Cómo será la modorra política que adormece al país desde hace ya varias semanas, que la de Evo diciéndole chabacano a Alan y la de la discusión de si el Congreso debe o no investigar a Nadine, compiten como las noticias de la semana.
Mirando más allá de la anécdota cotidiana, en lo que va del 2009 García ha logrado revertir casi por completo la situación política bastante complicada en la que llegó a estar desde mediados del 2008.
Con esta habilidad para “enfriar el partido” y para definir la agenda, Alan García está demostrando que es de lejos el político más hábil de los que actúan en la escena pública peruana. Es cierto que bien podría responder él, al halago, que dado el nivel de la mayoría de los otros protagonistas, el elogio no es tampoco tan generoso.
Pero veamos, García ha contenido la caída libre en su popularidad, incluso ha recuperado alguna y se ha estabilizado en un tercio de aprobación y dos de desaprobación. No es para ir de fiesta, pero basta y sobra para gobernar en un país en el que los políticos inspiran el respeto que conocemos.
Tiene un Primer Ministro que no gobierna en nada, pero al que lo deja hacer en temas marginales a cambio de ser un fiel escudero. Cada vez que un asunto importa y Yehude Simon se lanza por la libre, los ministros importantes lo desautorizan en público y sanseacabó.
Mucho más importante, García ha logrado enterrar la complicadísima historia de los “petroaudios”, la que está ahora completamente sepultada en el Poder Judicial, en donde pasados seis meses no se mueve un papel. Baste decir que la computadora de Rómulo León Alegría no ha sido aún “oficialmente” abierta, aunque quién sabe qué es lo que ya se puede haber hecho extraoficialmente. Al principal implicado ya lo han exonerado del único cargo por el que podría purgar prisión prolongada y es muy probable que lo veamos en un tiempo no muy lejano en las calles de Lima a la búsqueda de nuevos “faenones”. Por su parte la caja de pandora en que se convirtieron las incautaciones a Business Track está igualmente congelada. Allí tampoco nadie toca nada o, dirían los mal pensados, eso nos hacen creer.
El Congreso está también bajo el mismo influjo. Aquí el método para conseguirlo es el otoronguismo. Son pocos, son “patas” y a casi todos les gusta demasiado las ventajas del poder. Es impresionante que se haya descubierto que 84 congresistas, o sea casi todos, hayan cobrado viáticos que no podían cobrar, de acuerdo a una norma aprobada por ellos mismos poco tiempo antes. Con tanto rabo de paja y algunas prebendas por aquí y por allá (un viajecito a las Europas y hasta los más bravos se acomodan) la situación está bajo control. Más allá de la retórica inflamada que a veces se escucha desde las bancas de la oposición, en el Congreso no pasa nada importante que el partido de gobierno no quiera que pase.
Sumémosle la situación de los “líderes de la oposición”. Para empezar Ollanta Humala está limitado de saque por su incapacidad de generar ideas interesantes sobre ningún tema. Si al menos pudiera reivindicar coherencia personal con lo que predica y no hubiese caído en los mismos vicios que cuestiona, le quedaría la autoridad moral. Y no la tiene. Si bien es bastante obvio que detrás de la denuncia de Correo contra su esposa está Alan García empezando a cumplir su promesa de mover a su antojo el mapa electoral del 2011, ello no cambia que las denuncias sean serias y concretas y que no hayan podido ser respondidas. ¿Qué otros líderes? ¿Lourdes Flores? Navega a la deriva sin saber dónde ir ni cómo, al punto que a Toledo, con una visita breve cada tres meses, le va mejor. ¿Castañeda? Por ahora, salvo el silencio, todo es ilusión.
A favor de García está también que la crisis económica no se siente como en otras latitudes; más todavía, la crisis internacional ha ayudado a bajar aquí la inflación, principal causa de su desaprobación el año pasado (aun cuando ahora la tendencia internacional de precios bajos podría empezar de nuevo a revertirse); también ayuda que la gran inversión en infraestructura pública del plan anti crisis permite en algunos lugares del país mostrar a un gobierno que hace obras.
De hecho las protestas sociales que pudieron haber empeorado con la crisis están siendo hasta ahora, en el 2009, bastante menos serias que las del 2008. Y aún en los casos en que son importantes -como la de los nativos de la selva, por ejemplo- el no hacer nada y el dejar que se agoten en sí mismas parece ser la nueva norma…y hasta ahora les funciona.
En el Perú no pasa nada y eso tiene su lado bueno. Por lo menos no tenemos las calamidades que asolan a otros países parecidos al nuestro. Miren nomás esta semana el impresionante video del abogado que denuncia en Guatemala que el presidente sería el responsable de su muerte y al día siguiente lo matan. Esa no es precisamente el tipo de “acción” que aquí extrañamos.
Pero esta grisura intensa que marca la política peruana desde ya varios años tiene a la vez un lado profundamente deprimente. No hay ilusión. No hay ideas nuevas. No hay renovación generacional. Al menos para los que vemos (creo que la mayoría) como una pesadilla que Keiko Fujimori termine en Palacio, asesorada por su papi y, quién sabe, también por el otro de los siameses.
