miércoles, 27 de agosto de 2014

VISTAZO AL PERÚ, JULIO 2014 (5) EL ESTADO, SUS SOMBRAS Y SUS LUCES (A)/ Alferdo Stecher


Es evidente que tenemos demasiado Estado en cuanto lo que realmente aporta a un mejor funcionamiento de nuestra sociedad, pero también demasiado poco Estado con relación a tareas importantes que no aborda o hace mal. En otras palabras, sobra Estado de mala calidad y falta Estado de buena calidad.
Eso no lo obtendremos por alguna ley milagrosa y en un corto plazo, pero debemos aspirar a lograrlo progresivamente, a partir de una voluntad política en ese sentido y de una política de Estado que lleve a reformas profundas y sostenidas que lo vayan revolucionando para bien. Eso requiere partidos políticos que lo asuman y una revaloración del servicio público de parte de las personas de mayores calificaciones así como respeto por la continuidad de los programas del Estado y de los funcionarios capaces en todos los puestos de dirección. Algo por ahora tan utópico como indispensable. Por lo tanto, requiere que la sociedad civil vaya evolucionando positivamente, lo exija y esté dispuesta a apoyarlo. Y eso está dándose poco a poco.
A pesar de enormes deficiencias, algo de eso tenemos en nuestros ministerios de Hacienda y de Relaciones Exteriores, en algunas entidades como el Banco Central de Reserva, superintendencias y Defensoría del Pueblo, y en varios otros segmentos del aparato estatal. También en algunos promisorios desarrollos en nuestra sociedad.
La Ley Servir, del Servicio Civil,de 2013, que empieza a ponerse en práctica, parece corresponder en cierto grado a ese objetivo, a través de la mejora del nivel de los funcionarios públicos y de los mecanismos de acceso y promoción. No puedo pronunciarme sobre sus carácterísticas.
La mala calidad del Estado central, a pesar de algunos ministros y muchos funcionarios bien intencionados y con cierta capacidad, se siente y percibe más en tres sectores claves.
La salud y la educación públicas parecen seguir en un proceso de continuo deterioro, frente a sus vertientes privadas más interesadas en ganancias rápidas que en brindar un servicio de calidad (claro que con excepciones). La situación de seguridad sigue empeorando y hay el riesgo real de llegar a tener un Estado mafioso.
Un símbolo de ese proceso de corrupción institucional, con enormes ramificaciones, parece ser Rodolfo Orellana, a la vez que evidencia de que todavía hay fuerzas capaces de ofrecer una resistencia efectiva.Hay un movimiento anticorrupción fuera, pero también dentro del Estado, débil, pero notable, con apoyo –selectivo- de algunos órganos de prensa, que hace concebible que podamos contener y quizá hacer retroceder a ese cáncer que nos corroe.
En el caso de la seguridad es inexplicable –en realidad muy explicable por ineficiencia, dejadez y corrupción- que en muchas comisarías haya condiciones materiales insuficientes o deplorables, que se vayan generalizando y agravando los casos de extorsión a empresarios, simplemente con amenazas o a cambio de la protección que la policía no les puede ofrecer, y se multipliquen policías cómplices de bandas criminalesy hasta sicarios, por poner solo tres ejemplos, también ampliamente representados en Lima.
La Municipalidad de Lima Metropolitana tiene algunos planes positivos, ambiciosos, pero corren el riesgo de no ser llevados a cabo por la falta de una política amplia de concertación entre todas o la mayoría de fuerzas políticas. Y las próximas elecciones ofrecen la perspectiva desoladora de tener que escoger un mal menor, cuando sería de esperar que también en la capital comenzara una tendencia a la regeneración de la política también en el plano electoral.


