miércoles, 21 de octubre de 2009

PELIGROSA TENDENCIA/ Gustavo Carrión Zavala


Quiero referirme a dos hechos recientes, que denotarían una peligrosa tendencia en las acciones de la Policía Nacional en su lucha contra la inseguridad.

En declaraciones telefónicas a RPP el día de ayer, 20 de octubre, el Director Regional de la Libertad de la Policía Nacional, respondiendo a críticas de ciudadanos, quiénes a través del mismo hilo telefónico en el programa matutino conducido por Raúl Vargas, denunciaban el crecimiento incontrolable de la delincuencia en el distrito trujillano de El Porvenir, el oficial general reportó entusiastamente los logros de su gestión en la lucha contra la criminalidad. Entre otras acciones, dio cuenta con similar entusiasmo, que en su gestión habían fallecido 56 delincuentes en enfrentamientos con la policía, hecho que no mereció comentario alguno por los periodistas de la mesa de conducción, que sin embargo podría estar anunciando una peligrosa tendencia de eliminación de delincuentes como método para luchar contra la inseguridad. Tendencia que por otro lado, ya ha merecido la preocupación del Ministerio Público en esa norteña localidad.


Si a las declaraciones del Director Territorial de la Policía en La Libertad, le añadimos la muerte de un adolescente asaltante a manos de un sub-oficial de policía en La Victoria-Lima, el que no encontró otra salida que disparar a matar para evitar la fuga del adolescente con el producto de su delictiva acción, tenemos que preocuparnos por las coincidencias en la relativización de la vida, tanto de un Oficial de la más alta jerarquía policial, como la de un sub-oficial por lo que sugeriría una perversa tendencia en la lucha contra la inseguridad. Es cierto que la ciudadanía clama por un ambiente seguro para poder realizar sus actividades, pero no justifica que la respuesta a este clamor se encuentre en el uso inmoderado de armas letales para eliminar a delincuentes e infractores. Es posible que se explique esta ligereza en el uso letal de las armas, en el ambiente de impunidad e inmunidad que se viene generando por las declaraciones y actitudes de prominentes miembros del ejecutivo, quienes promueven leyes para liberar de responsabilidad en el uso de las armas de fuego a militares y policías; recurrentes negativas a identificar a los responsables de matanzas como la de Putis; la promoción de normas que alteren el modelo procesal penal exigiendo el requisito de informe previo a la acusación del ministerio público y otras iniciativas que están induciendo el cierre de la fiscalización a las acciones de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional.

Esta tendencia al uso letal de las armas de fuego para eliminar delincuentes, lo único que provocará será la retaliación de la violencia. Ante esta amenaza de muerte, la delincuencia reaccionará con incontrolable violencia y los policías aligerarán los disparadores de sus armas en una cadena interminable de muertes de lado y lado, que para nada se condice con el mundo civilizado y el imperio de la ley.

Los hechos descritos nos hacen reafirmarnos en el convencimiento, que no puede ejercer función policial, quién no es capaz de hacer abstracciones sobre los valores contenidos en la finalidad de la Policía Nacional, que no son otros que vida, libertad , ejercicio de derechos; y volver a insistir en nuestra preocupación que esta incapacidad de abstraer, se refleje tanto en un oficial de alta graduación como en un sub-oficial, lo que ameritaría un urgente trabajo al interior de la institución policial, para corregir esta peligrosa tendencia.

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