miércoles, 27 de marzo de 2013

FRANCISCO, ESPERANZA - LUCES Y SOMBRAS/ AlfAlfredo Stecher


 Quiero expresar mi esperanza - desde fuera de la Iglesia Católica, y de toda iglesia (aunque de formación luterana) -, de que el nuevo Papa sea para la humanidad una fuerza de mejora significativa.
Escribo esto también recordando a mi difunto padre, quien fue primero franciscano, formado en los seminarios de Cochabamba y del Cusco, y luego cura seglar, uno de los pocos en el Perú capaces de conversar en latín (y de predicar en quechua). Para casarse con mi madre, maestra en el colegio Santa Úrsula, dejó los hábitos y su iglesia, encontrando amparo espiritual en la iglesia luterana, que sentía más cercana; además tanto su madre, con la que nunca vivió, como el padre de la mía eran luteranos. Ya adultos sus hijos, y gracias a su amistad con el cardenal Landázuri, logró la dispensa papal de sus hábitos y volvió al redil.
Pienso que la elección de Mario Jorge Bergoglio lo hubiese alegrado, no solo por el nombre adoptado - sin dejar de tener cierta reserva franciscana por ser jesuita. Y creo que hubiese apreciado lo que estoy escribiendo, sin estar totalmente de acuerdo. Aunque quién sabe, muchos hemos ido evolucionando con los cambios en nuestras sociedades – no solo Bergoglio. Sé que mi padre estaba a favor de una iglesia más humilde y con mayor compromiso social, así como del celibato voluntario y del uso de anticonceptivos, y aceptaba el divorcio.
Como a muchos, me alegra que la cabeza de la iglesia más poderosa en el mundo, sea de una orden actualmente destacada por su compromiso con los más necesitados y su interés por el conocimiento científico, que sea un latinoamericano, con sentido común y empatía, además de tener experiencia más cercana con la vida real de la gente no privilegiada. En ese sentido los cardenales han ratificado la rehabilitación de los jesuitas iniciada por Benedicto XVI, después de su relegación de parte de Juan Pablo II a favor de órdenes como los Legionarios de Cristo y el Opus Dei.
Celebro los gestos de Francisco, consistentes con toda su conducta previa, de humildad y sencillez. Valoro los síntomas de que quiere alejarse del rol papal como monarca absoluto, con una corte como las de hace siglos, y transformar el gobierno vaticano en algo más horizontal, colegiado, retomando algunos elementos importantes de la gran reforma inconclusa e interrumpida que significó el Concilio Vaticano II bajo Juan XXIII. Y aprecio su actitud ecuménica, de cordialidad hacia otras confesiones.
Tiene la tarea - y ojalá lo logre, de reformar y limpiar la Curia, de descentralizar la administración de la Iglesia, de insuflarle un espíritu de mayor compromiso con los más desposeídos de dinero y de poder, de continuar con la condena firme y pública de los abusos sexuales de parte de sacerdotes, y, ya que está fuera de su óptica cambiar al respecto lo esencial, favorecer al menos una mayor y más valorada participación de la mujer y una mayor tolerancia en materia de doctrina sexual. Sus exabruptos anteriores como la calificación del matrimonio entre homosexuales como guerra contra Dios, y el rol del Diablo, han sido luego corregidos con actitudes de respeto y diálogo poco frecuentes en la jerarquía eclesiástica, incluida la aceptación de acuerdos de vida en común para homosexuales.
Un gesto que pinta a Bergoglio como un ser humano positivo es su cercanía personal a divorciados, homosexuales y aún travestis, así como a enfermos de sida y a recolectores de residuos reciclables en la basura. Su aprobación reciente, cambiando su posición anterior, a que una pareja de homosexuales adoptara un niño, es una evidencia de apertura poco frecuente en la jerarquía eclesiástica.
Por su actuación consistente, y concordando con lo expresado por el premio Nobel de la Paz Pérez Esquivel y el obispo argentino Hesayne - quien a diferencia de Bergoglio se enfrentó abiertamente a la Junta Militar-, considero infundada la acusación de que en tanto provincial de los jesuitas haya entregado a la represión a dos de sus sacerdotes injustamente acusados de colaborar con la guerrilla. Ya arzobispo y a nombre del obispado argentino, que incluía a muchos obispos colaboradores con la dictadura, pidió perdón por omisiones y acciones cometidas por la Iglesia en su cercanía a la dictadura militar.
Creo que para la Iglesia Católica es un gran paso adelante, en un momento de enormes tensiones internas por el peso de la tradición formalista y machista frente a la evolución social. Le deseo éxito.
Y aquí comienzo con el lado oscuro. Al fortalecer a la Iglesia Católica, fortalece no solo sus aspectos positivos sino también los negativos, que son especialmente significativos en países de mayoría católica. Es en general un freno a la necesaria secularización de la vida política y de separación entre los asuntos del Estado y de la religión. Lo religioso debe ser respetado, pero como parte del fuero privado de las personas.
Donde la Iglesia Católica es más débil convive tranquilamente con legislaciones avanzadas en materia familiar y sexual, pero, donde es más fuerte, lucha, lamentablemente muchas veces con éxito, por impedirlas. Por ejemplo, en Chile su peso hizo que se demorara hasta la década pasada la aprobación del divorcio civil. En muchos países africanos la condena católica al uso y a la distribución de preservativos ha contribuido a una enorme propagación del sida. ¿La vida de esos seres humanos y de su descendencia no cuenta?
Aunque las víctimas de las prohibiciones a la contracepción y al aborto reciban luego su misericordia pastoral (si no están entre las fallecidas), el daño está hecho: millones de mujeres forzadas a recurrir a abortos clandestinos, frecuentemente de consecuencias mortales o secuelas permanentes, o a ser madres de hijos no deseados, que no pueden criar como quisieran, o que mueren en la infancia por desnutrición y enfermedades. Y esto agrava la injusticia social, porque las mujeres de mayores ingresos sí encuentran en su país o en otro vecino el modo de abortar en condiciones clínicas adecuadas.
Comprendo y comparto la desazón por el aborto, que siempre es traumático para las madres - y para los padres que las acompañan- aún más desde que hay imágenes más precisas de los fetos. Mi primer consejo es evitarlo. Pero es una realidad de salud pública, que tiene que ser tratada como tal, y es una decisión que corresponde prioritariamente a la madre, de la cual el feto es todavía parte indisoluble, con la mejor asesoría y atención posibles.
¿Entonces por qué le deseo éxito? Porque tengo la expectativa de que predominará lo positivo, así como la esperanza de que Francisco haga prevalecer la tolerancia dentro y fuera y relaje el poder político de su iglesia. Además porque, sabiendo que la misma fuerza puede ser adversaria en unos y aliada en otros aspectos y circunstancias, considero que tener adversarios de mayor calidad obliga a mejorar la propia y permite que el desarrollo del conflicto tenga repercusiones más favorables o menos negativas para la sociedad.

