miércoles, 31 de octubre de 2012

OBSERVANDO CON SIMPATÍA: ELECCIONES MUNICIPALES/Alfredo Stecher


El domingo 28 de octubre se han realizado las elecciones municipales en Chile, con resultados inesperados y tan interesantes que me animo a comentarlas, aunque no lo tenía previsto (un compendio para quienes siguen las noticias internacionales). Si bien me falta mucho para tener los cinco años de residencia que me facultarán para votar, he mirado el proceso y algunos resultados con especial empatía, ya que mi familia vive repartida en tres comunas de Santiago, vecinas, en las que los alcaldes son de la coalición y han sido derrotados por candidatos de la oposición, con los que simpatizamos. Y ha sido una linda experiencia celebrar algunos resultados con hijos, parejas y nietos, en parte en la calle.

En el caso de Ñuñoa, donde vivo, ha ganado por un margen de infarto – 98 votos - Maya Fernández Allende, nieta del expresidente, del Partido Socialista- PS, a Pedro Sabat, que buscaba su cuarta reelección (a pesar de lograr un 8% el Partido Humanista, también de oposición). En Providencia la socióloga independiente, centrista, Josefa Errázuriz (bastante parecida físicamente a nuestra Susana Villarán), elegida en primarias abiertas y respaldada por la Concertación, ha derrotado categóricamente, con 56%, a Cristián Labbé, coronel retirado, exmiembro de la Dirección de Inteligencia Nacional – DINA, famosa por la tortura y eliminación de opositores, exministro portavoz de Pinochet, cuatro veces alcalde, desde 1996. En La Reina venció Raúl Donckaster, de la Democracia Cristiana – DC - a una derecha dividida. A esto se agrega la contundente victoria de Carolina Tohá, del Partido por la Democracia – PPD, exdiputada y exministra de Michelle Bachelet, sobre el alcalde Pablo Zalaquett, en Santiago (centro). Da especial gusto ver ese triunfo de tres candidatas mujeres, serias, sensatas, honestas y queribles, que han hecho todas una intensa campaña participativa, casa por casa (a quienes se une la nueva alcaldesa de Peñalolén, comuna vecina).

Labbé es una muestra de lo que es capaz la derecha pinochetista recalcitrante: Siendo al parecer un buen administrador municipal, reelegido en 2008 con 64% de los votos, que ha hecho de Providencia una comuna ejemplar en cuanto a ornato público y servicios – claro que con arcas llenas -, pero ignorando y menospreciando la participación vecinal, ha logrado enajenarse las simpatías de todo el centro político con sus posiciones de ultraderecha, su reacción feroz contra las tomas de colegios por estudiantes secundarios, con expulsión de los participantes, con su reciente auspicio de un acto de desagravio a un exfuncionario de la DINA, condenado por violaciones a los derechos humanos a 144 años de prisión, su ninguneo a la candidata opositora como simple ama de casa; esto se expresó también el día de la votación, molesto por manifestaciones hostiles en su mesa de votación, en su negativa a felicitar a la triunfadora, con su clásico “yo no hago nada que no me nazca”. Del lado más moderno y, en parte, más liberal de la derecha, ahora centroderecha, en el Poder, cabe resaltar las felicitaciones inmediatas de Zalaquett y de Sabat a sus contendoras, de este último incluso antes de terminar el conteo, habiendo apenas cien votos de diferencia, y renunciando a una posible demanda de recuento ante el Tribunal Calificador de Elecciones.

Destaca el hecho de que el Gobierno y la alianza gobiernista, así como los principales medios de comunicación, hayan considerado el triunfo en Santiago como seguro, en Providencia como más reñido, pero altamente probable, y en Ñuñoa como aplastante y la contendora casi ignorada – a tal punto que prácticamente no existía en la cobertura mediática y tampoco la oposición veía posible su triunfo. El contraste entre la gran celebración prevista en Santiago, con participación de cinco ministros, con la realidad, simboliza el significado de los resultados generales para el Gobierno. Es probable que su triunfalismo previo haya contribuido a la debacle.