miércoles, 20 de agosto de 2014

VISTAZO AL PERÚ, JULIO 2014 (4)/ Alfredo Stecher

Seguridad Ciudadana
No parece haber sido adecuado el cambio del ministro del Interior, Walter Albán, por lo menos honesto y con planes concretos positivos. Su reemplazo por el general retirado Urresti, del Ejército, increíblemente -en realidad muy creíblemente-, se debería a haber resultado incómodo a la minería ilegal –nefasta, grande y poderosa, en la selva de Madre de Dios-, que ha amenazado con dar a conocer su financiamiento a partidos, también del Gobierno. Su acción como Alto Comisionado en Asuntos de Formalización de la Minería, Interdicción de la Minería Ilegal y Remediación Ambiental, importantísimo por su título, la había reducido a hostigar a la minería ilegal de esa región y a dinamitar parte de su maquinaria, algo positivo, pero con bombos y platillos que -como señaló Fernando Rospigliosi-, ocultaban la negligencia de todas sus demás responsabilidades.
Esto hace temer que la fanfarria inicial, desautorizadora de todos los ministros que lo antecedieron, pueda obviar lo más importante, la lucha contra la corrupción en la policía y el fin del sistema 24x24 –previsto para julio-, para lograr la dedicación exclusiva de los policías. El sistema 24 horas de servicio por 24 de franco, muy mal pagadas, reduce la disponibilidad real de efectivos y, junto con sus bajos sueldos, los induce a ocupar su descanso en empleos como seguridad para empresas y personas. Carlos Basombrío percibe una mezcla de ingenuidad y soberbia –si se supone la mejor voluntad.
Teniendo un juicio pendiente por el asesinato de un periodista en Ayacucho, aunque vale la presunción de inocencia como individuo, no es una situación adecuada para un alto funcionario público, más aún en esa cartera. Pero no sé si es atinado defenestrarlo ahora, cuando al menos ha hecho reconocimiento oficial de la criminalidad común, ha asumido liderazgo y evidenciado sentido común, como señaló Gino Costa ante su investidura, y el proceso judicial puede esperar hasta que salga del cargo –seguramente al cumplir los seis meses de duración promedio, si no ha pisado demasiados callos antes. Sus explicaciones son plausibles, claro que no sabemos si ciertas.
La lectura del pronunciamiento del Grupo Gobernabilidad Democrática y Seguridad Ciudadana, integrado por Basombrío, Rospigliosi, Costa y otros destacados expertos en el tema, me lleva a rectificar la opinión precedente, en el sentido de considerar insostenible su permanencia en el cargo.


Nota: A pedido de varios suscriptores, para facilitar su lectura en dispositivos móviles, estoy limitando la extensión de mis artículos –lo que aumenta su número.

jueves, 14 de agosto de 2014

VISTAZO AL PERÚ, JULIO 2014 (3)/ Alfredo Stecher

Es de esperar que las medidas tomadas en la reciente legislación económica y las anunciadas faciliten también la progresiva formalización de empresas, siempre que se elimine los trámites que realmente son inútiles, absurdos o contraproducentes y favorecedores de corrupción –muchas municipalidades se llevan en eso las palmas- y se mejore los criterios y la eficacia de los encargados del cumplimiento de las exigencias positivas. Esto exige un tratamiento adecuado a quienes están avanzando en formalizarse pero aún no cumplen todas las formalidades.
Parece correcto no vincular los ingresos de las entidades de supervisión a los montos recaudados por multas, lo que favorece una dinámica perversa y, al menos, suspicacias. Supongo que la obligatoriedad de bancarización es un avance. Pero me temo que la condonación de deudas tributarias no beneficiará solo a quienes no pueden pagarlas sin riesgo de quiebra.
En principio soy partidario de una reglamentación más flexible del mercado laboral, siempre que respete de manera equilibrada los intereses de los trabajadores y de las empresas, lo que exige la mayor libertad de sindicalización y el respeto a los derechos que favorecen a los trabajadores, y que las autoridades de Trabajo efectivamente logren garantizar o al menos propiciar eso.
Personalmente destaco la continuidad en el MEF (Ministerio de Economía y Finanzas – en otros países, de Hacienda), un clarísimo mal menor, así como la opción por la Alianza del Pacífico, resistiendo a la tentación de los cantos de sirena bolivarianos; una cierta apertura a lo ambiental, una buena cantidad de ministros responsables en diversas áreas, lamentablemente efímeros.
Pero también el mal desempeño del Gobierno en materia de delincuencia y corrupción, su debilidad ante presiones empresariales negativas y la inconsistencia de muchas iniciativas, por mencionar solo lo más saltante. Sospecho que Heredia, a pesar de sus defectos y ansias de poder, ha sido al menos un positivo contrapeso a las limitaciones de su esposo, en que pesa demasiado la formación militar y subyace la deformación inducida por su padre, que lo llevan a privilegiar a militares, no exentos de sospechas, y priorizar el control del Ejército como base de poder.
Considero positiva la relación con el Programa País de la OCDE (Organización para la cooperación y el desarrollo económicos), de 34 países, inicialmente Canadá, Estados Unidos y Europa occidental, que en América Latina ya incluye a México y Chile, con Colombia en negociaciones y Costa Rica como próximo candidato, es decir, nuestros aliados en la Alianza del Pacífico. La invitación a ser país observador, con perspectiva de inclusión, aunque improbable de alcanzar en un plazo cercano, tiene el mérito de comenzar a medir nuestro desempeño económico y en muchos otros aspectos, particularmente educación y ambiente, con sus estándares, que, siendo discutibles, y que tienen que ser adaptados a nuestra realidad, son indudablemente una referente de comparación mayor para nuestros políticos y nuestras empresas, algo no muy potente, pero básicamente positivo. En Chile el impacto es claramente favorable.
Es muy significativa la adquisición de la mina cuprífera Las Bambas, en Apurímac, acaso la mayor inversión minera china en el mundo (después de haber adquirido otras minas grandes de menor tamaño, incluso en Cajamarca), que, junto con el incremento del intercambio comercial y el anuncio del financiamiento del ferrocarril interoceánico desde Brasil indican claramente el interés de China de asegurarse fuentes de materias primas así como sus proyecciones geoestratégicas de largo plazo, como complemento a su priorización del eje bolivariano. Lo triste es que reemplace a una compañía minera, XStrata Copper, anglo-suiza, ahora fusionada con la también anglo-suiza Glencore, con más elevados estándares de responsabilidad social y ambiental (aunque no sin defectos).
Nos conviene aprovechar el interés de China, cuidando de no caer en la tentación de un alineamiento político contra el eje EEUU-Europa, cada vez menos imperial y considerablemente más democrático e interesado en promover la democracia a nivel internacional –con lamentables traspiés por cierto.
 Grafica la crisis endémica del Gobierno, salvo del MEF, y su gran disfuncionalidad, la frase del ahora ex Premier René Cornejo, recogida por Augusto Álvarez Rodrich, “Hay permanentemente un trabajo con los ministros para ver el mejor momento para que puedan dejar la cartera”, ¿para poder obsequiar con ella a otra persona? En ese trabajo sí son eficaces –aunque no para intuir su propia caída. Todo indica que el principal actor desestabilizador es la primera dama.
La destitución de Cornejo es positiva, aparte de inevitable ante el -relativamente pequeño- escándalo suscitado. Provoca dudas su reemplazo por Ana Jara, estrecha aliada de Heredia, y es claramente negativa la elección de Ana Solórzano en la presidencia del Congreso (a pesar de ser positivo que dos mujeres ocupen simultáneamente y por primera vez ambos cargos). También en Chile por primera vez una mujer, Isabel Allende (no la novelista) ocupa la presidencia del Senado.
En este caso Heredia está por ahora haciendo lo contrario de lo que le recomienda Alfredo Torres en un reciente artículo en El Comercio: para tener una menos frágil mayoría, una alianza con Keiko, ya que ambas, por su edad, pueden mirar el largo plazo en sus aspiraciones a la presidencia. El problema es, al menos, que es Keiko Fujimori, y su padre tiene una aspiración de corto plazo.