domingo, 24 de marzo de 2013

CHÁVEZ, NI GUÍA NI MONSTRUO II / Alfredo Stecher



Continuando el artículo anterior.
La economía venezolana, en circunstancias de gigantescos ingresos por el petróleo, cuyo precio se mantuvo más que decuplicado, es un desastre, con una aguda contracción de la capacidad productiva, incluso en la producción petrolera, una bajísima tasa de crecimiento del PIB, en comparación con el promedio latinoamericano, uno de los mayores déficits presupuestales, una gran deuda pública y una altísima tasa de inflación. A ello ha llevado, junto con los excesos y despilfarros en el gasto interno e internacional, su política estatista y colectivista (cuyas consecuencias hemos vivido en el Perú) y la ineficiencia y corrupción de muchos funcionarios. Se ha formado una capa de nuevos (y algunos antiguos) ricos allegados al régimen, incluidos familiares del caudillo. Y, según fuentes policiales internacionales, el régimen habría tolerado o incluso favorecido el blanqueo de dinero, el tráfico de armas y el narcotráfico.
El eclecticismo o ensalada ideológica de Chávez se nutre, además de un trasnochado antiimperialismo, de la Biblia, del Che y Castro, de alguito de Marx, de nuestro general Velasco y sobre todo de Bolívar, el endiosado libertador. Recientemente un escritor y otros intelectuales colombianos están contribuyendo a desmitificar su figura, sin dejar de reconocer su gravitación como líder contra la dominación española. En cuanto a Estados Unidos, si bien sigue siendo el imperio principal, del cual hacemos bien en disminuir nuestra dependencia, es también un referente importante para la democracia como sistema de gobierno - mucho más bajo el Partido Demócrata -, lo que no se puede decir de Rusia y de China, que son valorados por Chávez como aliados; claro que los Estados Unidos relajan bastante su afán democratizador cuando se trata de las dictaduras feudales del Golfo Pérsico y de su petróleo, y algunas otras. Y el intervencionismo crudo de los Estados Unidos en América Latina es cosa del pasado, tanto por factores internos y la escena internacional, como por nuestra mayor autonomía económica e ideológica. Paradójicamente Venezuela ha elevado en los últimos años su dependencia económica de los Estados Unidos, especialmente en cuanto a importación de derivados del petróleo, por la destrucción de su principal refinería – al parecer accidental, por una gestión desastrosa.
Valoro la preocupación por los pobres, con indudables éxitos, al menos cuantitativos, en particular en educación, salud y vivienda, preocupación incluso crecientemente compartida por tecnocracias y segmentos democráticos de la derecha en nuestros países – también por organismos internacionales. Pero, cuando se da solo como asistencialismo y clientelismo, es decir, populismo, peor aún al estar asociado con adoctrinamiento en la ideología dominante, como sostén de un caudillismo desenfrenado, a la larga logra lo contrario.
Por un lado, además de sus nefastas consecuencias políticas, inhibe las iniciativas y el desarrollo del potencial cultural y productivo de las personas con menos recursos (también del resto de la población). Por otro lado, el empobrecimiento general del país no solo los deja más pobres de lo que serían si se hubiera seguido un modelo económico sensato, sino además amenaza con dejarlos aún más pobres cuando su actual sistema sea insostenible. Esto será inevitable en el caso de una baja fuerte del precio del petróleo, que parece una tendencia inexorable gracias a la inminente autosuficiencia de Estados Unidos en petróleo y gas – que es cuestión de pocos años -, de la progresiva profundización de la crisis económica y del peso lentamente creciente de las energías renovables así como del uso decreciente del petróleo en diferentes esferas.
Y será un golpe fuertísimo para los países que dependen mucho de la generosa ayuda bolivariana, en especial Cuba – para cuyo régimen ha sido un salvavidas - y Nicaragua, en menor medida, Bolivia, El Salvador y algunas repúblicas del Caribe, en el marco del ALBA-TCP (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos). Esto incluye el Eco-ALBA - zona económica de la alianza -, la formación de empresas Gran-nacionales, como Petrocaribe y el banco ALBA, y la creación de una nueva moneda, el SUCRE (por sistema único de compensación regional), para transacciones entre sus miembros. Su viabilidad es dudosa y su futuro obviamente incierto, optimistamente.
Lo que también es gravísimo para la democracia es el ahondamiento del conflicto social – que hasta cierto grado es inevitable y puede ser positivo -, pero que en Venezuela es abismal y creciente, con el azuzamiento de las rabias, con resentimientos y deseos de venganza, astutamente dirigidos contra lo negativo, real e imaginado, pero no a favor de una alternativa más positiva.
Esto, junto con ineptitud o complicidad de las autoridades del orden, ha contribuido además a un incremento enorme de la delincuencia común de todo tipo.
Alguna vez dediqué en Caracas, hace años, unas dos horas a escuchar y ver una de las conversaciones semanales televisadas, Aló presidente – básicamente monólogos – de Chávez “con su pueblo”, y quedé impresionado por su labia e histrionismo. Si a eso, y a su carisma y mensaje cuestionador, se agrega las tangibles mejoras materiales para cientos de miles de familias, se entiende – o se debe tratar de entender – que tenga tanto apoyo popular a pesar del evidente deterioro de la sociedad y de la economía, con inflación, desabastecimiento y creciente inseguridad. Ese apoyo – también a su partido gubernamental único, Partido Socialista Unido - se ha expresado en victorias holgadas en elecciones relativamente limpias (solo en cuanto al recuento de los votos).
En América Latina, si floreciera la división entre chavistas y antichavistas, como extremos, solo podría amenazar con triturar nuestras democracias, con el peligro de llevar a desgracias mayores y dictaduras, y a agravar los conflictos entre países.
Aprecio en ese sentido que el presidente de Chile, Piñera, en uno de sus gestos de estadista, muy criticado por parte de algunos de sus partidarios en la derecha chilena, haya acompañado las exequias. Claro que sin el desatino de proclamar a Chávez como ejemplo.
A pesar de buenas intenciones, el claroscuro de Chávez tira mucho más para oscuro. Felizmente no parece haber nadie en Venezuela o en otros países capaz de sustituir su liderazgo latinoamericano, lo que facilitará evitar sus extremos y encauzar positivamente nuestras políticas.


miércoles, 20 de marzo de 2013

17 DE MARZO: UNA VICTORIA CONTUNDENTE/ Fernando Villarán


No deja de sorprender la política peruana o, mejor, contemporánea. Los derrotados en la consulta popular del pasado domingo son los que realizan el análisis de la misma. Y, por supuesto, resulta que los ganadores se convierten en los derrotados y los derrotados en ganadores. Los mismos medios, periodistas y analistas que han estado apoyando y animando la campaña del SI y que han atacado, sin piedad, a la alcaldesa y su gestión desde hace más de 2 años, son ahora los que hacen el balance de la batalla. Es como si el 3 de setiembre de 1945  hubiesen sido los alemanes, japoneses e italianos los encargados de dar la «versión oficial» de la segunda guerra mundial.  El mundo al revés.

Vayamos a sus argumentos:

1. «Es una victoria ajustada, casi la mitad de los limeños revocaron a la alcaldesa, es un llamado de atención». En las últimas elecciones el presidente Ollanta Humala le ganó a Keiko Fujimori por un margen de tres puntos porcentuales, exactamente los mismos con los que ha triunfado el NO el domingo, y que se sepa nadie anda dudando de la legitimidad de su mandato. La mitad de los presidentes en el mundo son elegidos con márgenes menores a estos, lo que no debilita en lo más mínimo su autoridad y su gobierno.

