martes, 31 de marzo de 2009

COBARDE REPRESALIA POR DENUNCIAR LA CORRUPCIÓN/ Carlos Basombrío Iglesias


La Comisión Permanente del Congreso ha acusado constitucionalmente a Fernando Rospigliosi por “gestión de intereses propios” y le ha suspendido sus derechos políticos por cinco años, en los que no puede ejercer cargo público.

¿De qué lo acusan? Créanlo o no, de que cuando hizo la licitación de los uniformes puso una vigilancia adicional a todas las ya existentes. Le pidió a ProÉtica -la filial de Transparency International en el Perú- que supervise la limpieza del proceso.

Como Rospigliosi había sido en los noventa miembro de Transparencia -la organización de la sociedad civil creada para vigilar que el fujimorismo no haga fraudes electorales - y como Transparencia fue una de las cuatro organizaciones que conformarían luego ProÉtica, dicen que había incurrido en esa infracción y merecería esa grotesca sanción.

La historia de esta increíble la acusación se remonta hasta Jorge Mufarech -un poderoso político y empresario textil de conocida reputación- que no pudo participar en una licitación hecha en tales condiciones de transparencia y que en venganza hizo esa y otras descabelladas acusaciones contra Rospigliosi y contra los participantes directos de las licitaciones (todos fueron absueltos ya por el Poder Judicial).
Las acusación contra Rospigliosi dormitaba en el Congreso desde hace años.

Ahora el APRA y el fujimorismo la han resucitado.

En el propio texto acusatorio se reconoce que no hubo delito de por medio y que es una acusación política.

Lo que es en realidad -y hay que decirlo con todas sus letras- es una inmunda venganza contra quien se atrevió a denunciar la corrupción de los Petroaudios y peleó desde el primer día contra Montesinos y Fujimori. Se venía venir y muchos la habíamos anticipado

Esa es la forma en que en el Perú se saca de lado a los que son incómodos.

Esa es el APRA en todo su esplendor.

sábado, 28 de marzo de 2009

LA SOBERBIA DE GARCÍA / Fernando Villarán


La clave para entender la soberbia de Alan García está en sus propias palabras (dichas el 10 de marzo en el Museo de la Nación): “Dios me ha dado la capacidad de convencer a la gente”. Es un understatement; pues en realidad, esta capacidad se la debe al partido que le enseñó oratoria desde chico, a Víctor Raul que le transmitió su experiencia y a sus propias habilidades innatas.

Iré directo al grano: el presidente García tiene sobradas razones para ser soberbio.

Se ha presentado como candidato a presidente de la república en tres elecciones nacionales y ha ganado en dos de ellas. La vez que perdió, luego de haber estado ocho años alejado del país, hizo una campaña de tres meses, llegó segundo y casi gana las elecciones. Convenció al electorado peruano, primero a votar por el presidente más joven, luego a perdonarlo por su mala gestión, y en la tercera, a darle una segunda oportunidad.

Esta capacidad de ganar elecciones lo ha hecho insustituible e indispensable en su partido: el APRA. Se dice, con justa razón, que el APRA sin García es poca cosa. Los otros dirigentes lo saben, ellos son casi nada, le deben la vida, su puesto en el congreso, etc. Por eso nadie lo critica, lo aconseja, lo mira a los ojos; agachan la cabeza como ante un Dios (que les puede dar y quitar la vida).

A su regreso al país, luego del exilio, cuando en las mejores universidades del mundo, en los cursos de economía y política, se estudiaba a su primer gobierno como uno de los peores de la historia, convence al rector de la Universidad con mayor número de alumnos en el Perú (hoy su ministro de educación), para organizar y dirigir una escuela de gobierno. Por cierto, muy exitosa, pues estaba llena de alumnos.

Ha sido capaz de desaparecer de la política peruana, luego de una vertiginosa y ruidosa carrera, a su principal acusador y contrincante político, Fernando Olivera. Ciertamente no lo convenció a él, sino a casi todo el mundo de que se trataba del mismísimo diablo.

Una vez que gana las elecciones en el 2006 convence a Estrada, Vega y otros dirigentes de UPP para que se separen de Humala, reduciendo su peso en el Congreso a la mitad. Luego, convenció a Torres Caro, Gutiérrez y otros más, en traicionar a su líder para debilitarlo aún más. Convence a los fujimoristas, después de haber sido enemigos durante más de diez años, para que apoyen al APRA en el Congreso, con lo que asegura una estable mayoría parlamentaria.

Uno de los mejores “convencimientos” fue el de Arturo Woodman, candidato a vicepresidente de su principal contrincante electoral: Lourdes Flores. Después de haber basado toda su campaña en acusarla de ser la candidata de los ricos, de estar al servicio de los grandes empresarios, y de mostrarlo como prueba viviente de este sometimiento, le ofrece un cargo menor, que acepta de inmediato.

Otro aliado de Lourdes Flores, cabeza de su propio partido, y vehemente enemigo de García, Rafael Rey, sucumbe ante su poder de convencimiento y se convierte en su ministro más fiel y seguro servidor. Con Antero Flores-Araoz ocurre otro tanto, de ser el número dos del PPC durante mucho tiempo, y respetado congresista, termina de defensor de las tesis más reaccionarias del presidente; tanto así que se ganó el calificativo de tonto, de parte de Vargas Llosa, y de fascista, de parte de Jose Alejandro Godoy.

El más reciente convencimiento es notable: luego de designar al exitoso y honesto presidente del gobierno regional de Lambayeque, Yehude Simon, como primer ministro, sorprendiendo a tirios y troyanos, la mayoría pensamos que se daría un cambio real en el gobierno. Si la razón del cambio de gabinete había sido el escándalo de corrupción mas grave en lo que va de su segundo gobierno (Petroaudios), muchos pensamos que el nuevo primer ministro venía con su propia agenda bajo el brazo: lucha anticorrupción, estrategia de desarrollo pro regiones, pro sectores populares, mayor participación, encarar reformas postergadas (como la educación). Sin embargo nada de esto ha ocurrido; el presidente lo convence de todas sus ideas y se convierte también en su fiel intérprete.

Convence al cardenal Cipriani de que los intereses del Opus Dei coinciden con los intereses de su gobierno, y gana, junto con un aliado poderoso, a todo un sector de la iglesia.

Pero estos éxitos no sólo se han dado entre los viejos políticos, empresarios y religiosos, también tiene sonados éxitos en la juventud. Logra que un joven rebelde, iconoclasta, que no se casaba con nadie, neoliberal hasta los huesos, como Aldo Mariátegui, se convierta en su perrito faldero: muerde a todos los que se acercan a García.

Sería largo enumerar todos los convencimientos, así que tendré que parar aquí, no sin antes incluir uno bastante curioso. Luego de un enfrentamiento histórico entre el APRA y la familia Miró Quesada, García convenció al directorio del grupo El Comercio en defenestrar a Alejo Miró Quesada, cambiar la línea editorial radicalmente apoyando a su gobierno, y atacando a sus enemigos. Felizmente que este convencimiento no se produjo antes, pues muy probablemente este grupo editorial no hubiera tenido el decisivo y ejemplar comportamiento democrático en la caída del gobierno autoritario de Fujimori.

El problema no es García, el problema son todos los que se dejan convencer por García. Qué culpa tiene el cuchillo de avanzar con facilidad, es la mantequilla la que hay que mirar, y reemplazarla por acero. Si lo hubiera.

LA PERSISTENCIA DEL TEATRO / Celeste Viale Yerovi

Dominar la naturaleza, alcanzar el poder, la gloria, la trascendencia, no son aspiraciones modernas del Hombre; sí, más bien, han ido perdiendo la vergüenza hasta alcanzar sutiles formas de destrucción de lo humano. Hoy, la venta de armas, la droga y el comercio sexual están entre los negocios más lucrativos del mundo.

