sábado, 27 de marzo de 2010

EL COLEGIO MAYOR SECUNDARIO Y LAS OPORTUNIDADES EDUCATIVAS/ Vanetty Molinero Nano

La semana pasada se inauguró el colegio Mayor Secundario del Perú, que tiene como objetivo dar la mejor educación a los estudiantes más destacados de los tres últimos años de secundaria, de colegios públicos de todo el país. Según se ha manifestado, reunirá a la “élite intelectual escolar peruana” y a los docentes más calificados y mejor remunerados, siendo un lugar de “formación selecta”. Contará además con un equipo de médicos, psicólogos y nutricionistas, y con todas las herramientas tecnológicas del mundo moderno. Tendrá una jornada pedagógica anual de 520 horas más que los colegios de educación secundaria, y el nivel educativo del estudiante estará “al nivel de las más prestigiosas instituciones educativas internacionales”.


También se ha señalado que la gratuidad en dicho centro estará garantizada. Además de alojamiento gratuito, dado que el colegio funciona bajo una modalidad de internado, los alumnos tendrán alimentación y uniformes entregados por el Estado, así como útiles escolares. A diferencia de otras escuelas públicas, sus familias no tendrán que asumir gastos de ningún tipo.

De los dos millones de estudiantes que están matriculados en las escuelas públicas de educación secundaria, 873 estudiantes han sido seleccionados para estudiar en dicho plantel. Como lo manifestó García en su discurso de inauguración, “reúne a los que más esfuerzo y capacidad han demostrado”. Es decir, aquellos alumnos que, en medio de los problemas que enfrenta la educación pública y el país, permanecen en la escuela y sobresalen como estudiantes. Planteado así, el principio de una iniciativa como ésta parece correcto: se premia el esfuerzo individual de algunos estudiantes de las escuelas públicas y sus familias, brindándoles el acceso a una educación secundaria de calidad.

Sin embargo, también es necesario señalar el riesgo de esta iniciativa si no se acompaña con otras políticas educativas. En realidad, esta decisión sigue la lógica de la individualización y la meritocracia, según la cual todo pasa a ser responsabilidad del sujeto y donde todo depende de la capacidad y eficiencia individual. Y en un país donde no todos tienen las mismas oportunidades educativas, medidas como ésta solo benefician a quienes tienen mayores ventajas educativas.

La escuela pública enfrenta problemas de desigualdad en el acceso al sistema educativo. No todos los niños cursan la educación inicial. Muchos adolescentes tampoco pueden asistir a la secundaria, o si lo hacen, no pueden concluirla. La inversión económica que se demanda a los padres de familia, a pesar de la gratuidad, así como la poca cobertura de estas modalidades, es un factor que incide en ello. Así también, tenemos una escuela que no consigue atender a una población diversa como la nuestra. Las diferencias étnicas, culturales, lingüísticas, sociales, de género, e individuales se convierten en problemas cuando no se ajustan a las características del alumno patrón desde el cual se ha organizado el sistema educativo. Ello hace que muchos de nuestros niños y jóvenes fracasen en la escuela creyendo que no sirven para el estudio. Esta situación afecta principalmente a niños y jóvenes de zonas rurales y de mayor pobreza.

El año pasado, en algunas escuelas públicas del Callao, tuve la oportunidad de acompañar a algunos niños que cursaban el primer grado. Ahí me encontré que a puertas de concluir el año escolar, no estaban consiguiendo adquirir aprendizajes básicos relacionados a la lectura, escritura y matemática. Niños que habían sido etiquetados por sus docentes como “los que tienen dificultades para aprender”. Era lamentable ver cómo habían iniciado sus procesos educativos condenados a fracasar, no porque carecían de capacidad, o porque no se esforzaban, sino porque no habían tenido oportunidades para desarrollar aprendizajes que les permitieran enfrentarse de manera satisfactoria a las demandas de un primer grado. Y esto en una zona urbana y cercana a la capital del país. ¿Cómo serán entonces estos procesos en las escuelas rurales más alejadas? Es claro entonces que el sistema educativo no ha conseguido desarrollar estrategias para apoyar a los niños que, por el contexto en el que se encuentran, llegan sin las capacidades que requieren para tener éxito en su desempeño escolar.

