Es un hecho macizo de la realidad que en la espantosa tragedia de Bagua murieron 24 policías, la mayoría asesinados a sangre fría y de la manera más bestial e injustificable. Lo que hasta ahora se discute es la versión oficial de que “sólo” murieron 9 civiles en los enfrentamientos. La razón: de la zona vienen versiones en contrario de distintas fuentes, incluyendo a los propios nativos, que señalan que fueron muchos más. Lo grave del problema que se está suscitando es que en el Perú muy pocos confían en la verdad oficial, así esta pueda ser cierta.
En la página web del El Comercio se publica un despacho con la historia de Emilio Autukay: “indígena de 45 años, busca desde hace cinco días a sus tres hijos que se perdieron durante el enfrentamiento entre policías y nativos del viernes pasado”.
Dice Autukay: “Vine de un lejano pueblo llamado Chipe, que está a dos días de camino de Bagua, y temo que mis hijos Hugo, Wilfredo y Edwin, estén muertos. Ellos están desaparecidos desde que la policía nos atacó el viernes. Hasta hoy (ayer, martes) no los ubico”, dijo el señor Autukay en conversación con The Associated Press”.
En el mismo despacho Roberto Guevara, representante de la Defensoría del Pueblo en la región Amazonas dice “Hemos buscado en la Curva del Diablo, Jorobamba, Cashual y Jahuanga pero no hemos encontrado nada” (…) “hay muchas especulaciones respecto a indígenas desaparecidos por la policía. En realidad hay muchos indígenas que están albergados en casas de personas generosas y como no han establecido comunicación con sus familiares por estar asustados, sus familiares piensan que han muerto”.
Lo real es que la duda ya está instalada.
Una persona moderada, inteligente y ecuánime que ha sido alto funcionario público dice en un grupo privado de discusión sobre la versión oficial:
“¿No te parece una visión sesgada de una de las partes en el conflicto? Al menos para mí, esta versión no cuadra con las 8 balas que recibió Santiago Manuin Valera, dirigente Aguaruna Huambisa de 52 años, pacifista, al que le dieron el premio de
Otra comunicación que me ha llegado en internet dice:
“…cientos de testigos aseguran que muchos restos humanos han sido arrojados desde helicópteros a las aguas del Utcubamba y el Marañón, y que se estaría incinerando restos humanos al más fiel estilo de La Cantuta. En Imazita, la Vicaría Apostólica de Jaén asegura que existen otros enterramientos clandestinos cerca de la base petrolera de Petro-Perú. El número de nativos muertos sigue subiendo y los estimados aseguran que podrían llegar a doscientos”.
Ante las diferentes versiones que circulan -y como la inmensa mayoría de los peruanos- no tengo elementos de juicio para saber la verdad de lo ocurrido y creo que una tragedia así amerita hacer los mayores esfuerzos para encontrarla.
Dadas las cosas como están y si se quiere saber la verdad (entendida, como una versión incuestionable para la gran mayoría y que se acepte como tal en el Perú y en el exterior), ya no basta la versión del gobierno. Debiera conformarse de inmediato una comisión independiente del más alto nivel y credibilidad para todos los sectores que la busque en la zona de la manera más rápida y profunda.
El gobierno debiera ser el principal interesado en tomar una iniciativa de ese tipo. Hay gente (poca es verdad) que podría asegurar credibilidad de las conclusiones a las que arribe para todos. De no hacer nada el gobierno es fácil de imaginar como en la radio bemba, de boca en boca, el número de nativos muertos, y las formas en que los habrían desparecido irán creciendo en los próximos días.
Si eso termina ocurriendo los fantasmas de Bagua perseguirán a Alan García, Yehude Simon y Mercedes Cabanillas hasta el fin de sus días.
8 comentarios:
Para esa desaparición FORZADA ha tenido que haber un plan pre-establecido bien razonado y bien estudiado, por la magnitud de la matanza, por la ferocidad, por lo brutal ha tenido que haber muchas bajas civiles, pero se ha estudiado muy bien como desaparecer los cuerpos. Lo que implica que se confirmaría mi hipótesis de que estamos secuestrados desde el gobierno y en representación del Estado por una ORGANIZACIÓN PROFESIONAL MAFIOSA Y CRIMINAL PARTIDOCRÁTICA.
Estos nuevos fantasmas tendrán que hacer su cola con los que ya persiguen a Alan desde 1986...
si pues de hecho solo 9 no han sido, pero cuantos hay detenidos de los cuales al no comunicarse con sus familiares se les toma por muertos?? de los 8 balazos al dirigente, que tipo de bala es???
y de que tipo de arma procede???
y por los orificios de entrada que direcciones provienen(si es de una fuente o varias)??
se hablo de muertos por bala que presentaban balazos(posmortem) en la cara.(no confirmado)
se deberia poner atencion a las autopsias de los no-policias tambien.
respuestas se pueden encontrar o mas preguntas.
Los aguarunas tienen una mentalidad totalmente distinta de la nuestra. Por eso no es lo mismo enfrentar un paro en la costa que en la selva. Son descendientes de los jíbaros que han sido una de las culturas más agresivas de la Amazonía. Tienen apenas 80 años de contacto con nuestra cultura occidental. Hasta hace 50 años reducían las cabezas de sus enemigos. Son muy amistosos y agradecidos cuando se les trata bien. Pero pueden llegar a ser muy violentos cuando se sienten amenazados. En su cosmovisión el bosque, los ríos y los animales son morada de los espíritus. Por ello atentar contra el medio ambiente es atentar contra su religión. Ver talados los bosques o contaminados los ríos es como si nosotros viéramos destruida la catedral para edificar un centro comercial o algo así. Y han tenido muy malas experiencias con empresas que trabajan en su territorio. Nosotros con nuestra mentalidad cristiana sabemos que hay que perdonar y la venganza es mala. Pero para ellos la venganza es una exigencia. Si no se vengan no acaban de derrotar al espíritu del enemigo y serían considerados como cobardes. El Apu es la autoridad indiscutible de la comunidad. Se le obedece y se le sigue porque se supone que tiene una gran sabiduría ancestral y además está en mayor contacto con las divinidades.
