como ejemplo el caso de Bolivia, haciendo valer que, no se produjo un retiro masivo de la mayoría de las empresas concesionarias en el sector de los hidrocarburos, tras el cambio de los contratos con el Estado. Ello puede ser cierto, y, de hecho, el Estado boliviano goza actualmente de ingresos muy elevados, pero, lo que sí pasó,  es que, a partir de ese momento,  las inversiones para nuevas exploraciones se redujeron drásticamente. Es decir, el futuro de Bolivia en cuanto a nuevas reservas de hidrocarburos, ha quedado comprometido, al punto de que el gobierno, en una suerte de retroceso parcial, ha tenido que anunciar nuevos incentivos para las empresas.

A ese respecto, cabe añadir que las autoridades de ese país encargaron el año pasado a una consultora, que calculara las reservas de gas actualmente existentes. La divulgación del informe ha sido postergada en reiteradas oportunidades, lo que se explicaría, según versiones periodísticas, por el hecho de que los datos arrojados por el estudio serían catastróficos y pintarían un panorama muy preocupante. Sin duda, se ha señalado también que la explicación de las cifras tendría que ver, en parte, con el método de cálculo empleado. Sin embargo, no queda duda, de que la falta de nuevas exploraciones es un problema muy grave. A ello se añade el bajo nivel de las inversiones privadas en la economía en general, hecho reconocido por el propio gobierno. En otras palabras, el cambio de las reglas de juego, sí produce, como siempre ha sido evidente, un efecto traumático en el nivel de actividad de los actores privados; más aún si ello está combinado con una retórica hostil, o, por lo menos, esquizofrénica, con respecto al mundo empresarial.

En relación, con ello, no dejan de ser decepcionantes unas frases del sociólogo Francisco Durand, vertidas durante una entrevista publicada por el diario La República el pasado lunes 18, en respuesta a la pregunta sobre si la aplicación de un impuesto a las sobre ganancias en el sector minero asustaría o no a la inversión. Durand replicó que “ …. (el impuesto) no tiene por qué asustar a la inversión… El empresario que es inteligente entiende que su nivel de ganancia es bueno y continuara invirtiendo”.

Una política no se puede decidir en función de lo que se piensa que debería hacer un “empresario inteligente”, sino de lo que la experiencia dice que pasa en esos casos. Ello, más allá de otros argumentos que podrían darse a favor o en contra de ese impuesto específico. Ese no es el punto acá. Lo preocupante es que se adopte un buen deseo o una especulación como línea de defensa de una medida determinada.

Parece bastante claro que muchos de los que rodean a Susana Villarán, no comparten la visión de la izquierda radical. Para Nicolás Lynch, ellos corresponderían a lo que él ha denominado “la izquierda domesticada” por la derecha. Sin embargo, también puede decirse que corresponden a la izquierda cercana a Lula o a Mujica, el presidente uruguayo. ¿Es Lula un “izquierdista domesticado”?

Habrá que ver cómo se resuelve el debate actual en ese lado del espectro político. Tras el éxito obtenido en Lima por la lideresa de Fuerza Social, nadie puede quedar indiferente al resultado; menos aún, si, más allá del tema económico, está en juego el grado de compromiso con la democracia.   

martes, 19 de octubre de 2010

LLANTA DE PRENSA/ Augusto Álvarez Rodrich, Mirko Lauer, Fernando Rospigliosi


I. FS: ¿Al centro o a la izquierda?







II. Evo en Ilo. ¿Qué pasó?








III. Bayly: ¿Víctima del cachetadón?


miércoles, 13 de octubre de 2010

HUEVOS DE ESTURIÓN / Cachetada a la libertad de prensa / Fernando Rospigliosi

El poder del presidente Alan García y su falta de escrúpulos para usarlo, se acaba de evidenciar con la cancelación de “Enemigos Públicos” de Panamericana TV y el ataque al “Francotirador” de Jaime Bayly en Frecuencia Latina, cuyo destino al escribir estas líneas es incierto todavía.

 El sábado 10 abofeteó a Richard Gálvez por gritarle “corrupto” en el hospital Rebagliati. Después Gálvez sufrió una golpiza a manos de la seguridad del presidente. García, con el cinismo y desparpajo que lo caracteriza, ha negado el hecho denunciado por Diario 16, que dirige Juan Carlos Tafur.