Es por eso que, aunque la iniciativa del Colegio Mayor se replique en otras ciudades del país, los alumnos que logren estudiar ahí, serán los que probablemente hayan contado con mayores oportunidades educativas. Y es por eso que resulta vital acompañar esta iniciativa con medidas que logren justamente disminuir las condiciones de desigualdad educativa que enfrentan niños y adolescentes. En ese sentido, es urgente seguir ampliando la cobertura de educación inicial, poner en marcha la especialización de la formación docente para la atención de los primeros grados de educación primaria propuesta en el Proyecto Educativo Nacional, disminuir el número de alumnos por aula en los primeros grados, implementar estrategias de trabajo en el aula que permitan atender a la diversidad de los alumnos, y ampliar la cobertura de una adecuada educación secundaria. Sólo así se podrá lograr que todos los niños y adolescentes peruanos accedan, sin desventaja alguna, a un nivel de educación de calidad.

1 comentario:

Luis Enrique Alvizuri dijo...

Distinguida Vanetty:

1. Luego de haber leído atentamente su interesante artículo me saltan algunas cuestiones.

2. ¿Acaso no es cierto que, en la mayoría de los casos, el rendimiento escolar está directamente relacionado con el apoyo, interés o presión que ejerce la familia sobre el alumno y no con la capacidad mental que éste individualmente tiene? Muchas películas norteamericanas ridiculizan como nerds a quienes demuestran un alto rendimiento escolar, pero que son personas con serias deficiencias de personalidad (en mi etapa escolar casi el 100% eran de ese tipo y terminaban siendo objeto de burla y escarnio por parte del salón). Aislarlos sería como volverlos a la "normalidad", con lo que el efecto de "buscar genios" no tendría ningún sentido.

3. También nos lleva a pensar que el Estado tendría una orientación educativa volcada totalmente al rendimiento ("saber es dar un buen examen") negándose por completo a admitir que educar sea formar personas, seres humanos preparados para vivir al margen de sus "notas". Es el reduccionismo burdo y descarado, superado por las teorías educativas contemporáneas, llevado a su máxima expresión. ¿No hay nadie en el Estado que se dé cuenta de ello?

3. Pero me pregunto: ¿será el Estado el que ve y lee así a la educación o son más bien los "asesores internacionales" del FMI y las muchas ONG que "ayudan" al Perú? Porque si no fuera de este modo supongo que ya sabríamos de las protestas de dichos organismos. Sin embargo no recuerdo que ni siquiera el Foro Educativo haya mostrado su extrañeza. ¿Complicidad, temor o "diplomacia" de nuestros sabios educadores de la Católica?

4. Por otro lado insisto en que el principal problema de la educación peruana es que existen DOS educaciones peruanas: la de los que dirigen (los colegios particulares, para quienes es todo) y la de los que van a ser dirigidos (para quienes nunca hay presupuesto ni interés; hasta el Ministerio de Educación ha desaparecido). Para la educación estatal, se nota claramente la intención de ubicarla como operativa, manual, limitada y orientada a ser generadora de obreros. Algo que, por supuesto, pasa también en todas partes.

5. Pero si esa es la finalidad de esa "otra" educación peruana estamos entonces ante la más grande discriminación posible que viene a ser el germen que determina finalmente los resultados que se dan. Ahora bien, esto no deja de ser comprensible dado el temor que las clases altas han mostrado siempre ante un pueblo instruido y educado, pues ese ha sido desde siempre el camino de la independencia y liberación de las naciones. La historia así lo demuestra.

6. En conclusión, hay una clara voluntad de parte de las clases dirigentes del Perú de mantener las cosas como están para tratar de evitar que las estructuras sociales cambien. Mientras el pueblo siga como está todo será como siempre ha sido.

Muchas gracias.