jueves, 19 de febrero de 2009

HUEVOS DE ESTURIÓN / El Apra otra vez / Fernando Rospigliosi


Impertérrito ante las críticas por la corrupción e incompetencia que carcomen su gobierno, el presidente Alan García nombró a Mercedes Cabanillas como ministra del Interior. El Apra controla nuevamente, luego de un breve interregno, un ministerio importantísimo.

Paradójicamente fue Cabanillas quien propuso a Remigio Hernani como ministro, en los momentos de confusión que siguieron a la caída del gabinete de Jorge del Castillo. Ahora ella lo reemplaza.

Algunos ingenuos creen que lo hará bien porque impondrá “mano dura”.

¿Mano dura? ¿Para qué? ¿Para luchar contra la corrupción, que es el principal problema interno de la Policía? Muy poco probable. Enfrentarse a la corrupción implica correr riesgos, afectar intereses, comprarse pleitos, cosa que una política profesional como Mercedes Cabanillas no hará.

Es la típica política tradicional, hábil y cazurra, capaz de cualquier cosa por lograr sus propósitos, que va a utilizar el cargo para tratar de aumentar su popularidad, en vistas a las elecciones de 2011, con medidas efectistas.

Como la mayoría de los políticos, y siguiendo el ejemplo de su líder Alan García, cree que se trata de tener buena prensa, de golpes propagandísticos y de alianzas rentables.

Cabanillas no conoce de seguridad y no tiene una propuesta. En realidad, ni el gobierno ni el Apra la tienen, por eso el Ministerio del Interior va de tumbo en tumbo. El haber presidido la Comisión de Defensa de un Congreso de pacotilla no la capacita para el cargo.

De lo que quedan pocas dudas es que Cabanillas va a usar el ministerio en beneficio del Apra y de sus propias aspiraciones. El aparato de Gobierno Interior –gobernadores y tenientes gobernadores-, aunque venido a menos, será un instrumento en sus manos.

Pero hay otras cosas más importantes. Interior tiene servicios de inteligencia, que pueden ser mal utilizados. La Policía investiga diversos tipos de delitos. Si hay interferencia política, habrá problemas.

Por ejemplo, la semana pasada Cabanillas no dio explicaciones convincentes sobre la contratación de Elías Ponce Feijoo y BTR cuando ella era presidenta del Congreso. Otros temas ocultaron ese asunto. ¿Ahora la Policía seguirá investigando imparcialmente el chuponeo y la corrupción?

La salida de Luis Alva Castro se debió no sólo a su clamorosa ineptitud, sino a un momento de crisis, desatado por los “petroaudios”, que requería un ministro que no fuera aprista.

Pasado el apuro, volvemos a lo mismo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Fernando:

El tema adicional es que en el balance político del gabinete, Simons pierde uno, y el presidente gana uno. Este hecho me sorprende, porque bien puede ser parte de una primera "puñalada por la espalda" a la gestión de Simons.

Ya de la nada, aparecieron los cuestionamientos a los programas sociales (embarazadas por 100 soles) que apuntan a Vildoso, ya el tiempo dirá si este fue el primer hecho que debilitará a Simons.

Un abrazo, Farid