Después García ha tratado de evitar que otros medios difundan su exabrupto. El periodista César Pereyra, de “Enemigos Públicos”, había realizado un reportaje sobre el tema, que no llegó a emitirse. Los Schutz, dueños de Panamericana, tienen un enorme rabo de paja, y tienen miedo de molestar a García. Prefirieron liquidar el programa a incomodar al abusivo presidente.

Jaime Bayly tenía problemas desde hace tiempo por defender a la candidata que García había vetado. Ahora parece que su programa también desaparecerá.

Alan García está irascible, exasperado, furioso. En un estado de ánimo similar al que tenía el 14 de julio de 2004, cuando pateó a Jesús Lora en una marcha el día que la CGTP hacía una huelga contra el gobierno.

En ese momento era claro que se había frustrado su intento para derrocar al presidente Alejandro Toledo y convocar elecciones anticipadas, y García no ocultaba su frustración.

Esta vez parece que su fracaso en impedir el triunfo de Susana Villarán en Lima y en imponer a Alex Kouri primero y a Lourdes Flores después, ha provocado su crispación. Si a eso se suma el premio Nobel que ha ganado Mario Vargas Llosa, se puede entender su exasperación.

Porque Vargas Llosa le acababa de propinar un tremendo golpe cuando lo obligó a derogar el decreto 1097. García no sólo sufrió una derrota política, sino se sintió humillado. Por supuesto, de la boca para afuera, halaga a Vargas Llosa. Es un político cazurro y sabe manejarse con habilidad. No quiere de ninguna manera tener como enemigo a MVLL.

Pero ahora está en problemas. Con Susana en la alcaldía, la situación de su candidato, como él mismo llamó a Castañeda, puede complicarse. Una auditoría bien hecha puede revelar muchas cochinadas.

Y su otra candidata, Keiko Fujimori, tendrá que recibir la crítica implacable de MVLL.Malas noticias para García que se pone frenético y violento. Y comportamiento sumiso y servil de los dueños de varios medios de comunicación que se doblegan ante las amenazas del poder.

LLANTA DE PRENSA/ Augusto Álvarez Rodrich, Mirko Lauer, Fernando Rospigliosi

I. Cañón anti-Keiko



II. ¿El sueño del Castañeda propio?



III. Palmas apristas

El fraude en marcha IV / Carlos Galdo y Fernando Villarán

En la primera plana del diario El Comercio del domingo pasado se lee lo siguiente: “Director de Apoyo dice que matemáticamente es posible que Lourdes sea alcaldesa”. En realidad es un título tendencioso porque si uno lee la entrevista completa a Alfredo Torres, en la segunda página del diario, él hace afirmaciones como “sigo pensando que Susana Villarán será la alcaldesa” y “Es posible que Lourdes sea alcaldesa, pero para quienes sabemos de matemáticas y estadísticas es altamente improbable que esto ocurra”, lo que obviamente dista  de lo que aparece en la primera página del diario. Si los que elaboran la primera plana fueran objetivos, alguna de estas frases debió ser la destacada y no la que publicaron.  

El argumento de la “posibilidad matemática” para que Lourdes gane las elecciones es el último argumento que defienden sus partidarios, y lo vienen repitiendo en todos los idiomas y medios posibles. Pues siento defraudarlos, en realidad no les queda ni siquiera ese argumento.

Carlos Galdo se desempeña como docente en la Escuela de Políticas Públicas y el Departamento de Economía en Carleton University, Ottawa, Canadá.  Es investigador afiliado al Instituto para el Estudio de la Economía Laboral (IZA) en Bonn, Alemania. Sus estudios han sido publicados en revistas especializadas tales como The American Economic Review, Economic Letters, Annals of Economics and Statistics, y Journal of Economic Policy Reform.  Ha sido consultor de diversas instituciones multilaterales incluyendo el Banco Interamericano de Desarrollo y la Organización Internacional del Trabajo. Jose Galdo tiene un doctorado en Economía por Syracuse University, New York, USA,  y fue Becario de la Comisión Fulbright”. 

