martes, 28 de abril de 2009

HUEVOS DE ESTURIÓN / El matón de la palabra / Fernando Rospigliosi


Como era de esperarse, César Hildebrandt respondió a la crítica que le hice el domingo pasado en La República (“Premio a la incompetencia”) con un artículo plagado de insultos y falsedades. Es una técnica que le permite amedrentar a muchos, que prefieren no meterse con él, no importa las tonterías que diga, por temor a ser víctimas de sus diatribas.

El punto de discusión es el siguiente: ¿las Fuerzas Armadas deben seguir al frente de la lucha contra SL en el VRAE a pesar de todos los errores que están cometiendo? Más concretamente ¿deben recibir mucho más dinero y un 5% del canon minero por tiempo indefinido con la justificación de su intervención en el VRAE?

Mi respuesta es NO. Voy a resumir mis argumentos, desarrollados en Espacio Compartido (El Mito de Viscatán, 29.12.08; Excusas para el VRAE, 18.4.09; Más plata para los militares, 27.4.09) y La República (Desastre en el VRAE, 19.4.09; Premio a la incompetencia, 26.4.09):

        1. Los militares se están encargando directamente del VRAE, con un general instalado específicamente para eso en la base de Pichari, desde diciembre de 2006. En casi dos años y medio, sus resultados son nulos: ni un senderista abatido ni capturado, medio centenar de muertos de las fuerzas del orden, decenas de heridos. La acción militar contra SL en el VRAE hasta el momento es un fracaso, por la incompetencia de los mandos militares.

        2. Poner a los militares a cargo en una zona de narcotráfico es peligrosísimo, por el riesgo de la corrupción. Por supuesto que la Policía también se corrompe. La diferencia es que los militares tienen poder político y la Policía no. Es decir, si se descubre un policía corrupto, se le denuncia y encarcela. En cambio, casi nadie se atreve a hacer eso con un militar. Esa es una diferencia sustancial. Ya ocurrió en las décadas de 1980-90 en el Alto Huallaga, cuando la extensa corrupción militar llegó hasta los más altos niveles.

3. Eso ya está sucediendo ahora. Incluso la revista “Caretas” ha señalado que, según fuentes militares, la patrulla emboscada el Jueves Santo, iba a cobrar cupos a los narcos. (“El Calvario”, 16.4.09). No es novedad. El 16 y 28 de octubre de 2007, el Ejército emboscó y mató a 7 y 2 mochileros respectivamente, en Putis (Ayacucho) y Puriayaco (Huancavelica). El Ejército dijo que eran “narcoterroristas”, aunque en realidad eran transportadores de la droga que sale del VRAE. Versiones de la zona indican que se trataba de una “firma” que no había pagado.

         4. La ocupación militar de Viscatán es una barbaridad desde el punto de vista militar. Lo dije desde el principio y lo repito ahora. Han pasado 8 meses desde que empezó la operación “Excelencia” y el resultado es que sólo hay numerosas bajas del lado de las fuerzas del orden y ninguna de los senderistas, que además se han apoderado de más de 30 fusiles, varias ametralladoras, lanzagranadas y una bazuca antitanque RPG. Las bases instaladas en el Viscatán no sirven para nada (salvo para cobrar cupos a los narcos, si le creemos a “Caretas”) y son difíciles y costosas de abastecer.

         5. El problema principal del VRAE es el narcotráfico, que es una amenaza a la seguridad nacional. Los senderistas, unos 120-150 (no 600 como dicen los militares ahora, para justificar sus derrotas), son una amenaza local. Ni crecen ni se expanden. Han abandonado sus objetivos de toma del poder y se han convertido en sicarios del narcotráfico, aunque conservan un discurso político, y una estructura de mando y organizativa que viene de sus inicios. No son, ni mucho menos, “dos veces más peligrosos” que las huestes de Abimael Guzmán, como ha sostenido Hildebrandt.

         6. Por todo lo anterior, creo que la Policía debe estar a cargo de la lucha contra el narcotráfico y contra el terrorismo en el VRAE, con el apoyo del Ejército en ciertas tareas, como ocurrió hasta mayo del 2004.

         7. Hildebrandt repite la acusación de los narcotraficantes y cocaleros ilegales, que soy un agente del imperialismo norteamericano. No explica porqué sostener un punto de vista como el mío significa eso. Es contradictorio, por ejemplo, con lo que dice Ollanta Humala, que asegura que el imperialismo quiere que los militares sean los que se encargan de la lucha contra las drogas, “policializando” a las Fuerzas Armadas. Por tanto, afirma Humala, la Policía debe hacerse cargo del VRAE, conclusión con la que concuerdo. Así, el antiimperialista Humala y yo –supuestamente proimperialista-, coincidimos. Y el antiimperialista Hildebrandt coincide con el imperialismo en que –según Humala- sean las Fuerzas Armadas las que se encarguen.

Finalmente, Hildebrandt, tratando de denigrarme, ha insultado a todo el equipo de civiles y policías que trabajamos en la reforma policial, la seguridad ciudadana, el orden público y la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo en el Ministerio del Interior a principios de esta década. Todo lo que se hizo fue malo, dice quién jamás se ha atrevido a hacerse cargo de una responsabilidad pública (salvo cuando trabajó para el gobierno militar de Juan Velasco). Por cierto, eso no es un delito. Hay mucha gente que prefiere mantenerse al margen. Pero no es en absoluto deshonroso tratar de mejorar las cosas en el Estado.

Yo no me arrepiento, aunque ahora tenga que soportar las acusaciones de Jorge Mufarech –respaldado por apristas y fujimoristas en el Congreso-, y las invectivas de César Hildebrandt.

(NOTA. Para algunas referencias de lo que hizo el Ministerio del Interior en el VRAE, sin un centavo adicional de presupuesto, ver la respuesta a un comentario que puse en el artículo “Excusas para el VRAE”, 18.4.09 en este blog).


RELACIONES “SOTÁNICAS” / Jorge Bruce


Tanto Carlos Basombrío como Liuba Kogan se han manifestado en las pantallas de Espacio Compartido en torno al caso del Presidente del Paraguay. A mi vez, escribí un primer artículo sobre este asunto en el diario La República. Tras haber leído ambos textos, me motiva retomar el debate, esperando que otros se animen a participar en el mismo. 

Comenzaré citando a Anthony Giddens[1]: “La democratización de la vida personal es un proceso menos visible, en parte precisamente porque no ocurre en la arena pública, pero sus implicancias no son menos profundas. Es un proceso en el cual las mujeres han desempeñado hasta ahora los roles protagónicos, aún cuando al final los beneficios logrados, tal como en el espacio público, están abiertos a todos” (la traducción es mía). Basombrío ha recordado que la flamante ministra de la Mujer del gobierno de Lugo, Gloria Rubin, impidió que Daniel Ortega, quien abusaba sexualmente de su hijastra –y sin embargo continúa presidiendo los destinos de Nicaragua y dando lecciones de ética a los gobernantes de derecha- acudiera a la asunción al poder del ex obispo Lugo. Pero ahora resulta que el paraguayo había ocultado a una serie de hijos que, por circunstancias diversas, han comenzado a aparecer en escena. El inconsciente hace las cosas así. La omnipotencia de estos personajes los lleva a actuar como si fueran intocables pero, tarde o temprano, lo reprimido retorna y los desenmascara.

No voy a regresar a la gravedad de los actos del ex obispo, quien abusó de su posición privilegiada con mujeres menores de edad y luego confirmó la índole culposa de esas relaciones, no reconociendo a los hijos nacidos de esas relaciones “sotánicas”. Lo que me interesa subrayar, en la línea de lo señalado por Liuba Kogan, es la escisión entre la corrupción a nivel público, que Lugo prometió combatir, y aquella a nivel privado. Porque lo que han hecho Ortega o Lugo –violar a una menor en un acto de naturaleza incestuosa o seducirla- es un delito, lo cual lo extrae automáticamente del ámbito privado. La diferencia con el pecado es que éste es una cuestión religiosa y personal, mientras que el delito afecta al conjunto de la sociedad. Por eso Luis Bedoya intentó exculpar a su hijo de la acusación de haber recibido dinero de Montesinos para su campaña política, alegando que “era pecado, no delito”. La Justicia peruana no lo vio así y el señor Bedoya hijo pagó con pena de cárcel.