2. «Han sido revocados varios regidores lo que es un drástico castigo a la izquierda que maneja la Municipalidad de Lima. Una victoria pírrica. Una dulce derrota». En toda batalla hay muertos y heridos.  Para comenzar es un absurdo desconocer la voluntad del pueblo que votó por el NO en la persona de la alcaldesa, y que no marcó el NO en el  resto de la cédula, teniendo en cuenta que en la elección de octubre de 2010 se votó en bloque por todos ellos. Pero aun si fueran revocados, afirmar que este es el resultado principal de la consulta del domingo es como decir que los alemanes ganaron en Normandía porque murieron más aliados que ellos. Aunque con un costo alto, fue una resonante victoria para los aliados.  Felizmente, en el caso de los regidores, como Eduardo Zegarra y Marisa Glave, por ejemplo, podrán continuar aportando desde otras responsabilidades en la MML.

3. «La salida de los regidores representa la derrota del NO». Se debe tener muy en claro que lo que estuvo en juego el domingo, no fue la revocación de unos pocos  regidores. Siempre estuvo en juego el control de la segunda plaza ejecutiva del Estado peruano, la MML, que concentra el 50% del PBI Nacional y  un tercio de la población del país. Lo que vimos en este proceso fue el intento de asaltar el poder de la MML utilizando el mecanismo de la revocatoria (hoy considerado obsoleto por muchos). Pero como hemos comprobado, el asalto fracasó, la alcaldesa y sus aliados lograron resistir el ataque y conservaron el poder. Por eso es un absurdo hablar de victoria a medias; en la política y en la guerra esto no existe, o se conquista el territorio desalojando al enemigo, o uno se queda sin nada. Las victorias son al 100% y las derrotas también. Y esto es lo que ha ocurrido en Lima.

4. «La alianza entre Fuerza Social y el PPC es antinatural y se va a romper de inmediato».  Adicionalmente a controlar el territorio que es la primera fuente del poder, la clave en política reside en aumentar ese poder mediante la acumulación de fuerzas, y esto lo ha conseguido de manera clara y contundente Susana Villarán. De la agrupación de unos pocos pequeños partidos de izquierda, con los que empezó en enero de 2011, ha logrado forjar una sólida alianza, nada menos que con el Partido Popular Cristiano (PPC), su rival en las elecciones de 2010, pero también con Perú Posible, el Partido Nacionalista de Lima, Acción Popular  y Somos Perú. Una confluencia de fuerzas pocas veces vista en la política peruana. Es decir, no solo conserva el poder, sino que lo acrecienta y fortalece, lo que significa que este frente puede obtener más victorias y más poder político. Esto es lo que les quita el sueño a los derrotados el domingo pasado: una sólida alianza política que no solo continúe ganando elecciones sino que sobre todo transforme la manera de administrar el Estado y ejercer la política. La transparencia y la honestidad son como la luz del sol de la que huyen los vampiros de la política.

5. Hace dos mil quinientos años, Sun Tzu dijo: «La división es la estrategia más eficaz para derrotar al enemigo».  Y en esto los derrotados del domingo pasado se han puesto a trabajar desde al primer día, dicen: «Los traidores fueron los del PPC que marcaron el SI a los regidores de Fuerza Social. La alcaldesa se peleó con Marisa Glave porque es demasiado radical. PPK fue el culpable de marcar SI a los regidores radicales. Todos los partidos de la izquierda democrática rechazan al Movimiento Nueva Izquierda (Patria Roja). La CONFIEP se retracta en su apoyo al NO por temor a las declaraciones de un influyente minero». En un país con una fuerte tradición de división y enfrentamiento, tal como nos lo ha recordado varias veces María Rostworowsky, esta estrategia es ciertamente la más eficaz; no hay que hacer mayor esfuerzo para dividir a los peruanos. En esto la izquierda es la campeona, desde que llegó a su punto más alto bajo el liderazgo de Barrantes Lingán en los 80, no ha parado de dividirse por quítame estas pajas. Por eso, quizás el mayor esfuerzo sea mantener la unidad alcanzada en el frente por el NO. Sólo esto cambiaría la historia de la política peruana.

6. «Esta es una contienda electoral vecinal, solo circunscrita a Lima». Esto es falso, pues en realidad se trata de la primera batalla por el poder nacional en el 2016. Es teniendo eso en mente que los partidos y actores han tomado sus decisiones.  Solidaridad Nacional (SN) quiso recuperar el municipio de Lima por medios vedados y antidemocráticos, sin esperar al 2014, después de su estrepitoso fracaso en las elecciones presidenciales del 2011. El APRA apoya a Castañeda para golpear a la izquierda (su enemigo de toda la vida), utilizar a Lima como plataforma para su propia candidatura presidencial y reactivar su partido muy debilitado por la debacle electoral de 2011 para el congreso. El fujimorismo se mantuvo oficialmente al margen, aunque varias de sus principales dirigentes participaron en la campaña del SI. Todos han jugado sus fichas pensando en el 2016, la diferencia es que algunos han perdido y ven alejarse sus objetivos.

Lo más patético de todo esto es que los ganadores comiencen a aceptar y creer los argumentos de los derrotados. Está bien ser magnánimos en la victoria (cosa que estoy seguro no hubiera ocurrido si fuera el caso contrario; no me imagino qué habrían dicho los líderes del SI y sus medios si hubieran triunfado), pero otra cosa muy diferente es dejarse apabullar.  Aparte de la tarea central de mantener la unidad del frente del NO y de seguir golpeando a la corrupción (la gran derrotada), es preciso continuar  dando la batalla ideológica. Hay que seguir las enseñanzas de Manuel Castells que hace algunos años dijo que en la era digital, las batallas por el poder son batallas culturales.

martes, 19 de marzo de 2013

SEGURIDAD CIUDADANA: UNA NUEVA ORIENTACIÓN PARA LA POLICIA DE LIMA/ Enrique Yépez Dávalos General PNP-r/