Curiosamente, todos los partidos y opiniones tienen algo que celebrar, menos el Gobierno, en particular el presidente Sebastián Piñera, la Coalición gobernante, que bajó su porcentaje de 43 a 33% (frente a un aumento para la Concertación del 44 al 50%), y sus dos principales aspirantes a candidatos presidenciales, especialmente el favorito, Laurence Golborne, ministro de Obras Públicas, cercano a UDI, que se involucró mucho en la campaña, a diferencia de Andrés Allamand, ministro de Defensa, de RN, mejor político. Para el Gobierno es unánime la calificación de derrota – reflejada en sus caras largas. Por otro lado, tampoco puede celebrar el sistema democrático, por la bajísima participación electoral, a pesar del correcto funcionamiento de los mecanismos electorales (siendo las mesas de votación por primera vez mixtas, hombres y mujeres, y con sistema Braille para invidentes). Cabe agregar un tercer gran derrotado, las encuestadoras, cuyas predicciones contribuyeron al desatinado y contraproducente triunfalismo gobiernista, que contribuyó a la elevada abstención (entre sus partidarios).

Si bien el cambio de sistema electoral de inscripción voluntaria y voto obligatorio a inscripción automática y voto voluntario hacía prever un alto grado de abstención, el porcentaje efectivo fue una sorpresa para todos, incluidos sus detractores: 57%, o sea una participación de solo 43%, un récord histórico, con una reducción de un millón y medio de votantes, de casi siete millones en las elecciones municipales de 2008 a cinco millones y medio, a pesar del enorme aumento de la población con derecho a voto, a cerca de trece millones y medio.

A primera vista el resultado no es tan malo para la Coalición gobiernista, a pesar de haber bajado su votación a nivel nacional y de 144 a 121 alcaldes, en Santiago metropolitano de 15 a 9 alcaldías, y la Concertación subido de 15 a 24, de un total de 34 (el resto totalmente independientes); y de las quince capitales regionales ha bajado de nueve a seis, habiendo la Concertación subido de dos a seis. La derrota gobiernista se magnifica por el contraste entre el triunfalismo previo y la pérdida de comunas emblemáticas – Santiago, Providencia, Recoleta, Concepción.

Aunque cada partido de oposición ganó algo o alguito, probablemente el mayor ganador fue la unidad del bloque opositor, seriamente amenazada por desavenencias internas, simbolizada por la hasta ahora fantasmagórica pero real (pre)candidatura presidencial de la expresidenta Bachelet. Loa s resultados evidencian la precariedad de su avance si no fuera por haber logrado mantenerse unidos, a pesar de todo.

 