Lo de Ortega es particularmente infame, pero lo más dañino es la impunidad con que continúa detentando las riendas del poder, como seguramente ocurrirá con Lugo. Más allá de la ley, lo que esto indica es una tolerancia extendida respecto de estos comportamientos, cuando no cierta admiración encubierta. No es solo asunto de machismo. Lo licencioso del comportamiento del líder es el precio que las sociedades con institucionalidades frágiles están dispuestas a pagar, con tal de tener un padre omnipotente que las proteja. La biografía de Mao es pródiga en este tipo de historias con mujeres, pero este no es siempre el caso, tal como lo demuestran dictadores como Castro, Pinochet o Fujimori, cuyos abusos, sobre todo de los dos últimos, se manifiestan de preferencia en otros ámbitos. Siempre con la anuencia tácita de sectores de la población que se identifican secretamente con este goce obsceno del poder, confiando estar en el lado de los que no salen perjudicados, en todos los sentidos de la palabra.

Pero tampoco hay que soslayar el perjuicio que estos actos le ocasionan a la izquierda latinoamericana. El silencio de algunos representantes de esta tendencia, en nuestro medio, es atronador y reproduce el pacto perverso por el cual personajes como los citados se sienten por encima del bien y del mal. Si para algo puede servir la historia del obispo que embarazaba a sus feligresas, prescindía de anticonceptivos como buen católico (Carlín lo ha expresado con su habitual maestría) y no los reconocía, es para horadar ese tabique entre la democracia y la ética en la alcoba, el confesionario o el palacio presidencial. Los actos corruptos lo son siempre, sin distinción ni licencia alguna.


[1] The Transformation of Intimacy (hay version castellana), Stanford University Press, 1992, p. 184.

lunes, 27 de abril de 2009

HUEVOS DE ESTURIÓN / Más plata para los militares / Fernando Rospigliosi


El Premier Yehude Simon casi siempre está del lado equivocado. Esta vez no ha sido la excepción. Ahora se ha convertido en un abanderado de la absurda propuesta para entregar el 5% del canon minero a las Fuerzas Armadas.

Una de las coartadas de los militares para justificar la cadena de errores de los últimos meses, es que no tienen dinero. Eso no es verdad. El Ministerio de Defensa tiene un presupuesto enorme. El asunto es que no le dan ninguna prioridad al VRAE. Dedican sus recursos a otros menesteres.

Cuando se trata de intervenir en el VRAE, piden dinero adicional. De lo contrario no mueven un dedo. Los políticos en el poder, ignorantes y miedosos, siempre se lo dan. Específicamente, les ampliaron el presupuesto en 140 millones de soles para las operaciones en el VRAE. De esa cantidad sólo han gastado 6 millones, el 4%. (“Defensa que hace agua”, El Comercio, 26.4.09, p. 17).

Si de plata se trata, entonces, les sobra y no saben como usarla. ¿Para que piden más? No para operaciones en el VRAE, sin duda. Eso es sólo un pretexto para obtener lo que ningún otro sector tiene, una tajada del canon minero.

También raíz de los últimos incidentes, se ha revelado que el Ejército tiene 4 helicópteros MI 17 para operar en el VRAE. No es poco. Se podría hacer muchísimo con ellos, si estuvieran comandados por oficiales competentes, honestos  y con ideas.

Pero nada de esto se discute. El temor atávico a los militares hace que cada vez que levantan la voz, todos tiemblan, a pesar de la inacabable cadena de errores y estropicios que están cometiendo en el VRAE. 

(CAJÓN DE/SASTRE) / VICIOS PRIVADOS, VIRTUDES PÚBLICAS / Liuba Kogan


La vida es compleja. Qué duda cabe de ello. Y la evidencia pública de los hijos del ex Obispo Lugo, nos permite debatir sobre diferentes asuntos: el machismo y la alarmante cifra de hijos no reconocidos en América Latina, la edad en que son aceptadas las relaciones sexuales con “menores de edad”, el abuso del poder para imponer relaciones sexuales, el celibato y la castidad en el catolicismo. Y algo que aún no está claro…. qué estrategias utilizó Lugo para que “las madres de sus hijos” mantuvieran silencio: la violencia simbólica.

Obviamente, frente a todo este arsenal de problemas, Lugo se presenta como un hombre común y corriente, dispuesto a enmendar todo lo que sea posible para mantener el poder político. ¿Es un síntoma de democracia y/o de machismo que su popularidad no haya caído realmente en picada?

Los problemas sociales latinoamericanos relacionados al machismo no son un asunto novedoso; de modo alguno lo es el de los religiosos que mantienen relaciones sexuales y/o que tienen hijos. Tampoco es un tema nuevo el de los vicios privados y las virtudes públicas en personajes políticos. Qué lo digan nuestros dos últimos presidentes y sus hijos extramatrimoniales. Claro, que en el imaginario popular, el agravante en Lugo era su calidad de Obispo…

¿Vieron la película Vicios privados, virtudes públicas de mediados de los setenta, del cineasta húngaro, Miklós Jancsó, donde recrea el “incidente Mayerling”, (la muerte de Rodolfo de Austria y su amante la baronesa María Vetsera el 30 de enero de 1889, en medio de intrincadas conspiraciones políticas y vicios de la familia Habsburgo)?

¿Los buenos gobernantes son los que mantienen una vida privada signada permanentemente por la rectitud moral? ¿Es suficiente tener un buen hombre o una buena mujer para que sea un buen o buena gobernante? ¿Debe haber coherencia y rectitud entre la vida privada y pública en los gobernantes o simplemente debe cuidarse esa apariencia y dar ese efecto de sentido? ¿No conocemos casos de genocidas que en el espacio privado eran padres y esposos ejemplares?

Revisando algunos casos de políticos que “cayeron en desgracia” por la revelación de conductas impropias (infieles, drogadictos, homosexuales, etc.), lo que parece no perdonarse es la falta de honestidad frente a los ciudadanos y no las debilidades morales (que al final producen más bien, pena o envidia). Hasta las esposas de políticos “perdonan públicamente” las debilidades de sus parejas. Lo que no deberíamos perdonar es la mentira terca al ciudadano, esa mentira que deslegitima al gobernante porque trasgrede la ley, la usa a su favor, la deshace.

Lo que parece costarle a los paraguayos, es la desilusión frente al aura de honestidad eclesial que rodeó a Lugo en su ascenso al poder. Lo de los hijos, parece que los paraguayos, se lo toman un poco con humor… Circula un chiste ¿Estás segura que Lugo no es padre de alguno de tus hijos?

Hoy por hoy, el marketing político, se asegura de construir esos personajes coherentes y honestos en el espacio privado y público que quisiéramos que nos gobiernen (¡adoro las fotos de la familia Obama!). La vigilancia ciudadana debería apuntar hacia otros blancos realmente relevantes de interés público: el cumplimiento de las leyes. Y claro, el escándalo Lugo, debería llevarlo a mejorar sus políticas públicas en torno a la equidad de género.

sábado, 25 de abril de 2009

LUGO PERDIÓ EL PODER (EL QUE IMPORTA) / Carlos Basombrío Iglesias


Hace casi un año cuando Fernando Lugo iba a asumir la presidencia, su flamante ministra de la Mujer Gloria Rubin hizo público que no quería la presencia de Daniel Ortega en la ceremonia. Como se recuerda Ortega obligó durante años a la hija de su esposa, Zoilamérica Narváez, a tener relaciones sexuales con él. Lugo estuvo de acuerdo con su ministra y Ortega no pudo asistir. Un avance extraordinario. Pero, a la luz de los hechos conocidos ahora, por decir lo menos, ¡qué hipocresía la del Obispo!

Al haber tenido y ocultado a por lo menos dos hijos no reconocidos con menores de edad, Lugo ha perdido por completo la legitimidad que requiere un gobernante para hacer cambios enfrentando a los corruptos y a los abusivos. Ello no tiene para nada que ver con el hecho de que haya tenido relaciones sexuales siendo obispo. Esa prohibición es un anacronismo de la Iglesia Católica que la aleja cada vez más de la población e importa un comino que Lugo la haya trasgredido.