  
Lima es una metrópolis de casi 9 millones de habitantes que necesita cambiar urgentemente varios aspectos para estar a tono con los nuevos retos que demanda su constante desarrollo, y que la han convertido en el centro de la expectativa provinciana y en un excelente referente internacional.
Nuestra Capital ya no es como hace una década. Se observa actualmente un rápido cambio, como por ejemplo, la construcción de grandes edificios para albergar a sectores altos-medios y últimamente para clases emergentes, así como el avance del sector económico popular de micro y medianas empresas que se han convertido en el nuevo motor del cambio. Los gobiernos desde hace varios años vienen afianzando estas transformaciones, motivo por el cual, el Perú, se está convirtiendo en un país de grandes expectativas.
Sin embargo, para nadie es extraño que existan también muchos aspectos negativos que con el tiempo se vienen agravando, como el incremento de la delincuencia en todas sus modalidades y el tránsito caótico en nuestra Capital. En ambos temas se han presentado muchas propuestas, desde modificaciones constitucionales, nuevas leyes más duras, hasta otorgar a los alcaldes mayores responsabilidades policiales, incluso crear “policías locales” con la participación de los servicios de serenazgo.
Todas estas propuestas podrían ser aprobadas y ejecutadas, pero no solucionarían el problema de fondo, que es, a mi criterio, una adecuada coordinación entre la Policía Nacional que detenta constitucionalmente el poder de policía del Estado, con los Municipios Provinciales y Distritales.
Esta coordinación, cuando se trata de la delincuencia en las calles, debe centrarse, como lo señala la Ley 27933, en que los alcaldes asuman el liderazgo político y el comisario el liderazgo ejecutivo. Los niveles de competencia deben estar explícitamente señalados en una guía de procedimientos o en un protocolo que señale con claridad cuáles son las funciones y responsabilidades de ambas autoridades. Todo esto para evitar interferencias, injerencias y superposición de funciones, que terminan casi siempre en discrepancias entre ambas autoridades.
De otro lado, la Policía Nacional se resiste a realizar cambios sustanciales en su organización que permita agilizar estas relaciones municipio-policía para tener mayor eficacia en la lucha contra el crimen. Si interpretamos los resultados de los recientes comicios por la revocatoria municipal, la población de Lima exige transformaciones sustanciales en muchos rubros, siendo la seguridad ciudadana una de las principales.
En este sentido, un cambio que no requiere mayor gasto económico pero sí permitiría una mejor coordinación entre los municipios de Lima y El Callao, sería que la 7ma. Dirección Territorial se convierta en POLICIA METROPOLITANA DE LIMA, bajo el comando directo del Oficial General segundo en antigüedad del Instituto y que abarque en su estructura tanto la prevención, como la investigación y el control, de todos los acontecimientos policiales que se produzcan en las Provincias de Lima y El Callao.
Este cambio operativo daría lugar a una mejor coordinación, no solo con los alcaldes provinciales y distritales de la Capital, sino con el Poder Judicial y el Ministerio Público, a través de sus máximos representantes de Lima.
La Policía Metropolitana tendría como elementos operativos inmediatos a las Jefaturas de Seguridad Ciudadana, Orden Público e Investigación Criminal de la Capital. A su vez, las Comisarias Distritales que vienen a ser los órganos de mayor contacto con la comunidad, serían las dependencias operativas inmediatas en seguridad ciudadana y en investigación criminal. Las coordinaciones con las Gerencias de Seguridad Ciudadana de los citados Municipios Provinciales serian con el Jefe Policial de Seguridad Ciudadana de Lima, con lo que se garantizaría unidad de dirección, asignación homogénea, alcance de control y prontitud ante los requerimientos ciudadanos.
Las comisarias, por tanto, se convertirían en verdaderos elementos ejecutivos, dotados por supuesto, de efectivos y medios suficientes para un óptimo servicio en permanente coordinación con los servicios de serenazgo impulsando el programa de “patrullaje integrado”; y con las unidades preventivas, como el escuadrón verde, custodia de bancos,  escuadrón de emergencia, división contra robo de vehículos y unidades de tránsito que garantizarían la seguridad de los ciudadanos ante el incremento de la delincuencia y el tránsito vehicular.
El Ministerio Público y el Poder Judicial serían también actores importantes de este cambio, designando fiscales y jueces de paz en todas las comisarias de Lima y el Callao para sancionar las inconductas e infracciones delictivas de jóvenes y adolescentes en riesgo en “salas de meditación” construidas por los municipios que tengan esta problemática. De noche, los jóvenes infractores pernoctarían en estos establecimientos y de día llevarían a cabo tareas dentro del programa de “servicios comunitarios” bajo el control del INPE y de los servicios de serenazgo. Esto permitiría disminuir el sentimiento de inseguridad y el respeto de la comunidad a la labor policial, al ver que sus denuncias vienen siendo tomadas en cuenta con prontitud, sin quedar impunes.
En forma simultánea a estos cambios estructurales en la Policía Nacional, es necesario eliminar el programa de “servicios individualizados” por los efectos negativos que conlleva, o en todo caso que los efectivos de franco sean captados por el Estado para su distribución preferentemente en los distritos populares de mayor densidad demográfica. De igual manera, sería conveniente contratar a policías en retiro con excelente currículo para laborar como instructores, documentarios y como promotores en las oficinas de participación ciudadana.
Junto con estos cambios, es imprescindible llevar a cabo con firmeza una política contra la corrupción menuda y de “cuello y corbata” que no distinga a jefes, oficiales y personal subalterno, cuando hacen tabla rasa de las elementales normas de ética, probidad y disciplina.
Finalmente, estoy seguro que el sentimiento de inseguridad de la población ante el incremento delictivo se habrá reducido, producto de la nueva visión que el actual titular del interior, comando policial y alcaldes de Lima y El Callao pudieron imprimir a tiempo para cambiar los destinos de la Policía Nacional.


viernes, 15 de marzo de 2013

CHÁVEZ, NI GUÍA NI MONSTRUO I / Alfredo Stecher


Por su extensión, entrego este artículo en dos partes.

Amigos de izquierda están conmovidos con la muerte de Hugo Chávez y lloran al caudillo de una Revolución Bolivariana, también bautizada como Socialismo del Siglo XXI, que aspiran replicar en nuestro país, lo que sería otro desastre como los que estamos acostumbrados.
Un amigo de derecha me reenvía un artículo que presenta a Chávez como un monstruo y considera su muerte un alivio para la democracia. Lo primero es falso, lo segundo está por verse. Hubiese sido mejor que Chávez siguiera, para ir desgastándose desde el poder, destino inexorable de los dictadores.
Nada ni nadie es totalmente malo o totalmente bueno – excepto el Infierno y el Cielo. El maniqueísmo, dividir todo en amigos y enemigos, en blanco y negro, es una tara filosófica, social y política. Monstruos ha habido y hay muchos, con Hitler a la cabeza, pero Chávez no lo fue.
Yo le contesto que, para que sea menos temible su imagen, hay que evitar demonizarla, comenzando por no llamarlo monstruo, que no era, y reconocer que, junto con barbaridades y hasta payasadas, que son lo dominante, ha ayudado y dado esperanzas a millones de venezolanos pobres - lamentablemente en gran medida a la larga infundadas por el deterioro económico y también político.
Como dice Moisés Naím, en un ponderado artículo publicado por El País, de España, del que tomo algunas expresiones, Chávez es objeto de una profunda admiración que se transforma enseguida en veneración apasionada, aún más con su martirio y muerte, que alimenta odios intensos. Se está convirtiendo en un mito – además de tener garantizado un lugar importante en la historia latinoamericana.
En su Semanal, La Tercera de Santiago ha publicado un artículo del periodista Jon Lee Anderson, aparecido en 2001 en el New York Times. Comenta su entrevista con un siquiatra, tratante y autoproclamado amigo de Chávez, quien, tomando como guía un cuestionario sobre 50 rasgos personales, señala, entre otros, que su carácter es impredecible y desconcertante, que prefiere abrazar sueños que confrontar las duras realidades de la vida, que manifiesta un autoritarismo desenfrenado, que sobrerreacciona ante las críticas, que es rencoroso y manipulador, pero enfatiza que, excepto por su poder, es una persona normal. Asumo que sus sueños eran bienintencionados. Lamentablemente el poder magnifica los rasgos negativos, aún más si es absoluto, prácticamente sin contrapesos, salvo el de la coyuntura internacional desfavorable a dictaduras extremas y desprovistas de un manto de legitimación democrática.
En cuanto al balance, según Naím, con afeites míos, nadie tuvo tanto éxito como Chávez a la hora de fijar en la mentalidad colectiva venezolana y de otros países la idea de la ayuda a los pobres como prioridad absoluta. Y destaca su excepcional capacidad de hacer que los pobres sintieran que tenían a uno de los suyos en el poder.
Otro aspecto positivo de su legado es que acabó en Venezuela con la indiferencia política y la apatía generalizadas, alimentadas durante decenios por un sistema en manos de unos partidos políticos en descomposición y ajenos a la realidad. Para la blanquiñosa élite venezolana el caudillo, autodefinido como blanco, negro e indio, es no solo social- sino también racialmente ajeno y por ello despreciado, como la mayoría de su pueblo, desprecio que despierta justificado rechazo y resentimiento.
Carlos Peña, destacado columnista de El Mercurio, rector de la universidad Diego Portales, de Santiago, junto con señalar críticas centrales, dice que Chávez recordó a las élites políticas de la región, incluida la derecha, que el orden social no es un orden natural, sino que en buena medida su configuración depende de la voluntad humana a través de la política; que, al pronunciar las palabras prohibidas - clases sociales, oligarquía, dominación, injusticia -, cometió una herejía que rompió con el orden complaciente. Para Peña la diferencia entre quien comete una herejía y quien se equivoca, es que éste aplica mal, por chapucería o falta de inteligencia - o por intereses, agrego yo -, la receta en la que todos confían, mientras que quien incurre en herejía cambia la receta por otra que invita a seguir pensando.
En el minoritario, pero importante activo, está por lo tanto que la indolente, inepta y súper corrupta clase política tradicional en Venezuela ya no podrá ignorar el sufrimiento de su pueblo y farrearse la riqueza de su país, así como desde el siglo XIX socialistas y comunistas obligaron con sus luchas sindicales y políticas a las burguesías y a las élites políticas a mejorar la situación de los trabajadores y de las poblaciones pobres. No entiendo la gratuita equiparación de socialismo con fascismo en la última Piedra de toque de Mario Vargas Llosa (de la que tomo algunas ideas).Por el lado negativo destaca que Chávez, con un autoritarismo absolutamente arbitrario, basado en su impresionante habilidad política y carisma, ha debilitado aún más la endeble democracia venezolana, afectando la calidad de los actos electorales, restringiendo las libertades y los derechos civiles, anulando la división de poderes, incluso con subordinación del Poder Judicial, acosando y debilitando a los medios de comunicación opositores, eliminando el control civil del ejército y exacerbando su politización así como sometiendo a espacios culturales al arbitrio del poder central. En otras palabras, ha instaurado una dictadura personal, felizmente no del tipo de las feroces dictaduras latinoamericanas tradicionales. Claro que en el debilitamiento de la democracia ha colaborado activamente la fragmentada y desprestigiada oposición, que recién en los últimos años parece despertar hacia la asunción de sus responsabilidades.
En el debe político, que evidencia su poco aprecio por la democracia, está también el apoyo político tanto a regímenes ferozmente represivos como los de Gadafi, en Libia, de Assad, en Siria, y de los ayatolas en Irán, dispuestos a todo para tratar de conservar el poder – solo por estar estos enfrentados a Estados Unidos, como a las FARC en Colombia.
Y, aunque propugnando, al igual que Bolívar, la deseable unidad latinoamericana ha contribuido también a acentuar la división.

