El innegable crecimiento del delito, la cada vez mayor sensación de inseguridad, la violencia creciente en la comisión de actos criminales, el uso incontrolado de armas de fuego, las víctimas de estos hechos que alcanzan su máxima expresión en el caso de la niña Romina, baleada inmisericordemente durante un asalto y todo el drama que significa la precaria situación de la seguridad ciudadana, ha provocado reacciones desesperadas, tanto en los encargados de brindar seguridad, como en la ciudadanía, sin desconocer el perverso aprovechamiento político de la crítica situación, que pretende conquistar adhesiones planteando temas constitucionalmente inviables.
Pretendemos resumir algunas de las reacciones:
El Presidente de la República, antes de su Mensaje del 28 de julio, declaró al comercio que los asuntos pendientes de su gestión estaban referidos a la seguridad ciudadana y la corrupción. En el mensaje de Fiestas Patrias, su preocupación se redujo a una breve mención del problema de la inseguridad, simplificándolo a la ausencia de coordinación entre los órganos estatales encargados de tal fin. Es probable que no haya advertido el presidente que desde enero del año 2003 está vigente la ley 27933 que regula el Sistema de Seguridad Ciudadana y responsabiliza al ministro del Interior la conducción del Consejo de Seguridad Ciudadana que debe armonizar y articular la actuación de los comités regionales, provinciales y distritales de seguridad ciudadana, así como a los sectores involucrados en el sistema. Si este consejo no funcionó durante los cuatro años de gestión de la presente administración, resulta obvio que los ministros del Interior que se han sucedido no han cumplido la ley y el presidente no ha aplicado las correcciones para que sus ministros la cumplan.
Se ha producido tal desconcierto, que un despistado jefe militar de la región sur del país, planteó sacar unidades militares para patrullar la ciudad de Arequipa, sabiendo que resulta inconstitucional la intervención del Ejército en funciones que no son de su competencia, con la salvedad de los regímenes de excepción y cuando expresamente se encargue a las Fuerzas Armadas el control del orden interno. Nos hizo saber también el jefe militar, que tenían armas no letales que disparaban proyectiles de goma, lo que nos sorprendió al constatar que el Ejército invierte en adquirir equipo que no corresponde a la naturaleza de su actuación, o acaso en un escenario de combate se pueden rechazar a tropas invasoras con proyectiles de goma. Cabe dos interpretaciones, o se está gastando inútilmente los escasos recursos o realmente se está produciendo una policialización de las Fuerzas Armadas ante la improbabilidad de un conflicto armado.
Esta explicación adquiere verosimilitud si le adicionamos lo declarado por el ex ministro de Defensa y ex Comandante General del Ejército, Roberto Chiabra, quien afirmó que la fuerza armada conoce la dimensión del narcotráfico y que tiene planes para combatirlo. Hasta donde sabemos y la constitución establece, la persecución y combate al delito es parte de la finalidad de la Policía Nacional y el tráfico ilícito de drogas es un delito criminalizado en el Código Penal, por tanto, no sólo está reconociendo el citado ex ministro, que el problema en el VRAE y El Huallaga es básicamente el tráfico de drogas, y el involucrarse en su persecución es otra muestra de la policialización de las fuerzas armadas. Habría adicionalmente que constatar si la policía tiene el equipo que posee la fuerza armada para asuntos netamente de orden público y evitar que jefes militares confundan a la población ofreciendo su participación en tareas que no le corresponden, pero que pueden ser aceptadas popularmente por el estado de crispación consecuente de la ingobernabilidad en asuntos de seguridad.
Programas radiales, por el mismo estado de crispación, vienen planteando la participación de las fuerzas armadas en temas de seguridad ciudadana, haciendo consultas telefónicas a la población, que obviamente se inclinan por el orden y no interesa a qué precio. El ejemplo de México resulta decidor cuando las Fuerzas Armadas se comprometen en la persecución de un delito, el baño de sangre es aterrador.
Como no podría esperarse otra actitud, los congresistas fujimoristas con fines más de sintonizar con la ya mencionada crispación popular por la inseguridad y en clara busca de votos, plantea un debate a todas luces inconstitucional como la aplicación de la pena de muerte, como si la punición y la muerte pudiesen resolver el crecimiento del delito. Sabiendo que ello no es viable, distraen la atención nacional con el perverso propósito de captar simpatías electorales y con la seguridad que no prosperará la propuesta pero tendrán a quién atribuir culpas por ello.
La Policía atraviesa uno de sus momentos más difíciles: mal formados, mal capacitados, mal atendidos, mal remunerados, son presas de una enorme desmotivación que crecerá cuándo sus expectativas por las nuevas remuneraciones se vean defraudadas, si nos atenemos a lo declarado por la ministra de Economía, que las estimaciones que se vienen haciendo constituyen “fantasías”. Ojalá nos equivoquemos, pero este problema de las remuneraciones será artificiosamente diferido para la siguiente administración. Ya sucedió con el anterior gobierno de García y el nunca aplicado DS 213.