El problema es que Lugo hizo varias otras cosas más, ésas sí gravísimas:

1. Abusando de su posición de poder, un obispo, mantuvo relaciones sexuales con menores de edad.
2. Tuvo con ellas por lo menos dos hijos y no los reconoció.
3. Lo ocultó y se presentó ante los paraguayos como modelo de honestidad y personificación del cambio frente a las inmoralidades del pasado.

Lugo probablemente siga gobernando. Los países latinoamericanos seguimos siendo en política profundamente subdesarrollados (Clinton estuvo a punto de ser sometido a un impeachment que lo habría sacado del poder por no reconocer que tuvo una relación sexual con una practicante en la Casa Blanca).

Pero Lugo es ahora un presidente que perdió lo más importante del poder: respeto y legitimidad. Ya no tiene la capacidad para enfrentarse a los poderes fácticos de su país para cambiar cosas. Con ese gigantesco rabo de paja, sólo le queda conciliar para durar.

¡Histórico papelón! Se hubiera quedado de Obispo. Después de todo parece que no tenía tiempo para aburrirse.

viernes, 24 de abril de 2009

HIJOS DE LA CRISIS 7: LOS HIPER RICOS/ Fernando Villarán


No recuerdo con exactitud cuando se les cambio el nombre, pero durante muchos años uno utilizaba el calificativo de millonarios para referirse a los ricos. Ahora se requiere utilizar el de billonarios; ya no basta tener millones de dólares para entrar en este exclusivo club, se tiene que poseer miles de millones de dólares. Según la revista Forbes, después de la crisis, hay 793 billonarios en todo el mundo. De acuerdo a otra fuente hay 6.7 millones de millonarios en USA; a nivel mundial deben ser más o menos el doble: 13 millones.

En plena guerra fría se les llamaba explotadores, oligarcas, aristócratas, capitalistas; pero en los ochentas, y sobre todo a partir de los noventa, se fueron abandonando estos nombres y se les trató en forma benevolente: capitanes de la industria, inversionistas, líderes empresariales, indispensables para lograr el desarrollo de los países y de los pueblos. Ya no eran una minoría exclusiva y excluyente separada del resto de la sociedad, formaban parte de la clase empresarial, confundiéndose con los empresarios de las pequeñas y medianas empresas (PYMEs).

 No sólo eso, a partir de Reagan y la Tatcher, se convirtieron en los protagonistas principales de le economía, sin ellos no había desarrollo posible, había que rebajarles los impuestos, darles toda clase de facilidades, dejar que se enriquezcan ilimitadamente, pues de ellos dependía el desarrollo. Sus empresas e inversiones  eran consideradas los motores del crecimiento. En nuestro país, el antiguo SEASAP se convirtió en Sólo las Grandes Empresas Salvarán al País. Era la famosa teoría del “trickle down” (el chorreo) que tan bien ha descrito y criticado el premio Nóbel, Joseph Stiglitz. En esencia esta teoría decía: los ricos iban a resolver el problema de los pobres, y mientras más ricos habían, y más plata tenían, era mejor para los pobres.

Hoy día nos parece broma, pero lo cierto es que este esquema fue parte sustantiva del modelo económico neoliberal que se adueñó del mundo durante 20 años. Hay que ser claros: el enriquecimiento de unos cuantos no era un “subproducto” indeseado del modelo, era el corazón del modelo. Muchos atracaron con esta teoría (por lo menos yo debo reconocer que concilié con ella). Los resultados están a la vista: en los Estados Unidos, el ingreso del 1% más rico que alcanzaba el 9% del ingreso total en 1970, se ha disparado al 23% del ingreso total en el 2006 (The Economist). Es decir, 14% del PBI norteamericano se ha pasado de los de abajo (obreros, agricultores, empleados públicos, profesionales) hacia los de arriba, a vista y paciencia de todos, y sin que nadie diga nada (a riesgo de ser acusado de comunista y antisistema). Esto se ha repetido en todos los países del mundo, casi sin excepciones.

 Esta misma revista encargó un estudio interesante: la riqueza total de los 400 más ricos del mundo era, en 1982, 92 mil millones de dólares (billones en inglés); para el año 2006, la riqueza de este grupo se había elevado hasta alcanzar 1.25 millones de millones (trillones en inglés). Un crecimiento de 1,400 por ciento; mientras que los sueldos y salarios con las justas se movieron. En el 82, el 10% de estos hiper ricos pertenecían al sector financiero, en el 2006, representaban el 25%.

Cuando hablamos de cuál es el papel de estos hiper ricos en la economía y en la sociedad, o de dónde sacan su fortuna, nos metemos en temas complicados y pantanosos; los de la economía política. La fortuna de Bill Gates es bastante transparente, su empresa Microsoft es la más importante en la industria del software; el mismo es el caso de Steven Jobs, pues Apple es una empresa muy innovadora, líder en muchos campos del hardware; Larry Page, con su Google, es el rey de la Internet. Al menos yo, que uso y me beneficio con sus productos y servicios , les estoy agradecido y no tengo ningún problema con sus fortunas. Lo que ellos han creado en riqueza y valor es mucho más de lo que tienen.

 Schumpeter sostenía, con razón, que el motor del crecimiento económico es la innovación tecnológica; si ellos son los innovadores, entonces son los responsables del crecimiento, y por lo tanto se merecen una recompensa significativa. Otra cosa es cuánto les toca de esta nueva riqueza; pero que aportan a ella, no hay ninguna duda.

Este no es el caso de muchos de los que aparecen en la famosa lista de Forbes. Tomemos, por ejemplo, a Warren Buffet, que es un financista, inversionista y especulador; ha sido parte del boom financiero que está en el origen de la crisis mundial. Tampoco es el caso de Carlos Slim, que se sacó la lotería con la privatización de los teléfonos públicos en México, y se metió en cuanto negocio existe, de la manito con el gobierno. Hay cientos como ellos: especuladores, mercantilistas,  monopolistas, hombres de negocio que mueven el dinero, los bienes y los servicios creados por otros, y sacan su tajada en cada transacción. ¿Cuánta riqueza crean, cuánto valor generan? Es claro que muchos de este grupo tienen un balance negativo: es más la riqueza que retiran que la que ingresan al sistema. Al menos, esta es la teoría de Paul Krugman, premio nobel de economía, cuando criticó el boom financiero de Wall Street.

Ciertamente se trata de un tema de la mayor importancia, que debe ser parte de los debates post crisis. De hecho, la revista The Economist ha dedicado su último número a los super ricos: la portada tiene un famoso cuadro de la revolución francesa, en el que una mujer con los pechos descubiertos lidera la carga contra ellos. Ciertamente no llega a cuestionar el origen de estas fortunas (sería demasiado pedir que esta publicación liberal se haya convertido en schumpetereana – aunque pensándolo bien no es tan descabellada la idea), pero sí plantea otro tema de la mayor relevancia ¿Cuánto impuesto deben pagar los ricos? Además, ha promovido una polémica mundial en su página web sobre este tema.

El punto de partida para este debate, es histórico: el presidente Franklin Roosevelt (muy citado en estos tiempos de paquetes reactivadores) creó, como parte de su New Deal, una tasa impositiva de 91% a los ingresos personales superiores a 200,000 dólares (equivalentes a 2 millones de ahora), en el año 1932. Esta tasa se mantuvo, con ligeras variaciones, hasta los 80s. Estamos hablando del período de mayor crecimiento y bienestar de Estados Unidos, en el que ganó una guerra mundial y se convirtió en la primera potencia económica y militar del planeta; al mismo tiempo que consolidaba una clase media extendida (los obreros bien pagados pertenecen a ella), manteniendo vivo el sueño de las “oportunidades para todos” y la meritocracia.

Hoy día, en USA, la tasa de impuestos para los más ricos es de 25% de sus ingresos; y los del Instituto Cato (uno de los templos del neoliberalismo) están que se jalan los pelos para que no la suban. Dicen que se va a desincentivar a los innovadores, cuando jamás se han preocupado por ellos (para los neoliberales es indistinto la actividad y el sector de la economía en que actúan lo agentes económicos - ver polémica en la web). Felizmente se están quedando solos, y parece inevitable un aumento de los impuestos a los más ricos del planeta. ¿Llegará al 91% de Roosevelt?