lunes, 11 de marzo de 2013

SUSANA Y SU GESTIÓN/ Alfredo Stecher

Luis Tudela, abogado del Sí a la revocatoria, ha señalado que “de acuerdo con la ley, si a mí me cayó mal, simplemente pido su revocación, no necesito decir por qué la voy a revocar”.
Si esto no es absurdo y antidemocrático …
Es evidente que a gente así no le importa en absoluto que su éxito significaría un fracaso para Lima, con parálisis de las inversiones, y que la mera realización de la convocatoria es un enorme despilfarro de nuestros escasos recursos.
Nuestra alcaldesa, Susana Villarán, ha dado hace poco una entrevista a la destacada revista IDL, que expresa lo correcto de su conducta y, a mi juicio, evidencia que ella está cambiando para bien en algunos aspectos que yo cuestionaba en mi fuero interno, sin dejar de sentir un profundo respeto por su integridad, su autenticidad, su ética de trabajo y dedicación al gobierno municipal y su contagioso optimismo, a pesar de los evidentes errores y algunas actitudes y opiniones irritantes. Me parece que lo de la revocatoria la ha sacudido y el apoyo de Lourdes Flores con el PPC, de Somos Perú y de AP, así como de muchas personalidades, le ha mostrado que es posible - y necesaria - una política de frente amplio de centro, que celebro y propugno.
Lo más peligroso para un país, en particular también para el nuestro, son los extremismos. Por eso es importante afianzar la democracia y, para ello, que logremos orientar hacia una posición de centro progresista y responsable a las personas y fuerzas políticas dispuestas a eso. Eso, por el lado de la izquierda, incluso ayuda a encauzar hacia carriles de nuestro sistema político a personas con razón desencantadas de la dura realidad que les toca vivir y evitar que apoyen a fuerzas políticas radicales más peligrosas, y, por el lado de la derecha, contribuye a que dejen de confiar ciegamente en el mercado y dejen de ver prioritariamente en la represión la respuesta a las demandas sociales.
En las elecciones yo estuve en contra de nuestro ahora presidente Humala, y lo manifesté en este blog, justamente por posiciones que considero retrógradas, a pesar de su envoltura progresista, y desconfié del positivo cambio expresado en la hoja de ruta. Pero luego he reconocido que se ha rectificado. Ojalá le dure. En el caso de Susana se puede confiar en que cree lo que dice, así como en su honestidad e inteligencia, y eso es un gran plus.
Una evidencia práctica del cambio de Susana, de trascendencia histórica para nuestra ciudad, que creo estimulada por el sacudón revocatorio, son la puesta en funcionamiento del mercado mayorista, clave para hacer más eficiente nuestro sistema de comercialización de productos perecibles y abaratarlos, postergada medio siglo por gobiernos municipales coludidos o pusilánimes, su mejora del transporte público y ordenamiento del servicio de taxis y su decisión de recurrir a la inversión privada en grandes obras de conexión vial, por US $ 2400 millones, con la seguridad además de que no serán motivo de grandes coimas, que ella tratará de evitar. Susana está combatiendo la corrupción en la Municipalidad enfrentándose y castigando incluso a partidarios suyos, algo inusual en la política criolla - y muy saludable como ejemplo.
Como señala el columnista Augusto Álvarez Rodrich, basado en resultados de un estudio publicados en la revista Poder, los primeros dos años de la gestión municipal de Susana, inicialmente siempre algo lentos, comparan muy favorablemente con los dos primeros años de sus antecesores.
Sería bueno para Lima que la revocatoria fracasara, pero, gane o pierda, serán positivos para nuestro país la rectificación ideológica y el realineamiento político que se están gestando.
Un buen referente es lo positivo que han sido, por ejemplo, para el Brasil (y toda América Latina) la conducción de Lula y de Rousseff (ex guerrillera) y para Chile la izquierda radical compartiendo el poder en la Concertación. Son también fuerzas de izquierda las que han contribuido a reorientar a Humala.
Susana evoca su participación en el grupo de los cívicos, señalando que, como mujer de izquierda liberada, con espíritu de concertación y diálogo, comparte con una derecha liberal una visión de democracia, y que lo que le da estabilidad a un país es tener izquierdas democráticas y derechas democráticas – y que se entiendan y cooperen, o al menos respeten, agrego yo.
Destaco de la entrevista el que los acuerdos hayan sido unánimes o hayan sido adoptados por mayoría en el Concejo Metropolitano, por ejemplo, en la reforma del transporte, que cambia el sistema de comisionista-afiliador por uno empresarial. Esto evidencia su voluntad de buscar una convergencia entre capacidades e iniciativas municipales y empresariales, lo que se ha expresado también en su viaje a Nueva York, con Pablo Secada, regidor del PPC, con el fin de explorar el mercado de bonos para poder emitir bonos sobre la base de la solidez financiera que tiene Lima y superar así la estrechez de su presupuesto, enteramente autofinanciado. Nos recuerda que, a igual número de habitantes, Lima tiene un presupuesto catorce veces menor que Bogotá. ¡Increíble!
Susana acepta haber cometido errores, algunos, creo, importantes, tanto por un sesgo ideológico como también por algo de ingenuidad, que ella reconoce, y por una espontaneidad no siempre atinada, pero los está superando, da la cara y ha mostrado ser innovadora e intrépida en la búsqueda de caminos de progreso con mayor equidad para nuestra ciudad.
En su reciente pronunciamiento público Susana expresa un solemne compromiso con un nuevo rumbo, de una gestión municipal de ancha base, sellado como juramento de una mujer de palabra. Le creo y nos deseo éxito.
Ojalá gane la campaña del No, enriquecida ahora con un mensaje más alegre y divertido, como el de la histórica campaña del No a la dictadura en Chile, cuyo triunfo abrió allá el fértil camino de la democracia, con 20 años de gobierno de la Concertación de centro - izquierda, seguidos por ya dos años de la Alianza de centro – derecha, también socialmente responsable.
Estemos o no de acuerdo con Susana,
por Lima y por la democracia,
¡contribuyamos a que gane el No!

