lunes, 12 de diciembre de 2011

Augusto Ortiz de Zevallos/ UNA SOLA COSTA VERDE Y NO SEIS PARCELAS

La Herradura estará ya recuperada para Navidad y será un regalo para Lima. Esa playa mítica a la que, cuando Leguía, se iba en un tren que explica el túnel. Porque tenía mucha más arena que las demás y porque su pequeña bahía le daba una sensación mágica de estar fuera de la ciudad. Y que entre los 50 y los 80 era la playa de todos.Y será el comienzo y el botón de muestra de recuperar toda la costa para toda la metrópoli. Porque la playa es un espacio para todos. Y porque en la elección municipal eso ya se plebiscitó. Que ese gran espacio no es uno para lotizarlo en algunos negocios, sino para destinarlo al encuentro, al deporte, a la cultura, la recreación, el bienestar, el respeto a la naturaleza y al paisaje. Todo el año, a todas horas.Lo cual, para cualquier analista inteligente y cualquier empresario despierto, produce importantes mejoras económicas: todo lo que está cerca vale más, todo lo que llega a ella se potencia. Y ya es así, por ejemplo, en San Miguel, donde todo lo que está en balcón o cerca es buscado. Y en Magdalena, San Isidro, Miraflores, Barranco y Chorrillos. Valor extendido, predial incrementado, licencias activadas, potencial para gastronomía, turismo, deportes, recreación y cultura.Por primera vez, desde cuando al hacerse el Zanjón, cuando Bedoya se llevó allí la tierra excavada y se generó así espacios ampliados, con la intuición certera del arquitecto Ernesto Aramburú Menchaca, será Lima Metropolitana la que invertirá en este espacio fundamental para la ciudad. Veinticinco soles de los impuestos de cada limeño servirán para que todos tengamos allí playa, espacio, cultura, disfrute y una mejor ciudadanía. Y esa oferta de espacio será una presencia relevante para cambiar los hábitos urbanos. Ya este verano habrá buses playeros, como alguna vez hubo y como tiene que haber de nuevo.Y durante el 2012 se consolidará toda la Costa Verde, con escaleras, rampas, ciclovías y conexiones con todas las avenidas que llegan al litoral y que hoy no llegan a nada: (Brasil, Sucre, Universitaria, Salaverry…). Cambiará esa noción equivocada de que la Costa Verde es una pista, que alguna vez pudo ser rápida, para entender que siendo una vía de borde, es antes que eso, un Paseo Marítimo.Que también habrá en las costas de Villa El Salvador, como inicio de un litoral extendido y valioso. Y ahora veremos que los malecones son para ver mar y no pistas, como deben ser las bancas y los espacios urbanos a crear allí, para que tengan gente. Y que no deben ser como algunas que allí están y que parecen plazas que se cayeron de arriba, porque no dialogan con el mar.Lima es la única capital de toda América del Sur frente al mar. La otra que lo fue: Rio, que sin duda lo disfruta y donde la costa es el emblema de la ciudad. Mientras que hasta hace poco Lima tiene, frente al mar, espaldas. Está Maranguita, está el Leoncio Prado, ya en el Callao. Estuvieron (y siguen) fábricas, talleres, invasiones, barrios duros cuyo frente eran las avenidas de atrás. El atrás es adelante y el adelante, atrás. Y quedan desagües y hábitos que suprimir, vertederos y tierras de nadie.A la metrópoli le corresponde cuidar, recuperar y concertar este bien de todos. No les podemos pedir a seis distritos que nos lo cuiden y sostengan para quienes venimos de 43 distritos. Sí, por cierto, se debe llevar adelante los planes concertadamente, con los seis distritos costeros, como se hace. El proyecto estructurador, aprobado por todos, que ya empezó y se hará durante el 2012, invertirá esos 25 soles por limeño. Es el primer presupuesto del que es responsable Susana Villarán, pues el anterior, éste que termina, lo dejó decidido la gestión de Luis Castañeda, y no había en él un sol de inversión en obras en la Costa Verde.Quizá porque se abre ese escenario prometedor, al que se sumará la inversión del Río Verde, y la consecuente recuperación del centro, que ya empezó con las plazuelas en proceso de ser recuperadas, aparecen extemporáneamente y con afanes de protagonismo algunos opositores.Lo son a que se lleve adelante el programa que ganó democráticamente y con debates explícitos en este tema, las elecciones, para seguir con la cantaleta y el cuento de que la Villarán no hace nada. Esos agoreros deben estar incómodos con el cambio de tendencia en las encuestas, donde los limeños aprueban mayoritariamente que se haga eso que se hace (corregir el caos del transporte, no transigir con ambulantes, recuperar el río, la costa y el centro). Y, si lo que se hace está bien, entonces, obviamente, quien lo lidera no está mal. Y la mejora de su aprobación ya viene, superadas las inercias debidas a esas etiquetas que la prensa chicha y cuasi chicha le regala todos los días en carátula y horarios estelares, como se hacía contra Andrade en los tiempos de Montesinos y Laura Bozzo.En todo caso, en la Costa Verde lo que ya comenzó lo aprobaron los seis distritos, que lo que pidieron es que se materialicen las obras.Ya empezaron.