lunes, 29 de octubre de 2012

APUNTES SOBRE ASOCIATIVIDAD AGRARIA/ Manuel Aguirre Gutiérrez

Aun hoy en día, muchos creen que la pequeña agricultura en el Perú es un lastre que nos heredó la Reforma Agraria de Velasco. No ha bastado con que más del 90% del café que exportamos provenga de pequeños productores, que casi el 50% de ellos este organizado y además de producir, exportan directamente su producto. No ha sido suficiente con saber que el mejor café del mundo en el 2010 provino de un pequeño caficultor organizado en una cooperativa de Puno, que casi el 90% del cacao que exportamos proviene también de pequeños productores y que han sido las cooperativas y asociaciones de pequeños productores de cacao quienes más han hecho por mostrar al mundo la calidad de nuestro cacao –véase la campaña “el cacao de Oro Verde pone”, de BBVA y los premios al cacao peruano en el Salón del Chocolate de París-; no ha sido suficiente con que el boom exportador de banano orgánico peruano haya sido a partir de la asociatividad de los pequeños productores de Sullana (más del 50% de las exportaciones actuales de banano proviene de organizaciones de pequeños productores exportadores); a pesar de todos estos avances, y de otros muchos en diversos productos, aun muchos piensan que la pequeña agricultura en el Perú es un problema, un cáncer que nos impide desarrollar nuestro sector agrario, algo que hay que acabar, casi una mala palabra.
Felizmente para el país y para la inmensa mayoría de productores con menos de 5 has (más de las 2/3 partes del área agrícola del Perú está en manos de ellos), existe algo llamado asociatividad que inicialmente les fue impuesta, que fracasó, que cambió de formas, que volvió y que ha demostrado ser el arma con que la pequeña agricultura en el Perú puede ser exitosa y transitar hacia la modernidad de nuestro golpeado sector agrario.
Hoy podemos contar por decenas las experiencias exitosas de asociatividad agraria en diversos productos, que muestran que sí es posible y que deberían ser el punto de partida de la política agraria en el país, la referencia para la clase política dedicada al sector; no sólo como fuente y matriz para la política agraria, sino también como modelos de desarrollo que permiten activar las economías rurales y mejorar las condiciones de vida y de inclusión de miles de familias que fueron condenadas a la pobreza por un modelo económico que las relegó a ser sólo sujetos pasivos de las gotas de riqueza que el modelo generaría y que nunca llegaron.
Sin embargo, la asociatividad entre los pequeños productores no es fácil. No es una simple cuestión de juntar dos o más productores y “crearles” una organización. No se trata de una suma de ingredientes como cuando se hace un pastel o un chaufa. Se trata de un complejo proceso de conjunción de objetivos, de mezcla de intereses colectivos y particulares también, de coyunturas especiales, de búsqueda de empatías, de compromisos, de liderazgos, de recursos; es decir, de una serie de factores que se van amalgamando para finalmente configurar una organización de productores.
La organización nace frágil, necesita ser guiada adecuadamente por un liderazgo responsable y democrático, una dirigencia que entienda que su principal activo son los socios y que a ellos se debe. Que entienda que no van a manejar únicamente una organización social ni únicamente una empresa, van a manejar las dos cosas a la vez!!! Este es el gran desafío de este tipo de organizaciones y es lo primero que hay que entender de ellas y que en realidad marca todas las acciones que esta organización desarrollará en el futuro, todo lo que haga en adelante estará signado por esta doble y a veces contradictoria “personalidad”: son organizaciones sociales y son empresas al mismo tiempo.
Pretendemos alentar este debate sobre la asociatividad, tratando de analizar e ir colocando en agenda algunas de estas complejidades como por ejemplo;
-          Cooperativas o asociaciones, cuál es el mejor modelo?
-          Lo social y lo empresarial en la organización.
-          Líderes dirigentes, continuidad de los liderazgos en la dirigencia.
-          Rol de los directivos y de la gerencia; búsqueda constante de equilibrio.
-          Gerencias y/o presidencias omnipotentes.
-          Los directivos y los fiscalizadores; relaciones sensibles.
-          Hasta dónde crecer?, crecimiento y desarrollo.
-          Recambios generacionales; complejo proceso.
-          Recambios dirigenciales y formación de nuevos cuadros.
-          La planificación y la acción; frecuentes incoherencias.
-          La incursión política en las organizaciones.
-          Lo laboral en las organizaciones de productores.
-          La lealtad y el compromiso; valores ficticios?
-          La honradez del dirigente y las tentaciones del poder.
Son algunos de los temas que proponemos debatir. Como vemos, la asociatividad es compleja y encierra un gran número de desafíos, de preguntas aun sin respuesta, se está haciendo camino al andar y ningún modelo es totalmente bueno ni totalmente malo, estamos en una etapa de prueba aun, de aprendizaje. Pero estas experiencias debemos irlas recogiendo para que nos sirvan a las actuales organizaciones y a las que se vienen, sólo así podremos ir consolidando esta aún frágil asociatividad.
Piura, Enero 2012

sábado, 20 de octubre de 2012

OBSERVANDO CON SIMPATÍA/ Alfredo Stecher


Tratar de ser buenos vecinos y amigos, y cooperar para avanzar, no anula la competencia ni impide que surjan tensiones entre países. Las peores, por su potencial disruptivo y destructivo, son las territoriales con implicancias militares. En el caso de Chile, confío en que, con el veredicto de La Haya, quede zanjado nuestro último diferendo territorial, ojalá (más) favorable a nosotros, pero que ambas partes acepten acatarlo, cualquiera sea el resultado, a lo que se han comprometido ambos gobiernos – lo que los enaltece. En cuanto a las diferencias y conflictos en otras esferas, lo importante es abordarlas de manera constructiva y avanzar para superarlas con beneficio compartido, siempre con tendencia a la mayor integración cultural, social, económica y política posible.