El tercer punto es: ¿se le debe poner un límite a estas fortunas? A primera vista parecería que no es conveniente, pues algunos, como hemos visto, se la merecen. Pero si uno hace un paralelo con los monopolios, quizás esta idea no sea tan descabellada. Está más que probado que los monopolios son dañinos para los consumidores y las economías en su conjunto; está en los textos más elementales de economía, y por ello, casi todos los gobiernos los controlaban y limitaban (hasta la década de los 90 en que vino la orgía neoliberal). La tradición mayor era la de Estados Unidos, en donde el Estado obligó a la ATT (American Telegraph and Telephone) a dividirse en cuatro empresas independientes para fomentar la competencia. Si se limita el poder de las empresas, ¿porqué no limitar el poder de las personas?

Hay varias consideraciones a tener en cuenta. La primera es la capacidad corruptora de los hiper ricos; se pueden adueñar de países enteros, como ocurrió durante muchos años en América Central y el Caribe; gobiernos nacionales, regionales, poderes del Estado, jueces, policías, militares, caían bajo su dominio, poniéndolos al servicio de unos pocos. Claramente en contra del interés general y de la democracia. Otra dimensión es el control de los recursos, especialmente los naturales. Por ejemplo, Ted Turner, el magnate de los medios, es dueño de 8,000 Kilómetros cuadrados (el doble del área de Tumbes) en varios estados de su país. Claramente, este acaparamiento puede limitar las oportunidades para otros, lo que está reñido con el bienestar general y el deber del Estado. Una tercera dimensión es el control de los medios de comunicación; este alineamiento de los medios con los intereses económicos de unas pocas corporaciones, acentuado en los últimos 15 años, se ha convertido en una de las “fallas geológicas” de la democracia. Berlusconi es un excelente ejemplo de hiper rico metido a dueño de medios y que termina como político exitoso; no tuvo que comprar a nadie, él mismo es todo.

Este tema es bastante complicado y subjetivo; y podríamos seguir por muchas páginas más, así que le doy la palabra final a Bill Gates. Ha invertido toda su fortuna en la Fundación que lleva su nombre y el de su esposa. Ella tiene como objetivo ayudar los niños pobres del mundo, en salud, educación y más oportunidades. Un claro ejemplo para todos los ricos del mundo, que de paso nos ahorraría esta espinosa discusión sobre los controles y los límites. 


LA SERIE COMPLETA

 

HIJOS DE LA CRISIS: LOS YUPPIES / Fernando Villarán

 

HIJOS DE LA CRISIS 2: LOS NEOLIBERALES/ Fernando Villarán

 

HIJOS DE LA CRISIS 3: LOS FINANCISTAS / Fernando Villarán

 

HIJOS DE LA CRISIS 4: LOS ESPECULADORES / Fernando Villarán

 

HIJOS DE LA CRISIS 5: LOS CULPABLES DE CARNE Y HUESO / Fernando Villarán

 

HIJOS DE LA CRISIS 6: los abogados (corporativos) / Fernando Villarán

martes, 21 de abril de 2009

DEFENSORÍA DEL PUEBLO REMITE INFORME SOBRE ACUSACIÓN DEL CONGRESO CONTRA ROSPIGLIOSI

CONCLUSIONES

1 Debido a que el tema planteado por el ciudadano Fernando Rospigliosi Capurro trasciende su interés personal o subjetivo, para vincularse directamente con un problema de indiscutible trascendencia general, pues se refiere al alcance de la vigencia de los derechos fundamentales en la actuación de los órganos y poderes estatales, la Defensoría del Pueblo considera pertinente el trámite de este caso como un pedido de intervención.

2 Queda claramente establecido que las decisiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos generan consecuencias de obligatorio cumplimiento para todos los órganos del Estado peruano, dentro del cual está comprendido el Congreso de la República. 

3 Conforme a la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y de nuestro Tribunal Constitucional, las garantías del debido proceso resultan aplicables a todo tipo de procesos o procedimientos, incluidos los procedimientos parlamentarios. En ese sentido, los poderes públicos en general y el Congreso de la República en particular, se encuentran vinculados al respeto a las garantías del debido proceso, pudiendo recurrirse al control jurisdiccional posterior en caso de incumplimiento. 

4 De la tendencia jurisprudencial del Tribunal Constitucional y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, queda claramente establecido que el derecho de defensa resulta seriamente comprometido si en el trámite del procedimiento parlamentario el acusado no tiene conocimiento oportuno y completo de los cargos, o se le limita de alguna manera el acceso a los medios probatorios incorporados al procedimiento, o si teniendo en cuenta la naturaleza de lo que se discute y el material probatorio incorporado, el plazo o período para ejercer la defensa es extremadamente corto.

5 Por su parte, la obligación de motivar debidamente una decisión también alcanza al Congreso de la República, aún cuando tome decisiones de contenido político como una sanción derivada de un juicio político por infracción constitucional, más aun, porque al hacerlo ejerce el grave poder de restringir directamente un derecho fundamental como es el de acceso a la función pública en condiciones de igualdad.

6 Queda establecido que si bien la facultad de imponer sanciones políticas por parte del Congreso es una facultad privativa y discrecional, también lo es que dicha facultad debe ser ejercida de acuerdo con los criterios establecidos por la jurisprudencia de la Corte Interamericana y del Tribunal Constitucional y por las propias posiciones previas del Congreso de la República en casos similares.

De acuerdo con estos criterios, no basta con invocar la vulneración de una norma constitucional para imputar a un ex alto funcionario una infracción constitucional sino que dicha imputación debe estar revestida de un examen cuidadoso que justifique:
 
a) Las razones por las cuales la conducta considerada infractora vulnera un valor o principio constitucional; 

b) La determinación clara de que esta infracción no ha sido desarrollada por una norma de contenido penal o de naturaleza diferente a la constitucional; 

c) El desarrollo objetivo de la operación de subsunción de los hechos materia de denuncia en la norma constitucional presuntamente vulnerada y, 

d) La explicación del modo en que los principios de razonabilidad y proporcionalidad se aplican a la sanción a imponer.

7 A juicio de la Defensoría del Pueblo es exigible que el Congreso de la República motive si su facultad de sanción está siendo ejercida o no dentro del plazo previsto por el artículo 99 de la Constitución. 

Esta obligación es mayor en el caso que exista un vacío normativo o una duda razonable sobre el momento desde el cual debe empezar a computarse este plazo en aquellos supuestos en que un mismo ex alto funcionario ha ocupado un mismo cargo en períodos próximos en el tiempo. En esta justificación debe tenerse en cuenta el principio pro homine.

8   La correcta aplicación del principio de igualdad a los procesos parlamentarios de sanción constituye una de las garantías fundamentales para asegurar el adecuado uso de este procedimiento y para desterrar cualquier duda sobre la legitimidad de sus decisiones sancionatorias. 

9 Por todas estas consideraciones, la Defensoría del Pueblo, desde el inicio de sus funciones y en concordancia con los criterios jurisprudenciales de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el Tribunal Constitucional, se ha venido pronunciando de manera consistente en la necesidad de que las garantías del debido proceso se extiendan más allá del ámbito jurisdiccional y se observen en todo tipo de procesos o procedimientos en el que el Estado deba adoptar una decisión que incidirá en los derechos y obligaciones de las personas.

10 En ese sentido, de conformidad con el último párrafo del artículo 17 de la Ley N° 26520, la Defensoría del Pueblo ha considerado pertinente formular ante el Congreso de la República, las consideraciones desarrolladas en el presente informe, a efectos de que sus miembros tengan a bien valorarlas no sólo al momento de decidir sobre la acusación constitucional formulada por la Comisión Permanente contra el señor Fernando Rospigliosi Capurro, sino además como parámetros de actuación en futuras investigaciones de naturaleza parlamentaria.


Lima, 17 de Abril de 2009.

domingo, 19 de abril de 2009

MATIZANDO LA DESAZÓN / Carlos Basombrío Iglesias


De acuerdo a la última encuesta nacional de IPSOS Apoyo, si las elecciones fuesen mañana Keiko Fujimori entraría a la primera vuelta y en el primer lugar con 25%.

La verdad que para quienes apostamos por un país moderno y progresista, institucionalizado y respetuoso de los derechos humanos es francamente deprimente que tantos peruanos simpaticen con la hija de quien encabezó la dictadura más corrupta de la historia del país y que tiene como agenda única indultar a papi de sus crímenes (¿Alguien le conoce una reflexión o una propuesta medianamente elaborada y coherente a Keiko sobre algo?).