Concuerdo con Torres en que sería positivo para el país si ellas se pusieran de acuerdo al menos en dos puntos mínimos: Respecto de la regionalización, prohibir la reelección inmediata; respecto de la ley de partidos, eliminar el voto preferencial (aunque inicialmente yo lo consideraba positivo) y forzar una democracia interna, haciendo obligatorias primarias internas para la elección de candidatos, organizadas por la ONPE (Oficina Nacional de Procesos Electorales), con padrones del Reniec (Registro Nacional de Identidad y Estado Civil) con la supervisión del JNE (Jurado Nacional de Elecciones). Menuda tarea, pero importante para nuestra democracia y para la lucha contra la corrupción.

miércoles, 13 de agosto de 2014

LA CIFRA DE REQUISITORIADOS CAPTURADOS TAMPOCO CUADRA/ Gustavo Carrión Zavala.

Revisando los reportes ofrecidos por el titular del Sector Interior y los anuncios de su accionar en el período que va del 23 de Junio al 23 de Julio del que rige, nos impresionaron las cifras de capturas a requisitoriados por diversos delitos, pues de tener explicación se trataría de un logro sin precedentes.
Nuestra experiencia en temas policiales, nos dice que la media mensual de captura de requisitoriados bordea en todo el país , las dos mil capturas y si el Ministro anuncia que en el período en cuestión logró CINCO MIL NOVECIENTOS DIECISEIS , estaríamos verdaderamente ante un logro colosal.
Empero, con fines de validar las informaciones recibidas, revisamos el número total de requisitorias grabadas en el 2014, de enero a julio (las requisitorias deben ser renovadas por los jueces cada seis meses, caso contrario automáticamente son suspendidas de la grabación), las requisitorias suspendidas y las capturas que se han efectuado realmente en el mes del anuncio, nos damos con algunas inconsistencias.
En todo el mes de Junio, incluyendo los 22 primeros días, se lograron capturar 1411 requisitoriados (1243 varones y 168 mujeres); y en el mes de Julio, la cifra de requisitoriados capturados fue de 1590 (1459 varones y 131 mujeres) contabilizados hasta el último día del mes, ergo se consideran en estos datos dos meses . Por una simple adición de capturados en dos meses, tenemos la cifra de 3001 que dividido entre dos meses, nos arrojaría un aproximados de 1500 mensuales, que representa el 25.35% del total anunciado
No creemos que ex profesamente se aumenten cifras, pues ello generaría en la ciudadanía falsas confianzas que podrían favorecer el accionar criminal, por tanto, nos toca asumir que ha habido un involuntario error en el anuncio o que pueda explicarse mejor el método de cálculo de capturas de requisitoriados.