Para ello es importante, además de respetarnos, conocernos mutuamente lo mejor posible, tratar de entender al otro, explicar y difundir lo nuestro y analizar la experiencia del otro con las preguntas ¿qué aprender, qué errores evitar, qué no imitar, en qué cooperar, en qué buscar sobresalir en la competencia?

Me propongo en sucesivos artículos observar con simpatía, es decir, con sentimiento de afinidad, preocupación y solidaridad, lo que sucede en Chile, donde estoy residiendo, y contribuir a responder esas preguntas. Me importa que a Chile le vaya bien y cada vez mejor, como me importa que nuestro Perú avance en todo sentido, de modo que juntos podamos dar una mayor contribución a la unión y desarrollo latinoamericanos. Me importa que a todos nuestros vecinos, demás países latinoamericanos y del resto del mundo les vaya cada vez mejor, pero es respecto de Chile que puedo aportar un granito de arena.

En ese empeño me baso en información periodística y en las opiniones de políticos y analistas, seleccionadas a partir de mis propias posiciones, tratando de transmitir una imagen equilibrada. Anticipando mi orientación al respecto toco algunos aspectos de lo económico y de lo no económico.

Tomo el emblemático caso del pisco, uno de nuestros productos bandera, aún a riesgo de molestar a algunas personas. Está claro que nuestro pisco es diferente y superior al tradicional aguardiente chileno, mal llamado pisco, por ser procesos diferentes, el nuestro de mosto fresco fermentado destilado hasta alcanzar el grado alcohólico deseado, el chileno de vino, destilado industrialmente (principalmente por dos grandes empresas, cooperativas), con un resultado de hasta 73 grados, para luego rebajarlo con agua desmineralizada. La superioridad del nuestro es ampliamente aceptada en Chile, que así se ha convertido en el primer o segundo más importante destino de nuestras exportaciones de pisco. Además, en una época de valoración creciente de la diversidad, Chile está en desventaja por tener prácticamente solo pisco de moscatel y algo de torontel y otras dos variedades marginales, nosotros una gran variedad, cuatro no aromáticos, cuatro aromáticos, acholados y de mosto verde.

Podríamos haber logrado la exclusividad del nombre pisco, como Francia de la champaña. Pero no lloremos sobre leche derramada: Nadie en el Perú se había interesado oportunamente por el registro de la denominación en el mercado mundial (aunque en las últimas dos décadas hemos avanzado en obtener numerosos reconocimientos bilaterales, en parte de exclusividad, y obtuvimos en 2005 un reconocimiento exclusivo en el Sistema de Lisboa de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, pero integrado por pocos países). Y Chile había hecho el vivo asumiendo ese nombre como propio, incluso rebautizando en 1936 como Pisco Elqui la población de La Unión, en Coquimbo. Hay que reconocer que el nombre de pisco para una parte del aguardiente chileno se remonta hasta al menos fines del siglo XIX, con algunas menciones aún más antiguas, y ya se encuentra en diccionarios de chilenismos de inicios del siglo XX, como vocablo en uso, proveniente del Perú. La denominación de origen pisco es creada en Chile en 1931, para las provincias de Atacama y Coquimbo. En el Perú la denominación de origen recién es legislada en 1990, abarcando casi toda la Costa entre Lima y Tacna.

Tomémoslo por el lado positivo, un reconocimiento por Chile a la calidad de nuestro pisco (denominado originalmente así en el Perú y por haber sido exportado a Chile desde nuestro puerto de Pisco y en botijas denominadas pisco, denominación prehispánica, que recuerda los aríbalos – nombre de origen griego aplicado a una cerámica típica de la cultura inca). Siempre he sostenido que nos conviene una pugna fraterna al respecto, que aumenta el interés de los consumidores internacionales por probarlo, siendo fácil ganar en la competencia de calidad a los paladares extranjeros; y que nos ha convenido en el pasado el pequeño pero significativo espacio conquistado por el pisco chileno en mercados externos, por el excelente márketing, favorecido por la calidad de sus vinos, a cuya sombra hemos podido colocar inicialmente con mayor facilidad el nuestro.