Pues bien, el día de ayer me mandó esta nota, con el título: “Los números no mienten, se manipulan”, que paso a publicar:

Hace poco tuve acceso a un par de notas que publicaste en tu blog sobre las elecciones municipales en Lima, Perú.  Concuerdo con tu apreciación enérgica sobre lo que podría llamarse una ‘crónica de una manipulación anunciada’.  

Quiero mencionar un elemento adicional sobre el conteo de votos. En la teoría de dominio, en estadística, la ‘monotonicidad’ de una variable es  una propiedad  importante por sus consecuencias. Una función entre dos conjuntos es monotónica  si conserva el orden para todos sus elementos. Las consecuencias de observar este tipo de funciones no son triviales. Por ejemplo, es posible identificar de manera rigurosa el efecto causal de un programa social en un subconjunto particular de beneficiarios  si asumimos la ‘monotonicidad’ del tratamiento (LATE para los especialistas en el tema).

Lo que hemos observado en el conteo oficial de votos es la ‘monotonicidad’ de la ventaja de Fuerza Social sobre el PPC. Al  1%, 3%,  7%,  12%,  25%, 38%,  44%, 64%,………, ó 74%, la votación de Susana Villarán siempre estuvo por encima de la de Lourdes Flores.  Siempre se conservó este orden. Esto implica desde un punto de vista  estadístico que  ‘la lucha de voto a voto’ entre las dos candidatas es más una expresión popular que refleja lo muy cercano de las votaciones conseguidas, que una verdad estadística. Si de verdad estuviéramos presenciando una lucha de voto a voto, hubiéramos visto un ‘random walk’ en la diferencia de las votaciones conseguidas. Es decir, Flores hubiera estado por encima de Villarán en ciertos niveles de conteo y Villarán encima de Flores en otros niveles. Eso no se ha observado hasta el 74% de la votación contabilizada. Por lo tanto, en circunstancias normales, no es posible  que esta  ‘monotonicidad’ se revierta en el 26% restante de votos. Sería una violación de las leyes y propiedades de las estadísticas. 

Un lector desconfiado podría argumentar que no se observó un ‘random walk’ porque el orden de entrada de los votos, en el cómputo oficial, fue favorable a Villarán. Es decir, se empezó la digitación de votos con los distritos más favorables a la candidata de Fuerza Social. Esto sería cierto si estuviéramos al 5%  ó 10% del conteo oficial de votos pero no al 74%, máxime cuando el PPC ha triunfado en 21 distritos de Lima.  

¿Que debería pasar para que la ‘monotonicidad’ del voto a favor de Villarán se revierta en el 26% de votos restantes?  Hay tres posibilidades. Primero, que distritos completos donde ha triunfado por amplia mayoría Lourdes Flores, todavía no se haya incluido en el conteo oficial de votos. Al 74% de conteo esto es imposible. Ya todos los distritos han sido contabilizados. Segundo, que el error en las actas no siga una distribución aleatoria. Es decir, que la mayoría de actas observadas corresponda a aquellas donde Lourdes Flores  ha ganado. Tampoco esto es posible. La mayoría de actas observadas (por el volumen de la población) corresponden a los distritos donde la votación de Fuerza Social está por encima de su promedio obtenido. Por otro lado, si es cierta la información que la gran mayoría de actas no fueron observadas por Fuerza Social o el PPC, sino por los organismos encargados de velar por el desarrollo del proceso electoral, uno esperaría que la distribución de estas actas observadas sea completamente aleatoria. La aleatoriedad de estos errores implica, una vez más, que no hay forma de revertir la ‘monotonicidad’ del voto a favor de Fuerza Social. Tercero, que haya una manipulación de los votos.

Es una pena que en vez de celebrar que una mujer haya sido elegida la primera alcaldesa de Lima en la historia republicana del Perú, estemos enfrascados en el conteo de votos por  más de una semana. Es una pena por la democracia, una pena por las instituciones peruanas y una pena por Lourdes Flores, que no ha tenido el coraje y la grandeza de reconocer su derrota en las urnas. 

lunes, 11 de octubre de 2010

El fraude en marcha III / Fernando Villarán


 
Los datos objetivos

Parece razonable empezar por la evidencia empírica,  aquella que está más allá de las interpretaciones y conjeturas. Los facts, como dicen los gringos:

1. 37 días antes de las elecciones (y cuando Susana Villarán tenía 22% de intención de voto según CPI), el Jurado Nacional de Elecciones cambia las reglas de juego, a pedido de la ONPE.