Augusto Ortiz de Zevallos/ EN RESPUESTA


En La República, el sábado 10-12-11, el arquitecto Cooper  desarrolla reflexiones muy suyas, que lo llevan tras largos prólogos,  a pretender  que  dos obras municipales fundamentales  de la gestión de Susana Villarán, la Costa Verde y la Vía Parque Rímac,  deben suspenderse.  Hasta que haya esos concursos de arquitectura que dice preferir y que, como sabemos los arquitectos,  también  le gusta organizar, inventando paradigmas y  jurados. Podría sonar bien. Frederick Cooper busca así presentarse como verdaderamente  representativo de la profesión arquitectónica, la que, según su texto, está excluida o ignorada por la gestión de Susana Villarán.
Como estoy aludido sin que se me nombre, y  no es la primera vez, (cuando se recuperó los colores de Lima, con Barrantes y cuando diseñé el Gran Parque de Lima, con Andrade, movió firmas para sendas cartas de objeción, con falacias parecidas),  respondo.
El derrotero del artículo es meándrico,  inexacto , y quisiera ser acumulativo. Empieza  Cooper, afirmando compungido desde su pedestal:
“la señora Susana Villarán, como ha sido usual(…)resultó elegida sin haber dado a conocer aquel plan de gobierno cuya carencia longeva y perniciosa ha sumido a nuestra capital en (…)inseguridad, ineficiencia y fealdad- en suma, en el caos(…)” .
Lo que es abiertamente falso. Sí hubo plan y debate, incluyendo y exponiendo precisamente esos dos proyectos, para el litoral y el río,  como parte de ese plan.  En programas televisivos y hasta en el mitin de cierre. Que Cooper no se haya enterado es un problema suyo. El electorado sí supo. Y votó. Por esa Costa Verde y por ese Río Verde que ahora se quiere impedir o enredar para mover revocatorias y quitar el piso a un mandato legítimo.  Cuando quienes Cooper quería que ganen, perdieron.  Esa vez y las siguientes. Mi amiga Lourdes Flores , Kucksinsky y Keiko.          Piña.
Dice también, sobre el equipo de Susana Villarán, que
hasta donde se sepa, no figuran profesionales experimentados en planificación urbana(…)”
Muchas gracias, pero hasta donde se sabe, él ciertamente no es uno. 
Y si no, que se nos explique (y que empiece ante los Barranquinos),  el  lamentable fracaso, de aceptación y de desfiguración, que el Museo que él diseñó  ha sido en Barranco, sin que nadie recuerde concurso,  en suelo público. Desnaturalizando un parque que era histórico, pintoresco y quizá ingenuo  pero preexistía y era parte de la identidad Barranquina, y que por ello había sido declarado monumento, condición que antes él  le retiró. Para poner allí esos prismas de fierro que son citas literales a Mies Van der Rohe,  para alojar el arte contemporáneo peruano.  Convirtiendo todo lo demás en retiros o espacios subordinados. Proyecto que se ha tenido que cambiar. No le sobra, pues,  legitimidad al objetor.
Y añade  también Cooper, en su usual estilo, sobre Susana Villarán
“ella también se apresta a ejercer su gobierno adoptando proyectos de obra pública que ni responden a sus iniciativas ni constituyen la esperada señal (...)el emprendimiento de un plan integral que enrumbe la evolución de Lima hacia un ordenamiento equilibrado y esperanzador(…).     A buena entendedora, pocas palabras. Llámeme.