Ahora que nuestro pisco está asociado al boom de la gastronomía peruana, el “pisco del Perú” está superando al chileno en exportaciones y obligando a los productores de nuestro vecino a mejorar la calidad del suyo, sin por cierto alcanzar la del nuestro. Aumentemos juntos y/o compitiendo fraternalmente la cuota de mercado internacional para el pisco y ganemos esa competencia por los mercados más exigentes con nuestro “Pisco del Perú”, al amparo también de nuestra floreciente marca país.

Un caso de mucho mayor magnitud e importancia es la minería. Perú y Chile están entre los grandes países mineros y entre los primeros en producción de cobre (siendo Chile de lejos el mayor productor, cuatro veces mayor que nosotros). Algunas de las más grandes empresas mineras del mundo se encuentran en ambos países. La minería genera en cada país una gran red de proveedores de bienes y servicios, creadores de ingresos y de empleo, que constituyen un cluster crecientemente competitivo en cada país. Hay pocas, pero crecientes inversiones peruanas relacionadas con la minería de Chile y viceversa. Mientras más entrelacemos nuestras actividades en este campo, como supercluster binacional, más podremos aprovechar ventajas de escala y de competitividad frente al mercado mundial.

Otro es el caso de las frutas, en que Chile nos lleva muchas décadas de adelanto en el mercado mundial, con eficaz aprovechamiento de la producción de contraestación respecto del hemisferio Norte. Sin embargo nosotros tenemos, además del efecto contraestación, la gran ventaja, por la diversidad de climas, de poder ofrecer una mucho mayor variedad de frutas de calidad y durante más meses por año. En los últimos lustros las inversiones chilenas en fruticultura en el Perú se han multiplicado, aprovechando estas ventajas, no sin producir tensiones y conflictos por el uso creciente de tierras y agua y de carácter laboral. Pero también han contribuido, junto con importantes inversiones peruanas y de otro origen, no solo a un enorme salto en la tecnología, producción y exportación y su aporte al PIB y al empleo, nacional y de varias regiones, especialmente de la Costa, sino también a constituir un cluster frutícola con servicios para técnicas productivas y de márketing avanzadas que favorece nuestra competitividad.

En estos y otros ámbitos debemos tener cuidado con la prepotencia de algunos empresarios y ejecutivos chilenos, en parte autocriticada y remediada, pero seguir aprovechando know how, servicios y mecanismos de comercialización en la competencia común con otros países.

Tenemos con Chile también una gran afinidad cultural, ancestral y moderna, y compartir iniciativas culturales resulta para nosotros de gran ventaja. Incluso, por ejemplo, los grandes eventos musicales que prefiere nuestra juventud y los pequeños, como los de música clásica, son mucho más factibles por el imán del mucho mayor mercado cultural chileno, que además permite reducir costos.

En Chile vivimos más de 50 mil peruanos, entre ellos empresarios, especialmente exitosos en la gastronomía peruana, muy bien acogida, pero principalmente trabajadores, incluyendo a gran número de trabajadoras del hogar, muchas de ellas especialmente apreciadas por su buena relación con niños y su buena dicción en castellano, así como por sus dotes culinarias. Un porcentaje significativo de estos trabajadores regresa después de algunos años al Perú con un pequeño capital y con nuevas competencias y perspectivas, enriqueciendo nuestro tejido social y económico, así como acá han aportado  positivamente al chileno.

El indispensable fortalecimiento de nuestra institucionalidad en todas las dimensiones nos debe también ayudar a que, en estas relaciones, sean respetados los derechos de nuestros conciudadanos y empresas y del país en su conjunto, e igualmente de las personas e intereses de Chile en nuestro país, a la vez que a aprovechar mejor nuestra cooperación.