Ahora bien, como siempre el Perú da sorpresas y todo puede cambiar de un día para otro. Por allí este gris se vuelve negro o pasa al rojo vivo. Por allí la sorpresa es de otro signo y comienzan a aparecer, más bien, cosas interesantes en el horizonte.
Habrá que esperar para saber. Entre tanto esta intensa e inmensa mediocridad que sintetiza nuestra política puede tener su lado positivo. Quizás sea eso es lo que nos pueda librar de los efectos del N1H1. Puede que siga vigente lo que dijo un presidente peruano hace un siglo a la población alarmada por la llegada de un barco con la peste: “no se preocupen, acá hasta los microbios se acojudan”.
4 comentarios:
¡Que tal manera de endiosar a AGP mi estimado Carlitos ... parece que estás enamorado de él !. Es un vulgar estafador y utiliza a todos los que son corruptos y los compra, así de sencillo y de fácil eso lo hace cualquier rufián de la esquina de las 7 puñaladas, con tu escrito, quieres decir que todos somos unos imbéciles y AGP es el genio sabio. En vano tenemos a profesionales y gente estudiada y con experiencia. Me ha dejado un sabor salobre a decepción tu artículo echadazo mi estimado Carlitos Basombrío. Lo dejo ahí.
Señor Basombrío:
1. Lo interesante de leer su artículo es comprender lo que refleja. Usted lo llama apatía, calma chicha dirían algunos, “nada pasa, todo anda bien” dirían otros. Pero, revisando la historia, que para eso está, lo que encontramos es otra cosa. Esta especialidad nos enseña que nada en la vida es para siempre y que todo cumple su ciclo.
2. Quiere decir que la hegemonía del Capitalismo, que a nosotros nos parece eterna (como diría Fukuyama), es una etapa y que llegará a su fin, y que los vaivenes políticos de países como el Perú están directamente sujetos a los cambios ideológicos y políticos de las grandes metrópolis. Es decir, como país colonizado, no somos tronco sino somos rama, y todo lo que ocurre allá abajo nos afecta acá arriba.
3. Entonces, para hacer una lectura correcta de la situación, no basta solo con mirar nuestra comidilla interna sino saber qué pasa en donde se originan las verdades: en los países desarrollados. Allí recién entendemos cuál es el papel que nos compete dentro de la gran estrategia mundial (que los geopolitólogos llaman “el gran juego”). Allí vemos que el Perú es solo una pieza más que debe cumplir el papel que se le ha asignado: ser un país proveedor y una región de reserva natural para el imperio. Solo así se explica el panorama local.
4. Y Vemos, por ejemplo, que la lucha que se da es entre las dos grandes corrientes de pensamiento que hoy pugnan en el mundo y que han hecho carne en América Latina: el conservadurismo pro sistema (Capitalismo) y el antisistema, cada vez más patentizado por la emergencia de las masas en busca de una identidad propia y con un rechazo al neoliberalismo y al sistema.
5. Los Chávez, los Morales y los Correas no pueden ser solo una casualidad (como no lo son tampoco los Lulas, los Tabaré, los Lugo, los Bachelet y demás). Solo haciendo una lectura honesta (no como la de los medios tipo Caretas) es cómo vemos que existe una tendencia que va en contra de los intereses de los EEUU y su dominio. Negarlo es tratar de engañar, como lo hace García cuando nos vende un país de maravillas.
6. La pregunta ante ello es ¿cuánto tiempo más puede aguantar una nación como el Perú a la tendencia mundial? Porque tarde o temprano ésta llegará, sin depender de la crisis porque ya estaba antes que ésta ocurriera. Los conservadores locales se niegan a aceptar esto y califican al fenómeno como de “retroceso” o “ignorancia de los pueblos”, pensando que llegarán los viejos tiempos en que todos los gobiernos latinoamericanos eran de derecha, civil o militar.
7. Pero ¿realmente volverán esos tiempos? ¿Está el Perú para seguir anclado en el pasado y continuar su forma de vida “como si no pasara nada”? ¿Realmente no va a pasar nada? Porque si un suceso de estatura mundial como la crisis del neoliberalismo no ha “afectado” al Perú, ¿qué entonces tendría que ocurrir para que algo cambiara: un cataclismo?
8. En el fondo, señor Basombrío, aquí lo que se está definiendo no es si Humala llegará o no al poder vía elecciones democráticas sino cuánto tiempo más podrá la clase alta limeña-peruana conservar sus privilegios de más de 500 años. La pregunta es si podrá veranear en el 2012 como lo ha hecho hasta ahora en “Eisha” sin el temor de verse desplazada para siempre del poder.
9. Aquí está la raíz de la inquina, del odio visceral, que le tienen a los movimientos tipo Humala; porque significan que la marea que sacude al entorno nos está llegando. Solo así se explica por qué tan temprano empieza la campaña de desprestigio, con la complicidad de todos los que pertenecen a la clase dominante, sin importar si se violan o no las leyes para tal fin. La consigna es: evitar que llegue el “mal”, a las buenas o a las malas.