Y el Teatro, a pesar de las predicciones que le auguraban el coma o la muerte, sigue en pie, junto a hombres y mujeres, para registrar las miserias y transformarlas; para que el mundo que hemos construido sea más fácil de soportar y entender y en ello, darnos la posibilidad de redimirnos. La memoria, la reflexión y el rescate de lo humano son tres virtudes que el Teatro puede ostentar en medio de la realidad que nos abate.

Gracias a sus comediantes, directores, autores, escenógrafos, productores, vestuaristas, maquilladores, compositores, tramoyistas, luminotécnicos, el Teatro ha estado allí, en comedia o en tragedia, en todas sus tendencias. Y seguirá allí, a pesar de sus detractores, de los gobernantes, de los que apuntan sus esfuerzos a envilecer las mentes y enajenar los sentidos.

Y junto a quienes trabajamos sobre el escenario o detrás de él, los Espectadores; nuestra razón de ser y estar. Ellos repartidos en las butacas de las diferentes salas, se desplazan desde cerca o desde lejos para darnos el encuentro, a pie, en bus o en automóvil, con su entrada de un sol o de cincuenta, adquirida días antes o en los instantes previos a iniciarse la función. Gente que nos espera paciente, a veces a patio frío o soportando la incomodidad de sus asientos, gente que nos sonríe, que no siempre nos aplaude, gente que nos concede más de una oportunidad, que regresa cuando se ha emocionado con lo que ha visto, que está atento al siguiente estreno. Están allí, adultos con sus amigos, jóvenes con sus pretendientes, adolescentes con sus risas, niños y niñas con sus caramelos. Nuestros Espectadores. Están allí a la hora en que fueron convocados por nosotros. Pueden ser veinte, cien o quinientos. Pueden ser apenas dos o cuatro que decidieron salir de la comodidad de sus casas, apagaron el televisor y se dijeron, vamos al teatro y, solitarios, compañeros del desamparo, en una sala inmensa, tratan de superar con nosotros la tristeza de la ausencia.

Nunca muchos, nunca pocos. Siempre importantes. Los Espectadores son más que el valor de una entrada, más que una estadística fría. Son cómplices nuestros en la resistencia frente a la masificación de los espíritus.

Celebremos juntos la persistencia del Teatro.

(Mensaje Nacional que me fue encargado por el ITI-Perú (filial del ITI-UNESCO), con motivo de celebrarse el Día Mundial del Teatro. Desde el año 1961, cada 27 de marzo la comunidad teatral internacional celebra este Día, instaurado por el Instituto Internacional del Teatro (ITI) para rendir homenaje a este arte tan esencial en nuestra necesidad primaria de comunicarnos y de “representarnos”. El mensaje internacional fue encargado, esta vez, a Augusto Boal, Director y Dramaturgo brasilero, candidato al Premio Nobel de la Paz 2008.)

viernes, 27 de marzo de 2009

DOS HISTORIAS Y UNA CONSTANTE: EL DESPRECIO CONTINÚA / Carlos Basombrío Iglesias



(1)

Edgard Núñez es un congresista con una misión muy clara: atacar frontalmente la credibilidad de la Comisión de la Verdad, de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) y de las organizaciones de derechos humanos, para proteger a un sector de militares acusados de graves violaciones.

No tiene escrúpulo alguno, pero lo que ha hecho con el campesino Edmundo Camana, el de la foto con el parche que preside la exposición Yuyanapaq que sería la base del futuro Museo de la Memoria, sobrepasó sus propios límites y linda con la delincuencia.

Inventó primero que el parche en el ojo pretendía sugerir que las Fuerzas Armadas le habían sacado un ojo cuando en realidad era víctima de un orzuelo. O sea, que era un impostor. En realidad era una víctima de Sendero Luminoso y nada menos que sobreviviente de la quizás más espantosa masacre de los senderistas, Lucanamarca; además, la secuencia de fotos de Oscar Medrano en la que se le ve, con y sin parche, fue tomada cuando convalecía de las heridas de esos hechos y fue publicada en su época en Caretas.

Después Núñez se aprovechó de que Camana, refugiado en Ica, estaba en un estado total de abandono, enfermedad e invalidez, haciéndole creer que la CVR se había hecho millonaria con reparaciones que debieron darle; haciéndolo sentir burlado y robado, para arrancarle declaraciones de condena a ésta. Una mentira monumental, más grave aún viniendo de un congresista oficialista, o sea de uno que representa al gobierno que tiene la obligación de haber hechos esa y otras reparaciones.

Al final trajeron a Camana a Lima, pero Núñez logró retenerlo en el Hospital Militar para seguir usándolo. ¡Y Camana se les murió! Es fácil asumir que este nuevo episodio de maltrato y manipulación a alguien ya muy débil, no puede haber sido algo muy positivo para su salud. Ojalá se investigue.

Hay muchos hechos más en esta historia de infamia que se deben conocer más en detalle. Una secuencia de lecturas indispensables.

Empezar con tres artículos en DESDE EL TERCER PISO 1.- Batallas por La Memoria y por la Verdad 4.- , Édgar Núñez y el Comunero de Lucanamarca 3.- Edgar Ñunez y Expreso: siguen usando a sobreviviente de Lucanamarca.

5.- Luego leer en PERÚ FOTO LIBRE Retrato de un Sobreviviente

6.- Seguir con EL ÚTERO DE MARITA ¿Cómo murió Edmundo Camaná?

7.- Y terminen en SPACIO LIBRE con Edmundo Camana. Una historia detrás de su muerte


(2)

Ollanta Humala tiene un solo tema en mente; ser presidente del Perú en el 2011.

Sucede que entre los obstáculos más importantes que tiene para conseguirlo están algunos “problemitas judiciales” por cosas que hizo en el pasado”: el más complicado, el Caso Madre Mía.

En el contexto de la campaña electoral del 2006, que lo hizo conocido en todo el país, sus víctimas lo reconocieron e hicieron contra él, varias graves y creíbles denuncias de desaparición forzada, ejecuciones extrajudiciales, violación y torturas, cuando fue jefe militar de la base de Madre Mía en el Alto Huallaga en 1992, uno de los años más cruentos del conflicto y en la zona en que se reportaron mayores abusos contra la población civil.

Luego de comprobar minuciosamente la seriedad de las denuncias y en coordinación con los familiares de las víctimas, la CNDDHH, hizo un informe, asumió el caso como propio y patrocinó la presentación de tres denuncias penales ante el fiscal de Aucayacu.

Humala fue investigado por la Fiscalía de Tocache la que decidió acusarlo ante el Poder Judicial. A su vez la titular del Cuarto Juzgado Supraprovincial, le abrió instrucción por los delitos de desaparición forzada de personas y tortura. Se supo que un elemento decisivo que se sumó al testimonio de los afectados fue la declaración de varios de los soldados que trabajaron en la base y que ratificaron la responsabilidad de Humala.

Pero el tiempo pasa y no pasa nada. O peor, pasan cosas terribles.

Escribe Víctor Álvarez abogado de la CNDDHH para el caso:

“Hace 17 años una pareja de convivientes fue detenida en su domicilio por miembros del Ejército, de madrugada y a punta de amenazas y golpes de culata de FAL. Pero no estamos en la ciudad y esta pareja no era siquiera de clase media. Eran personas del campo, pobres, que vivían en un caserío en el Huallaga. ¿Hay testigos del hecho? Claro, sus cinco menores hijos que vieron cómo sus padres fueron arrastrados del hogar por soldados armados y conducidos hasta la base militar más cercana: la base militar de Madre Mía.