viernes, 8 de marzo de 2013

HOMENAJE A LA MUJER/ Alfredo Stecher


Quienes somos solidarios con las mujeres y apoyamos la lucha por la igualdad de género por lo general dejamos que el homenaje corra a cargo de ellas mismas y de las organizaciones feministas, cuando somos nosotros objetivamente igual de interesados en su éxito.

Normalmente me he limitado, en su día, instaurado en 1910 por la Internacional Socialista, a saludar a las mujeres más cercanas, familia y amistades, eso sí, tratando de apoyar su causa en la práctica en toda mi actividad y de corregir los rasgos machistas que inevitablemente afloran, igualmente en mí, un poco por nuestra educación y entorno – y que también marcan, en distintos grados y formas, a la mayoría de las mujeres. Eso será corregido paulatinamente con nuestra evolución social – que, aunque cada vez avanzamos más rápido, me temo tomará siglos completar.

La igualdad de géneros ha avanzado principalmente gracias a las luchas, sacrificios y auto superación de primero algunas, luego miles y cada vez más mujeres.

Considero clave esa igualdad, en dignidad, derechos básicos y oportunidades, su reconocimiento y salvaguarda, lo que no implica ignorar ni minusvalorar nuestras diferencias físicas y sicológicas, principalmente debidas al rol específico en la perpetuación física de nuestra especie, que exigen consideración especial.

En el mundo sigue habiendo muchísimas sociedades donde la exclusión y el abuso siguen siendo la norma. En las nuestras, digamos occidentales y cristianas, hemos avanzado - mucho respecto del pasado, demasiado poco respecto de lo necesario - en la valoración y empoderamiento de las mujeres, en disminuir el grado y la amplitud de la discriminación y de la violencia de género - aunque ambas siguen siendo generalizadas. Pero aún subsisten con fuerza, también en nuestro país, los extremos más criminales del machismo, tanto en violencia intrafamiliar como en la trata de mujeres y niñas para la prostitución. Expreso aquí mi especial reconocimiento a las organizaciones y personas que luchan contra estas lacras, feministas o no, y a quienes desde los medios de comunicación las apoyan.

Un síntoma esperanzador es que en nuestras sociedades el reconocimiento y empoderamiento de la mujer está siendo asumido por un espectro cada vez más amplio de personas, que incluye tanto a izquierda como derecha. Por ejemplo hoy, la esposa del presidente de Chile, Cecilia Morel, destaca los avances de parte del actual gobierno de centroderecha de Sebastián Piñera con medidas como el posnatal de seis meses – compartible con la pareja -, el ingreso ético familiar con un bono al trabajo de la mujer, la ley de acoso laboral, la ley respecto del feminicidio, un proyecto que perfecciona la Ley de violencia intrafamiliar y el recién anunciado proyecto de ley de participación política femenina, de incentivo de la participación de mujeres en las candidaturas políticas. Continúa así y profundiza avances logrados en los veinte años de la Concertación, en particular también bajo Michelle Bachelet, como reconoce la senadora por Renovación Nacional Lily Pérez, refutando a la ministra del Sernam.

Nuestra alcaldesa, Susana Villarán, ella misma expresión del avance femenino, primera mujer elegida como alcalde de Lima, ha entregado en esta ocasión premios Lima – warmi (mujer en quechua) a mujeres distinguidas en diferentes campos, entre ellas a la destacada compositora de música criolla Ana Renner, partícipe del grupo de música criolla Perúdefiesta.

Creo que nunca he citado a un ministro de Estados Unidos para evidenciar coincidencia, aunque las haya habido. Pero, hoy, leyendo el artículo de John Kerry, el flamante secretario de Estado que reemplaza a Hillary Clinton, “El rol esencial de la mujer”, no puedo sino decir que estoy bastante de acuerdo. Valoro especialmente su insistencia en que ningún país puede avanzar y alcanzar sus objetivos de prosperidad, estabilidad y paz si deja atrás a la mitad de su pueblo, en que los problemas económicos, políticos y sociales más apremiantes no pueden ser resueltos sin la plena participación de la mujer. Subraya la importancia de las medidas favorables a la mujer, porque cuando las mujeres están sanas y seguras pueden contribuir (yo preciso, más y mejor, porque lo han hecho siempre) con su trabajo, liderazgo y creatividad a la economía, beneficiando a toda la sociedad.

Tomará mucho tiempo, pero confío en que cada día sean menos frecuentes y fuertes las organizaciones flagrantemente machistas, por reformarse o por desaparecer ante la marea social cada vez más favorable a la igualdad de hombre y mujer. Incluso, aunque no soy católico ni creyente, tengo una remota esperanza de que en esta o en alguna próxima elección el tan invocado Espíritu Santo guíe al colegio cardenalicio hacia la elección de un Papa sensible a la igualdad de género y los derechos de la mujer, y que algún día seguramente bastante lejano, además de sacerdotisas, la Iglesia Católica hasta tenga una Papisa. Sería un aval formidable al menos en los países de mayoría o gran presencia católica como el Perú.

