lunes, 2 de febrero de 2015

IDEAS GENERALES SOBRE ALIMENTACIÓN Y SALUD PARTE III, A EL DESARROLLO DE ALTERNATIVAS/Alfredo Stecher

1.    Es importante que quienes tenemos ideas más acertadas y más realistas sobre cómo alimentarse mejor, las difundamos lo más posible, con el ejemplo y por todos los medios a nuestro alcance.
2.    Pero un avance más rápido de una alimentación más sana exige que se generalice una ofensiva cultural -ya iniciada en diversos países y en foros internacionales-, en todos los ámbitos y desde todos los niveles de responsabilidad, por una concientización de personas influyentes en los medios de comunicación y en la industria y publicidad, más responsable, comprometida con contribuir al cambio de los hábitos alimenticios.
3.    El aumento de la presencia de alimentos de mayor calidad nutricional o menos dañinos en el mercado puede ser estimulado e inducido por regulaciones y controles estatales razonables, por programas alimentarios nutricionalmente positivos –radicalmente diferentes de la mayoría de los actuales- y por presiones culturales y mediáticas a las empresas de la industria alimentaria y de comida rápida, así como en su seno, pero requiere principalmente de cambios desde la demanda –la lenta modificación de percepciones y hábitos de los consumidores; también de cambios curriculares de los programas de formación alimentaria, culinaria y médica.
4.    En cuanto a lo que se puede hacer desde el Estado, destacan la fijación de máximos de azúcar, sal y aditivos artificiales, normas de etiquetado realmente informativo y comprensible, que facilite su lectura e interpretación por los consumidores, leyes sobre transgénicos, su reglamentación y su cumplimiento, censos adecuados y estadísticas de libre accesos, programas estatales de capacitación nutricional no convencional, en especial para maestros y funcionarios municipales, programas alimentarios con énfasis en la promoción de una alimentación sana, propiciar una mejor orientación de los currículos educativos y de los programas de alimentación. entre otros.
5.    Además el Estado debería tener iniciativas propias y apoyar las privadas, sea de empresas o de instituciones sin fines de lucro, como servicios e instituciones de defensa del consumidor, centros de investigación sobre nutrición y salud así como laboratorios de análisis de alimentos.
6.    Igualmente requiere de una normatividad más estricta y controles más efectivos de pesticidas en la agricultura así como de antibióticos preventivos y estimulantes del crecimiento y del rendimiento en la industria avícola y de engorde de vacunos.
7.    De más largo aliento es la modificación de muchas características de nuestro entorno y de nuestra vida diaria, que incluyen medios de transporte público más eficientes -para tener más tiempo para nuestra alimentación-, el (re)descubrimiento de la naturaleza, la generación o el fortalecimiento de movimientos por una vida más sana, de afirmación de las identidades locales y regionales así como de sus insumos y productos típicos, entre otros.
8.    Al sector empresarial privado le corresponde aplicar las normativas y, en lo posible, anticiparse a su generación y aplicación.
9.    Para insumos más sanos, la agricultura orgánica o ecológica, con sus variantes, garantizada por sellos que certifican su carácter, combinada en parte con el comercio justo, es la mejor respuesta, a la vez que constituye un gran aporte a la reducción de los efectos climáticos negativos, y es, en principio, capaz de alimentar bien a toda la humanidad, con alimentos más nutritivos y sabrosos, por lo que debe ser estimulada y apoyada; también la ganadería de pastoreo.
10. Pero es imposible generalizar la agricultura ecológica en el corto o mediano plazo, no solo por resistencias, sino también por insuficiencia de técnicos, de colectivos agrícolas y de empresas dispuestas y capaces de aplicarla bien, por políticas estatales incorrectas y por limitaciones derivadas de la aún reducida investigación para diversas realidades y problemas productivos.
11. Actualmente en nuestros países hay un enorme déficit de oferta incluso respecto de la incipiente demanda, ambos felizmente en crecimiento, lento pero seguro.
12. Por necesitarse menores cantidades para nutrirse bien con productos orgánicos, es decir, una relación precio/unidad de complejo nutricional con frecuencia más ventajosa, se compensa en gran parte o totalmente el precio todavía más elevado de muchos de sus productos.
13. La mayor conciencia ambiental, junto con la vinculada a la agricultura y consumo orgánicos, lleva también a una mayor consideración y aprovechamiento de la estacionalidad y mayor cercanía física de la producción de productos perecederos, que facilita abaratar la comida –además de disminuir el impacto climático del transporte y puede favorecer a los agricultores.
14. La agricultura orgánica forzosamente convivirá durante mucho tiempo, quizá siglos, con la agricultura convencional, convivencia tanto más positiva mientras más piense la convencional en el largo plazo y sea cuidadosa en el uso de agroquímicos, comprenda y respete el carácter vivo de los suelos, evite los transgénicos o sea al menos cautelosa en su introducción; y aplique técnicas como diversificación, rotación y asociación de cultivos, cobertura vegetal, abonos verdes, labranza cero o mínima, intercalado de especies forestales, arbustivas o menores –como barreras de viento y contra la propagación de plagas, a la vez que hospederos de insectos beneficiosos-, terrazas para evitar la erosión, riego tecnificado, y quizá hasta abonos por compostaje y humus.
15. Esto es promovido también en parte por algunas transnacionales de comercialización de productos frescos a través del sello mundial de buenas prácticas agrícolas –físicas, sociales y ambientales-, Globalgap, instaurado por grandes cadenas comerciales ante las demandas de sus consumidores, especialmente europeos, y están haciendo crecientemente, al menos en parte, incluso algunas grandes empresas productoras convencionales más avanzadas o más presionadas por sus consumidores y algunos accionistas.
16. Otros sellos desarrollados por organizaciones con preocupación ambiental y social para la producción agroalimentaria son el Bird Friendly, de producción de café amigable para aves, Utz Certified, para café, cacao y té, y Stop climate change, frente al cambio climático; y, por la industria, el de Starbucks, para la producción de su café, y el 4C, Código común para la Comunidad Cafetalera, todos expresión de una creciente demanda de los consumidores por productos más sanos y procesos más responsables socialmente y más favorables al ambiente.
17. La agricultura orgánica puede beneficiarse aprendiendo de los avances positivos en conocimientos, tecnologías y capacidades técnicas y de gestión de la convencional.
18. La agricultura hidropónica es más artificial que la convencional, y por ello no recomendable, pero tiene la ventaja de normalmente no aplicar pesticidas, especialmente útil en el caso de tomates, y de no tener, por lo general, patógenos.
19. La mejora de nuestra propia cultura alimentaria será –ya está siendo- un poderoso estímulo de mercado a la diversificación de nuestra agricultura y de nuestra industria alimentaria, lo que es también un apoyo, sin costo adicional, al freno del cambio climático a través de la reducción de emisiones y así una contribución al fortalecimiento de nuestra economía que necesita mantener algunas fuentes contaminantes en lo energético hasta que se desarrollen las energías renovables.


Continuará

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