Un soldado que participó en este hecho narró todo lo acontecido con lujo de detalles y afirmó que el jefe de la base militar en esa época era el “Capitán Carlos”. Luego lo reconocería como Ollanta Humala Tasso. Señalaría que la pareja estuvo, en efecto, detenida en la base militar y que la orden de la detención y desaparición la dio el mencionado jefe de la base. Un segundo soldado corroboraría estos datos. Un tercer soldado que sirvió en esa misma época reconfirmó que el jefe de la base militar de Madre Mía era el “Capitán Carlos”, y que éste es Ollanta Humala Tasso. ¿Constituyen pruebas las declaraciones de estos soldados? No parece haber ninguna duda al respecto.

Finalmente, otros dos soldados afirman haber participado en la detención de la pareja y en su conducción hasta la base militar de Madre Mía. Narran con lujo de detalles toda la operación y corroboran todo lo anterior”.

“Sin embargo –sigue Álvarez- meses después, de manera misteriosa, se retractan, niegan lo dicho y sostienen que fueron amenazados para sindicar al procesado”.

¿Por qué lo hicieron? Para entenderlo baste ver el contexto. Los soldados fueron buscados y traídos de lugares muy remotos de la selva, en avión y con hotel pagado en Lima, les contrataron abogados y fueron al juez, ante quien se desistieron de lo que dijeron y acusaron a la CNDDHH de haberlos manipulado en la primera ocasión.

Es obvio quién está detrás de estas retractaciones y en este caso no es el congresista Núñez.

¡Qué importan las humildes víctimas de Madre Mía y la justicia que merecen esos campesinos, si lo que hay que asegurar es que el candidato no tenga “problemas legales” pendientes en el 2011! ¡Qué importa la dignidad de los soldados a quienes se les ha hecho mentir y calumniar, sabe Dios por qué dádivas o amenazas!

Más detalles sobre el caso Madre Mía



Más detalles sobre la “retractación”


(3)

Ahora bien: ¿qué une a estas dos historias? ¿Qué hace que coincidan en el método del “vale todo” los autoproclamados “defensores del sistema” y los temidos “antisistema”?

Al menos dos cosas:

Uno: un profundo desprecio por la verdad y la justicia, las que no importa manipular para sus propios fines políticos.

Dos: la reiteración de que la última rueda del coche siguen siendo los más pobres e indefensos de la sociedad, a los que no importa usar y desechar para conseguir sus propios fines.

Nunca más cierto lo que dijo la CVR en su informe final:

“… existió una notoria relación entre situación de pobreza y exclusión social, y probabilidad de ser víctima de la violencia. (…) conjuntamente con las brechas socioeconómicas, el proceso de violencia puso de manifiesto la gravedad de las desigualdades de índole étnico-cultural que aún prevalecen en el país. (…) en términos relativos, los muertos y desaparecidos tenían grados de instrucción muy inferiores al promedio nacional. (…) la tragedia que sufrieron las poblaciones del Perú rural, andino y selvático, quechua y asháninka, campesino, pobre y poco educado, no fue sentida ni asumida como propia por el resto del país; ello delata, a juicio de la CVR, el velado racismo y las actitudes de desprecio subsistentes en la sociedad peruana a casi dos siglos de nacida la República”.

Y como vemos en estas dos historias ese desprecio continúa.

EL PRESIDENTE Y LAS ELECCIONES: ¿UNA CONFESIÓN SINCERA?/ Samuel B. Abad Yupanqui


“Serán reprimidos con pena privativa de la libertad no menor de dos años ni mayor de seis (…) las autoridades políticas (…) que realicen algún acto que favorezca o perjudique a determinado partido o candidato”. 

Así lo dispone la Ley Orgánica de Elecciones (artículo 385.a), pues se trata de una grave conducta que afecta el principio de neutralidad y erosiona un régimen democrático donde las autoridades deben mantenerse imparciales y garantizar unas elecciones libres y competitivas, sin exclusión ni privilegio alguno. Por ello, cuando escuchamos las declaraciones presidenciales nos preguntábamos si ese dispositivo, llegado el caso, se aplicaría a nuestro mandatario que hace unos días no tuvo reparo en afirmar que ha demostrado que “puede evitar que sea Presidente quien él no quiera”. Toda una confesión sincera. Veamos.

La neutralidad de los funcionarios y servidores públicos durante los procesos electorales es un principio que debe guiar la actuación de la administración pública, especialmente de las autoridades políticas, y constituye la contrapartida del derecho de participación política en condiciones de igualdad. Se afecta la neutralidad cuando una autoridad o funcionario público realiza actos que favorecen o perjudican a un candidato o a una determinada agrupación política. Esto sucede, por ejemplo, cuando se usa recursos o bienes públicos, se realiza proselitismo político, se llevan a cabo acciones de hostigamiento o, en general, cuando se aprovecha del cargo o la función pública. La experiencia peruana ha sido muy rica  y “creativa” al respecto; por ello, lo afirmado por el Presidente no es nada extraño. Así, ha sucedido en muchos casos en el país con nuestras autoridades. Sin embargo, la pregunta que se plantea es qué se puede hacer para evitarlo y qué medidas efectivas existen en la actualidad.

Por un lado, hay que tomar en cuenta que la violación de la neutralidad durante un proceso electoral acarrea responsabilidades civiles, administrativas y penales. Sin embargo ellas en la práctica no suelen aplicarse, los procesos son exageradamente lentos o, sencillamente, nunca se denuncia.

De otro lado, si el Presidente de la República es quien pretende perjudicar a un candidato, lo puede hacer sin mayores problemas. El se encuentra “blindado”. Y es que el artículo 117 de la Constitución señala que sólo puede ser acusado durante su mandato por delitos puntuales: traición a la patria; impedir las elecciones presidenciales, parlamentarias, regionales o municipales; disolver el Congreso, o impedir su reunión o funcionamiento, o de los organismos electorales. En esta relación no se encuentra la violación del principio de neutralidad y, por tanto, si la comete no podrá ser denunciado durante su periodo de gobierno. Es decir, el Presidente puede poner en práctica lo que dice y lograr su objetivo sin ningún impedimento ni sanción inmediata.

Por ello, es que se ha propuesto establecer sanciones efectivas que eviten que esto suceda. Así por ejemplo, sería importante facultar al Jurado Nacional de Elecciones a aplicar sanciones efectivas que pueden ir desde una multa hasta la exclusión de la contienda electoral de la agrupación a la que pertenece el Presidente. Sin embargo, para ello, se necesitaría de una reforma legal que hasta el momento no se produce. 

En definitiva, es importante evaluar lo ocurrido en lo últimos años y las recientes declaraciones presidenciales para establecer los mecanismos necesarios que eviten que la historia se repita. ¿Se animará el Congreso a hacerlo o seguiremos teniendo que escuchar este tipo de declaraciones y ver como ellas se materializan? 

miércoles, 25 de marzo de 2009

EL MESÍAS Y EL MECIDO / Carlos Basombrío Iglesias


Las soberbias declaraciones de Alan García ante financistas de América Latina reunidos en Lima han llenado los titulares de los diarios.

Vale la pena recordarlas. Son para ponerlas en un marco:

“En el Perú, el presidente tiene un poder: no puede hacer presidente al que él quisiera, pero sí puede evitar que sea presidente quien él no quiere. Yo lo he demostrado”. Añadiendo: “De manera que puedo garantizarle a todos los que quieran traer un centavo a este país, que ese centavo está garantizado por la estabilidad política que va a tener el Perú en los próximos 10 años. Esto es mi contribución al largo plazo de la pos crisis que va a haber”.

Impertinentes y antidemocráticas, sin duda.

Peor, todavía, porque no es un exabrupto. Es lo que tratará de hacer. No creo que necesariamente consiga sus objetivos, pero esa es otra historia. En un artículo que acabo de publicar en otro lugar explico por qué, a mi juicio, no habría que sobrevalorar su capacidad de intervenir. (Quiere y tratará, pero no podrá tanto como cree, Semana Económica).