jueves, 7 de marzo de 2013

SUSANA Y FLOR DE RETAMA/ Alfredo Stecher


 Un amigo empresario, en principio favorable al No a la revocatoria a Susana Villarán, me expresa su preocupación ante la reciente arremetida de vincularla al terrorismo, por haber cantado, junto con otras personas, Flor de retama, que sería el himno de Sendero Luminoso. Otro amigo empresario, favorable al Sí, me hace llegar un artículo que difunde eso. Ambos personas valiosas.
Parece que quienes han iniciado esa campaña no se dan cuenta o no les importa que con ello le hacen propaganda a esa insania criminal, felizmente definitivamente derrotada, pero aún causando daño. Total, todo vale para favorecer sus intereses.
Pero además se trata de una calumnia más, siguiendo el dicho “miente, miente, que algo quedará”.
Lamentablemente arrastran a ello a personas honestas pero confundidas y con comprensibles temores. A ellas va dedicado este artículo.
Porque todo es falso. Susana no tiene ni ha tenido ningún compromiso con Sendero Luminoso, al contrario, y es más bien lideresa de una izquierda democrática que hay en todo sistema político sano, como corriente de opinión y en el gobierno o en la oposición; precisamente una fuerza dique contra el terrorismo. No es casual que Sendero se haya ensañado especialmente con líderes populares radicales democráticos y sectores que los apoyan, como dirigentes de ONGs de promoción del desarrollo que estorbaban su avance. Son éstos los que más directamente han cuestionado que Sendero representara lo popular, cuando es más bien lo contrario, arriesgando y con frecuencia, miles, ofrendando sus vidas.
Quiero recordar aquí las víctimas que me han sido más cercanas, María Elena Moyano, la dirigente de Villa El Salvador, Pascuala Rosado, dirigente del asentamiento humano de Huaycán, en Ate – Vitarte, y Zacarías Magallanes, dirigente popular del mismo distrito y directivo del Centro Ideas.
Lo que llaman el himno es una de las canciones populares aprovechadas por Sendero, Flor de retama, como también, por ejemplo, Adiós pueblo de Ayacucho. Que Sendero utilice una canción popular no significa que alguien que la cante sea pro senderista. Debemos ser muchísimos, al menos cientos de miles, quizá millones de peruanos y peruanas, no solo de Ayacucho, que nos emocionamos con esa música.
Flor de retama, una canción protesta, la del estribillo “amarillito, amarillando”, que yo también he cantado, en compañía de víctimas del senderismo, es parte del acervo popular, a pesar de contener un par de versos que obviamente no compartimos (como muchos versos que entonamos a pesar de algunos contenidos). Hasta nuestro himno nacional dice barbaridades (claro que ya no cantamos esas estrofas, como aquella en que amenazamos con nuestros cañones a las costas de España – que no se da por aludida). Millones exhiben la imagen del Che y no por ello son guerrilleros ni pro guerrilleros.
En su momento ese verdaderamente bello huayno, del distinguido maestro huantino y connotado compositor Ricardo Dolorier, expresó, desde una óptica radical, propia de la época, junto con tristeza, una indignación generalizada en nuestro país por la matanza de estudiantes y campesinos en Huanta, en 1969, llevada a cabo por los sinchis, de la policía, parte de una protesta nacional masiva contra un decreto del Gobierno Militar, que restringía la gratuidad de la enseñanza escolar y técnica para la población pobre, de una manera brutal y además absurda. Pretendía que cada alumno que desaprobara un curso pagara cien soles mensuales, muchísima plata para la gran mayoría de nuestro pueblo.
Que haya habido en esa movilización masiva una participación de alguna gente que más tarde formó Sendero no es excusa para asesinatos en nombre de la Nación. Por mucho menos, han renunciado ministros del Interior decentes (aunque en mi opinión deberían haber seguido para tratar de corregir esa óptica y esos excesos de las fuerzas bajo su mando). Es ese tipo de acción - supuestamente para defendernos como sociedad - el que ha contribuido a darle tantas alas a ese grupo demencial y asesino. Y es lógico que suscite indignación y protestas.
Un cierto nivel de excesos puede ser inevitable, pero no podemos tolerar excesos sistemáticos y abominables. Los sinchis, formados con asesoría norteamericana en contrainsurgencia, en el tiempo de la nefasta guerra de Vietnam, no habían sido entrenados para controlar multitudes furiosas, sino para combatir a guerrilleros, es decir, forzosamente a ser excesivos si se les asignaba una función normal de la policía – lo que fue responsabilidad de quienes les dieron la orden de intervenir, bajo el ministro del Interior general Artola.
También Adiós pueblo de Ayacucho, un precioso huayno de los años 20, anónimo, que creo todos los que queremos al Perú apreciamos, ha sido instrumentalizado por Sendero. No dejemos que nos lo roben para siempre. También la música andina es parte fundamental de nuestra identidad nacional en gestación.
Aunque empática, no ha sido oportuna la actuación de Susana, por facilitar este tipo de campaña. Pero como ciudadanos y políticos tenemos que aceptar la canalización de la indignación popular aunque sus formas no nos gusten, siempre que respeten - gruesamente, excepciones siempre habrá - los cauces democráticos. Y Susana los respeta íntegramente, mucho más que sus revocadores.
Me preocupa e incomoda ciertamente una parte de los aliados de Susana, de izquierda radical, pero tampoco son pro senderistas, al contrario, y su encauzamiento por carriles democráticos es algo más bien positivo.
Sí es cierto que Susana ha estado en contra de la explotación de la mina Conga, en Cajamarca, el tipo de posiciones que considero nocivas para nuestro desarrollo como país - y espero que cambie a ese respecto, sin dejar de defender los derechos legítimos de las poblaciones afectadas. Respecto de Lima ya ha mostrado su capacidad de cambio para bien.
Para Lima el gobierno municipal de Susana es un activo valioso y una esperanza realista de superación de algunos de nuestros mayores problemas como ciudad, junto con la instauración de una política más decente.
¡No a la absurda y antidemocrática revocatoria!


¿ES HORA DE TENER UN LIDERAZGO FIRME EN LA POLICIA NACIONAL?/ General PNP-r Enrique Yépez Dávalos



                                              
Esta es la pregunta que gran parte de los ciudadanos y policías nacionales se hacen y no encuentran una respuesta adecuada. Y no la encontrarán porque no depende de ellos mismos sino del Estado, es decir del poder ejecutivo, legislativo y judicial, para que le otorguen al director general  las herramientas necesarias para pasar de los meros anuncios a una estrategia efectiva que permita un cambio sustantivo, como es el anhelo de la comunidad y de la gran  mayoría de policías probos y competentes, que trabajan con sacrificio en defensa de la sociedad y que desean un  mejor destino para su institución.
Este cambio, si en realidad se desea llevar a cabo, debe pasar por varias acciones concurrentes para encontrar soluciones a los muchos problemas que confronta.
La transformación en la policía pasa por dos instancias: La primera, una política efectiva para luchar contra el crimen mayor y contra los conflictos sociales graves, que podría ser motivo de un segundo artículo. El tema que ahora nos preocupa es la delincuencia en las calles que causa un gran sentimiento de inseguridad.  No es posible demostrar con cifras este incremento por la presencia de la denominada “cifra negra” que impide tener datos confiables por la “cultura de la no denuncia” (muchas infracciones no son denunciadas por el monto pequeño, temor a represalias, falta de efectividad para recuperarla, etc.)
Este submundo del crimen menor es, a mi criterio, uno de los principales aspectos que el estado tiene que encontrar soluciones. Debemos partir recomendando que en forma simultánea a la próxima entrega de vehículos y medios policiales, se lleve a cabo, con decisión, una firme política contra la corrupción. Es decir, pasar al retiro a todos aquellos policías que teniendo antecedentes negativos se encuentren medrando en el seno institucional. En este marco, es necesario suprimir el denominado “servicio individualizado” que permite al policía trabajar en sus momentos de franco. En todo caso, el Estado debería pagar este servicio para incrementar sustancialmente el número de policías en las comisarías y en el patrullaje urbano.
Otro gran contingente de efectivos  podrían provenir de los  que recientemente han pasado al retiro por tiempo de servicios, en razón de que existen muchos de ellos con excelente currículo que gustosamente retornarían a su alma mater por un módico honorario, para trabajar en horarios de oficina como documentarios, instructores o integrantes de las oficinas de acercamiento a la comunidad.
Otro objetivo que debe ser cumplido si se quiere mejorar la seguridad ciudadana es fortalecer las comisarias como las únicas entidades policiales de contacto con los ciudadanos, otorgándoles a los comisarios el respaldo necesario para que sean ellos las únicas autoridades policiales a nivel local responsables de la seguridad ante los comités locales de seguridad ciudadana y ante sus respectivos comandos.
Para lograrlo es fundamental desarrollar una política nacional de acercamiento a los alcaldes que permita trabajar juntos en pro de objetivos comunes. En este entendido, el servicio de serenazgo debe continuar siendo un elemento de apoyo a la labor policial, evitando la creación de policías locales- como es el criterio de algunos alcaldes-. Si fuera esto así, habrían tantas policías como municipalidades existen, con todos los problemas de capacitación, confusión de roles y rozamientos con la Policía Nacional, situación que debemos evitar, consolidando la labor  de las comisarías en lugar de crear una segunda entidad con objetivos y funciones similares.
Todas estas recomendaciones tendrían valor relativo sino se lleva a cabo una política educativa estandarizada en todas las regiones policiales, incluyendo ejercicios de tiro tres veces al año, y manejo de automotores.
Finalmente, no puede existir una policía eficiente si no  cuenta con el apoyo efectivo de la población organizada. En este marco es necesario afianzar las juntas vecinales en las zonas urbanas y las rondas campesinas en las zonas rurales, otorgándoles tareas preventivas, educativas y de información.
Si queremos un cambio sustantivo en la Policía Nacional debemos empezar AHORA. Esto indudablemente se puede lograr con un comando firme que lidere esta transformación. Un comando que tenga pleno respaldo político y que avizore el futuro con fe y esperanza, pero al mismo tiempo con firmeza y decisión.






