lunes, 8 de agosto de 2011

LOS FRENTES DE HUMALA/Francisco Belaunde Matossian


                                                              

                                                             

                                                              

                                                        
 Por supuesto, los frentes son muchos, pero aquí van unos apuntes sobre cuatro de ellos:

1)            EL FRENTE DE LA SOSPECHA
Ollanta Humala ha hecho esfuerzos meritorios para calmar muchas de las aprensiones que despertaba, particularmente en los campos de la economía y la vigencia del sistema democrático. El problema es que también parece estar esforzándose en enviar señales en la dirección opuesta: una serie de designaciones en cargos públicos levantan serias dudas en cuanto a la relación de su administración con el estamento militar y a la lucha contra la corrupción y el narcotráfico. No es muy atinado menospreciar los cuestionamientos e interrogantes.

2)            LA CALLE
Es, sin duda, un frente particularmente complicado, por la combinación de las expectativas generadas por las promesas de cambio, la recurrencia de conflictos sociales y la acción de grupos y personajes radicales con agendas que exceden largamente los reclamos legítimos.
El gobierno quiere aliviar de entrada la presión, con el rápido lanzamiento de programas tales como Pensión 65 o Cuna Más, amén de la imposición, también en un plazo breve, del impuesto adicional a las empresas mineras.
A lo anterior, deberá añadirse un trabajo político fino para descolocar y aislar a los extremistas, combinando firmeza con ductilidad. Ello requiere capacidad de anticipación, lo que implica tener ojos y oídos en todo el territorio nacional.
La nueva administración no puede permitirse reeditar la arrogancia, torpeza y desidia de su antecesora en ese terreno, no sólo por una cuestión de responsabilidad y de interés nacional, sino también porque no tiene las mismas espaldas políticas de las que ésta gozaba. Si falla, puede terminar rápidamente arrinconada y sin aire, como le sucedió con frecuencia al gobierno de Alejandro Toledo. 

3)            LA SEGURIDAD
El ofrecimiento de “mano dura” es, a estas alturas, un chiste de mal gusto y, además, está totalmente desenfocado. Más bien, debe existir el compromiso de una “mano inteligente” como señaló Federico Salazar en el diario La República, así como, de manera crucial, una “mano limpia”. Es decir, se requiere que todas las autoridades involucradas actúen con eficiencia y honestidad; en otras palabras, que hagan su trabajo razonablemente bien. Es tan simple como eso, pero, a la vez, por lo visto, muy difícil que se dé. Necesitamos que el Ejecutivo, y en particular el Ministerio del Interior, el INPE, la fiscalía y el Poder Judicial nos sorprendan en ese sentido.
Algo deberá hacerse también respecto del nuevo Código Procesal Penal que, según diversos comentarios, al limitar los plazos para las investigaciones, estaría favoreciendo a las delincuentes.
Finalmente, corresponde a la sociedad civil y a los medios de comunicación hacer una marcación estricta y organizada a la Fiscalía y al Poder Judicial, para evitar que se sigan tomando decisiones cuestionables y sospechosas  en contra de los intereses de la colectividad.

4)            LA CRISIS ECONOMICA MUNDIAL
Es una nueva invitada al escenario; puede cambiar radicalmente el panorama si se acentúa y complicar seriamente las posibilidades del gobierno de cumplir con sus promesas sociales. Se requerirá de toda la destreza del  Ministerio de Economía y del Banco Central, para sortear exitosamente sus embates.



                                                              



                                                             



                                                             

1 comentario:

Amador Merino-Reyna M. dijo...

Estimado Francisco,solo para tocar el tema de la seguridad, creo que es importante que los delitos esten bien tipificados a la hora de efectuar las denuncias y llevarlas al Poder Judicial, poco puede hacer la PNP si durante la investigacion no participa un miembro del Ministerio Publico y si este no efectua junto con la policia la denuncia. Muchas veces los casos quedan en nada por un mal trabajo en esa etapa.
Creo por otro lado que deberia desaparecer la estructura militar en la PNP, mucho grado, rango, poco personal, mucha diferencia salarial, plantéo solo 4 escalas, Oficial, Sargento, Teniente y Capitan, para la Policia de patrullaje y otras 4 en la parte de investigacion con la misma denominacion, para ser investigador se requeririan estudios profesionales y escuela policial.
Si se plantea mejorar la seguridad se debe efectuar cambios radicales y estructurales.