En notas anteriores, habíamos tocado el tema de cantidad de policías en contraste con la calidad en la formación policial de los mismos, y probablemente con abuso del lenguaje, dijimos que las Escuelas de Formación habían devenido en “fábricas de policías”, pidiendo nuevamente licencia por abuso en la expresión, esperamos que en este frenesí fabril, no se esté recurriendo a la “maquinita” para fabricar requisitoriados inexistentes o se nos acuse nuevamente de descerebrados por cuestionar resultados que deben ser convenientemente acreditados y explicados. Finalmente, si sirve para entender mejor las cifras, podemos mencionar que el acumulado de lo que va del 2014 en cuanto a capturas de requisitoriados por diferentes delitos, arroja la cifra de 10,768 en siete meses, lo que implicaría que más de la mitad se capturaron en el período (un mes) informado por el ministro.

viernes, 8 de agosto de 2014

Alfredo Stecher/VISTAZO AL PERÚ, JULIO 2014 (2)

Matizando mi algo lúgubre introducción, cuando hablo de abismo -algo que no nos espera si actuamos mejor-, nos miro en el espejo de otros países, con evoluciones diferentes, pero no imposibles de imitar -sin querer queriendo- de parte de diversos actores: la terrible espiral de violencia en partes de Centroamérica, el progresivo descalabro y polarización creciente de Venezuela, la lenta decadencia de Argentina, el autoritarismo en Ecuador, por referirme solo a nuestro continente.
Felizmente tenemos fortalezas para la resistencia y regeneración frente a los males que he señalado: Somos una sociedad que evidencia optimismo ante las adversidades, un pueblo acostumbrado a resistir grandes males y a salir adelante, sobreviviente de la insanía terrorista y la represión estatal, así como del desastre del primer gobierno de García –vivido, o escuchado de padres y abuelos, con mucho empuje e inventiva, con bastante solidaridad y sentido de comunidad, con cariño hacia la infancia y la vejez, con enorme disposición y capacidad de ahorro -entre las más altas del mundo, como nos acaba de recordar Richard Webb en un artículo en Lampadia-, no mucho en el sistema financiero, pero sí en la progresiva autoconstrucción y mejora de viviendas, así como en la capitalización de sus negocios con mercadería, máquinas y vehículos de trabajo, en las ciudades y cada vez más también en zonas rurales. Todo esto parte de la cara positiva de la informalidad total o parcial.
En Lima me llama siempre la atención la mayor amabilidad de la gente, con una elevada proporción capaz de responder una sonrisa o hacer un gesto ante una disculpa por un roce involuntario –en supermercado o en la calle- o ceder su asiento a una persona de edad. Y la frecuente atención preferencial a la Tercera Edad y mujeres embarazadas.
Nuestra capacidad de indignación y de protesta, aunque algo aletargada, está vigente, y tenemos que estimularla, orientarla y encauzarla, junto con el desarrollo de alternativas y ejemplos desde todas las esferas de actividad, como individuos, como instituciones y como colectivos, apoyando las tendencias señaladas.
Si bien tenemos mucho más leyes de lo necesario y cumplible –siendo las necesarias de mala calidad-, y un afán poco racional de tratar de resolver cosas con más leyes, hay alguna legislación reciente –necesaria-, más positiva que negativa, a pesar de graves limitaciones. Los cambios últimos más importantes son la legislación económica y la reforma universitaria, que tocaré más adelante.
El paquete de reactivación económica, que incluso corrige leyes recientes, aunque tardío, como de costumbre –ante la evidencia de una reducción de las exportaciones y una desaceleración del crecimiento, principalmente por los cambios en el mercado internacional y por la postergación de grandes inversiones (en parte también por condiciones internas)-, responde a la real necesidad de eliminar trabas contraproducentes a la inversión y al desarrollo económico –la llamada tramitología. Es cierto que a todo nivel del Estado (aunque también, en menor medida, en empresas privadas), hay normativas, exigencias, incumplimientos y maltratos que afectan no solo a los ciudadanos sino también a las empresas, e incluso a otras instancias del Estado.
Es evidente que en un país con alta fragilidad institucional una mayor desaceleración, que desemboque en una crisis económica, podría poner en riesgo mucho de lo avanzado, incluido todo el sistema mal que bien democrático y el sumamente deficiente Estado de derecho.
Lamentablemente el cambio legislativo cede también ante exigencias desde el sector privado de eliminar requisitos y procedimientos que sí son importantes para un desarrollo más sostenible, de protección efectiva del medio ambiente y de derechos de la población, con frecuencia incumplidos, sea deliberadamente -por codicia y/o desprecio clasista y racista de quienes mandan-, sea por limitaciones, errores o intereses propios de los funcionarios encargados. La empresa privada, no por serlo, ni por ser grande, ni por ser transnacional, está exenta de ineptitud e ineficacia, al menos en sus formas de miopía y de laxitud, y en muchos casos el afán de ganancias exageradas y rápidas –propio o de los accionistas- subordina todo lo demás. El alargamiento de muchos trámites se debe también a deficiencias, con frecuencia muy serias, y a veces deliberadas, en los proyectos y estudios entregados por las empresas.
Esto es especialmente evidente en el caso de la normativa ambiental, que, bien diseñada y aplicada, no solo en sus estándares sino especialmente en sus procedimientos, tanto por el Estado como por las empresas, es más bien un factor favorable para la inserción virtuosa o menos conflictiva de las empresas en su entorno y para su imagen nacional e internacional, así como indispensable para proteger a poblaciones de daños evitables y compensar adecuadamente los inevitables.
Me parece que la continuidad del ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, si dura en el cargo, es un indicador –ojalá- de que desde el Gobierno se mantendrá un cierto nivel de protección, como contrapeso, claramente insuficiente, pero importante.
Es urgente para el interés social y de las propias empresas socialmente responsables, en el marco de una regulación razonable, con estándares exigentes, pero realistas, que las instancias ya existentes de prevención de daños ambientales y maltratos a poblaciones tengan una mayor eficiencia, capacidad de cobertura y celeridad, con un control adecuado, que además nivele la cancha para todas las empresas.
Un criterio básico debería ser el facilitar la inversión y funcionamiento de las empresas más serias y dificultar el de las más irresponsables, rentistas y corruptoras.