Además de la desmotivación y desfidelización de los policías, la falta de inteligencia para planear las operaciones policiales, nos demuestra por un lado, la poca fiscalización sobre los fondos destinados a gastos de inteligencia y consecuentemente la poca efectividad de esta actividad y lo que resulta obvio, el apoderamiento de estos fondos por los encargados de administrarlos, empobreciendo la actuación policial.
Las constataciones que hace el personal policial sobre el apoderamiento de fondos públicos por parte de algunos jefes, promueve que la corrupción corra en cascada hacia abajo, sin que se pueda ejercer el control debido sobre la actuación policial. Si se adiciona la defensa que hizo el primer mandatario de un jefe policial que recibió irregularmente fondos públicos de una autoridad municipal, aún cuando se haya utilizado el dinero en propósitos correctos, significa el establecimiento de una corriente de burlar la norma que resultará incontrolable e insancionable.
Finalmente tenemos que decir que para afrontar la actual situación de creciente inseguridad deben iniciarse dos tipos de acciones: contener el actual crecimiento de la inseguridad con planes sustentados en inteligencia efectiva (es posible hacerlo y así lo demostró la DIRINCRI al capturar en tiempo breve a dos de los delincuentes que provocaron el drama de la niña romina), de tal suerte que no se estén dando palazos de ciegos. Como acción paralela, articular la participación de los municipios y organizaciones de bienestar social en la atención de grupos en riesgo y zonas vulnerables, con fines de prevenir y evitar la aparición de nuevos delincuentes.
En el mediano plazo, definir el tipo de policía que necesitamos e iniciar la transformación de la actual institución en una moderna, profesional, producto de nuevas bases doctrinarias, nuevas relaciones de conducción, revisión y modernización de rutinas, revaloración del hombre policía, remuneraciones y ambiente laboral digno y que sea parte de la urdimbre social.
2 comentarios:
Me pregunto ¿Cómo hizo para que esta simple afirmación "la falta de inteligencia para planear las operaciones policiales" nos pueda demostrar "la poca fiscalización sobre los fondos destinados a gastos de inteligencia y consiguientemente la poca efectividad de esta actividad y lo que resulta obvio, el apoderamiento de estos fondos por los encargados de administrarlos, empobreciendo la actuación policial"?. Digo, me parece que no es un raciocinio muy acertado ni correcto, que la primera expresión nos lleve a semejante conclusión.
Entonces podría aventurar un raciocinio similar "Por culpa de estos raciocinios la policía está donde está, total quien antes la comandó hace fácil uso de ellos".¿Tendré razón...?, seguro que la misma que su aventurada expresión.
ESTA BIEN LA PARTICIPACION DEL SR CARRION EN EL SENTIDO QUE EL TRATA DE BUSCAR CON SINCERIDAD, FORMULAS ACERTADAS YA QUE COMO TODOS LOS PERUANOS ESTAMOS DE ACUERDO Y OBSERVAMOS EL CAOS EN LA ACTUAL POLICIA PERUANA; COMO SE PUEDE LEER EL SR GRAL. CARRION PUNTUALIZA QUE DEBEMOS DE DEFINIR ..QUE TIPO DE POLICIA NECESITAMOS? LUEGO INDICA QUE SE NECESITA “INICIAR” LA TRANSFORMACION DE LA ACTUAL INSTITUCION… CON LO CUAL REAFIRMA QUE LA PNP COMO INSTITUCION HA FRACASADO (NO PRETENDEMOS OCUPARNOS DE EL PORQUE O QUIENES TIENEN LA CULPA) EN LO QUE SI CONCORDAMOS EN QUE LA PNP F R A C A S O Y NO FUNCIONA PARA LA REALIDAD PERUANA. MI VALIOSO APORTE PARA ESTE DIGNO GENERAL CARRION ES EN EL SENTIDO QUE NO NECESARIAMENTE DEBEMOS “R E I N V E N T A R L A R U E D A” SOBRE LOS SIMIENTOS DE LA ACTUAL POLICIA PERUANA, SE PUEDEN VOLVER A REINVENTAR LAS TRES FUNCIONES PRIMORDIALES, TRES ENTES POLICIALES PARTIENDO CON DOS ESCUELAS DE FORMACION ESPECIALIZADAS, OBEDECIENDO A UN MINISTERIO COMO EN EL PASADO, LOS 22 ANOS DE IMPROVISACION Y EXPERIMENTCION POR INICIATIVA DE LOS POLITICOS SON ACTUALMENTE UN FRACASO Y DEBEMOS RECOBRAR LA SEGURIDAD PARA EL PAIS Y ESO ES LO QUE ENTENDEMOS DE LAS INQUIETUDES DEL GENERAL CARRION.