Pero con todo lo desagradable que es este dato hay bastantes matices que se les pueden poner al analizarlo.

Para empezar faltan dos años para las elecciones y en el Perú eso es hablar de una vida (política) entera. Puede pasar cualquier cosa de aquí al 2011 (incluyendo es verdad que se mantengan estas tendencias). Pero no estamos ante un escenario cerrado y lacrado; lo que finalmente suceda dependerá de muchísimos factores, dentro de ellos en primerísimo lugar, de lo que hagan o dejen de hacer los otros actores políticos y sociales del país.

Aún así, que Keiko Fujimori tenga 25% y encabece las preferencias es un dato muy fuerte que corrobora encuestas anteriores. Es claro ya que estamos ante una reagrupación del electorado fujimorista (y de su promotores en los medios, quienes como hemos visto ya no tienen temor alguno de mostrar el kimono que orgullosamente exhibieron en los noventas).

El punto de partida es que Fujimori fue un gobernante que polarizó al país y por tanto una buena parte lo apoyaba a muerte. Ese sentimiento estuvo oculto bajo la alfombra, por lo difícil y vergonzoso que debe ser justificar los vladivideos, la renuncia por fax, la candidatura en Japón, etc., etc., etc. Pero el juicio puso sobre el tapete otro aspecto de su gestión en el gobierno, uno que muchos de ellos siguen justificando (“los costos colaterales eran inevitables y lo único que importa es que nos salvó del terrorismo”). Con ese telón de fondo el “martirologio” de su líder ha galvanizado a sus huestes. Si se observa bien es casi idéntico el porcentaje de los que creen que Fujimori debió ser considerado inocente, con los que apoyan a Keiko en las encuestas. (Además los fujimoristas, a diferencia de todos los otros sectores, están en campaña política abierta, tienen muchos recursos y como se ha dicho tienen cada vez más poder en los medios).

Ahora bien, lo que favorece a Keiko Fujimori es también su debilidad.

Si 27% cree a su papá inocente, hay un 26% que considera que la sanción fue poca, un 19% adicional para quienes los 25 años son justos y otro 25%, que si bien lo sabe culpable, pide una rebajita. (Un resultado que no condice para nada con la imagen que uno de los tabloides fujimoristas buscó proyectar al día siguiente de la sentencia).

Si los juicios son los que han determinado el rebrote fujimorista, reavivando la polarización a favor y contra de su persona (el 70% restante lo considera culpable), pues lo que se viene ahora son los juicios por corrupción y, paradojas de la naturaleza humana, a muchos para los que los que la vida de un estudiante de la Cantuta o la de un niño en Barios Altos les pareció un costo inevitable para acabar con Sendero, les será mucho más difícil de asimilar que Fujimori le haya regalado a Montesinos 15 millones de dólares por “servicios prestados a la Nación” o que con plata de nuestros impuestos Fujimori haya hecho comprar clandestinamente un canal de TV para que lo apoye en su ilegal reelección.

Mucho pan por rebanar. Pero, ojo, hay que rebanarlo.

sábado, 18 de abril de 2009

HUEVOS DE ESTURION / Excusas para el VRAE / Fernando Rospigliosi


Además de incompetencia, terquedad. Desde hace meses se hizo evidente que la estrategia diseñada por las Fuerzas Armadas para combatir los remanentes de Sendero Luminoso en el VRAE estaba equivocada. A pesar de lo cual han insistido en lo mismo. Ahora hay que agregar 14 soldados al elevado número de muertos y heridos de las fuerzas del orden.

Como se advirtió en este blog (El Mito de Viscatán, 29 de diciembre de 2008), ocupar ese macizo montañoso es un grave error. Es un terreno escarpado, inhóspito, propicio para las emboscadas y poco poblado.

Las bases que han instalado los militares en la zona son difíciles de abastecer. Por helicóptero es muy costoso y peligroso, más aún ahora que los senderistas tienen nuevas y más potentes armas arrebatadas a los militares. Por tierra es muy arriesgado, los terroristas siguen merodeando por allí, conocen el terreno y pueden atacar la línea de abastecimientos a su antojo.

Lo peor es que las bases son inútiles, como se ha demostrado hasta ahora. Las columnas senderistas simplemente se han movido a otros lugares y perpetrado más emboscadas, como la ocurrida en Tayacaja, Huancavelica, donde, en octubre del año, asesinaron también a 14 militares y les arrebataron todo el armamento.

La revista “Caretas” en su último número, encuentra un sentido diferente a la instalación de esas bases. Citando fuentes militares anónimas, dice que se trata de instalarse en las rutas del narcotráfico para cobrar cupos. ¿Será cierto?

En cualquier caso, ni los responsables políticos ni los jefes militares admiten sus errores, ni protervas y ocultas intenciones, en caso de haberlas. Inventan sí, excusas ridículas para desviar la atención y sus responsabilidades.

Una de ellas, es que los militares siempre saben lo que hacen y siempre lo hacen bien. Por tanto, nadie puede discutir sobre esos temas. Ellos son los profesionales de la guerra, los técnicos. El resto debemos dedicarnos a debatir cosas como la ayuda social, si hay suficientes postas médicas o programas de lucha contra la pobreza.

Ese argumento es, por supuesto, deleznable. Si así fuera, nadie debería opinar sobre la sentencia de Alberto Fujimori, salvo los abogados penalistas. Nadie debería decir una palabra sobre la crisis económica y las medidas del gobierno, salvo los economistas titulados. Y así hasta el infinito.

Es cierto que en el caso específico de los temas militares, los uniformados han logrado que muy pocas personas se interesen en esos asuntos y sean menos los que se atreven a dar una opinión, básicamente porque casi todos les tienen miedo.

Sin embargo, como decía Georges Clemencau, la guerra es un asunto demasiado importante para dejarla en manos de los militares.

Peor todavía si, como sabemos, las cosas no marchan bien en las Fuerzas Armadas: corrupción, politización, mediocridad. Muchas veces los ascensos y los cargos no se deciden por méritos, sino por vara o cosas peores.

Como dice un historiador británico, “lo cierto es que ha habido una plétora de estúpidos vistiendo los uniformes de todas las naciones, mandando ejércitos, flotas y fuerzas aéreas, enviando a centenares de miles de hombres a morir innecesariamente.” (Geoffrey Regan, “Historia de la incompetencia militar”, Crítica, 2001). A nosotros nos ha tocado una cuota desproporcionada de ellos.

Otra excusa absurda que se ha utilizado para justificar los errores, es que los defensores de los derechos humanos obstaculizan la acción de las Fuerzas Armadas. Si no fuera por ellos, ya habrían acabado con los terroristas.

Según esa versión, las ONGs de DD.HH. interfieren en las acciones y no dejan trabajar a los eficientes militares.

Eso es una ridiculez. Los militares no hacen ningún caso a las ONGs y, además, por lo general no pagan las consecuencias de las violaciones a los DD.HH. Por ejemplo, al comienzo de las operaciones en el VRAE, mataron por error a cuatro campesinos que, según se descubrió después, no eran terroristas sino ronderos. Como la vida de los pobres vale muy poco, nadie es responsable por ello.

Por último se dice que si no se hace nada, no habrá bajas. Así, hay pérdidas militares porque se está avanzando. El problema es que hasta ahora, las bajas son de un solo lado, de las fuerzas del orden. El Ejército instaló un general en el VRAE para dirigir las operaciones, en diciembre de 2006. Ya han pasado casi dos años y medio, tiempo suficiente para esperar resultados.

En suma, abunda la incompetencia y la irresponsabilidad. Falta sentido autocrítico y voluntad de rectificación.

jueves, 16 de abril de 2009

FUENTES A LA CONQUISTA DE LIMA/ Javier Torres Seoane



En medio de una cuestionadísima pero sonora gestión al frente del gobierno regional de Puno, el siempre mediático Hernán Fuentes lanza su campaña en Lima con unos afiches que adornan la Vía Expresa, en los que se presenta como “la esperanza de los cholos”. Llama la atención que a pesar de haber insistido hace muy poco tiempo en un federalismo quechua-aymara en Puno y de avivar un discurso de carácter étnico, ahora asuma una nueva identidad con una “wifala” de formato bastante singular.