martes, 5 de marzo de 2013

LO QUE ESTÁ EN JUEGO EL 17 DE MARZO/Fernando Villarán


Desde que se empezó a medir el comportamiento del PBI, en el año 1922, el Perú nunca ha tenido un crecimiento económico como el que ha experimentado en los últimos 10 años. También se ha reducido significativamente la pobreza, e incluso se ha avanzado algo en mejorar la distribución del ingreso. Esto, por supuesto, debe alegrarnos, en primer lugar porque no estamos acostumbrados a este tipo de noticias, pero sobre todo porque es producto del esfuerzo de mucha gente, de empresarios (con empresas de todos los tamaños), trabajadores, profesionales, funcionarios públicos y varios gobiernos que mantuvieron las políticas macroeconómicas. Así como el reconocimiento mundial de nuestra gastronomía, este crecimiento de los años recientes, nos levanta el orgullo y la autoestima nacional, y eso es muy bueno.
Sin embargo, al mismo tiempo que crecía la economía también crecían el narcotráfico, la delincuencia común, la corrupción y la informalidad. De estos cuatro fenómenos, del que se tienen estadísticas más confiables es el narcotráfico (vía NNUU); sabemos que el Perú se ha convertido en el primer productor de hoja de coca en el mundo, se ha multiplicado la productividad de su cultivo, y se ha avanzado notoriamente en la producción de cocaína. Sobre los otros tres no tenemos la misma información por su propio carácter oculto, pero es presumible asumir que también han crecido, junto con la economía. Son nuestros auténticos cuatro jinetes del apocalipsis; de su reducción y eliminación depende la viabilidad del Perú, no sólo en el largo plazo sino también en el corto, como lo estamos viendo a propósito de los recientes casos de inseguridad ciudadana. Por eso es que nunca he estado de acuerdo con el triunfalismo autocomplaciente que exhiben algunas autoridades y políticos, basado exclusivamente en los logros macroeconómicos.
En este proceso de revocatoria es notoria la participación de dos de estos jinetes: la corrupción, representada por Solidaridad Nacional y el APRA, dos partidos involucrados en serios delitos en el manejo de recursos públicos, y la informalidad, representada por las mafias del transporte y los mayoristas afincados en el mercado de La Parada. Si bien no podemos decir que la delincuencia común está metida en esta campaña, no se pueden negar los estrechos vínculos que existen entre los delincuentes dentro del Estado (los corruptos) con los que están afuera de él. Tampoco podemos afirmar que el narcotráfico está directamente involucrado, pero no se puede desconocer que es el principal beneficiado con el crecimiento de la informalidad que le brinda cobertura a sus actividades. Está cada vez más claro para un porcentaje mayor de la población que un triunfo del SI significaría la expansión y consolidación de estos cuatro jinetes y, por el contrario, un triunfo del NO significaría una derrota para ellos. Esto explica cómo es que se ha ido forjando un frente a favor del NO que cubre todo el espectro político nacional y las más importantes organizaciones de la sociedad civil peruana.
Las razones detrás de este frente plural confirman las conclusiones del libro “Por qué fracasan los países”, escrito por Daron Acemoglu, profesor del MIT, y James Robinson, profesor de Harvard, el más reciente best seller mundial. Luego de una investigación de 11 años, en la que analizaron a decenas de países de los cinco continentes, afirman que la clave del éxito es la construcción de “instituciones inclusivas” que favorezcan y premien la creatividad y la innovación tecnológica, que llaman también “destrucción creadora”. Por el contrario, los países donde han prevalecido las “instituciones extractivas” que favorecen los privilegios y concentran la riqueza y el poder en pocas manos son los que han fracasado. En este estudio queda meridianamente claro que es imposible el desarrollo sin instituciones democráticas y equitativas, por encima y por delante de las políticas macroeconómicas. Es decir, se levantan las mismas razones que están presentes en el NO, que finalmente son las que conducen al progreso y el bienestar de la población.
Por ello resulta más notorio y contradictorio cómo un grupo reducido pero influyente de medios y periodistas se aferran a la opción del SI. Personajes como Martha Meier, Francisco Tudela o Cecilia Valenzuela, por citar solo a tres, supuestamente a favor del liberalismo, la ley y el orden, se alían a lo más oscuro de la sociedad peruana. Su último argumento es un verdadero insulto a la inteligencia: Susana Villarán es una marxista que se opone a la inversión privada y debilita la democracia. Olvidan conscientemente que la opción de la izquierda totalitaria murió junto con la Unión Soviética hace casi un cuarto de siglo, y mienten cuando vinculan a Sendero Luminoso con la izquierda democrática, cuando han sido enemigos jurados, como consta en el Informe de la CVR y demuestra el asesinato de María Elena Moyano. Ocultan que esta administración municipal ha logrado convocar en dos años mucha más inversión privada que en los 8 años de Castañeda. En cuanto al compromiso de la alcaldesa con la democracia, nadie puede negar su destacada participación en la lucha por recuperarla de manos del fujimontesinismo, antes, durante y después del gobierno de Valentín Paniagua, y solo demuestra la adhesión de estos personajes al legado de Joseph Goebbels.
Se trata de cortinas de humo en las que el pueblo peruano no va caer, pues sabe que las verdaderas opciones que están en juego el 17 de marzo son las siguientes: con su voto por el SI va a fortalecer a los cuatro jinetes del apocalipsis peruanos: la corrupción, la informalidad, la delincuencia común y el narcotráfico, o con su voto por el NO, va a apostar por el avance del país en el camino del progreso y la democracia.