2. El 20 de setiembre, José Barba Caballero, hasta hace pocos meses embajador nombrado por Alan García en Panamá, ex socio de Lourdes en Unidad Nacional, y presidente de Cambio Radical, partido que compite en estas elecciones, en un artículo publicado en el diario Correo, llama a hacer fraude en estas elecciones,  y da las instrucciones de cómo hacerlo.

3. Las actas observadas el mismo día de las elecciones fueron 8,384, que representan el 26% de las actas. Se trata de una cifra inusitada si se tiene en cuenta que en las dos elecciones anteriores (presidenciales y municipales del 2006) las actas observadas alcanzaron el 4 y 7% del total, respectivamente.

4. La mayoría de actas observadas (74% para ser exactos) pertenecen a los distritos donde FS ha ganado ampliamente en la votación provincial.

5. La casi totalidad de estas observaciones han sido hechas por la ONPE. Las observaciones son de dos tipos: (i) error material en 1,898 actas, (ii) ilegibilidad en 6,343 actas (el 76% del total).

6. Sobre un total de 31 mil mesas, FS acreditó personeros sólo en 15 mil, lo que quiere decir que 16 mil mesas no tuvieron vigilancia por parte de ellos.

7. El mismo día de las elecciones, y antes de que la ONPE diera a conocer algún resultado oficial, Javier Bedoya, dirigente del PPC, dio una conferencia de prensa, difundida por todos los medios, afirmando que ellos habían ganado por un margen de 3% de los votos.

8. En varias oportunidades, el presidente García recomendó al electorado “no hacerle caso a las encuestas a boca de urna”.

9. Tanto el presidente García como el alcalde Castañeda rompieron la neutralidad a la que por ley están obligados, y antes de concluir el acto electoral (termina con la proclamación de la ganadora) expresaron su preferencia por Lourdes Flores.

10. Los resultados oficiales de la ONPE, dados a los dos días del proceso electoral, con el 73.3% de las actas escrutadas, dan una ventaja de 31,150 votos para Fuerza Social sobre el PPC, esto representa el 0.91% de los votos totales.

11. La jefa y entrenadora de personeros del PPC adelantó opinión (en una entrevista aparecida en el programa de Jaime Bayly el viernes pasado) en el sentido de que ellos iban a impugnar todas las actas observadas por “ilegibilidad”, es decir aquellas que tuvieran por ejemplo errores en la suma de los votos, u otros similares. Según ella, dichas actas no debían entrar en el conteo final de la ONPE.

12. Las elecciones municipales por Lima van a ser definidas por cuatro presidentes de los jurados electorales de Lima, nombrados por el alanista César Vega Vega.


Las dos estrategias del fraude

Entremos ahora al análisis de los datos señalados:

La primera estrategia fue  producir un triunfo del PPC en el conteo oficial de la ONPE eliminando un número apreciable de actas que favorecían a FS.  Es matemática elemental: si se elimina del conteo de la ONPE una gran cantidad de actas que favorecen a FS y se dejan intactas las actas que favorecen al PPC, se produce un triunfo inmediato del PPC. Una vez dado el resultado oficial favorable al PPC, con el golpe psicológico que esto significa, se procede a cambiar y/o anular las actas observadas (que eran originalmente favorables a FS) para adecuarse a los resultados ya anunciados, con lo que se consuma el fraude y nadie se entera ni dice nada (los que protesten serían malos perdedores, etc.). Avalan esta estrategia, el alto número de actas observadas en los distritos en los que tiene mayoría FS, las declaraciones de García contra las encuestadoras, y el anuncio de triunfo de Bedoya.

Como es evidente, esta primera estrategia ya fracasó, y a pesar de la gran cantidad de actas observadas, la ONPE no pudo dar como ganador al PPC. Esto es así sencillamente porque la diferencia a favor de FS resultó muy grande, y la cantidad de actas observadas no fue suficiente. Se equivocaron los estrategas del alanismo y del PPC, pues se basaron en los datos proporcionados por la encuestadora IDICE, que no tiene ninguna seriedad.