Ahora bien, tampoco hay que dramatizar y pasarse de la raya. Algunos congresistas han hablado hasta de vacancia. ¡Por favor! Hay que guardar proporciones. Ante una confesión de parte como la de García, lo que resta es simplemente vigilarlo mucho más de cerca. Marcarlo como Reyna a Maradona.

Pero hubo otras declaraciones ese mismo día que pasaron casi desapercibidas, pese a venir de quien, se supone, es la segunda persona más importante en el gobierno.

Yehude Simon declaró:

“Los grupos de la derecha y la izquierda política ya tienen formados sus respectivos frentes electorales. Alejandro Toledo, Lourdes Flores, Luis Castañeda y Pedro Pablo Kuczynski forman el frente de la derecha. La izquierda del siglo XXI tendrá su frente con el APRA y los movimientos regionales, y creo que esto es lo mejor que le puede pasar el país".

Simon, creyéndose ingenioso, no parece tener límites en su capacidad de decir disparates.
Entretengámonos un rato y asumamos por un instante que hay un mínimo de coherencia e inteligencia entre las declaraciones políticas que hacen el mismo día el Presidente y Premier sobre temas políticos.

En la hipótesis -negada, por supuesto- de haber en el Perú los dos bloques políticos que imagina Simon, habría dos posibilidades:

1.- Que Toledo, Flores, Castañeda y compañía sean el “antisistema” al que García llama a derrotar. Ello en la medida en que su partido se encontraría en el otro frente, el de la continuidad para los próximos diez años.

2.- O también, si asociamos “antisistema” a “izquierda”, como se hace usualmente y dado que Simon se proclama como el abanderado de la izquierda, sería más bien, a su Premier, a quien el presidente impediría llegar a Palacio.

En fin, hablando más en serio, bien haría Yehude Simon en tratar de gobernar, de ocuparse de asuntos importantes y no dedicarse a su hasta ahora nada exitosa campaña preelectoral.

Como he dicho antes, desde que se restableció la democracia todos los primeros ministros, desde Dañino hasta Del Castillo, pasando por PPK, Merino, Solari o Ferrero fueron–coincidencia o discrepancias aparte- muy relevantes en el momento en que ejercieron la función.

En cambio la “levedad” actual de la PCM llamaría la atención del propio Kundera.

lunes, 23 de marzo de 2009

HUEVOS DE ESTURIÓN / Rueda la llanta / Fernando Rospigliosi

Esta semana aparecerá un programa de debate político en Internet. Tres de los antiguos panelistas del desaparecido Rueda de Prensa, reeditarán el extinto programa, que se llamará Llanta de Prensa y se trasmitirá por Perunet.tv

Augusto Álvarez Rodrich, Mirko Lauer y Fernando Rospigliosi –con diez años más a cuestas, y más experiencia también- volverán a discutir los temas de actualidad, en un formato adaptado a la nueva era de Internet: tres (a veces cuatro) secuencias de seis minutos cada una.

Rueda de Prensa fue un programa exitoso que transmitió el entonces recién inaugurado Canal N, a fines de la dictadura de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos.

Los tres periodistas, que escribían para Apoyo, La República y Caretas respectivamente, junto a Juan Paredes Castro de El Comercio, sostenían todos los domingos en la noche, fuertes polémicas sobre la actualidad política.

Con el correr de los años, el elenco sufrió modificaciones y siguió siendo un referente para el debate de la coyuntura.

Actualmente existen en la TV pocos programas donde se discute de política. Por eso Llanta de Prensa podría ser un ambiente que suscite ideas y alternativas de interpretación sobre la marcha del país.

viernes, 20 de marzo de 2009

¡100,000 VISITAS!

Nacimos hace cuatro meses y acabamos de pasar las 100,000 visitas.

Da una cierta sensación de ser mayor de edad, de que Espacio Compartido ya tiene DNI.

Habrá que usarlo… bienvenidas todas las sugerencias.

HIJOS DE LA CRISIS 6: los abogados (corporativos) / Fernando Villarán


Como todos sabemos, hay muchas bromas sobre los abogados, generalmente criticándolos y tomándoles el pelo. Hace algunos días me contaron la siguiente:

-      ¿Qué significan mil abogados fondeados en el Río Hudson (que baña Wall Street), cada uno con su piedra amarrada al pie?

-      Un buen comienzo.   

Cuando la escuche me pareció cruel y exagerada; no se podía tratar así a toda una profesión, tan respetable como cualquier otra.

Mi primer shock con los abogados lo recibí cuando trabajaba en el desaparecido Banco Industrial. El asesor legal del directorio me comentaba que siempre preparaba la sustentación para las diversas decisiones que podían tomar los directores. Sustentaba, con todos los fundamentos legales, la alternativa A, así como la alternativa opuesta, la B. Yo le decía, que una de las dos posiciones debía ser la correcta, la más conveniente para el Banco. ¿Cuál era la que él recomendaba? Y me respondía: para eso no me pagan a mí; me pagan para fundamentar legalmente lo que los directores decidan. Me da lo mismo cualquiera de las dos decisiones. No tenía ninguna consideración ética ni moral.

Desgraciadamente, esta ausencia de escrúpulos se ha ido ensanchando y diversificando, en todos los países del mundo. Los abogados acompañaron con entusiasmo el bandazo conservador que vino con el neoliberalismo, luego de la caída del muro de Berlín. Si bien, en casi todos los tiempos, la mayoría de abogados ha trabajado para los ricos, para las corporaciones, para los de arriba; ahora lo hacían con mayor entusiasmo, con plena convicción.

Ellos han estado detrás, redactando y sustentando, los contratos fraudulentos, en los créditos hipotecarios, en la venta de viviendas, en la emisión de instrumentos financieros, en los incentivos a los ejecutivos de los bancos (como los de la empresa de seguros AIG), las cláusulas de protección sobre sus posibles errores, por citar unos pocos ejemplos. Es decir, han avalado cada uno de los “chanchullos” financieros (como los llamó el premio Nobel,  Paul Samuelson) que generaron esta descomunal crisis; si bien es cierto que no fueron los principales responsables (lo fueron los ejecutivos y directores), estuvieron acompañando, aconsejando, sustentando y lucrando con estas malas prácticas.

Lo curioso de esta profesión es que ahora, cuando la crisis ya se ha desatado, hay una fiebre de juicios y litigios, con lo que la demanda de abogados se ha multiplicado nuevamente. Es esa capacidad de estar a los dos lados de la vereda, que me asombra de esta profesión; defender a la víctima o al asesino, sin ningún problema. Ahora, pasa algo similar. Con la crisis que ellos han contribuido a crear, se generan su propia demanda de trabajo. Y siguen medrando.

Uno de los campos en que no se da esta ambivalencia, y en el que los abogados han contribuido de manera sustancial y específica a la crisis es el de las Fusiones y Adquisiciones (Mergers and Acquisitions). Estuvieron de moda durante todos los noventas y entrado el siglo 21; se hicieron miles de operaciones, cada una más grande que la otra; una verdadera danza de billones, en la que cobraron jugosas comisiones. Contribuyeron así, a una nueva ola de concentración y centralización de la propiedad y el capital. En lugar de expandir y hacer accesible el capital y la propiedad, a todos, como está en el espíritu de las democracias modernas, se dedicaron a hacer más ricos a los ricos, y dejar fuera de la fiesta a la clase media y a los trabajadores (los pobres ya estaban afuera de ella hacía rato).

En donde había competencia, y muchas opciones para los consumidores, crearon monopolios y oligopolios, quebrando incluso sus propios principios del libre mercado, logrando mercados controlados por pocas empresas, precios altos y perjuicios para los consumidores. Dejaron de lado las tradiciones, la historia, de países y regiones, los gustos de los consumidores, las fidelidades en las marcas; todo esto, no tuvo ninguna importancia frente a la voracidad de las corporaciones y el poder de “convencimiento” de las comisiones.