Y luego, contraviniendo lo que todos saben, y él también, como ya  veremos, dice que
“intempestivamente se anuncia la remodelación de un sector de Chorrillos(…) y se da a conocer la pronta realización de trabajos a efectuarse tanto en la Costa Verde como en el cauce del río Rímac”(…) Ambas propuestas, además de no formar parte de un plan integral orgánico ni técnicamente sustentado(…)tendrían que haber sido materia de un concurso(…)  
Y suma a esas falsedades (pues lo que llama intempestivo lo sabrían todos menos él) , algunas admoniciones:
“relegar esos valores al desván de la retórica impresa y vacua(…) delata una lamentable coincidencia con el talante improvisado y populista de la mayoría de sus antecesores(…)
Y luego, dado el sermón,  termina ofreciendo  el regreso al buen camino
“ojalá que la gestión de la señora Susana Villarán represente un cambio de rumbo sustancial respecto a la necesidad de contar con un plan integral para el desarrollo de Lima y que abandone la nociva y no democrática costumbre (…).                Es decir, Llámeme, bis.
Las citas son literales, y el artículo debe estar en internet, así que respondo a algo que es público.
Falsea hechos decir que son “intempestivos” estos dos proyectos y obras. La Costa Verde fue debatida y explicada en público, hace dos años y la maqueta y planos del proyecto están exhibidos en los portales físicos de la Municipalidad desde principios de este año. Si él no lo supiera, eso vuelve a ser su problema. Pero lo grave es que sí lo sabe. Hace rato.
 El proyecto y expediente de la Costa Verde, lo conoce el arquitecto Cooper, porque se lo expliqué en presencia del alcalde anterior Luis Castañeda, quien me lo encargó, como siempre he dicho, después de un debate público (ver mis artículos en Perú 21, que están en Internet),  para corregir errores a los que lo habían llevado otros. Y Luis Castañeda invitó a Cooper, a pedido suyo. Y él acudió,  acompañado con varios arquitectos profesores de la universidad en que es decano (recuerdo a los arquitectos Figari, Ledgard y Rodríguez). Todos opinaron a favor y no se conoce texto en contra, ni suyo ni  de  los valiosos colegas a quienes llevó.   Lo intempestivo, entonces, tiene dos años.
Y lo del “talante improvisado de sus antecesores” no lo decía entonces. Cuando cultivaba buenos términos en ese palacio municipal. Y en el de al lado. Y hay más aún. Cuando Cooper  organizó y monitoreó  el concurso para el Lugar de la Memoria me pidió y recibió ese expediente que ahora afirma desconocer, y que se necesitaba porque allí se definía la vialidad y las pautas físicas del entorno. Y sin duda sabe también que una vez que su jurado falló el ganador, ayudamos a solucionar con pautas urbanísticas precisas, aprobaciones y licencias. Nada hay, pues, de intempestivo, salvo su amnesia selectiva.
El expediente de la obra que se hace está listo, desde que él lo conoció. Tiene SNIP desde el 2010.  Y ahora  se convierte en obra.  Y ya  lo he explicado varias veces invitado en la Facultad de Arquitectura que él controla.  Y no ha habido objeciones porque además, no es uno de esos ejercicios de figuración, gasto y protagonismo, con estrellas internacionales,  que alienta, sino uno de respuestas de sobriedad y pertinencia. El proyecto está expuesto en el Pasaje Santa Rosa.
Y también se falsea, quizás por desinformación, al hablar de las obras que se harán en el río.
Ocurre, arquitecto Cooper, que la gestión anterior había dejado firmado el proyecto de la llamada Línea Amarilla, a lo que usted que se sepa no se opuso. Ocurre también, que el proyecto del Río Verde lo expusimos y debatimos  extensamente en la campaña electoral. Y que se constató al comenzar la gestión de Susana Villarán, que no eran compatibles, porque el proyecto que se había dejado acordado era solamente de vialidad y no proponía una recuperación del centro y el río. Lo que se consiguió fue que la misma empresa brasileña, OAS, quien hará las obras y el expediente técnico,  porque ya tiene la buena pro que obtuvo en un concurso de inversión público-privada,  acepte ajustar el proyecto para que sea uno de desarrollo y no solamente de vialidad. Y donde el centro ahora se va a recuperar, así como todos los distritos que dan frente al río: Cercado, Rímac, San Martín de Porres, Agustino, San Juan de Lurigancho. Y probablemente, aguas arriba, Ate, Santa Anita, Huachipa y ojalá que hasta Chosica y Chaclacayo.