HUEVOS DE ESTURIÓN / “Perro flaco” / Fernando Rospigliosi

La Policía atrapó a Celso Castillo Ángeles, “Perro flaco”, uno de los delincuentes que atacó una comisaría en Jaén el 9 de enero. Los “Sanguinarios de Bagua” asesinaron a sangre fría a 3 policías, un adolescente y una mujer embarazada.
Según la Policía, “Perro flaco” es un licenciado del Ejército convertido en delincuente, al igual que varios de sus cómplices.
¿Se acuerdan cuando se produjo el ataque y algunos medios y expertos dijeron que se trataba de una incursión del MRTA y del resurgimiento del terrorismo?
        En esa ocasión recordé en el twitter como durante más de una década surgen una y otra vez esas ideas equivocadas sobre supuestos rebrotes y conspiraciones terroristas.
        Es la de nunca acabar, porque, por un lado, hay gente interesada por motivos políticos en hacer creer que hay nuevos grupos terroristas; y, por otro lado, hay personas con esquemas mentales rígidos que no entienden que las cosas han cambiado.
        Un elemento interesante a destacar es el origen de estos sanguinarios delincuentes: el Ejército. (En otros casos son policías o ex terroristas).
Es importante recordarlo cuando el presidente Ollanta Humala, que no tiene la más mínima idea de cómo enfrentar la creciente ola delictiva, pretende incorporar a la seguridad ciudadana a militares en retiro, pagándoles un sueldo adicional además de su pensión.
Ese es un riesgo muy serio porque algunos de esos militares, además de no estar capacitados para la tarea, son potenciales o reales delincuentes. O integrantes de las huestes etnocaceristas que lidera su hermano Antauro. Similares a los que asaltaron la comisaría de Andahuaylas en 1 de enero de 2005 y asesinaron a 4 policías.
        Ya hicieron una barbaridad al presentar un proyecto para el "servicio policial voluntario" que está a punto de ser aprobado en el Congreso. Ya realizaron otra burrada al llenar el Ministerio del Interior con militares con los resultados que estamos viendo. Sería una nueva metida de pata, que empeoraría la situación.
Referencias:



LOS RESPONSABLES DE LA LUCHA CONTRA EL DELITO/Gral. PNP-R Enrique Yépez Dávalos

Nuevamente entra en primera plana la discusión sobre quiénes son los principales responsables de la lucha contra el delito en las calles: ¿El Estado a través de la Policía Nacional o los Gobiernos Locales? Esto a raíz de recientes declaraciones del Presidente de la República  manifestando que la seguridad ciudadana es una responsabilidad de todos, fundamentalmente de los alcaldes.
El debate se origina también por el creciente incremento de la delincuencia común y organizada, cuyas implicancias están deteriorando, aún más, los sentimientos de seguridad de los ciudadanos, a falta de una política definida que permita orientar esfuerzos en torno a objetivos comunes.
Si bien ahora se avizora mejores horizontes para la lucha contra el delito por el liderazgo asumido por el Presidente Humala en la conducción del sistema de seguridad ciudadana y por el pronto equipamiento policial anunciado por el Ministro del Interior, todavía no se vislumbra una política definida. Creo que es hora ya de entrar a la acción, sumando esfuerzos y voluntades entre todos los actores de la seguridad ciudadana, dentro de los cuales los municipios y la policía juegan un rol fundamental.
Mientras tanto, las divergencias en la conducción de la lucha contra el delito a nivel local continúan. Estas deben superarse y la mejor forma de lograrlo es, a mi criterio, formulando Protocolos o Guías de Procedimientos diseñados por el CONASEC, que precisen al detalle las obligaciones y responsabilidades de cada quien.
Un criterio integrador compartido por muchos alcaldes y policías, es la referida a que la política de seguridad ciudadana es una responsabilidad del Estado; y, por tanto, la institución constitucionalmente encargada para garantizar y conservarla es la Policía Nacional. Este razonamiento se basa también en que la lucha contra el delito, por las implicancias sociales y legales que conlleva, no puede ser asumida por los  alcaldes. Tienen que ser necesariamente articuladas por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que son los jueces, fiscales y policías, por supuesto, en permanente coordinación con los alcaldes como presidentes de los comités locales de seguridad ciudadana.
Otro argumento es de carácter presupuestario. Cada municipio tiene partidas disímiles, por tanto, sería difícil un tratamiento equitativo para apoyar con recursos y medios a todos por igual. También por razones de capacitación estandarizada y otros aspectos que impiden que los alcaldes tengan una participación directa en la administración de la operatoria policial.
Este razonamiento no se contrapone a la Ley 27933 del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, por el contrario, le otorgaría el impulso que necesita para dinamizar el trabajo a nivel local, teniendo a los alcaldes y a los comisarios como los principales actores del Estado. Los primeros liderando la prevención social y encausando las aspiraciones de seguridad de sus ciudadanos y los segundos ejecutando las estrategias, actividades y tareas policiales para reducir el delito. 
Por tanto, el Presidente de la República no se equivoca cuando demanda de los alcaldes mayor responsabilidad en la lucha contra el delito, porque ellos son los principales líderes en la seguridad en sus provincias y distritos. El problema surge muchas veces por el afán protagónico o por discrepancias entre algunos alcaldes y comisarios, lo que da lugar, por ejemplo, a que los servicios de serenazgo actúan separadamente sin ningún tipo de coordinación con las comisarías.
La experiencia nacional e internacional señalan que en países unitarios e incluso descentralizados, no es conveniente “atomizar” la lucha contra el delito a nivel local, por el contrario, es necesario fortalecer una sola organización que debe ser la policía como institución encargada  de hacer cumplir la ley, que responda al comité de seguridad, a los vecinos y a su comando sobre las estrategias que viene ejecutando, en lugar de existir otras entidades que persigan el mismo cometido. Esto conllevaría a tener:
·       Una eficiente capacidad de respuesta policial ante los requerimientos ciudadanos.
·       Los principios de eficiencia, alcance de control y asignación homogénea,  estarían garantizados en la medida que existan policías y  serenos debidamente preparados, estimulados y éticamente formados.
·       Mejores comisarias con recursos y medios provenientes del gobierno central, de los gobiernos regionales y de los municipios.
·       Un solo funcionario- el comisario de policía- encargado y responsable de la prevención, investigación y control del delito a nivel local.
·       Una adecuada coordinación entre el  comando de la PNP con los alcaldes provinciales y distritales.
·       Planes de seguridad con criterios estandarizados a nivel nacional.
·       Más efectivos policiales en las calles para el patrullaje y la investigación policial, incluyendo a los servicios de serenazgo bajo el comando de los comisarios, en base a directivas  que determinen con claridad sus funciones y atribuciones. Para el efecto es necesario capacitar a los serenos en los centros de formación de la PNP, que permita tener unidad de doctrina, así como técnicas y procedimientos similares a nivel nacional.
La necesidad de tener una sola entidad encargada de la lucha contra el delito a nivel local responde a la política general del gobierno central de concentrar todo el esfuerzo del estado en pocas instancias. Una eficaz forma de lograrlo es descentralizando la lucha contra el delito. Demuestra también el espíritu integrador que debe ser la esencia del sistema.
Finalmente es necesario recordar que la seguridad ciudadana es una política de Estado. Para lograrlo, el Gobierno Central tiene que encontrar soluciones a los siguientes desafíos:
·       Reorganizar la participación de la comunidad en seguridad ciudadana
·       Impulsar los programas preventivos, educativos y de reinserción             
·       Potenciar el trabajo preventivo, de investigación y de control de las comisarías.
·       Mejorar con recursos y medios la capacidad de respuesta de la policía ante los requerimientos ciudadanos.
·        Con el próximo incremento de remuneraciones para el personal policial, desarticular el programa denominado “servicios individualizados” que desnaturaliza su labor de servicio a la comunidad.
·       Elevar el nivel de capacitación con criterios estandarizados.
·       Establecer mecanismos de lucha contra la corrupción
Si estos postulados se cumplen a cabalidad mediante una firme voluntad política e institucional, estaremos transitando por el camino correcto.