Al parecer, y luego de que varias provincias puneñas le hayan declarado la guerra, Fuentes ha decidido migrar a la costa bajo las banderas del Frente Amplio Peruano sumándose a la larga lista de precandidatos para las elecciones del 2011. En el correo electrónico que difunde la propaganda que comentamos también es claro en desmarcarse del nacionalismo financiado por el extranjero y de la izquierda derrotada y rechazada por ser parte del sistema.


Este giro no deja de sorprender, aunque se sabía de la intención de Fuentes de tentar una curul en el Congreso, presumiblemente como una forma de blindarse frente a las graves acusaciones de corrupción que viene afrontando en Puno. Se sabía también de ciertos acercamientos al movimiento cocalero, al que incluso le hizo el gesto de dar una ordenanza legalizando la producción de la hoja de coca. Sin embargo, su nueva propuesta de campaña parece querer marcar una distancia con sus antiguos aliados, mostrándose como un candidato mucho más incluyente y moderno. Al menos en la forma, que es lo que realmente importa en el caso del presidente puneño, porque en su gestión gubernamental ha dado muestras de que el fondo no le importa mucho.

Fuentes, uno de los tantos productos mediáticos del sur andino -como lo han sido en el Cusco el ex presidente regional Carlos Cuaresma y el ex congresista y actual vicepresidente regional Mario Ochoa-, enfrenta el enorme reto de sintonizar con el díscolo electorado limeño. La tarea parece compleja, pero quizás, en el clima de optimismo “emprendedor” que todavía se vive en el Perú a pesar de la crisis financiera internacional, este “cholo” sonriente pueda captar los votos de los miles de micro y pequeños empresarios. A fin de cuentas, Fuentes es un empresario de la comunicación que llego al gobierno regional gracias al poder de la radio. Cualquier semejanza con historias pasadas no será mera coincidencia.

De otro lado resulta paradójico que mientras algunos congresistas siguen soñando con modificar la Constitución para postular al cargo de presidente regional, los presidentes regionales encabezados por Yehude Simon, y ahora seguido por Fuentes, aspiren a entrar a las ligas mayores tentando la Presidencia de la República. A lo mejor en los siguientes meses Juan Manuel Guillén o Vladimiro Huaroc aparecen siguiendo la senda que les muestran sus ya lanzados colegas.

Lo que sí queda claro es que a pesar de que la descentralización no ha traído, por el momento, solución alguna a los graves problemas de pobreza de la mayoría de departamentos del Perú, por lo menos nos ha brindado la emergencia de una nueva elite política regional que, mal que le pese a los partidos nacionales y más allá de sus buenas, malas o pésimas gestiones, llegó con ganas de quedarse, al igual que la floreciente cumbia peruana que viene desplazando a todo aquello que no tenga sabor nacional.

martes, 14 de abril de 2009

EL VICEALMIRANTE MONTOYA NO DICE LA VERDAD/ Javier Torres Seoane


Como miembro directivo de Servicios Educativos Rurales quiero compartir con ustedes la nota de prensa aclaratoria de la Asociación SER frente a las declaraciones del ex jefe del Comando Conjunto de las FF.AA. sobre una supuesta denuncia hecha por nuestra institución contra efectivos militares que actúan en la zona del VRAE.

 

En declaraciones emitidas el día de hoy en horas de la mañana en Radio Capital, el Vicealmirante (r) Jorge Montoya Manrique, ex Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, afirmó que la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos a través de su “filial” en Ayacucho, Asociación Servicios Educativos Rurales, habría presentado una denuncia penal contra efectivos del Ejército Peruano por su participación en acciones de lucha contrasubversiva que realizaron en la zona de Pichis (VRAE) en septiembre 2008.

 

La Asociación Servicios Educativos Rurales (SER) desmiente categóricamente dicha declaración ya que nuestra institución no realiza trabajos de defensa legal. Asimismo, informa a la opinión pública no haber presentado denuncia alguna ante el Poder Judicial de Ayacucho.

 

Como miembro de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, la Asociación SER suscribe el comunicado de Solidaridad con las víctimas de Sanabamba, en el cual se condena y se exige sanción para los autores de los asesinatos, expresando al mismo tiempo su preocupación por la situación del personal militar que se encuentra en la zona de conflicto.

 

La Asociación SER fundada en 1980 tiene como misión contribuir a la construcción de un Estado democrático, la plena vigencia de los derechos de los ciudadanos y ciudadanas y la mejora de la calidad de vida de la población rural. Es por ello que expresa su honda preocupación por la situación de los derechos humanos de los habitantes del VRAE,  frente al grave conflicto que viene atravesando. La subversión y el narcotráfico no podrán ser derrotados sino se complementa la acción militar con una estrategia de desarrollo que afirme la presencia del Estado con pleno respeto a los derechos de la población.

 

viernes, 10 de abril de 2009

LA DUDOSA ENCUESTA DE CPI / Armando Rendón (invitado)

Las razones por las que la encuesta de CPI, publicada en Correo el miércoles 8, es una farsa, son las siguientes:

1. La sentencia se conoció el martes 7 de abril más allá del medio día, momento en que Saavedra y su equipo (si es verdad) recién podían desplazarse al campo.

2. En ese momento, sólo un porcentaje pequeño había seguido el juicio. Salvo aquella pequeña franja que puede tener un radio o TV, a la hora de trabajo.

3. Generalmente, las encuestas se realizan los fines de semana. CPI también lo hace, pues la gente trabaja y no se encuentra en su domicilio.

4. Al tratarse de un método estadístico polietápico se NECESITA conseguir porcentajes de grupos: Género, Edad y Nivel Socio Económico. Eso sólo se logra, los fines de semana o tarde en el día. En el Perú, ese es un gran sesgo, que las empresas serias tratan de evitar, haciendo gran parte del trabajo el fin de semana. En algunos casos, se inicia el trabajo y se completa en varios días, mejor el fin de semana. CPI en su encuesta. No hizo nada de esto.

5. En el hipotético caso negado, que efectivamente consiguieran trabajar después de las 7pm. la gente no suele abrir la puerta y contestar las encuestas, tan tarde.

6. Los encuestadores -personal eventual que contrata CPI y no permanente- no se expone a lugares pobres y tarde del día para lograr una encuesta (D y E), por considerarlos peligrosos y en los lugares medios y altos (A y B) la guardianía, las trancas y los perros no les permiten pasar.

7. Peor aún, los resultados se conocieron al día siguiente. Ninguna empresa seria, hace un trabajo en 24 horas. Una muestra para Lima de alrededor de 450 -lo necesario, para tener significancia estadística- no se trabaja en ese tiempo. Salvo en la época electoral, cuyo costo es altísimo, hecho que no podrían pagar Correo ni RPP.

8. Si se hizo telefónicamente, los costos suben y el margen de error crece. La gente en el Perú no está acostumbrada a contestar ese tipo de cuestionarios, salvo que sean de investigación de mercados y así y todo.

9. El hecho que sea una encuesta flash, no le baja los costos fijos. Es tan cara como una normal, alrededor de 5 mil dólares. Eso pagó Correo y RPP?

10. Salvo El Comercio que contrata a Ipsos-Apoyo por sus encuestas, que es parte de un paquete completo, nadie en el Perú paga por encuestas. Las otras financiadas son de las universidades y por privados. Cuánto paga Correo y RPP a CPI? Ellos saben que nada o casi nada. Es a cambio de portada y noticia. Por lo tanto, CPI lo paga, lo financia. CPI puede autofinanciarse una encuesta nacional mensual -20 mil dólares- o de Lima -5 mil dólares? NO. Saavedra no tiene ese dinero. El cocina las encuestas (las hace en casa), como lo hacía antes, en la época de Fujimori. Por eso Montesinos habla de LOS MANUELES.

11. Incluso, nuevamente en el hipotético caso negado, que la encuesta hubiera sido hecha, la pregunta es tendenciosa. Dice. "Cómo usted bien conoce...". La pregunta empieza erróneamente. A partir de la 1pm (supongamos que empezó la farsa), la gente recién se enteraba de la sentencia. La fue conociendo a lo largo del día. Para formarse una opinión tenía que ver o escuchar los noticieros, lo que ocurre a lo largo de un día. No se puede dar sentado algo que no se prueba.