10. ¿Podrá la derecha peruana impedir el avance de la historia? Eso lo veremos.
Muchas gracias.
Yo no sé si la gente que comenta este (muy buen) blog lee las indicaciones que están, claramente y en mayúsculas, sobre este casillero. Nunca insultos. Nunca ofensas. Y sin embargo leo términos como "imbécil", "rufián", "echadazo". Un blog como este no es un foro de fans de RBD ni de las barras bravas del Hungaritos Futbol Club, sino un blog serio sobre un tema serio que nos afecta a todos... de principio a fin. Todos los citados insultos, además, van agregados a clichés tipo "Eisha" (¿no tienen una forma más inteligente de atacar a la insufrible burguesía nacional? ¡Consíganse otra playa, no sé, alguna más pituca, que Eisha fácil ya fue... no sé... Piedritas, Palabritas, pero cambien el cassette y háganlo ya!).
No obstante, aunque están fuera de foco, respeto mucho las super subjetivas y viscerales opiniones de radiohaya y Luis Enrique.
Y digo todo esto porque a mí sí me ha gustado el artículo de Basombrío. Ni Fujimori, con todas las atrocidades cometidas y judicialmente ya demostradas, me genera la rabia que me produce AGP (sí, también soy visceral), precisamente su padrino político por eso que con mucho tino identifica Basombrío: la habilidad de García como animal político. Basombrío dijo que Alan tiene buenos y milimétricos reflejos como jugador de ajedrez en esta cancha. No dijo que fuera un gran presidente o una buena persona. Quizás tener lo primero en demasía se contrapone con lo segundo, que es lo que necesita una democracia.
Sobre Ollanta Humala, también de acuerdo. No considero que tenga malas intenciones, quiere representar a sectores históricamente ninguneados (lo cual es absolutamente legítimo y necesario en una democracia) y como dijo Carlos Tapia alguna vez a La República, es, ciertamente, un hombre que a pesar de su formación militar y la radicalidad de su discurso, es un hombre que genera afecto. Es un pésimo jugador de ajedrez político, pero no produce ideas ni tiene una agenda de políticas públicas serias y articuladas con un proyecto de país. No está preparado para gobernar el país.
También acierta cuando señala que en el Perú jamás verás a abogados tiroteados después de anunciar por video su posible muerte (lo de Rosemberg en Guatemala debe conmovernos), pero eso no es, ni por asomo, un elogio a García. Acá, en el peor de los casos, un abogado valiente en entornos complicados puede perder el empleo, y si trabaja en el Estado puede ser denunciado y/o encarcelado injustamente, pero nadie dijo que estábamos en el mejor de los mundos. En suma, la contribución de Basombrío no nos pinta a un Perú colorido gracias a la habilidad de un "genio sabio" (?) como quien nos preside. Es un artículo pesimista/realista de un Perú que, sin líderes (anulados por AGP, por supuesto, panorama desértico que nos hace recordar a los 90's del Chino), va sombrío.
Señor Comentarios:
1. En primer lugar, en ningún momento suelo usar palabras fuera de tono. No me acuse ni me confunda con otros. Lo de "Eisha" es un eufemismo, un símbolo que representa, no una playa pues no lo es, sino el producto de 20 años de bonanza que solo sirvió para que la clase alta peruana construyera un balneario exclusivo donde ni usted, ni yo, ni Alan mismo podemos entrar sino pertenecemos al club. Usted es testigo de esa vergüenza que es la pista a "Eisha", la más perfecta del Perú, con unidades de emergencia cada 500 metros y donde las 4x4 se deslizan solas, aun de noche. Allí se fue a parar la riqueza, el esplendor de los precios de los metales: a los bolsillos de los más ricos. "Eisha" es lo que la Bastilla fue para la revolución francesa: un símbolo, una expresión de la segregación, del exclusivismo, del despilfarro, del engaño, de la indiferencia y de todo el fracaso de siglos de la clase dirigente del Perú, que solo miró para sus bolsillos en vez de construir un país.
2. Y finalmente lo que digo no es nada "visceral ni subjetivo" (¿?) sino una respuesta alturada en forma de análisis de la realidad pero desde un punto de vista geopolítico, al margen de las inquietudes locales que muchas veces nos hacen creer cosas como que somos los únicos actores de nuestras vidas y no es verdad, pues por encima de nosotros existen intereses que nos determinan. Lo único que he querido es manifestar ese punto de vista, que creo que complementa el buen artículo del señor Basombrío.
3. Tal vez usted no lo sepa pero no es la primera vez que comento sus artículos y siempre lo hago en el mismo tono y con la misma educación. Lamento que usted, en vez de aportar ideas nuevas, solo diga que le parece muy bien y que está de acuerdo. Eso es, a mi entender, solo adulación, pero no agrega nada de su cosecha.
Muchas gracias.
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