¿A quién le conviene que Kraft Foods, fabricante de ketchup en Estados Unidos compre a Toblerone de Suiza, uno los mejores chocolates del mundo? ¿No hay acaso el peligro de que Kraft cierre Toblerone, o que la obligue a hacer chocolates con sabor a tomate (cosa que estaría en su perfecto derecho por ser la propietaria)? ¿A quién le conviene que D’Onofrio sea absorbida por Nestlé? ¿Es acaso imposible que un día la Nestlé, una empresa global, cierre D’Onofrio porque no es suficientemente rentable y decida importar sus helados de Chile, apelando a las economías de escala?

Reconozco que va a ser difícil cambiar a los abogados, aunque no abandono la idea que se produzca una revolución ética en las escuelas de leyes, impulsada por los jóvenes. Ciertamente, es más probable que las actividades en las que ellos han estado actuando sin control, como es el caso de las fusiones y adquisiciones, van a ser rigurosamente reguladas por los gobiernos del mundo; y por lo tanto, van a tener mucho menos espacio para actuar mal. Lo que si es cierto, es que si no cambian, si continúan como hasta ahora, la broma que contamos al principio, podría convertirse en una trágica realidad.

(CAJON DE/SASTRE) / El cerebro asustado / Liuba Kogan


Slavoj Zizek  comenta la gran reflexividad de los sujetos contemporáneos y para hacerlo, -entre varios ejemplos-, menciona los calificativos que recibió Emir Kusturica como realizador de películas como Underground o Tiempo de Gitanos. Para unos, un “racista inverso” al mostrar “la autenticidad exótica del Otro balcano”; para otros, un “artista auténtico” de la parte más pobre de la ex Yugoslavia (http://www.cholonautas.edu.pe/biblioteca.php).

Cuando vi la Teta asustada, no recordé el texto de Zizek, sino Tiempo de gitanos: la recreación de un universo ficcional cerrado sobre sí mismo, el uso de simbolismos, y la música.

Al margen de parecidos estilísticos, creo que ambas películas –La teta asustada y Tiempo de gitanos- incomodan a muchos,  porque narran “al otro” desde un lugar de enunciación poco habitual.

Leí comentarios como: “Claudia Llosa es una folklorista muy convenida que se apropia de la cultura indígena…”, o “…se inventó la enfermedad, el mito y la cultura andina”. (Lo mismo se le criticó a Kusturica con Tiempo de gitanos: quién era él para hacer una película sobre los gitanos, si él no lo era).

Detrás de estas acotaciones (agrego una más: “es una perspectiva sesgada… de una representante del cine oligárquico del país”), está oculta la idea de la existencia de una interpretación correcta de la realidad y de enunciadores exclusivos y autorizados para hablar de esa realidad.

El de Claudia Llosa, parece ser un lugar de enunciación poco habitual para narrar una historia sobre violencia armada,  lo andino y las mujeres en nuestro país: se la ha descrito como oligarca, rubia y de ojos celestes.

Entiendo  que muchos se sientan “confrontados” con el punto de vista de la directora, incluso exigiéndole a la película el carácter de documental, cuando se trata de una película de ficción. En tiempos de reflexividad todos tenemos algo qué decir –diría Zizek-. Y de la película se ha dicho de todo en diferentes blogs (desde que presenta folklorismos pre-modernos, hasta que muestra una tolerancia posmoderna). Sin embargo, lo que leo en los comentarios a la película de Claudia Llosa,  es cuán poco dispuestos estamos los peruanos a vernos desde el lugar del otro. Por eso para muchos, ni siquiera resultaba imprescindible ver la película antes de comentarla. 

miércoles, 18 de marzo de 2009

¡LOS DIOSES DEBEN ESTAR LOCOS! /Carlos Basombrío Iglesias


Las declaraciones del Papa Benedicto XVI en el África son indignantes y, además, en el caso de tener efectos prácticos en la conducta de la gente de allá, tendrían un potencial de destrucción humana sin precedentes.

El Papa Benedicto XVI rechazó en su viaje a Camerún y Angola, dos de los países más pobres del mundo, el uso del preservativo para combatir el Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) en el continente africano: “…el Sida no se supera con condones, al contrario, sólo agrava el problema”, declaró el Pontífice. En su lugar abogó “por una renovación espiritual y humana como única vía para contener la epidemia”. El Papa achacó el problema a “la falta de ética”.

El África no sólo concentra lo peor de la pobreza, allá esta viene acompañada de enfermedades que matan millones. Entre ellas el SIDA que asesina diariamente a 6.000 personas, más que cualquier guerra, hambruna o inundación. Millones de niños son huérfanos a causa del mal y/o son seropositivos. 95% de los huérfanos causados por el SIDA en el mundo viven en el África. 23 millones de personas que viven con el SIDA o con el VIH en África. Y las cifras del horror podrían continuar por páginas.

Pues sucede que los condones son la mejor protección contra ese monstruo. Sucede que todas las agencias humanitarias hacen denodados esfuerzos por introducir medidas preventivas, entre ellas el uso masivo de preservativos en el África.

¿Se puede ser tan fanático para declarar algo así cuando ello puede causar millones de muertes en caso de ser escuchado? Son increíbles los niveles de ceguera ideológica a los que se puede llegar. ¿En qué se diferencian estas declaraciones hiper ideologizadas e indiferentes a la realidad concreta de la gente de las de los Ayatolas de Irán y otros obsesionados con “verdades reveladas”?

Por supuesto que ya hay reacciones horrorizadas en diferentes partes.

Tanto Alemania como Francia consideran que las palabras de Benedicto XVI, “ponen en peligro la salud pública”. En tanto, España enviará al continente africano un millón de preservativos en señal de protesta.

Por cierto, Benedicto XVI fue protagonista de la indignación mundial hace pocas semanas con la rehabilitación parcial de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X que incluye al obispo inglés que simplemente niega que el holocausto nazi existió.

Millones de muertos negados entonces. Millones de vidas en riesgo hoy.

No soy creyente, pero admiro la labor de la iglesia en muchos lugares. Conozco muchísimos curas, monjas y laicos que se fajan día a día y a veces en las peores condiciones materiales y de seguridad, luchando por ayudar a preservar y mejorar la vida de los más pobres en nuestro país y en tantos otros lugares del planeta.

Qué lejanos se deben sentir ellos de declaraciones tan insensibles y hasta inhumanas como las del Papa en África. Son casi como una puñalada en sus espaldas.

¿FUJIMORISMO SIN MONTESINOS? / Jorge Bruce

Las recientes encuestas electorales confirman la posición expectante que ha adquirido Keiko Fujimori como candidata a la presidencia de la república. Más allá del nulo valor predictivo de sondeos de opinión con dos años de anticipación en un país tan volátil como el nuestro, me interesa lo que esta fotografía revela acerca de estados anímicos actuales en la población electoral. Me parece que hay un fantasma detrás de estas preferencias y es el siguiente: démosle una oportunidad a Fujimori de retornar, vía su hija –que solo existe políticamente en la medida de esa filiación- para terminar lo bueno de sus Gobiernos, habiendo extirpado lo malo, léase la corrupción mafiosa encarnada en Montesinos. Lo cual no significa que la mayoría realmente crea que Fujimori “no sabía nada”.

En todo caso es probable que la percepción mayoritaria, a tenor de las más recientes encuestas ya no electorales, sino en torno a la culpabilidad del ex presidente, sea la de una complicidad en la que el socio más maligno, en suma, el gran corruptor, era Montesinos. Esta es una percepción que yo comparto: cada vez más tengo la impresión de que Fujimori cayó en las redes del “asesor”, quien lo atrapó en la clásica trilogía de las madres perversas: seducción-intimidación-chantaje. Una vez que ya lo tuvo, a Fujimori no le quedó otro remedio que la fuga hacia delante. Lo cual condensa las dos hipótesis extremas que se manejan acerca de la sociedad de marras: era cómplice o era cojudo. Todo indica que era las dos cosas.