PRIMER ANÁLISIS DEL PLAN NACIONAL DE SEGURIDAD CIUDADANA 2013 – 2018/ Ricardo Valdés Cavassa

Habiendo transcurrido más de un año de la  promulgación de este Plan, algunas inquietudes surgen como consecuencia de lo expresado por el propio Ejecutivo en el documento que se puede encontrar en la página WEB del Ministerio del Interior. 

Según el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana 2013-2018, aprobado por DS 012-2013-IN como política nacional el 28 de julio de 2013, en la sección relacionada al diagnóstico  se  afirma que:

-"En la actualidad, las 1397 comisarías existentes en el país cuentan con 34,805 policías, es decir, una tercera parte del personal a nivel nacional. De estos, solo uno de cada tres realiza labores de patrullaje (34.3%)" (Página 73). Por lo tanto, de acuerdo a la cita,  a nivel nacional sólo  11, 939 policías realizan labor de patrullaje. Si le aplicamos el 24 x 24 tendríamos que, en la práctica van a las calles solo  5969 policías a nivel nacional. No se conoce lo que el gobierno ha realizado para revertir esta situación ni cuál es el verdadero número de policías patrullando las calles en el Perú en agosto de 2014.

"Entre 1989 y 2005, mientras la población nacional se incrementó en 30% el número de policías se redujo en 27%, pasando de 120 mil a poco más de 87 mil. Desde entonces, ese número se incrementó hasta llegar a 106,566 efectivos en enero de 2013, lo que representa un ratio de 286 habitantes por policía. No obstante, el problema reside en el régimen laboral que permite que los policías trabajen para terceros en sus días de descanso a través de los denominados servicios personalizados, lo que impide que la institución haga uso efectivo de su personal para el servicio público" (página 74)

Dos preguntas, ¿Si a enero de 2013 contábamos con 106,566 policías....¿llegaremos a 136 mil policías a diciembre de 2014? y,  si el régimen laboral es un impedimento tan importante ¿qué régimen laboral se tiene planeado crear para transformar este problema en una solución para  el servicio público?

-De acuerdo a los principales resultados  del Primer Censo Nacional de Comisarías 2012 realizado por INEI y que el Plan de Seguridad Ciudadana  asume como parte de su Diagnóstico hace apenas un año, se presentan las siguientes situaciones (página 74):

          - El 52% de las comisarías no cuentan con título de propiedad, razón por la cual no puede invertirse  en infraestructura de acuerdo a las normas de inversión pública.

          - El 53.3% no cuenta con infraestructura adecuada y en buen estado.  Estamos hablando de 745 comisarías. Se encuentra relacionado al punto anterior. También se menciona que el 46.2 % de las comisarías no dispone de ¡servicios básicos!

          - El 40.7% no cuenta con computadora operativa. También se mencionan  las computadoras obsoletas en esta cifra.