12. Pero al lado de la pregunta mal hecha, están peores alternativas de respuesta. CPI, asume que el encuestado conoce la sentencia, luego coloca varias alternativas juntando respuestas opuestas (está de acuerdo o no con la sentencia), con otras alternativas. Uno no puede estar de acuerdo con la sentencia, pero puede ser porque quería que sea 30 años, o cadena perpetua o sólo 20 años, etc. dentro del amplio margen que permite una sentencia, pero que no le quita la sanción de CULPABILIDAD de Fujimori.

13. La lógica de una encuesta bien hecha, puede ser formulada así:

A) Conoce usted la sanción que se le ha aplicado a Fujimori?
B) Sólo los que contestan que sí, se les puede preguntar: Cómo se enteró de la sanción? 1) Vió por TV 2) Escuché por radio 3) Internet 4) Me lo contaron amigos o parientes 5) No sabe, No opina
C) Si se desea saber la calidad de la información, se pregunta, a los que contestaron que lo conocen a través de un medio de comunicación -no por amigos o parientes u otro-, si lo han seguido todo, mucho o poco del desarrollo de la sentencia. No es lo mismo quien se ha hecho una opinión propia y escuchado o visto toda la lectura de la sentencia, que quien sólo ha escuchado un párrafo de un flash de TV.
D) En cualquier caso, sólo a los que no están de acuerdo se les pregunta por qué. La respuesta puede ser abierta. Si es cerrada, puede ser 1) Por que considero a Fujimori inocente 2) Considero a Fujimori culpable, pero debió ser una sanción menor.

14. Nada de esto lo hizo CPI y, por el contrario, mezclo todo. Sirvió, manipulatoriamente, para argumentar que un porcentaje alto estaba en contra de la sentencia y servir de combustible a los que están en contra de la sentencia de Fujimori, haciendo pasar por verdad una farsa.

15. La ficha técnica de la encuesta no es clara y no está publicada en la web de CPI.

16. CPI ha hecho un trabajo profesionalmente malo o conscientemente ha manipulado la información.

17. RPP y Correo, conocían y conocen de estas anomalías de Saavedra-CPI o han sido y soin engañados por este sujeto?. Pregunten a la gente que ha trabajado con Saavedra allí en la calle Río de Janeiro para que se enteren las cocinadas que hace Saavedra.

18. La gente puede estar a favor o en contra de algo. Lo que hay que conocer es la calidad de sus respuestas, la oportunidad en qué se hace la encuesta, cómo se hace y filtrar -eso es el trabajo periodístico- lo bueno de la malo en términos demoscópico. De lo contrario, sería lo mismo escuchar RPP y una radio clandestina de dudosa reputación o leer Correo, lo mismo que El Men o La Chuchi.

jueves, 9 de abril de 2009

LIBRE ALBREDRÍO / En efecto, no está sólo… / Ramiro Escobar La Cruz

Tras la condena de 25 años que le dio el Poder Judicial el pasado martes 7 de abril, Alberto Fujimori Fujimori, es cierto, está acompañado, tal como han proclamado sus devotos y familiares. Pero no sólo por esa fe ciega y sorda que parece caracterizar a las huestes fujimoristas. Cuando figure en los libros de historia, como él mismo reclamó, deberá aparecer no sólo como ex presidente sino, además, como miembro notable, durante algunos años, del club de la impunidad, una selecta minoría que, afortunadamente, la Historia está a punto de disolver, disolver…

No son coincidencias. El mismo día en que Alberto Fujimori recibía su abultada pero justa sentencia, en Argentina otro tribunal exculpaba al ex mandatario Fernando de la Rúa, que estaba procesado por la muerte de 5 manifestantes en las protestas de diciembre del 2001. Dos días después, el 9 de abril, un tribunal de apelaciones de EEUU, autorizaba la extradición a Francia del ex ‘hombre fuerte de Panamá’, Manuel Antonio Noriega.

En esa misma jornada, desde Bagdad se informaba de manifestaciones en recuerdo del ex dictador Saddam Hussein, derrocado hace 6 años. Una mirada ligera –acaso bañada de luz naranja- podría sugerir que los autócratas o presidentes fallidos (como De la Rúa) las tienen de cal y arena. Pero lo que está ocurriendo es que, más allá de breves respiros, los impunes están perdiendo, en todo el globo, ese aire de perpetuidad que los adornaba.

Ya no pasan piolas, ya no pueden ocultarse bajo el sambenito de que ‘salvaron a la Patria’, ‘gobernaron desde el infierno’ (cuyas brasas ellos mismos alimentaron) o ‘cumplieron con su deber’. Está extinguiéndose, en alguna medida al menos, el mito del hombre providencial que ‘roba pero hace’ y que, en el caso peruano, podría traducirse bajo la tácita pero innombrable sentencia de que ‘mató a algunos, pero salvó al país”.

En Uruguay, desde noviembre del 2006 se encuentra preso (desde enero del 2007 cumple la condena en su casa) Juan María Bordaberry, uno de los grandes símiles políticos de Fujimori. Como nuestro crédito peruano del golpismo cívico-militar, este político del Partido Colorado condujo un auto-golpe de Estado el 27 de junio de 1973, con la diferencia que, 3 años después, sus propios socios lo expectoraron del poder.

¿De qué se le acusa a este pariente político del fujimorismo? Pues de casi lo mismo: del secuestro y la desaparición de varios opositores a su régimen, una mala costumbre clásica de quien, ya atornillado por la fuerza, asume que la historia lo absolverá o que los ciudadanos le perdonarán sus fechorías en el altar de la ‘seguridad nacional’. Muchos años después, sin embargo, la justicia comienza a volver para combatir la desmemoria.

De primera impresión, este ciclo parece abierto en octubre de 1998, cuando el generalísimo Augusto Pinochet fue arrestado en Londres, por orden del juez español Baltasar Garzón. Pero en los últimos días otro mensaje cifrado de la Historia pareció dar una señal, al informarse, el 31 de marzo, de la muerte de Raúl Alfonsín, el corajudo ex presidente argentino que ordenó procesar a la impresentable Junta Militar argentina.

Fue gracias a él que, por primera vez en América Latina, dictadores criminales de la peor laya como Rafael Videla, Roberto Viola y Emilio Massera fueron sentados en el banquillo acusatorio. Por supuesto, Alfonsín luego tuvo que recular en parte, debido a continuas rebeliones militares, sólo que, sin su gesto y decisión, quizás hoy todavía estaríamos viendo pasar delante de nosotros el aroma malsano de la injusticia.

Antes, incluso, autócratas militares como el colombiano Gustavo Rojas Pinilla (1900-1975) y el venezolano Marcos Pérez Jímenez (1914-2001) también fueron procesados, pero no tanto por sus violaciones a los derechos humanos como por actos de peculado y corrupción. Ambos gobernaron en la década de 1950, un tiempo en el que unas cuantas detenciones, asesinatos y deportaciones todavía podían ser parte del menú político.

En cierto modo, Pérez Jímenez guarda un parentesco más cercano, en cuanto animal político, con Fujimori. Gobernó de 1952 a 1958 y en su prontuario se incluyen unas elecciones fraudulentas, una represión militante contra la oposición a través de la Dirección de Seguridad Nacional y el aplastamiento de la libertad de expresión. La contraparte, por supuesto, era la faraónica y política del Nuevo Ideal Nacional.

En virtud de ella, Caracas y otras ciudades venezolanas, se modernizaron, a un grado que asombró al mundo, pero el costo fueron la sumisión, el silencio, la conversión de la ciudadanía en un masa informe y opaca, incapaz de decirle no al benefactor. Era una política muy parecida a la del dominicano Rafael Leonidas Trujillo, a cuyas faldas por cierto, el general en desgracia huyó cuando en 1958 se le abrió un juicio político.

¿Es exagerado hacer esta odiosa comparación histórica? A diferencia de Pérez Jímenez, Fujimori se dio un auto-golpe, no tenía grado militar alguno y era, digamos, más tecnológico y sutil en su forma de reprimir a la oposición. Pero lo que sí lo hermana con este miembro del clan es que, hasta ahora, hay quienes sostienen el viejo estribillo de que ese señor hizo más por dicho país en años de dictadura que en decenios democráticos.