Gustavo Gorriti ha demostrado de manera convincente en un artículo en Caretas –lamento no tener el link a mano- quién era el titiritero y quién el títere en ese binomio, que se inició como una sociedad de socorros mutuos y terminó como una folie a deux.  Montesinos manejaba el narcotráfico, los medios, el Poder Judicial, el Legislativo, las Fuerzas Armadas, el grupo Colina, etcétera. Él concentraba casi todo el poder en sus manos y no solo como eminencia gris, sino como ejecutor, cajero, director, camarógrafo, sicario, planificador, etcétera. Pero se cuidaba de mantener a Fujimori en la ficción de ser él, el Presidente, el jefe de la organización. En otras palabras, Fujimori sabía casi todo, aprobaba todo lo que Montesinos le “proponía”, pero no tenía otra opción: “firme aquí su excelencia, no se preocupe de nada, yo me encargo”.

Esta peculiar relación que recuerda a esas parejas en donde ella le hace creer a él que –“si amorcito, lo que tú digas”- él es el que manda pero ella maneja el presupuesto y toma las decisiones importantes con su “anuencia”, fue puesta en escena para todo el mundo en el memorable encuentro de los socios, en el tribunal en donde se le juzga a Fujimori. Increíblemente, para desesperación de Nakazaki y la propia Keiko que se daban cuenta de lo que estaba ocurriendo pero no podían evitarlo, la escena de seducción, intimidación y chantaje se desarrolló en público, con guiños, sonrisas y disfuerzos. Solo faltaron besitos volados[1]. A todas luces, el espectáculo fue un desastre para la defensa (aunque no en el sentido psicoanalítico del término), pero el fantasma inconsciente fue más fuerte. Y Montesinos volvió a salirse con la suya.

Pero retornemos a Keiko. Vale decir, a su aprobación en las encuestas. La versión de que ella previno a su padre acerca de Montesinos puede tener una parte de auténtica, por lo que se conoce. Lo que está menos claro es si ella no sabía que su papá sabía. Podemos transar en esos puntos ciegos de los hijos, estilo Lucianita, en donde la hipótesis del padre corrupto y asesino es tan devastadora para la integridad del propio sujeto, que es preferible la negación de la realidad, a niveles que en otra situación serían psicóticos. Incluso podemos aceptar que no se trata de una postura enteramente cínica (la diferencia entre Martha Chávez, que se la cree, y Carlos Raffo, que sabe pero se hace). El problema es el significado de ese elevado porcentaje de aprobación: ¿es a lo Chávez o a lo Raffo? Zizek asegura que en la posmodernidad no vale el “perdónalos porque no saben lo que hacen”; más bien saben y por eso lo hacen. Por ejemplo, entre Lourdes y Keiko la primera aparece, en esa perspectiva, como más apta para lidiar con la corrupción (es decir administrarla) que la segunda.

Por eso la hipótesis de un(a) Fujimori purgado de Montesinos es uno de esos autoengaños que las encuestas, prematuras pero no irrelevantes, comienzan a anunciar y acaso, sin proponérselo, promover. Alan lo sabe y observa, pues su suerte está cada día más ligada a la de Fujimori. Casi, casi como si él viniera a ocupar, en el imaginario popular, el vacío considerable dejado por un Montesinos encarcelado y privado de la mayoría de sus poderes. El aprofujimorismo es más que una alianza de coyuntura: es, para decirlo en el lenguaje musical y gastronómico de la época, una fusión.


[1] Las evidentes alusiones homosexuales son intencionales, no como denigración ni en sentido literal, sino en referencia a un fantasma que sostiene el vínculo entrambos, más allá de la mutua necesidad en términos de encubrimiento.

martes, 17 de marzo de 2009

HUEVOS DE ESTURIÓN / Pasión por las encuestas / Fernando Rospigliosi


Las encuestas de intención de voto dos años antes de las elecciones, valen para muy poco. Ninguna encuesta con esa anticipación en el Perú ha servido, ni remotamente, para pronosticar lo que realmente ocurriría el día de la verdad.

Recordemos. En marzo de 2004, Ollanta Humala no existía y Alan García tenía un rechazo abrumador, por el recuerdo de su primer gobierno. Y fueron los finalistas el 2006.

En marzo de 1998 y marzo de 1999, Alejandro Toledo no aparecía en ninguna encuesta y terminó encabezando la oposición que finalmente derrotó a la dictadura de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos el año 2000, y ganó las elecciones de 2001.

En 1998 y 1999 los que se perfilaban como favoristos para disputar la presidencia con Fujimori eran Luis Castañeda y Alberto Andrade, que se desinflaron en pocos meses.

Alan García, por supuesto, estaba fuera de carrera. Pero inesperadamente regresó y en una arremetida impresionante quedó segundo y disputó la final de 2001 con Toledo.

Nada de eso podía deducirse de las encuestas, ni con dos años de anticipación ni doce meses antes.

En marzo de 1988, ninguna encuesta registró el fenómeno que se produciría dos años después, el meteórico surgimiento de un outsider como Alberto Fujimori, que se hizo cómodamente del triunfo.

Salvo en 1995, cuando Fujimori en la cúspide de su poder se hizo reelegir fraudulentamente, manipulando todos los resortes del gobierno, ninguna encuesta ha servido para pronosticar el resultado electoral con dos años de anticipación, en las últimas dos décadas. 

En realidad, casi en ninguna parte del mundo las encuestas de intención de voto son útiles dos años antes de una elección, para saber quien ganará. Menos en el Perú, país sin partidos políticos y sin instituciones, donde los que cuentan son los caudillos.

Tampoco las encuestas crean corrientes de opinión que arrastran a los indecisos. Esa es una las fantasías que más deslumbra a los políticos. Por eso muchos de ellos se desviven por aparecer en buenos lugares e incluso, a veces, compran resultados de empresas sin credibilidad.

Pero aquí también se equivocan. El efecto arrastre no funciona. Un caso clarísimo es el de 1990, donde una significativa mayoría creía que iba a ganar Mario Vargas Llosa, a pesar de lo cual votaron por Fujimori.

Sin embargo, las encuestas si sirven para otras cosas. Para recolectar fondos, por ejemplo. Si alguien aparece en los primeros lugares, le será más fácil conseguir donantes. Si no figura, nadie le dará un centavo.

Las encuestas son útiles para analizar la percepción que tienen los ciudadanos respecto a los candidatos: si están a la izquierda o a la derecha; si su respaldo está en los ricos, las clases medias o los pobres; como se les ve en las regiones, etc.

Eso, por supuesto, puede ayudar a los políticos a ubicarse mejor, a corregir errores, a diseñar estrategias. Aunque en realidad, muy pocos saben verdaderamente leer las encuestas. No es tan sencillo, se requiere de la asesoría de auténticos profesionales en la materia (en campañas electorales), que en el Perú casi no existen. Y los políticos creen que lo saben todo y son reacios a escuchar.

En suma, no tiene sentido hoy día hacer predicciones del tipo “la segunda vuelta en el 2011 será entre Ollanta Humala y Keiko Fujimori”. Nadie lo sabe. Puede ser, como también puede ocurrir que ninguno llegue.

Sin embargo, las encuestadoras seguirán preguntando “si las elecciones fueran mañana…”, los medios continuarán poniéndolo en primera plana –sobre todo cuando las noticias escasean-, y los comentaristas llenando páginas con pronósticos. Total, en abril de 2011, nadie recordará lo que se dijo dos años antes.

lunes, 16 de marzo de 2009

LA MIRADA VULNERABLE. APUNTES SOBRE LA TETA ASUSTADA/ Sandro Venturo

1.