          - El 70.1% no cuenta con conexión propia a Internet. Con lo cual  las computadoras en realidad funcionan como máquinas de escribir con memoria. Es decir de las 828 comisarías  (el 59.3%) que sí cuentan con computadora operativa, sólo 247 tienen conectividad propia, lo que en la práctica se reduce  al 17.7 %  las comisarías  a nivel nacional  que  se encuentran interrelacionadas para enfrentar la inseguridad ciudadana. En otras palabras, más de 8 de cada 10 comisarías  no se encuentra interconectadas. A este problema se le agrega otro ya que aún no se encuentra en funcionamiento el sistema de radio integrado.

Ahora bien, de este reducido número de comisarías con conectividad propia (apenas 247 comisarías):

          - El 87.8% no tiene acceso al sistema de denuncias policiales. Es decir, que  sólo el 12.2 % de las que tienen conectividad pueden verificar en línea el sistema de denuncias policiales, lo cual nos reduce la cifra a 30 comisarías a nivel nacional con capacidad para verificar de inmediato las denuncias, es decir el 2.14 %  de todas las comisarías.

          -El 86.5% no tiene acceso a información de Registros Públicos. Con lo cual  el 13.5 % de las 247 con conectividad, es decir sólo 33 comisarías de las casi 1400 comisarías en todo el país pueden consultar, por ejemplo, la titularidad de los inmuebles bajo investigación.

          -El 61.2% no tiene acceso a la información de RENIEC, o en otras palabras, apenas 95  comisarías pueden consultar y verificar en línea la identidad de las personas mientras que más de 1300 comisarías no pueden verificar la identidad de los detenidos por cualquier delito o falta.

          -El 45.5% no tiene acceso a requisitorias policiales.  En este caso estamos hablando de policías que deben acceder a información policial. Sólo 112 comisarías pueden acceder a las requisitorias policiales. En el caso de las otras 1285 comisarías, por falta de computadoras, o de conectividad o de acceso al sistema de requisitorias ellas no pueden verificar de inmediato si la persona que tienen al frente se encuentra con requisitoria o no.


 Estos son sólo algunos ejemplos que el propio Plan Nacional de Seguridad Ciudadana menciona como retos muy importantes. Si ese es el Plan, ¿porqué no hablar de él? ¿De sus indicadores? ¿De sus avances o retrocesos? ¿Por qué entregar otras cifras  de "éxito" si la penosa realidad que debemos modificar ya se encuentra admitida en el Plan? Resulta incomprensible, si es que realmente se ha avanzado en este último año en seguridad ciudadana, que el Presidente no nos haya proporcionado  los avances realizados para revertir la triste realidad de nuestras comisarías y policías a nivel nacional, de acuerdo al Plan que aparentemente guía el accionar del estado en Seguridad Ciudadana.  ¿Es posible que el avance en este último año haya sido nulo o muy pobre?