En otras palabras: que, en Latinoamérica, el precio del progreso pasa por la abdicación de la libertad, un contrabando que, en los últimos días, Keiko y sus seguidores nos han pretendido restregar por la cara, como si fuera un signo de modernidad política. Cuando en realidad es un viejo truco, de baja estofa moral y escaso peso intelectual, que al final apunta a querer convertirnos en zombíes sin memoria, en pordioseros de la democracia.

martes, 7 de abril de 2009

EL DULCE SABOR DE LA JUSTICIA / Carlos Basombrío Iglesias


La verdad que nunca pensé que fuese posible ver a Fujimori condenado a 25 años de prisión por los crímenes que cometió en su gobierno.


Recuerdo, como si fuera ayer, cuando hace 16 años atrás me llamó Ricardo Uceda, director de la Revista SÍ. Era, si no me equivoco, un nada propicio sábado por la tarde. Quería hablar urgente con nosotros. Yo era a la sazón miembro del Consejo Directivo de la CNDDHH. ¿Tiene que ser ahora mismo? Si, insistió Ricardo. Caballero no más. Hablé con Rosa María Mujica, la Secretaria Ejecutiva, la jefa, y ella convocó de urgencia a los miembros del Consejo y allí estuvieron de inmediato Pancho Soberón, Pablo Rojas, Ernesto Alayza, Ernesto de la Jara y otros más.

Uceda estaba con Edmundo Cruz y nos contaron lo que hoy es parte ya de la historia del Perú: sabían dónde estaban enterrados los cuerpos de los estudiantes de la Cantuta y había que desenterrarlos antes que los volviesen a desaparecer. Para eso se requería actuar rápido y que los organismos de derechos humanos participen del caso. Así fue, por supuesto, y así empezó toda esta larga historia.

No voy a entrar en detalles de cómo a lo largo de los noventa todo el poder se confabuló para encubrir y garantizar que no haya sanción para los asesinos. Sería largo enumerar la cantidad de cosas que hicieron y, además, hay decenas de gentes que en estos días lo están recordando mejor que yo.

Pero esa sensación de impotencia, de que nada se podría hacer, acabó abruptamente en el 2000 con el video de Kuori, el colapso del régimen y la huida de Fujimori. Por lo menos los autores materiales directos podrían ser sancionados, pero todos pensábamos que Fujimori, en Japón, sería inalcanzable para la justicia; que allí terminarían sus días en un cómodo exilio.

Pero no. En el que quizás pueda bautizarse como el capítulo más extrañó de la historia política del Perú o como el error más torpe que un político haya cometido, Fujimori se fue a Chile y no fue recibido como héroe, ni las masas en el Perú se levantaron pidiendo que regrese, sino que se activaron todos los mecanismos judiciales que hoy acaban con su condena.

¿Favorece esto políticamente a los fujimoristas? Quizás sí, quizás no -y escribo sobre eso en otro blog- por si a alguien interesa mi opinión.


Pero hoy no importa la política, hoy la justica ha triunfado.

AGRADECIMIENTO AL MAESTRO, A CARLOS IVÁN / Ronald Gamarra (invitado)

Qué mejor que esta fecha histórica, martes 7 de abril del 2009, el día que el dictador Fujimori fue condenado a 25 años de prisión, para rendir homenaje a Carlos Iván Degregori, hoy pasando por momentos difíciles.

Qué mejor que hacerlo en palabras de Ronald Gamarra,  Secretario Ejecutivo de la CNDDHH y abogado de las víctimas, quien ha tenido un papel tan valioso en este histórico juicio.

Dice Ronald Gamarra con ocasión de la presentación del informe  anual de la CNDDHH

 "La elaboración del Informe Anual, como todo lo que hace la Coordinadora, como todo lo significativo que se produce en el movimiento de derechos humanos, es resultado de una obra colectiva. Son muchas las personas e instituciones involucradas en una labor de este tipo. La Coordinadora agradece a todas ellas por su invalorable colaboración. Pero esta vez queremos simbolizar en una persona toda esta impagable deuda de gratitud. Esa persona es un amigo conocido y profundamente querido por todos nosotros, y se llama Carlos Iván Degregori.

Durante muchos años, prácticamente desde el nacimiento de nuestro movimiento de derechos humanos, Carlos Iván Degregori ha caminado junto a nosotros, ha vivido entre nosotros, compartiendo nuestras aspiraciones y nuestras frustraciones, nuestros esfuerzos y nuestra lucha. Pero Carlos Iván, no sólo ha sido un compañero ejemplar y fraterno, ha sido además y sin afectar jamás la menor pose, un maestro. Ha sido y es nuestro maestro. Quiero decirlo con toda claridad: si hay alguien que en nuestro movimiento ha merecido y merece el título de maestro, por encima de generaciones y especializaciones académicas, ese es Carlos Iván.

Hoy, Carlos Iván afronta una prueba muy dura, que nos duele a todos en lo más profundo, realmente nos hiere en carne viva. Estamos contigo, querido hermano, en esta lucha que libras con sereno coraje, dándonos, sin proponértelo, una nueva lección de entereza. Estamos seguros de que superarás este momento difícil para seguir el camino aún largo que debemos cumplir. Hacemos fuerzas para que pronto te vuelvas a encontrar entre nosotros, porque te queremos, te admiramos y te necesitamos tanto". 


¡CULPABLE!

¡De los cuatro cargos! ¡histórico!

lunes, 6 de abril de 2009

COBARDES / Pedro Salinas (invitado)


Es lo que son. Cobardes. Así, sin retruécanos y sin perífrasis, como para irle entrando al tema. Cobardes. Porque hay que ser en extremo paniaguados para renunciar al mínimo decoro y convertirse en la piara en la que se han convertido. Políticos proclives al linchamiento, cínicos infumables, cuervos sacaojos, verdugos de callejón. Es lo que son. Porque tanta mezquindad, tanto ojo sanguinolento, tanta vileza junta, embota incluso al más curtido. Y luego, encima, quieren que se les trate con mesura, con cariño, como ya, dicho sea de paso, les tratan varios medios de comunicación.

Pero, claro, como a Fernando Rospigliosi lo detestan a coro los apristas, fujimoristas y nacionalistas, decidieron lincharlo por consenso y porque sí. Porque Rospigliosi es -como debe ser y gracias a Zeus- un analista non grato para cualquier gobierno. Y como esas cosas no pueden tolerarse, ya que  pueden cundir y propagarse como un contagio, a Martha Moyano y a Aurelio Pastor, que hacen fotogénica pareja en plan Bonnie y Clyde, se les ocurrió resucitar un caso cerrado por absurdo, como absurdo fue el gestor de la denuncia. Y, sin más, le soltaron los perros. Lo demás es ya historia conocida: “Vamos a usar al Parlamento para nuestras vendettas políticas”, dijo el chulo del barrio, y, zas, así lo hicieron.

Antes ya lo habían intentado, recordará el amnésico lector, cuando pretendieron acusarlo hasta de “homicidio calificado”, a propósito del “arequipazo”. No obstante, en aquella oportunidad la cosa no pasó de emular un remake de imputación a lo Blanca Nélida Colán. Ahora no. Ahora han cruzado la raya. Ahora la comisión permanente del disparatado Congreso que nos indigesta con sus gritos pelados, ha censurado en firme. Ahora el señalamiento de chiste se convirtió en chaveta en el cuello de Rospigliosi. Y, lo peor, nadie dice nada, mientras la casa del pueblo, no faltaba más, parece una verbena. Apenas siete parlamentarios, de veintiséis, se plantó en seco ante el capricho de los cutres.  

Y uno, que pretendía tomarse su sabático y alejarse un tiempo de la coyuntura, precisamente para evitar las arcadas que producen las acciones e inacciones de este gobierno de pacotilla, se ve en la obligación de regresar a escribir sobre estas cosas que algunos llaman política, pero que de política no tienen nada. De cicatería, sí. De eso, bastante. Pues esa es la manera que tiene el político peruano de segregar sus miasmas.

Con lo que no han contado estos acosadores de mala baba es que Rospigliosi, como ha vuelto ha demostrar briosamente en el Linchódromo de Abancay, es de los que se crece con la persecución.