La película me gustó. Movilizó dentro de mí diversas imágenes y emociones que me llevaron a diferentes momentos de mi vida, situaciones a través de las cuales me he ido haciendo un ciudadano peruano del Perú. La película repasa sin estruendos, pero con filo, tópicos críticos tales como las fricciones entre los rurales y los urbanos, los criollos y los andinos, los de arriba y los de abajo, los integrados y los excluidos, en fin, entre los saberes y las experiencias de distintas tradiciones sociales.

Sin duda, La Teta Asustada propone y uno se expone. Basta con revisar los comentarios que está provocando la película entre quienes no la vieron aún y también, por supuesto, entre quienes ya la han visto. Es una película que está activando regresiones y disrrupciones de todo tipo, y eso hay que agradecerlo. Un primer mérito  de esta propuesta es que trasciende al círculo artístico. El debate nos aviva.

2.

En Madeinusa ya se había hecho evidente la pretensión de un lenguaje propio y, en la Teta Asustada, dicha propuesta audiovisual se aprecia más consistente. Claudia Llosa es fiel a sí misma y viene madurando un estilo singular, de detalles, a veces algo preciosista, aunque sensible y con carácter, algo poco usual en la filmografía nacional y no sé si en la latinoamericana. Sospecho que esa debe haber sido una de las razones para calificar al máximo premio de la Berlinale.

La película propone con frescura temas todavía difíciles de tratar. Lo dominante en el cine nacional de autor fue, hasta la década pasada, referir al mundo social desde la corrección política de las izquierdas. Eso ya se acabó, como se acabó en las artes escénicas y en las artes visuales. Claudia Llosa, destacada integrante de la nueva promoción de cineastas, expone una versión de la sociedad peruana, su versión, desde una creatividad de amplia licencia que le da mucha fuerza a su firma y que, al mismo tiempo, expone su vulnerabilidad.

Si algo no le van a perdonar los tutores del “mundo popular” es esa amplia licencia creativa.

3.

La propuesta de Claudia Llosa es ambiciosa dado que cuenta con un guión sobrio y directo, así como con imágenes simples que pretenden una inmensa carga simbólica (la frontera mercado-mansión, la identificación de las manos, las conversaciones cantadas, las solitarias escaleras cerro arriba, la oscuridad de la burguesía aristocrática, la alegría kitsch del barrio popular, etc., etc.).  Lo que predomina en su trabajo es una audaz búsqueda por ir más allá de la realidad que refiere, apoyada en una dirección de arte a veces delicada y a veces superrealista, así como en una fotografía que subraya ocasos y revelaciones con la misma intensidad.

Si bien La Teta Asustada nos lleva por una historia personal profundamente melancólica –tristeza, silencio y monotonía-, pasa el resaltador sobre los detalles de una realidad social difícil de aceptar. En La Teta Asustada resulta que la protagonista es un ser anónimo, hija de una mujer igualmente sin nombre: nada más fastidioso que proyectar sobre la pantalla la evidencia de que el pasado tanático no ha pasado, que las deudas sociales continúan y son carísimas, que nuestro orgullo nacional en recuperación corre el riesgo de ser frívolo, que nuestra ciudadanía siempre estará amenazada por la precariedad de nuestra incompleta comunidad nacional.

La virtud de Claudia Llosa es que incomoda desde una simpleza aparentemente inofensiva. La película es una emboscada.

4.

En Madeinusa, la protagonista lleva una agenda oculta que los espectadores descubrimos hacia el final de esa película: ella busca liberarse de un mundo tradicional y lo hace de modo instrumental, lo ejecuta de forma perversa y dulce a la vez. Acaso su peripecia ilustra la noción de modernidad de la que hablaba Carlos Franco (La otra modernidad, CEDEP, 1991): la disposición de los actores sociales -personas o colectivos- para romper con las identidades corporativas del mundo tradicional campesino y así lanzarse a un futuro urbano, atractivo e incierto.

En La Teta Asustada se propone un movimiento semejante, sin embargo, la dramaturgia sucede en la urbe y después del periodo de violencia política: Fausta transita del terror que la paraliza, de la violenta herencia que la castra, a una libertad que nada promete, una libertad que le permite vivir con plenitud el luto de su madre y a través de él, un luto mayor. Dicho de otro modo, en La Teta Asustada acompañamos una pasión que va desde la papa podrida que protege porque produce asco, hacia la flor de papa que celebra la posibilidad del amor y de una nueva vida. La papa enferma es muerte, la papa sana es vida.

Los personajes de Claudia Llosa se enfrentan, pues, a las sociedades tradicionales, rurales y urbanas; tanto las sociedades que llevamos dentro como las que nos rodean y de las que formamos parte. La diferencia reside en que Madeinusa tenía un plan que ejecuta de forma teleológica; Fausta, en cambio, es víctima de una herencia, hasta que el hartazgo la obliga a iniciar un camino de transformación personal.

En ambos casos se acompaña un proceso de transformación personal/social impulsado desde una dignidad que crece mientras desvanece sus fantasmas.

5.

El cine de Llosa se propone, entonces, como una reflexión acerca de los grandes cambios de la sociedad peruana, esto es, sobre nuestros procesos andinización. Y lo hace lejos del panfleto, indiferente al realismo comprometido. No es una película política y resulta siéndolo dentro y fuera de la sala.

Claudia Llosa nos ofrece una interpretación, su interpretación, desde una mirada vulnerable. En la búsqueda de un lenguaje personal intenta ir más allá de las referencias convencionales de nuestra inaprensible realidad, y exagera con la discreción de quien se va descubriendo a sí misma. El riesgo de este camino está en quedar en posición adelantada. Pero arriesga. Y nos mueve.

sábado, 14 de marzo de 2009

NACIONALISMO POR CONVENIENCIA… ALLÁ Y ACÁ / Carlos Basombrío Iglesias


La presidenta Michelle Bachelet ha cambiado esta semana a sus ministros de Defensa y Relaciones Exteriores. Dado lo tensas que venían nuestras relaciones, muchos lo han interpretado como una movida en función a la política bilateral. Parece ser, sin embargo, que las principales consideraciones para el cambio están vinculadas a la unificación del gabinete y el fortalecimiento de la coalición de gobierno, de cara a la feroz campaña electoral que ya se anuncia en el horizonte chileno.

Ahora bien, es verdad que el ahora ex canciller Foxley, consciente de sus malas relaciones con Bachelet, jugó en varias ocasiones la “carta peruana”; es decir, hacer declaraciones duras contra el Perú, generar la previsible reacción acá, para que ello hiciera imposible su salida, a riesgo de presentarse como débiles. Esto fue evidente en sus últimas e impertinentes declaraciones diciendo que los políticos peruanos vivían anclados en el siglo XIX. Foxley ya no está más, pero no dudemos que la “carta peruana” se usará de nuevo en Chile, más aún en la campaña electoral.

El patrioterismo utilitario no es patrimonio de los chilenos. Acá el resentimiento histórico contra Chile es también manipulado, conscientemente, por políticos de diferente signo. Recientemente la aprobación por el gobierno de un tratado de complementación económica con Chile ha generado una nueva ola de antichilenismo.

Cuidado, separemos claramente la legítima y razonable discusión que el Perú debe dar sobre las ventajas o desventajas de este acuerdo comercial y, también, sobre la obligación o no de pasarlo por el Congreso. Esa discusión debe darse lo más intensamente posible, para que una ciudadanía informada saque sus propias conclusiones.

Mi punto es otro y tiene que ver con la grosera utilización política de la carta antichilena para acumular réditos políticos en el contexto de esta discusión.

El antichilenismo en el Perú tiene representantes en la extrema izquierda (el humalismo en su vertientes Ollanta y Antauro) y en la extrema derecha (las distintas manifestaciones del fujimorismo en la política y los medios de comunicación, así como ahora en el fascitoide General Donayre).