sábado, 6 de octubre de 2012

TOÑO/ Augusto Ortiz de Zevallos

Para quienes no lo veíamos mucho, aunque fuéramos sus amigos, y cada encuentro ocasional lo confirmara, este mutis de Toño, que como todo en él , ha sido breve y lacónico, podría parecer una de sus bromas, ambiguas, irónicas y filosóficas.
Irse sin avisar, inesperadamente, cuando era un joven perpetuo, alguien a quien sin duda volveríamos a ver, un espíritu que impregnaba cada reunión, alguien dotado de dotes y poderes un poco de Sky Walker, y una suerte de quinto Beatle, al mismo tiempo que era y siempre fue un poeta mayor. Exigente y auto exigente, fino, inteligente, crítico ácido de todos y de él mismo, culto en más plural y gozoso de los sentidos, y tan cariñoso como jodido. Además de premiado, traducido, reconocido.
Ha sido una sorpresa. Yo acababa de firmar el apoyo a su candidatura al premio nacional de cultura, que todavía debería recibir (y hace años me tocó ser jurado de un premio que daba COSAPI a trayectorias intelectuales, y conseguir que lo compartiera con un científico)
Hace semanas Balo Sánchez León le dedicó una linda columna, donde decía que iba a verlo, y yo no entendí que eso fuera un anticipo de esta noticia de hoy o ayer. Si oí que Toño, que tenía algo de torero bueno y a la antigua, de citar de frente y poner el pecho, como José Tomás, había dicho que con él no iban eso de las radiaciones, y que prefería vivir bien lo que le tocase en suerte, aunque el toro embistiese. Y aunque no terminase la poesía que estaba volviendo a escribir, después de tiempos de crónicas y prosas.
No sé si ofendo ni contrarío a nadie, espero que no, y menos que nadie a su mujer, La Negra y a sus hijos, pero este irse así casi sin despedidas le es muy propio. Elegante, orgulloso, íntegro, la conmiseración no era lo suyo. Y pedir permiso, menos. Opinó siempre como le parecía y sobre lo que le pareciera, ante quien fuera. En poesía, en caricaturas, en la radio, en relatos, en recuentos. Y en política, tanto como en ética. Era una especie de mezcla paradójica y muy limeña de republicano español con lord inglés, y de jacobino con dandy.

Felizmente para nosotros, su obra está bastante bien recogida y antologada. Felizmente se deja leer toda, placenteramente. Era capaz de combinar erudición con coloquios y calle, sueños con cotidianidad, testimonios con miradas agudas. No sé que digan otros, que saben más que yo, que improviso en este terreno, pero a mí me parece el suyo un espíritu algo como el de Valdelomar en lo fresco y ácrata, y sin duda su poesía puede haber bebido a la vez de poetas inteligentes como Martín Adán y de poetas lozanos como Eguren.
Poesía con blue jean, paseos de sensualidad, humor y sarcasmos, brevedades Borgianas, ironías que supongo tienen que ver con su relativa anglofilia (Londres, Beatles, Joyce, Eliot, Dylan Thomas…), que sin embargo se combinó también siempre con otras fuentes y tradiciones (Baudelaire, Paris, la modernidad…).
Toño era de todas partes. Pero, más exactamente, era un miraflorino de todas partes. Vivía a pocas cuadras del malecón y a algunas más del Haití. Y creo que mezclaba en desorden hacer caminatas y paseos a pie o en bicicleta, con conversar cervezas y aguas mayores, como seguramente vinos en sus años fértiles en Europa.
De todas partes y de varias ideas y verdades sucesivas.
Se formó como un Sesentaiochista, después de haber sido amigo, coetáneo y deudo del Javier Heraud de cuando Cuba era promesa y no engaño. Y fue sin duda un rebelde progresista, que apostó a eso dirigiendo revistas críticas, yendo a enseñar a provincias y liderando y convocando a muchos. Y fue también alguien que, siendo alguien siempre lúcido y jamás un ideologizado pasivo, se decepcionó antes de que se cayeran esos muros físicos, militares y mentales del socialismo burocrático y militarista. Jamás aceptó la censura ni la castración del socialismo realista y cultivó un individualismo liberal de ese que se ilustra cuando uno ve que en EEUU le dicen liberales a los demócratas progresistas como Obama. Que ojalá gane, como Toño habría preferido.
Amigo de sus amigos, futbolero, encariñado con su familia, camotudo, tener de amigo a Toño era un lujo. Leerlo será el consuelo a que no esté, porque sin que se lo propusiese, toda su obra está hablada desde él mismo.
Salud, Toño, y gracias por ser tú.