Se confunde, quizá esta vez por desinformación e inexperiencia urbanística, la infraestructura y el ordenamiento territorial y vial, con el supuesto de que el proyecto vaya a ser una arquitectura definitiva a lo largo de kilómetros. Y si el enfadado comentarista se acerca a la Plaza de Armas o pregunta  podrá constatar que hay  abundantes escenarios para inversión e iniciativa privada, y por tanto para nueva arquitectura, que el proyecto genera y que no había en Línea Amarilla. Sería bueno que sepa además que el proyecto se ha presentado ya en cuatro foros sobre posibilidades de inversión privada.
Por último, aunque seguramente también por desconocimiento, se pretende y afirma, en una columna sobre ciudad y arquitectura, que no hay en proceso un plan integral para el desarrollo de Lima. Tampoco es verdad. Pero dejo este tema para otra nota. 

Augusto Ortiz de Zevallos/ STEVE JOBS, EL ÚLTIMO RENACENTISTA


Muerto joven a los 56, en un mutis tan elegante como lamentable, Steve Jobs marca nuestra época y le ofrece algo parecido a lo que hizo el Renacimiento, y a lo que antes hizo Grecia: acercar arte e inteligencia.  Arte que cambia cosmovisiones. Convertir al ser humano en la medida de todas las cosas, empoderarlo y reemplazar sus miedos por su libertad. Y entonces democratizar la cultura y dar herramientas para que prevalezca la creatividad sobre la repetición.
Su pugna con Bill Gates fue la del creador contra el negociante, entender que esa formidable herramienta que se necesita (los españoles la llaman mejor que nosotros: ordenador, algo que permite organizar; mientras nosotros le decimos banalmente computadora, como los gringos: algo cuantitativo)  debe ser algo que nos permita expresarnos y proponer y no solamente eso que fideliza clientes y genera cautivos. Jobs creó herramientas de libertad,  Gates, de consumo. En esa pugna dialéctica claramente el romántico era Steve Jobs.
Esa generación californiana, en territorio librepensador y hippie, a quienes el Estado de Nixon los había obligado contra su conciencia a ir jóvenes a Vietnam, consiguió vengarse años más tarde de ese Estado impositivo y mediocre. Los ordenadores fueron un gran acto de rebeldía, como es todo el arte según Camus. Permitieron y permiten tener, primero en la oficina, luego en casa y ahora en la mano, toda la información que necesito y toda la capacidad de comunicación y persuasión que quiero. Con lo cual el Estado policiaco resultó impotente. Y poder así organizar futuro, ese poder que antes lo tenían el ejército o el aparato político.
Esa revolución es enorme. Y son esos ordenadores y smartphones que impulsó Jobs a quienes debe Estados Unidos que haya ganado Obama. Y, antes, en España, que perdiese Aznar, desnudadas sus mentiras. Y también ahora que los Indignados se multipliquen de ciudad en ciudad y país en país y hayan caído dictaduras en toda Africa del Norte. Y que le quede poco tiempo a los regímenes dictatoriales centroamericanos, porque ya las puertas de la información no se pueden cerrar.
Pero además de multiplicar información las hermosas herramientas de Steve Jobs, que son obras de arte, poéticas y metafóricas,  han dado la base para una estética nueva, en la imagen y hasta en la palabra. El estilo de nuestro tiempo, en artes y pensamiento, se nutre de que los ordenadores sean como son. Y es el ser humano quien, teniéndolos, adquiere autonomías y libertades que antes se impedían y temían. Humanismo, entonces.
Los renacentistas, al inventar la perspectiva, buscaban que todo se ordene desde el ojo y que en el centro de ese espacio representado ahora esté la persona y ya no Dios. Antes, el ser humano veía desde abajo a un Dios inalcanzable e omnipotente de quien se reverenciaba esa omnipotencia. El Renacimiento al ordenar el espacio desde el ojo, prevaleciendo la horizontal y ya no esa vertical subordinada y temerosa desde abajo, convirtió al observador en sujeto. Cada ser humano escogía su mirada y su entidad. Y ahora ve todo el espacio que le importa. El mundo cambió cuando se pasó de los miedos a la lucidez y a la razón.