Los que instigan este sentimiento casi siempre lo acompañan de un militarismo desembozado, que tiene entre sus principales manifestaciones la demanda de compras masivas de armas, aún a costa de cualquier otra urgencia nacional; también, la de pretender colocar a los militares por fuera del alcance de las leyes que rigen para todos los demás.

La verdadera defensa de los intereses nacionales es diferente de la utilización patriotera de los conflictos. Para nosotros el interés nacional en relación a Chile pasa centralmente en esta etapa por una posición firme y unida, pero a la vez serena, de respaldo a la demanda ante La Haya; así como por una atenta mirada al trato que reciben los cientos de miles de peruanos que viven y trabajan en Chile.

Conseguir algo de modernidad en la política peruana requiere una constante denuncia de la utilización por los extremismos de sentimientos profundamente arraigados en sectores de la población, entre ellos el patrioterismo. Los sectores democráticos de la izquierda y la derecha en el país tienen la obligación de dar esta difícil, pero impostergable batalla política.

jueves, 12 de marzo de 2009

HUEVOS DE ESTURIÓN / Avanza el narcotráfico / Fernando Rospigliosi

        El miércoles 11 la Comisión de Defensa del Congreso aprobó por 8 votos a 3 un proyecto de ley que, si se convalida en el Pleno, se constituirá en una significativa ayuda al narcotráfico.

         El proyecto permite la libre comercialización de la hoja de coca para supuestamente ser transformada y comercializada como harina y saborizante. De hecho, la coca puede ser usada hoy día para eso, solo que hay que comprársela a ENACO (Empresa Nacional de la Coca).

         Es decir, por tratarse de un producto que puede usarse para producir cocaína, la comercialización para usos legales está supervisada por ENACO.

         Lo que quieren los cocaleros ilegales, representados por la Congresista Nancy Obregón, es que cualquiera pueda hacerlo. Como es obvio, eso sólo servirá para favorecer al narcotráfico, encubrir las ventas que se hacen para la producción de cocaína y dificultar la labor de las autoridades.

         El asunto es que esa ley permitiría hacer pasar la coca que va para producir droga como coca para usos legales. ¿Cómo diferenciarla? No hay forma, hasta que llega al laboratorio.

         Todo, por supuesto es una gran farsa, porque la coca no sirve para saborizante ni para harina para consumo humano. La única gracia de la coca es el alcaloide que contiene. Eso explica el 99% del uso que se da a las 116,800 toneladas de coca que se producen en el Perú año año, según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD). (“Perú. Monitoreo de cultivos de coca”. Junio 2008).

         Me explico. De esas 116,800 toneladas, sólo unas 9,000 toneladas (es una cifra máxima, por todo lo alto) se dedican a lo que se llama el consumo tradicional. El resto, más de 100,000 toneladas, va para la producción de pasta básica y cocaína.

         De las 9,000 toneladas de consumo tradicional, más del 90% la consumen los chacchadores habituales, definidos como personas que chacchan coca entre uno y siete días a la semana.

         Esos chacchadores habituales están identificados. Son casi todos campesinos pobres o extremadamente pobres, que viven sobre los 2,500 metros sobre el nivel del mar, con nulos o bajos niveles educativos. Esto lo constató un estudio del INEI, dirigido por Farid Matuk, en 2003-2004.

         Esos campesinos chacchan la coca no porque tenga buen sabor o porque huela bien o porque alimente, sino porque el alcaloide que contiene los ayuda a sobrellevar duras jornadas de trabajo, a gran altura, en clima crudo y con escasos alimentos.

         El alcaloide que suelta la hoja de coca sometida al chacchado junto con cal (o ceniza) y la saliva, “levanta” al que lo hace. No lo alimenta, como dicen falsamente los defensores de la coca y el narcotráfico. Si fuera así, esos campesinos no sufrirían de desnutrición.

         Esto es así desde el siglo XVI, cuando los colonizadores españoles difundieron masivamente el consumo de la coca –antes reservado a la élite y los soldados en campaña- entre los indígenas conquistados, por dos razones.

         La primera, hacerlos trabajar en condiciones extremas con poca comida, dado ésta escaseaba porque la estructura agrícola y productiva del imperio Incaico se había derrumbado. La segunda, proporcionar a los nuevos colonizadores españoles una manera rápida de enriquecerse, otorgándoles tierras donde se producía coca que luego vendían.

         Esa es pues, la gracia de la coca, el alcaloide, consumido en pequeñas cantidades por los chacchadores de hoja de coca y concentrado, por los consumidores de cocaína y pasta básica.

         Los otros usos de la coca son absolutamente irrelevantes estadísticamente. Aproximadamente un 1% de la producción nacional de coca se usa para mates, harina, pago a la tierra, etc.

         Y no es porque no se haya intentado. Hace más de 50 años se viene tratando de encontrar alguna utilidad diferente a la hoja de coca. Se fabrican galletas, pasta de dientes e infinidad de productos. Todos fracasan, porque la coca sabe mal, huele mal y no alimenta.

         Pretender ahora, como lo han hecho una coalición de congresistas humalistas, apristas y fujimoristas que la coca se venda libremente para esos usos, es simplemente favorecer al narcotráfico y dificultar aún más la acción de las autoridades. 

NI APRISTA NI PROCHILENO / Javier Torres Seoane

Una vez más la mar de prejuicios que pueblan nuestra historia republicana, emerge. Esta vez como consecuencia de la propuesta del Presidente de la República de proponer como Contralor de la República, al economista Edmundo Beteta Obreros.

Al parecer, Beteta llevaría en su corazón dos de las más graves taras que pueden afectar a un peruano. La primera tener algún vínculo familiar con el Partido Aprista, y la segunda que su carrera profesional la haya desarrollado en Chile, peor aún que trabajó para el gobierno chileno.

Como comparto la primera de las “taras” por ser nieto y sobrino de apristas quiero expresar mi indignación. Uno puede criticar la propuesta de Beteta por su poca experiencia en el sector público peruano, pero no por el hecho que su padre sea militante aprista. Uno puede discrepar con el Poder Ejecutivo por haber hecho una consulta a la oposición para luego sacar a un candidato “sorpresa”, lo cual no necesariamente descalifica al nominado. ¿Es un pecado haber trabajado en Chile? Este hecho, representa un insulto para los miles de peruanos y peruanas que viven en ese país, desde aquellos profesionales que como Beteta encontraron en ese país un lugar para desarrollarse hasta gente que no encontró otra manera de salir de la pobreza que emigrando. Sin embargo los nacionalismos patrioteros de izquierda y derecha seguirán insistiendo en que todo aquel que se vincula a Chile es sospechoso de traición a la patria.

Ciertamente sería lo ideal que el candidato gozará del consenso político necesario, pero acaso ya nos hemos olvidado lo ocurrido hace unas pocas semanas con la candidata a Contralora Ingrid Suarez, quien engañó a la Comisión Webb, a la comisión permanente del Congreso y al país entero. Los días y las semanas transcurren y la Contraloría avanza acéfala en un país donde la corrupción en el sector público atraviesa todos los espacios, desde los más altos niveles de gobierno, como nos mostraron los petro audios hasta los gobiernos municipales rurales donde la pobreza sigue creciendo a pesar de los recursos que llegan para la ejecución de obras públicas, gracias al canon y al Foncomun.

No se si Beteta sea finalmente nombrado Contralor, pero tengo claro que es un excelente profesional como también lo son Mayen Ugarte, Humberto Campodónico o Carmen Rosa Graham, quienes en algún momento fueron propuestos para el cargo. Lamentablemente en el Perú, nuestros políticos han optado porque la inteligencia y la decencia queden fuera del sector público, lo cual es una lastima, pero también una realidad.