Qué mejor que esta fecha histórica, martes 7 de abril del 2009, el día que el dictador Fujimori fue condenado a 25 años de prisión, para rendir homenaje a Carlos Iván Degregori, hoy pasando por momentos difíciles.
Qué mejor que hacerlo en palabras de Ronald Gamarra, Secretario Ejecutivo de la CNDDHH y abogado de las víctimas, quien ha tenido un papel tan valioso en este histórico juicio.
Dice Ronald Gamarra con ocasión de la presentación del informe anual de la CNDDHH
"La elaboración del Informe Anual, como todo lo que hace la Coordinadora, como todo lo significativo que se produce en el movimiento de derechos humanos, es resultado de una obra colectiva. Son muchas las personas e instituciones involucradas en una labor de este tipo. La Coordinadora agradece a todas ellas por su invalorable colaboración. Pero esta vez queremos simbolizar en una persona toda esta impagable deuda de gratitud. Esa persona es un amigo conocido y profundamente querido por todos nosotros, y se llama Carlos Iván Degregori.
Durante muchos años, prácticamente desde el nacimiento de nuestro movimiento de derechos humanos, Carlos Iván Degregori ha caminado junto a nosotros, ha vivido entre nosotros, compartiendo nuestras aspiraciones y nuestras frustraciones, nuestros esfuerzos y nuestra lucha. Pero Carlos Iván, no sólo ha sido un compañero ejemplar y fraterno, ha sido además y sin afectar jamás la menor pose, un maestro. Ha sido y es nuestro maestro. Quiero decirlo con toda claridad: si hay alguien que en nuestro movimiento ha merecido y merece el título de maestro, por encima de generaciones y especializaciones académicas, ese es Carlos Iván.
Hoy, Carlos Iván afronta una prueba muy dura, que nos duele a todos en lo más profundo, realmente nos hiere en carne viva. Estamos contigo, querido hermano, en esta lucha que libras con sereno coraje, dándonos, sin proponértelo, una nueva lección de entereza. Estamos seguros de que superarás este momento difícil para seguir el camino aún largo que debemos cumplir. Hacemos fuerzas para que pronto te vuelvas a encontrar entre nosotros, porque te queremos, te admiramos y te necesitamos tanto".
1 comentario:
Ronald,
Desde lejos, me siento absolutamente gratificada con la sentencia (en parte resultado de una lucha de la que formaste y formas parte), que marca un hito en cuanto a justicia sobre derechos humanos se refiere. Justicia al fin y al cabo. Es más que un símbolo: es la muestra del triunfo del Estado de Derecho, de la separación de poderes (¿estará feliz con esto el Ejecutivo?: quizá de manera utilitaria, pues contribuye a una imagen del Perú en el exterior de la que saca provecho el actual mandatario). El crecimiento económico es absolutamente insostenible sin fortalecimiento institucional, y, aunque falta mucho por hacer, son positivas, como señal, las sentencias como estas. El análisis jurídico de las posibilidades de éxito de un eventual recurso, apunta a cero. Quienes fantasean con un indulto, frente a la solidez que muestra Keiko en las encuestas, tampoco pueden cantar victoria, por razones que los medios han mencionado con amplitud. Que también se olvide de la Corte, calificada como "tremenda" bajo su gobierno. Claro: El cinismo te lleva por caminos impensables, pero sería ridículo que le dieran la razón (aunque las palabras son un exceso frente a la función jurisdiccional). Me agrada también la notable impertinencia, en estos días de bacalao (deliciosa ironía de semana santa para quienes no olvidan aquella famosa mentira), del término "caviar".
Al mismo tiempo me apena profundamente lo que relatas de Carlos Iván Degregori. Nunca tendrá mas actualidad su "Década de la Antipolítica", un maravilloso libro que recomiendo vivamente. Un estudio en el que, sin perder el humor y el texto ligero e inteligible, se analizan, con profundidad, los oscuros abismos del régimen, que crearon monstruos que aún padecemos. Sin conocerlo, me atrevo a mandarle un mensaje de ánimo y fortaleza en estos momentos, con el agradecimiento permanente por todo lo que aprendí a través de ese libro (que, aparte de artículos, es el único que leí de él).
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