Si en el Renacimiento lo que importó era ver libremente desde nuestros ojos y poder ser individuos, y si, para ello se inventó  la perspectiva, midiendo y organizando el espacio perceptible,  lo que se hizo en el Humanismo fue celebrar la especificidad de cada persona.
Y ahora la libertad puede estar en cada mano. Y cada vida ya no se rige por fatalidades sino que puede escogerse. El ordenador Apple y las invenciones sucesivas de la familia de la manzana nos dan poder y nos abren un futuro que dependerá de lo que cada uno quiera y haga.
Steve Jobs, que te vaya bien allá arriba, y si hay Dios (o dioses, que sería mejor, como cuando los griegos) convéncelos de que nos merecemos más que esto de andar con miedos. Y saludos a Picasso.
Gracias. 

viernes, 2 de diciembre de 2011

LA CRISIS ESTÁ GALOPANDO/ Alfredo Stecher


No solo cada semana, sino casi cada día nos encontramos con datos y pronósticos pesimistas. Para retomar la imagen hípica: la crisis ya está galopando. Y lo está haciendo como si la economía estuviera en un tobogán con trechos de diferentes ángulos de inclinación - algunos relativamente horizontales, cada vez menores y menos frecuentes. En estos momentos estamos en uno de esos trechos, caracterizados por alzas en las bolsas mundiales (y por enormes ganancias de muchos grandes especuladores). Dudo que dure más de una semana. Pero parece que esos remansos de esperanza de solución y tranquilidad me incitan a insistir en el tema.
Poco a poco, a ritmo creciente, la mayoría de los economistas y políticos están asumiendo la crisis como una realidad o como una amenaza creciente e inminente. Cada vez se lee y escucha más la figura de la economía al borde del precipicio y el augurio de un impacto aún mayor que el de su antecesora – o inicio – de 2008/09.
No quiero asustar. Pero puede ser útil tomar algunos ejemplos de expresiones muy recientes, inimaginables hasta hace poco, cuando había que recurrir a Krugman o Roubini para encontrar una preocupación parecida.
Dos destacados y sensatos economistas chilenos (vale la pena destacarlo como una excepción en nuestra profesión), Sebastián Edwards: La probabilidad de una hecatombe peor que la del año 2008 es altísima; y Eduardo Engel: Que el precio de la libra de cobre caiga a un dólar (de más de tres actualmente) es un escenario improbable pero lejos de imposible (y sería catastrófico para el Perú y Chile).
Un editor de Financial Times: La eurozona tiene solo días para evitar el colapso y La situación me recuerda las últimas horas del Titanic (una figura usada frecuentemente por periodistas especializados).
Un ejecutivo de un fondo de alto riesgo: Se está jugando con fuego.
Un analista inglés, Timothy Garton Ash, sobre la política de Alemania: Solo tiene razón en un 70%, un porcentaje que en un mundo de pánico en los mercados puede convertirse de pronto en un 100% de error.
El ministro de Relaciones Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski: Solo Alemania puede salvar a la zona euro y la Unión Europea de una crisis de proporciones apocalípticas.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha señalado hace pocos días en su informe que a menos que se adopte medidas contundentes para impedir la crisis en la eurozona, las consecuencias serán devastadoras para la economía mundial.
Y hasta un alto asesor del Gobierno alemán: Serios riesgos de un desastre real.
El viceprimer ministro chino, Wang Quishan: La recesión económica global causada por la crisis financiera internacional será crónica.
Wang ha planteado la necesidad para la economía china de centrarse en su propio mercado. Esa noticia es particularmente alarmante, por más que solo remache lo que ya sabíamos, porque proviene de la principal locomotora de la economía mundial. Un pésimo augurio.
La crisis griega ha resultado ser solo la punta de un enorme iceberg compuesto por las principales economías europeas. Hasta hace unos días se decía, “excepto la alemana – y algunas más”, pero la reciente dificultad del Banco Central de Alemania para colocar nuevos bonos a largo plazo podría indicar que no será la excepción, a pesar de que luego los bonos alemanes han seguido siendo comprados a tasas bajísimas, solo ligeramente superiores a las norteamericanas. Finalmente la crisis es del euro, también la moneda de Alemania.