Al fracasar en la primera estrategia, pasaron a la segunda estrategia o, si se quiere, al plan B: ganar las elecciones en mesa. Para ello cuentan con las actas observadas. Como se sabe, las actas observadas son de dos tipos: (i) por error material (faltan firmas, etc.) y (ii) por ilegibilidad (diferencia en la suma de votos, entre otros errores). Lo curioso es que la mayoría de los errores calificados como de ilegibilidad se han producido en actas favorables a FS. Ya la jefa de personeros del PPC ha adelantado opinión en el sentido de que ellos van a impugnar (es decir, no permitir que entren al conteo final) todas las actas señaladas con errores de ilegibilidad, es decir, las actas que favorecen a FS.

Cabe preguntarse: ¿cómo es que se han producido tantos errores de ilegibilidad, y por qué estos errores se han dado principalmente en las actas que favorecen a FS? Este es el gran misterio, y aquí está la clave de esta elección, o si quieren, de este fraude.

Mi hipótesis es que estas actas observadas por “ilegibilidad” fueron fabricadas a propósito por algunos funcionarios de la ONPE. No hay forma de que sean sólo “errores involuntarios” porque es inverosímil que todos estos errores se den sólo en las actas que favorecen a FS. Esto, por supuesto, se ha producido en las actas que no han tenido vigilancia directa de FS (un total de 16 mil actas).

O sea: el fraude tiene nombre, se llama: actas observadas por ilegibilidad. El fraude está ahí. Esto explicaría la misteriosa “alegría”  de Lourdes y de los dirigentes del PPC cuando todas las cifras le son adversas. Si se eliminan todas las actas con errores de ilegibilidad (que en su mayoría favorecen a FS) entonces Lourdes puede ganar “por un voto”, como viene repitiendo con insistencia. Todo esto es perfectamente legal, cumple a cabalidad las nuevas disposiciones que dio el  JNE. Pero también es perfectamente tramposo pues se tuerce la voluntad popular al eliminar del proceso más de un millón de votos de ciudadanos y ciudadanas de Lima.

Es obvio que los personeros de FS están haciendo todos los esfuerzos para que esto no ocurra y para que se consideren válidas las actas observadas por los llamados errores de ilegibilidad. Pero si los jurados electorales, presididos por personas nombradas por el alanista Vega Vega, concuerdan con los personeros del PPC y eliminan del conteo final dichas actas, Lourdes podría ganar las elecciones. En otras palabras, la única manera de que Lourdes pueda ganar estas elecciones es con este fraude masivo.


Los escenarios

Una vez presentados los datos, y analizadas las estrategias del fraude, dibujemos ahora algunos escenarios posibles. Hay que admitir que esto sí es pura especulación:

1. El JNE proclama a Lourdes Flores ganadora de las elecciones de Lima Metropolitana. Se producen algunas protestas menores, pero al final la gente termina calmándose, aunque queda un profundo sentimiento de que se le ha robado la elección al pueblo. Susana Villarán se presenta a las elecciones presidenciales del 2011 y las gana por amplio margen.

2. Las protestas son  fuertes, se producen algunos hechos de violencia, varios de ellos provocados por gente del alanismo (en una nueva versión del incendio montesinista del Banco de la Nación), acusan a Susana Villarán por terrorismo y la meten presa. Luego de un par de años  sale de la cárcel por presión popular y, repitiendo la experiencia de Nelson Mandela, gana las elecciones presidenciales del 2016.

3. Frente a este panorama de inestabilidad política, que puede devenir en inestabilidad económica, pero sobre todo porque puede afectar sus aspiraciones para el 2016, Alan García da marcha atrás y sugiere flexibilidad y rectitud a los miembros de los jurados electorales.

4. Lourdes Flores, se da cuenta de que tiene una vida política por delante, y que ganar en mesa y con fraude puede afectar su futuro político, da marcha atrás e instruye a sus personeros para que acepten las actas observadas por ilegibilidad, acatando la voluntad popular.

5. Sin esperar el resultado del conteo, Lourdes Flores, en un acto de independencia intelectual y de honestidad política reconoce el triunfo de Susana Villarán.

6. Mario Vargas Llosa, el presidente moral del Perú, llama al presidente del JNE (que es un poder autónomo) para que dé una solución inmediata al problema y acabe con la incertidumbre. Se eliminan todas las actas observadas y se proclama a Susana alcaldesa de Lima con las actas ya aprobadas y contabilizadas.