El Perú ya se había convertido en el primer exportador de cocaína, como se dijo en esta columna. (“Perú primer exportador de cocaína en el mundo”, 1.7.09)
Según Naranjo, Colombia producía 1,100 toneladas de cocaína en la década de 1990. Ahora, gracias a los esfuerzos de varios gobiernos, la producción se ha reducido a menos de la tercera parte.
Naranjo puso el dedo en la llaga: el “verdadero drama y el verdadero problema” de Perú es que sus autoridades sólo sacan del mercado al año 14 toneladas, mediante operaciones de decomiso. Mientras, resaltó Naranjo, las autoridades colombianas intervienen 203 toneladas, que es la cifra de 2008. Es decir, la policía colombiana decomisa 15 veces más cocaína que su par peruana.
Esta cifra “significa que nos hemos incautado de más del 50 por ciento de la droga que produce Colombia, versus unos índices muy bajos de incautación en otros países”. Una cachetada para sus colegas peruanos.
Algunos críticos de la llamada guerra contra las drogas sostienen que esta es un fracaso porque el narcotráfico sigue existiendo. Esa es una falacia. Es imposible acabar con el narcotráfico. Pero la situación se puede cambiar radicalmente como ha ocurrido en Colombia.
En la década de 1990 los grandes cárteles de Medellín (Pablo Escobar y otros) y Cali (los Rodríguez Orejuela y otros) controlaban departamentos enteros y desataron una ola de violencia brutal que convirtió al país en uno de los más inseguros del mundo.
Poco después se sumaron las FARC, que resucitaron gracias a su completo involucramiento en el narcotráfico y crearon un ejército de 15,000 efectivos, bien armados y equipados.
Hoy día eso ha cambiado radicalmente. La violencia ha disminuido sensiblemente, Colombia es mucho más segura que antes, los grandes cárteles han desaparecido y las FARC están reducidas a su mínima expresión.
El narcotráfico sigue existiendo, pero son bandas más pequeñas, con perfil más bajo y ejercen menos violencia.
Eso es un triunfo.
El objetivo no es acabar con el narcotráfico. Eso es imposible a menos que se despenalicen las drogas, como ha propuesto Mario Vargas Llosa y otras personas. El objetivo es contenerlo y reducirlo, como lo está logrando Colombia.
En el Perú seguimos el camino inverso. El narcotráfico está creciendo sin control, generando más corrupción y violencia. Cuando se le quiera enfrentar en serio, la lucha va a ser muy dura y sangrienta. Mientras más se le deja prosperar, más difícil y violento será combatirlo.
5 comentarios:
O sea ¡Viva Uribe y sus bases USA!
Qué tal faenón.
Me sentiré aludido por "otras personas", pues creo que el "problema de las drogas" y del llamado narcotráfico no tiene solución otra que cambiar el marco de referencia que preside los convenios internacionales. La revisión del caso de la coca y la cocaína sería a tal efecto ejemplar.
A menos que se quiera seguir, sin reflexionar, la guerra a las drogas con todas sus conseuencias.
el problema está en que mientras la prevencion contra el consumo de drogas sea un fracaso, la legalización de las drogas seria un suicidio
OTRA CUTRA IMPUNE MAS:
Otra prueba de que el PJ es corrupto, comenzando por la cúspide de su pirámide: En una polémica decisión, la Corte Suprema archivó la denuncia contra Rómulo León Alegría, Rómulo León Romero, Alberto Quimper, Ernesto Arias-Schreiber y Fortunato Canaán por el delito de asociación ilícita para delinquir. El tribunal tomó esa decisión luego de determinar que la apelación de la Procuraduría Anticorrupción a la resolución de la Tercera Sala Anticorrupción –que anteriormente había llegado a la misma conclusión que el colegiado supremo– no cumplía con los requisitos que establece la ley para que evaluara el contenido de la citada resolución. Según la Corte, el delito de asociación ilícita para delinquir supone la formación de una organización delictiva para establecer varios hechos delictivos, y no uno solo, como en el presente proceso.
Obsérvese que no se incluyó en el proceso al socio de Rómulo León Alegría, Carlos Motte Piccone. Si eso hubiera sucedido, otros delitos se hiberan sumado a la lista, como por ejemplo, el tráfico ilícito de drogas en el cual estuvo involucrado su hijo Christian Motte, de solo 19 años cuando fue arrestado resguardando cientos de kilos de cocaina. Christian y su socio colombiano se fugaron juntos misteriosamente de prisión en el 2009. Lo mismo se puede argumentar de los negociados sobre el tema de la contrucción de hospitales también. Recuérdese que las purebas de ese caso desaparecieron del MinSal también misteriosamente. Otro detalle importante es que ni Jorge del Castillo, ni Hernán Garrido Lecca fueron considerados como cémplices de los faenómanos. Lo que sí la Suprema no aclaró es que si se realmente se cometió ese único de delito que mencionan, el cual está bajo escrutinio judicial.
Y después Javier Villa stein asegura que que en su PJ no hay corrupción...
Señor Rospigliosi:
1. Recuerde usted que fue Estados Unidos el que, históricamente, penalizó el consumo de la droga, obligando luego al mundo a hacer lo mismo. Hasta antes de ello su consumo no era considerado un delito.
2. Y digo esto porque usted ya sabrá que el 11 de mayo el Departamento de Estado ha establecido nuevas reglas de juego en cuanto al “combate” contra el narcotráfico, cuya consecuencia en el Perú es EL RECORTE DE UN 50% DEL PRESUPUESTO PARA DEVIDA, dado por el ministerio de Economía.
3. Se podrá pensar entonces que este gobierno es tan, pero tan eficiente, que ha obtenido logros impresionantes, también en materia del combate al narcotráfico, por lo que ya no se requiere de mayor apoyo económico.
4. Pero no es como piensan los triunfalistas locales que todo lo ven “vaso medio lleno”. Como usted dice, el problema se ha agudizado y la ineficiencia, casual o voluntaria, es cada vez mayor. Hay un plan que viene “de arriba” y que tal vez, especulo yo, se deba a que se quiere trasladar el teatro de operaciones de Colombia al Perú.
5. Es obvio que la gran prensa no va a levantar esta noticia y nadie se va a rasgar las vestiduras como sí lo hacen por los videos de Levy sobre Roque Benavides, Rafael Rey, Alexander Kouri y Nicolás Lúcar. Todo en nombre de mantener el sistema y nuestro matrimonio fiel con Washington.
Muchas gracias.
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