Ante las esperanzas o desesperanzas de muchas personas por entender la calidad y el poder de las principales economías e instituciones económicas mundiales en manos de tecnócratas o de políticos que se guían por éstos, Paul Krugman, a mi juicio el más lúcido economista, ha dicho hace poco que en su mayoría son más bien ideólogos románticos que no quieren ver en la realidad lo que no encaja con su ideología. Y tiene mucha razón. Destacan en esto los economistas alemanes de mayor peso. Él señala que, a la vez que espera que los europeos cambien de curso a tiempo, considera más probable que lo sigan camino a la ruina.
En resumen, la crisis económica actual, que va llevando al mundo a su segunda Gran Depresión, es el desinfle progresivo y progresivamente más acelerado de un conjunto de burbujas generado por un gran esquema Ponzi de apalancamiento excesivo de los instrumentos financieros cada vez más desconectados de su base material en la economía real. Ese desinfle es inevitable y son inevitables la recesión, la destrucción de un porcentaje significativo de la riqueza actual y un deterioro de la calidad de vida de la inmensa mayoría de las personas vía aumento de la desocupación y reducción de remuneraciones, entre otros. Lo que es evitable es un daño extremo a la economía real y a las sociedades humanas causado por políticas equivocadas frente al desempeño de los mercados.
Hasta ahora nos encaminamos hacia un escenario dantesco, de colapso del euro y de recesión mundial aguda, porque las autoridades políticas andan rengueando detrás de los acontecimientos económicos, y las autoridades económicas no pueden – algunas tampoco quieren – adoptar medidas que podrían eventualmente posibilitar un aterrizaje menos dramático de la economía.
La Unión Europea necesitaría desplegar todos los mecanismos políticos posibles para evitar una profundización catastrófica de la crisis, y no hay seguridad de que lo haga – a tiempo. A medida que la crisis se prolonga se va convirtiendo de financiera en crisis de solvencia. Los intereses récord que han estado pagando Italia y España, cinco o seis veces más altos que los más altos que paga Alemania, son insostenibles en tanto contribuyen a aumentar las deudas ya demasiado altas. Ya Francia, Bélgica y Austria, que parecían inmunes, han visto aumentar significativamente sus primas de riesgo (respecto de las tasas de Alemania). Y el hundimiento de su economía está poniendo en aprietos al gobierno británico y cuestionando su política de ajuste fiscal. La desprestigiada pero aún poderosa agencia de calificación crediticia Moody’s amenazó a modo de ultimátum con una rebaja generalizada de las notas de solvencia en la Unión Europea si no adoptan medidas para estabilizar los mercados hasta inicios de 2012.
Las necesidades de recursos para salvar a los países en peligro de insolvencia - incluyen ahora a Italia y España, la tercera y cuarta economía de la zona euro, y pueden arrastrar a Francia, la segunda economía en tamaño - son de un orden muy superior a la capacidad de las entidades financieras y políticas que tendrían que rescatarlos. El Fondo Europeo de Estabilidad Financiera no logra superar el orden de las centenas de miles de millones de euros. Los líderes ya han reconocido que necesitarán el apoyo del Banco Central Europeo y del Fondo Monetario Internacional, pero también los recursos de éstos resultan limitados frente a la magnitud potencial del salvataje necesario. Hay un enorme riesgo de colapso del sistema financiero – lo que la caída de Lehman&Brothers en 2008 desencadenó ha mostrado lo terrible que puede ser eso. Y esta vez sería peor.
Ante el derrumbe progresivo de un cerro por una falla geológica profunda no hay fuerza que lo pueda detener, pero sí puede adoptarse medidas para minimizar los daños.
Yo no pierdo la esperanza – y la creo realista - de que el liderazgo político europeo logre evitar lo peor, de modo que la inevitable depresión mundial no alcance los niveles dantescos que ahora parecen probables. Ángela Merkel, de quien al parecer todo depende, está mal asesorada y es terca, pero ha demostrado ser capaz de cambiar de posición ante evidencias de su equivocación. Es posible – y deseable - que la Unión Europea, después de ser zamaqueada violentamente y resultar seriamente golpeada en este proceso, se vea a la larga fortalecida.