Un amigo empresario, en
principio favorable al No a la revocatoria a Susana Villarán, me expresa su
preocupación ante la reciente arremetida de vincularla al terrorismo, por haber
cantado, junto con otras personas, Flor de retama, que sería el himno de
Sendero Luminoso. Otro amigo empresario, favorable al Sí, me hace llegar un
artículo que difunde eso. Ambos personas valiosas.
Parece que quienes han
iniciado esa campaña no se dan cuenta o no les importa que con ello le hacen
propaganda a esa insania criminal, felizmente definitivamente derrotada, pero
aún causando daño. Total, todo vale para favorecer sus intereses.
Pero además se trata de una
calumnia más, siguiendo el dicho “miente, miente, que algo quedará”.
Lamentablemente arrastran a
ello a personas honestas pero confundidas y con comprensibles temores. A ellas
va dedicado este artículo.
Porque todo es falso. Susana
no tiene ni ha tenido ningún compromiso con Sendero Luminoso, al contrario, y
es más bien lideresa de una izquierda democrática que hay en todo sistema
político sano, como corriente de opinión y en el gobierno o en la oposición;
precisamente una fuerza dique contra el terrorismo. No es casual que Sendero se
haya ensañado especialmente con líderes populares radicales democráticos y
sectores que los apoyan, como dirigentes de ONGs de promoción del desarrollo
que estorbaban su avance. Son éstos los que más directamente han cuestionado que
Sendero representara lo popular, cuando es más bien lo contrario, arriesgando y
con frecuencia, miles, ofrendando sus vidas.
Quiero recordar aquí las
víctimas que me han sido más cercanas, María Elena Moyano, la dirigente de
Villa El Salvador, Pascuala Rosado, dirigente del asentamiento humano de
Huaycán, en Ate – Vitarte, y Zacarías Magallanes, dirigente popular del mismo
distrito y directivo del Centro Ideas.
Lo que llaman el himno es una
de las canciones populares aprovechadas por Sendero, Flor de retama, como
también, por ejemplo, Adiós pueblo de Ayacucho. Que Sendero utilice una canción
popular no significa que alguien que la cante sea pro senderista. Debemos ser muchísimos,
al menos cientos de miles, quizá millones de peruanos y peruanas, no solo de
Ayacucho, que nos emocionamos con esa música.
Flor de retama, una canción
protesta, la del estribillo “amarillito, amarillando”, que yo también he
cantado, en compañía de víctimas del senderismo, es parte del acervo popular, a
pesar de contener un par de versos que obviamente no compartimos (como muchos
versos que entonamos a pesar de algunos contenidos). Hasta nuestro himno
nacional dice barbaridades (claro que ya no cantamos esas estrofas, como
aquella en que amenazamos con nuestros cañones a las costas de España – que no
se da por aludida). Millones exhiben la imagen del Che y no por ello son
guerrilleros ni pro guerrilleros.
En su momento ese verdaderamente
bello huayno, del distinguido maestro huantino y connotado compositor Ricardo
Dolorier, expresó, desde una óptica radical, propia de la época, junto con
tristeza, una indignación generalizada en nuestro país por la matanza de
estudiantes y campesinos en Huanta, en 1969, llevada a cabo por los sinchis, de
la policía, parte de una protesta nacional masiva contra un decreto del
Gobierno Militar, que restringía la gratuidad de la enseñanza escolar y técnica
para la población pobre, de una manera brutal y además absurda. Pretendía que
cada alumno que desaprobara un curso pagara cien soles mensuales, muchísima
plata para la gran mayoría de nuestro pueblo.
Que haya habido en esa
movilización masiva una participación de alguna gente que más tarde formó
Sendero no es excusa para asesinatos en nombre de la Nación. Por mucho menos,
han renunciado ministros del Interior decentes (aunque en mi opinión deberían
haber seguido para tratar de corregir esa óptica y esos excesos de las fuerzas
bajo su mando). Es ese tipo de acción - supuestamente para defendernos como
sociedad - el que ha contribuido a darle tantas alas a ese grupo demencial y
asesino. Y es lógico que suscite indignación y protestas.
Un cierto nivel de excesos
puede ser inevitable, pero no podemos tolerar excesos sistemáticos y
abominables. Los sinchis, formados con asesoría norteamericana en
contrainsurgencia, en el tiempo de la nefasta guerra de Vietnam, no habían sido
entrenados para controlar multitudes furiosas, sino para combatir a guerrilleros,
es decir, forzosamente a ser excesivos si se les asignaba una función normal de
la policía – lo que fue responsabilidad de quienes les dieron la orden de
intervenir, bajo el ministro del Interior general Artola.
También Adiós pueblo de
Ayacucho, un precioso huayno de los años 20, anónimo, que creo todos los que queremos
al Perú apreciamos, ha sido instrumentalizado por Sendero. No dejemos que nos
lo roben para siempre. También la música andina es parte fundamental de nuestra
identidad nacional en gestación.
Aunque empática, no ha sido
oportuna la actuación de Susana, por facilitar este tipo de campaña. Pero como
ciudadanos y políticos tenemos que aceptar la canalización de la indignación
popular aunque sus formas no nos gusten, siempre que respeten - gruesamente,
excepciones siempre habrá - los cauces democráticos. Y Susana los respeta íntegramente,
mucho más que sus revocadores.
Me preocupa e incomoda ciertamente
una parte de los aliados de Susana, de izquierda radical, pero tampoco son pro senderistas,
al contrario, y su encauzamiento por carriles democráticos es algo más bien
positivo.
Sí es cierto que Susana ha
estado en contra de la explotación de la mina Conga, en Cajamarca, el tipo de
posiciones que considero nocivas para nuestro desarrollo como país - y espero
que cambie a ese respecto, sin dejar de defender los derechos legítimos de las
poblaciones afectadas. Respecto de Lima ya ha mostrado su capacidad de cambio
para bien.
Para Lima el gobierno
municipal de Susana es un activo valioso y una esperanza realista de superación
de algunos de nuestros mayores problemas como ciudad, junto con la instauración
de una política más decente.
¡No a la absurda y
antidemocrática revocatoria!
No hay comentarios:
Publicar un comentario