Como se ha advertido varias veces en esta columna, Mercedes Cabanillas va a manejar el Ministerio del Interior con medidas efectistas y propagandísticas, destinadas no a mejorar la seguridad ciudadana sino a elevar su popularidad.
Hoy martes informó que acabará con la corrupción policial basada en el robo de gasolina. Según la agencia oficial Andina, Cabanillas “anunció que mañana suscribirá un convenio con Petroperú para que se encargue del almacenamiento, transporte y distribución del combustible destinado a la Policía Nacional del Perú (PNP), rompiendo así con el “esquema de corrupción” que mencionó días atrás.” (“Petroperú se encargará de almacenar y distribuir hidrocarburos de Policía. Cabanillas adopta medida para romper `esquema de corrupción´ en suministro de combustibles”, Agencia Andina, 24.2.09).
Un pequeño problema. Exactamente lo mismo hizo Luis Alva Castro en abril del año pasado. En solemne ceremonia, al lado del presidente Alan García anunció: “Solo Petro-Perú abastecerá de combustible a Policía Nacional”.
Según la nota de El Comercio: “El jefe del Estado, Alan García Pérez, presidió la ceremonia de suscripción del acuerdo de cooperación, que se realizó en el Ministerio del Interior. El convenio fue firmado por el titular de dicho sector, Luis Alva Castro, y por el presidente del directorio de Petro-Perú, César Gutiérrez.”
“`Este convenio nace dentro de la reforma estatal, porque utiliza mejor la relación entre instituciones del mismo Estado, que se unen para racionalizar, economizar la gasolina y garantizar que no habrá ninguna filtración ni ningún caso de inmoralidad´, expresó García Pérez.” (El Comercio, 16.4.08)
Todo mentira, por supuesto. Antes, el Interior también le compraba a PetroPerú. No es novedad. Y el sistema no impide en lo absoluto el robo de gasolina ni evita la inmoralidad. De hecho, varios oficiales en retiro de la propia Policía Nacional han denunciado en las últimas semanas que continúa el robo de gasolina.
El colmo es que Cabanillas repita las mismas tonterías de su antecesor y compañero de partido como si fueran grandes cambios.
martes, 24 de febrero de 2009
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1 comentario:
La solución al problema es simple... tecnología. Ya existe desde hace años tecnología israelí, computarizada, mediante la cual se le instala a vehículos un chip en la entrada de la gasolina. Ese chip contiene todos los datos del vehículo. Se instalan otros chips complementarios en las estaciones de gasolina autorizadas; El chip de la estación de gasolina reconoce al chip del vehicul y autoriza el expendio. Esto causa que todo consumo de ése vehiculo en particular esté registrado electrónicamente con fecha y hora. La información pasa a una computadora central que almacena los datos (para usos comerciales, sirve tambien para efectos de cobranza). De ésta manera empresas con flotas de vehiculos pueden controlar sus gastos, y no hay razón para que organizaciones gubernamentales no uedan usarlo.
Saludos,
Peter Salamon
ps2347@gmail.com
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