La selva y sus culturas son un enigma para la mayoría de los peruanos de las otras regiones, no solo el Gobierno y los Congresistas. Ha habido pues una total falta de comunicación, y no sólo ahora. Los decretos cuestionados ponen en peligro el sistema de vida de los nativos. Entre ellos hay algunos profesionales y muchos maestros. No se les puede acusar genéricamente de ignorancia. No entienden como nosotros el “ser manipulados” porque las decisiones las toman en comunidad y son refrendadas por la autoridad del Apu.
Estas ideas quizás nos ayudan a entender un poco más el conflicto. El día de los hechos estuvieron presentes nuestro obispo Santiago García de la Rasilla y los párrocos de Jaén y Bagua. Conocen a los aguarunas e intentaron llegar a ellos. La policía les retuvo por varias horas. También estaban en la zona médicos y enfermeras del Vicariato así como los periodistas de radio Marañón (nuestra emisora). No se sabe quién comenzó a disparar. Los aguarunas tenían algunas armas modernas porque varios soldados nativos del vecino Cuartel El Milagro, se fugaron con sus armas para unirse a sus hermanos. Nuestra gente del Vicariato vio por lo menos 25 cadáveres de aguarunas y varios de policías. No se sabe cuantos nativos han muerto porque han desaparecido los cadáveres. Se calcula que unos 40. Si el jueves 4 el Congreso hubiera tratado el tema de los decretos leyes, tal vez se hubiera evitado el enfrentamiento. Esa dilación fue la gota que rebalsó el vaso.
Después del enfrentamiento murieron más aguarunas, cazados como animales. Se sabe ciertamente de 14 casos. Algunos de ellos cruzaron a nado el Marañón (bastante ancho) y se refugiaron en la parroquia de Bellavista. Otros lo hicieron en las capillas de las dos Baguas. Al día siguiente fue la matanza de los policías indefensos. Ese hecho nos llena de horror y de ninguna manera se puede justificar pero hay que entenderlo a la luz del espíritu de venganza propio de la cultura aguaruna.
La gente de estos lugares ha sido muy solidaria con los nativos proporcionando refugio, medicinas y víveres. Incluso mototaxistas con riesgo de su vida llevaban heridos a los hospitales. Hasta ahora quedan casi cien heridos. Hoy el P. Rector del seminario con nuestro camión ha viajado con unos 40 nativos para regresarlos a sus comunidades. Iban con un fiscal y un representante de la defensoría del pueblo.
Con estos tristes acontecimientos todos hemos perdido, y la brecha de desconfianza de los nativos amazónicos hacia el Estado Peruano se ha hecho enorme. El primer paso para rehacer la convivencia debe ser acercarse y dialogar, en sus comunidades, con ellos. Dios quiera que aprendamos la dura lección y en el futuro se eviten estos enfrentamientos.
"Ante las diferentes versiones que circulan -y como la inmensa mayoría de los peruanos- no tengo elementos de juicio para saber la verdad de lo ocurrido y creo que una tragedia así amerita hacer los mayores esfuerzos para encontrarla." Son sus propias palabras. "versiones que circulan" pueden ser infinitas, tales como "el hombre no llegó a la luna" "Oswald no mató a JFK", etc. pero usted mismo reconoce que carece de elementos de juicio al respecto. ¿Que pretende demostrar? que murieron mas nativos que policías, no es la misma lógica fujimorista del "nosotros matamos menos"? Cierto que la responsabilidad política del gobierno del turno no se puede negar ni disculpar, pero igual o mas grave responsabilidad política la tuvieron los azuzadores de tan graves hechos tales como Marisol Espinoza, Yaneth Cajahuanca y Víctor Isla, http://elcomercio.pe/.../candidata-baguazo-cecilia... , https://www.youtube.com/watch?v=menGMaDVFtg ; https://www.youtube.com/watch?v=G4K9686vrkc
“…cientos de testigos aseguran que muchos restos humanos han sido arrojados desde helicópteros a las aguas del Utcubamba y el Marañón, y que se estaría incinerando restos humanos al más fiel estilo de La Cantuta. En Imazita, la Vicaría Apostólica de Jaén asegura que existen otros enterramientos clandestinos cerca de la base petrolera de Petro-Perú. El número de nativos muertos sigue subiendo y los estimados aseguran que podrían llegar a doscientos”. Estas son también "versiones que circulan" ¿Quiénes son esos "cientos de testigos"? ¿Dónde constan esas "declaraciones" de la Vicaría Apostólica de Jaén"? ¿Es eso una investigación seria? De ser cierto, debe probarse, no necesitan para ello al sector público, los investigadores como usted, las iglesias, las ONGs, pueden recabar esos testimonios con nombres propios, documentarlos bajo firma, grabarlos, verificar los nombres que dan, etc., y luego de ello, compendiar toda la información fiable y hacer la denuncia respectiva, si la jurisdicción nacional no les hace caso, se puede acudir a las instancias supranacionales. Han pasado ya varios años, ¿Por qué no lo han hecho ya?
¿Se puede justificar una matanza diciendo que los ejecutores actuaron válidamente siguiendo sus creencias? Con ese criterio, ¿se puede justificar que los terroristas actúan siguiendo sus convicciones, que los fanáticos religiosos actúan siguiendo sus creencias y que en tales casos sus excesos se justifican?
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