AHORA VEMOS LOS RESULTADOS DE LA DESAPARICIÓN DE LA GUARDIA CIVIL DEL PERÚ, LA
POLICÍA DE INVESTIGACIONES DEL PERÚ Y LA GUARDIA REPUBLICANA DEL PERÚ; ALAN
GARCIA PEREZ EN SU PRIMER GOBIERNO COMO VENGANZA POLÍTICA ( AL PARECER POR LA
INTERVENCIÓN Y CAPTURA DE SU PADRE QUIEN CUMPLIÓ CONDENA POR TERRORISMO EN EL
PENAL DEL SEXTO) SO PRETEXTO DE UNIFICAR A LA POLICÍA, CREO LA PNP. SIN MAYOR
CRITERIO TÉCNICO POLICIAL. EL APRA QUIEN FUERA PERSEGUIDA DESDE LOS TIEMPOS DE
CLANDESTINIDAD, LLEGO AL GOBIERNO Y EXTIRPO A LAS INSTITUCIONES QUE ERAN
RECONOCIDAS Y RESPETADAS POR EL PUEBLO. AUN EN LA ACTUALIDAD EL PERSONAL
POLICIAL ES UTILIZADO POR ANTOJO DE LOS POLÍTICOS DE TURNO. POR TODO
ESTO LAMENTABLEMENTE PERDIÓ EL PERÚ, LAS CIUDADES DEMANDAN SEGURIDAD CIUDADANA Y
PREVENCIÓN CONTRA EL DELITO, LA INVESTIGACIÓN CRIMINAL HA TENIDO DESACIERTOS ,
LAS BANDAS ORGANIZADAS DE NARCOTRAFICANTES, MARCAS, SICARIOS,,
ASALTANTES, VIOLADORES, ASESINOS SE INCREMENTARON. AUMENTO EL CAOS VEHICULAR Y
LAS MUERTES POR ACCIDENTES DE TRANSITO EN LIMA Y LAS PRINCIPALES CIUDADES DEL
PAÍS. CONTINUA LA BAJA MORAL INSTITUCIONAL LOS BAJOS SALARIOS, PARA COLMO UN
IMPROVISADO MINISTRO DEL INTERIOR HACIENDO ECO DE SU PRESIDENTE, JUSTIFICA TODOS
ESTOS CRÍMENES COMO:”RESULTADO DEL MAYOR DESARROLLO EN LA ECONOMÍA PERUANA”
LO CUAL ES INCORRECTO PORQUE A MAYOR DESARROLLO MAS RECURSOS Y MAS INVERSIÓN EN
SEGURIDAD CIUDADANA. NO PARECE HABER SOLUCIONES A LA VISTA Y MAS BIEN EXISTE UN
TOTAL ABANDONO POR PARTE DEL GOBIERNO POR OTRO LADO HAY MUCHOS “ESPECIALISTAS EN
SEGURIDAD” (EX-FUNCIONARIOS O EX MILITARES O POLICIAS) ANDAN CIRCULANDO POR EL
MINISTERIO DEL INTERIOR SIN/CON PROPUESTAS CONCRETAS, TRATANDO DE REINVENTAR
SOLUCIONES Y HASTA APORTANDO IDEAS A CANDIDATOS DE AGRUPACIONES POLITICAS. SE
HABLA DE REGIONALIZACION, MUNICIPALIZACION, SERENAZGOS, MAS TECNOLOGÍA ETC. CADA
QUIEN QUIERE SUBIR AL “CARRO GANADOR”. PERO LO QUE EL PERÚ VERDADERAMENTE
NECESITA ES REESTRUCTURAR SUS TRES INSTITUCIONES POLICIALES COMO EN EL PASADO
FUNCIONARON CON RECONOCIMIENTO, IDENTIFICACION Y MÍSTICA INSTITUCIONAL, ESPÍRITU
DE CUERPO, REGLAMENTOS,ORGULLO POLICIAL. ESTO MAS LA PARTICIPACIÓN DE LOS
GOBIERNOS LOCALES , SEGURIDAD PARTICULAR ES IMPORTANTE PERO SOBRE
TODO IMPLEMENTADO CON NUEVAS LEYES Y REGLAMENTOS ( CÓDIGOS DE PROCEDIMIENTOS
PENALES). DANDO RESPALDO AL POLICÍA Y NO SOLO RESPETANDO LOS DERECHOS DEL
CRIMINAL. EL PERÚ DEBE RETOMAR EL CAMINO DE LA SEGURIDAD LO ANTES POSIBLE;
TENEMOS EJEMPLOS DE OTROS PAISES EN LATINOAMERICA.
” EL GOBIERNO QUE QUIERA GENERAR VERDADERO DESARROLLO AL PERU, DEBE COMENZAR
POR DARLE VERDADERA SEGURIDAD Y POR CONSIGUIENTE LA VERDADERA Y EFICIENTE
POLICIA QUE SE MERECE
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