lunes, 4 de agosto de 2014

¿SÓLO CANTIDAD DE POLICIAS?/ Gustavo Carrión Zavala

Integro un grupo de ciudadanos preocupados por  la creciente marea criminal y la inseguridad ciudadana (Ver http://gruposeguridadciudadanaperu.blogspot.com/).
Nuestro grupo quiere promover un debate que dé luces para resolver el principal problema de la población. Por ello en nuestro primer pronuciamiento , se plantearon algunas cuestiones básicas a ser , por lo menos, abordadas por el presidente Humala en su mensaje al Congreso de la República y a todo el país, con ocasión del aniversario patrio. 
En los austeros seis minutos que dedicó a la seguridad ciudadana anunció, entre otros aspectos, que al culminar el ano, el efectivo de la Policía Nacional se incrementaría  en treinta mil policías nuevos, egresados de las veintisiete escuelas de suboficiales desplegadas a lo largo del territorio nacional. Al margen de lo confuso del anuncio, de si se trataba de treinta mil policías más o se refería a policías nuevos, o si la cantidad anunciada se compadece con la realidad, expreso preocupación porque pareciera que la referencia está hecha  en relación a metas cuantitativas de policías, relevando a posiciones subordinadas por no haber sido mencionado, la calidad de estos nuevos policías.
Diera la impresión que se tratara de una “fabrica” de suboficiales a ritmo acelerado en las escuelas con fines únicamente de satisfacer o cumplir una promesa inicial, de lo que no estamos seguros es si los treinta mil nuevos policías (de ser el número real), habrán logrado a través de su formación policial modificar la conducta de ingreso y alcanzado el perfil diseñado para ejercer función policial como suboficial de tercera.
Nuestras dudas y preocupaciones, se refieren básicamente a la incapacidad de la Policía para sostener uniformemente una formación de calidad en la diáspora de escuelas instaladas en las diferentes regiones del país y que la delicada formación que requiere el agente policial que se encargará de mantener la indemnidad de las personas en su vida, bienes y ejercicio de libertades y derechos, difícilmente se logrará a pasos forzados y con infraestructuras educativas sumamente débiles.
El pensum que corresponde a la formación de suboficiales, en la mayoría de escuelas, es desarrollado por los oficiales que laboran en la jurisdicción donde se ubica la escuela, ergo, en la mayoría de casos se trata de policías que no necesariamente están habilitados para el ejercicio docente y que compensan su falta de capacidad para formar nuevos policías, con la incidencia en formación militar, propia para el entrenamiento de soldados, pero no para policías que deben actuar en cumplimiento de una función de naturaleza civil y al servicio del ciudadano.
Son comunes las ausencias de los instructores designados en  las aulas, al tener que privilegiar el cumplimiento de la función policial a la cual están asignados, optando por delegar en policías bajo su mando para que los reemplacen, leyendo los reglamentos a los alumnos, sin mayor dimensión crítica de la enseñanza.
La trascendencia de esta formación improvisada, es que artificiosamente se hace creer a la ciudadanía que la mayor presencia de policías logrará reducir la incidencia criminal y devolverá niveles apropiados de seguridad. Ello obviamente no viene sucediendo, y si el presente año se completarán los anunciados treinta  mil, obviamente han venido egresando desde el 2011 y que estamos en el tramo final, por tanto deben haber en servicio más de la mitad de la cantidad  anunciada, sin que esta mayor presencia de policías haya logrado revertir la inseguridad que se ha convertido en el principal problema reconocido por la población.
La formación de nuevos policías debe acreditarse y comprobar si alcanzaron el perfil, antes de salir a ejercer una función tan delicada como la que le toca cumplir a la policía y los que ya están en el servicio, comprobar a través de las entidades educativas de la sociedad civil (universidades), si están realmente calificados para seguir cumpliendo la función o requieren de una complementación formativa.
Como un acercamiento a lo que se viene sosteniendo, y basados en estadísticas oficiales, en el caso de una escuela en el norte del país, de la cual han egresado desde el 2011 a la fecha más de trescientos nuevos policías, en el mismo período la violencia se ha duplicado año a año , especialmente en los asesinatos por sicariato, robo agravado y asaltos a personas. Consultados algunos de los nuevos policías sobre su formación, acusan serias deficiencias y confiesan que en todo su período de formación no han disparado más de cinco cartuchos en el mejor de los casos.
Es a estos suboficiales a los que se asignan y/o venden armas de fuego para cumplir su función, sin estar habilitados técnicamente en el manejo de armas ni en la determinación del momento y condiciones de su empleo, habiéndose producido graves incidentes por impericia en el uso de armas.
No se debe perder de perspectiva, que estas coyunturales medidas de incremento apresurado de número de policías, están provocando que estos mal formados policías, no sólo se conviertan en un riesgo de seguridad, ellos permanecerán en la institución treinta años, por tanto lo coyuntural se va convirtiendo en estructural.

La reorganización o refundación de la policía debe entrar a cuestionar el actual agotado modelo de policía militarizada, para dar paso a una institución que responda a las características ciudadanas de la función que le toca cumplir a la policía, entendiendo finalmente que es la policía una institución que promueve la convivencia pacífica y sin puntos comunes con la tarea que corresponde a las fuerzas armadas, que no es otra que la de mantener incólume el territorio nacional, frente a intereses y fuerzas externas.

