Hay quien se pregunta por qué hemos llegado a la desgraciada opción que los peruanos encaramos el domingo. La respuesta es simple: estos dos candidatos son el resultado de la oferta política disponible en el país.
En esa oferta resalta la mediocridad pero también las ambiciones y mezquindades que mantuvieron en carrera inútilmente a otros candidatos, que en rigor no eran mucho mejores que los dos que nos quedan. Eso es lo que este país puede generar en estos tiempos. No más.
Lo mismo ocurre con los casos de corrupción y los procesos investigativos o judiciales que están en curso contra candidatos electos al congreso. Éstos son pruebas vivientes del proceso de descomposición que atraviesa el país desde hace décadas y que la dictadura fujimorista explotó y potenció. La salita del SIN fue un espejo magnificado de la sociedad.
Estamos, pues, ante un dilema que no sale de la nada sino que viene de nuestra historia, la que nosotros mismos hemos hecho, como protagonistas, cómplices o mediante silencios acomodaticios.VER MÁS
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Hace 4 horas
1 comentario:
A estas alturas, ya no cabe este comentario, sino el posibilidad de arrancarle a la dinastía Fujimori el poder. Es lo más perverso que he visto en mi país. No se trata de venganza, es que hay mucha mentira en lo que propone. Creo que el Perú tiene un crecido ingrediente de DIGNIDAD y un no a la corrupción y con ello a los medios de comunicación que se han prestado a colaborar, sin mirar a los sectores más vulnerables.
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