viernes, 1 de agosto de 2014

VISTAZO AL PERÚ, JULIO 2014 (1)/ Alfredo Stecher

Ahora que radico en Santiago de Chile, por razones familiares y de salud, hago ocasionales viajes de unas dos semanas a Lima, también por añoranza, y trato de compenetrarme lo más posible con la evolución de nuestro país, a través de intensas lecturas periodísticas, intercambios con amistades, conversaciones con taxistas, observaciones y vivencias. El último, hace unas semanas.
En mi faceta de analista quiero expresar lo que ese vistazo me ha permitido entender, ojalá adecuadamente. Y dejar sentada mi posición ciudadana y política no partidistaen algunos temas controversiales, también para clarificármela –siempre dispuesto a rectificar ante nuevas evidencias y argumentos.
He esperado contar con el probable cambio de gabinete, que se adelantó, y el discurso presidencial del 28, así como las primeras reacciones ante éste, para completar mi imagen actual.
Resumo mis impresiones en que, a pesar de terribles deficiencias y retrocesos, seguimos teniendo motivos para un optimismo (muy) moderado respecto de la posibilidad de seguir construyendo un Perú mejor para todos, a pesar de que, exagerando poco, la escena política es espantosa –que recuerda a González Prada, la pus-;la estatal, lamentable; la económica, solo moderadamente satisfactoriagracias a la política macroeconómica; la social,muy preocupante; la cultural, limitada. Pero en todas las áreas hay síntomas de cambios que, de no traernos abajo el precario andamiaje de nuestro sistema económico y político, de no perder el equilibrio en nuestra cuerda floja, nos dan perspectivay nos ayudan a mejorar.
Lo más negativo: La clase política es, por lo general, de una mediocridad preocupante, en gran parte sin vocación de servicio público, y, por decirlo eufemísticamente, de muy bajos estándares éticos, con predominancia del afán de poder, de la codicia y del parasitismo; entre nuestras autoridades estatales, a todo nivel, sobresalen los más corruptos e ineptos, y el aparato estatal es principalmente disfuncional, también por ineptitud, insuficiente calificación e inestabilidad, cuando no perverso, a pesar de los esfuerzos de mucha gente proba y esforzada en su seno; la confianza de la ciudadanía en las autoridades e instituciones está por los suelos; nuestro sistema educativo es, en promedio, de una calidad deplorable, a todo nivel. Nuestra sociedad sigue siendo muy desigualy discriminadora, también lastrada por diversas lacras en todos sus niveles. La institucionalidad social está en general poco desarrollada, con muchas disfuncionalidades. Los partidos son, en su mayoría, de caudillos y efímeros, ylos pocos estables languidecen.
En nuestro mundo empresarial, que enfrenta por cierto escenarios muy complicados, todavía predominan, a toda escala, concepciones socialmente poco o no responsables y un afán de lucro desmedido, y mucha corrupción activa o al menos pasiva;en el marco, en general de una inmisericorde lucha por la sobrevivencia, en la que la mayoría sucumbe, muchos a pesar de gran esfuerzo. El tráfico en Lima es caótico y se impone desde el Gobierno –repetición del “error” de García con la primera línea- la construcción inmediata de un costosísimo ramal de metro –sistema importante a mediano plazo- en la ruta de menor demanda de las previstas (en vez de generalizar primero el eficiente Metropolitano a toda la metrópolis, con una inversión de la cuarta parte). Nuestro sistema judicial está en gran parte putrefacto, las fuerzas armadas no destacan por calidad profesional y honradez, la policía está corroída y desmoralizada yla criminalidad continúa en aumento y con organizaciones más peligrosas. En la Iglesia Católica sigue teniendo un peso gravitante el cardenal Cipriani. Y un largo etcétera en la misma tonalidad. Es como para deprimirse –lo que no nos debemos permitir.
Estamos en muchos aspectos en un plano inclinado descendente, ojalá no cerca de un abismo, lo que tiene que ser revertido con urgencia, con inteligencia, con realismo, con dedicación y con responsabilidad. Otra manera de verlo es la de un vehículo que avanza con los frenos puestos y pisando a cada rato el embrague, sin lograr pasar de segunda.
Para contribuir al fomento de nuestro optimismo -realista-,he tratado de hacer un balance equilibrado de algunos cambios importantes observados y me he hecho también unano exhaustiva lista de hechos esperanzadores, con un orden algo arbitrario, pensando especialmente en quienes, entre mis amistades y lectores, ven solo el vaso medio vacío –o más propiamente, tres cuartos vacío y no un cuarto lleno; convencido de que, siendo necesarias las denuncias y los castigos, sociales y judiciales, es aún más importante estimular las acciones y tendencias positivas que permitirán, de manera paulatina, en general más bien silenciosa y con ocasional fulgor, generar el tejido social, las ideas y las capacidades que posibilitarán saltos cualitativos, menores y mayores,en todos los ámbitos.
De lo observado, lo más importante es que Humala –en tándem con Heredia-, a pesar de todas sus enormes limitaciones y errores, no se ha traído abajo nuestro con razón criticado y vapuleado pero necesario “sistema”, en cierto grado democrático, que, con presiones adecuadas, tiene capacidad de evolución lenta, y es bastante menos malo que un régimen dictatorial y el caos.
Algunas amistades me lo critican, pero yo, a la vez que buscando mejoras y cambios profundos, el bien mayor, valoro en situaciones concretas el mal menor, sabiendo que es más fácil que se vacíe el vaso a que se llene. Hace décadas he superado la idea idealista pero errónea de mi juventud, de que la antagonización y extremar el conflicto llevan inevitablemente a un sistema superior.
Seguramente hay cosas que han escapado a mi radar o a los que he prestado insuficiente atención, y obviamente puedo estar equivocado en muchos aspectos, pero espero que lo señalado contribuya a la discusión nacional sobre nuestra situación y perspectivas, y quizá ayude a algunas personas de otros países a comprender mejor lo que está pasando en nuestro país.

Anuncio que, además de seguir participando en este blog colectivo, Espacio Compartido, en tan buena compañía, estoy iniciando un blog personal, Tendiendo Puentes
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en el que también aparecerán mis artículos y mensajes menores, para facilitar la interacción con personas que me leen.