martes, 5 de enero de 2010

HIJOS DE LA CRISIS 14: SECRETOS CHINOS / Fernando Villarán


Hay unanimidad en el mundo, en reconocer que China fue el país menos afectado por la crisis mundial del 2008-2009, y el que más rápidamente se está recuperando de ella. Las cifras son contundentes, mientras que los países desarrollados tuvieron una caída de la producción de – 4.1% en el 2009 y sólo van a crecer 0.7% en el 2010 (estimados de la OCDE), China ha crecido 8% en el 2009 y espera crecer 9.5% en el 2010.


Esta performance tan espectacular no hace sino confirmar la muerte del modelo neoliberal. La tesis central de esta ideología: la ausencia del Estado, fue la causa principal de la crisis del 2008; en contraposición, fue la masiva y eficaz intervención del Estado la que evitó una recesión más grave a nivel mundial; y, su liderazgo es la explicación principal del éxito chino. Si en algún país del mundo la presencia del Estado es dominante ese es China, y hoy día Estados Unidos y los países europeos se están acercando rápidamente a este nuevo paradigma.

Ciertamente no se trata de cualquier Estado. ¿Qué rol cumple el Estado en la economía y, sobre todo, qué relación tiene este Estado con el sector privado, extranjero y nacional? Aquí está uno de los secretos del éxito chino.

Como el tema es muy amplio, me concentraré en la Inversión Pública, la poderosa palanca del desarrollo (desde siempre), potenciada por el keynesianismo, y que ha tenido el rol protagónico en los paquetes de estímulo anti crisis en todo el mundo. La habilidad china ha sido la de convertir esta herramienta de reactivación de la demanda de corto plazo en vehículo de cambio estructural y crecimiento de largo plazo.


Los dirigentes chinos (todos ingenieros según Andrés Oppenheimer), han tenido la sabiduría para entender que estamos en la era del conocimiento, que la clave son los recursos humanos, por lo que apuestan por crear y acumular el capital humano en su país. Ellos le dan la bienvenida a la inversión extranjera, siempre que les transfieran la tecnología y el conocimiento que tienen en los países desarrollados. Logran que todo este conocimiento y esta tecnología de punta se deposite en sus profesionales, técnicos y trabajadores calificados, que participan de forma obligatoria, en todos los grandes proyectos de inversión y empresas.


El atractivo del gigantesco mercado chino, y las buenas condiciones para los negocios que existen en el país, además de la ventaja comparativa de su mano de obra calificada y también barata, son argumentos más que suficientes para que todas las grandes corporaciones del mundo, acepten sin chistar las condiciones y exigencias chinas.


Con un ejemplo será más fácil explicar el punto. Dos de las prioridades post crisis del gobierno chino han sido el transporte masivo y las energías limpias. Ambos objetivos se concretaron en el programa: Red Nacional de Transporte de pasajeros de alta velocidad. China va a invertir 292 mil millones (billones) de dólares en los próximos cinco años, para contar con una red de trenes eléctricos de alta velocidad, que permitan interconectar las principales ciudades del país (donde se está mudando el grueso de su población).


Dos de las empresas que van a participar en este sistema de trenes de alta velocidad son: (i) Bombardier, empresa canadiense, la principal del mundo en la fabricación de trenes, que va a construir 80 de ellos, y (ii) Siemens, la principal empresa alemana de ingeniería, que va a tener a su cargo la obra central del sistema: la línea de 1,318 kilómetros que unirá Beijing con Shanghai. Esta obra va a ser la más grande en toda la historia de China, con 32.5 billones de dólares de inversión; aún más grande que la represa de las tres gargantas sobre el río Yangtze.


Estas dos empresas se van a asociar a otras empresas chinas, así como a universidades y centros de investigación locales, para asegurar la transferencia de la tecnología, el conocimiento, y el entrenamiento del personal. Sólo en el tramo Beijing-Shanghai, que estará listo en el año 2012, se dará empleo a 127,000 trabajadores, la mayoría ingenieros, técnicos y obreros calificados.


La justificación económica del proyecto es contundente. El ministro de transporte de China sostiene que una doble línea de trenes rápidos, de ida y vuelta, puede transportar 160 millones de personas al año, frente a una carretera de cuatro carrilles que sólo puede transportar 80 millones. También afirma, que al ser trenes propulsados por energía eléctrica, producen cero contaminación ambiental.


Yo tuve la suerte de subir a una de estas maravillas tecnológicas, el tren rápido MAGLEV (magnetic levitation) en la ciudad de Shanghai. Recorre un tramo de 30 kilómetros entre el centro de la ciudad y el moderno aeropuerto de Pudong, en menos de 8 minutos, a una velocidad de 430 Kilómetros por hora. Nunca pensé ir a tanta velocidad en mi vida; yo estaba esperando que alguna vez alguien me prestara su Fórmula 1 para pasar los 320 Km/h, y resulta que terminé viajando a mayor velocidad que esa, y sin ningún peligro.


La tecnología del MAGLEV es sencillamente alucinante: no tiene ruedas, no tiene rieles, no hay fricción entre superficies metálicas; por eso puede alcanzar velocidades tan altas. Se trata de un sistema eléctrico que genera un fuerza magnética que logra que (i) el tren se eleve en el aire, sobre dos planchas gruesas de acero que actúan como rieles y guías, en los costados inferiores del tren y (ii) crea una fuerza que lo impulsa hacia adelante, a altas velocidades. Esta tecnología ha sido desarrollada por la empresa alemana Siemens; luego de haber probado su tecnología en este tren experimental, ahora se lanza a la producción en masa.


¿Porqué China atrae a estas empresas de punta, porqué logra transferir tanta tecnología y conocimiento a su país? ¿Cómo consigue que esta tecnología se filtre por toda la sociedad, se expanda a la mayoría de empresas? ¿Porqué tiene tantos éxitos el gobierno chino?


Para comenzar, porque sabe lo que quiere (es decir, se propone explícitamente todos estos objetivos), porque tiene una mirada de largo plazo, porque representa los intereses del pueblo chino, toma decisiones en función a la mayoría de los chinos, porque su cúpula no sólo es honesta sino que combate la corrupción que todavía existe en niveles intermedios e inferiores del Estado.


Ninguna de estas condiciones las cumple el Estado peruano; aquí los altos mandos del gobierno están más interesados en las comisiones de las inversiones que en las propias inversiones, su pertinencia e impacto en el conjunto de la economía. Por eso prefieren reunirse con Canaán y muchos hombres de negocio de cuarta categoría, y son incapaces de atraer a las empresas de punta, los empresarios y empresarias más innovadores, que concentran el talento y a la inteligencia mundiales.


Y no se diga que sólo ocurre en el Oriente y en países grandes; aquí en América Latina, está sucediendo en Brasil, Chile, Costa Rica, Colombia y Uruguay. Por eso, ellos tienen un ingreso por cápita mayor al nuestro y van a crecer más en el futuro. ¿Cuándo se va a convencer la gente que corrupción y desarrollo son incompatibles?


5 comentarios:

Luis Enrique Alvizuri dijo...

Señor Villarán:

1. Tomo la última parte de su interesante artículo: "... porque sabe lo que quiere (es decir, se propone explícitamente todos estos objetivos), porque tiene una mirada de largo plazo, porque representa los intereses del pueblo chino, toma decisiones en función a la mayoría de los chinos, porque su cúpula no sólo es honesta sino que combate la corrupción que todavía existe en niveles intermedios e inferiores del Estado.".

2. ¿Y qué pasa en el Perú? Exactamente lo opuesto. La clase dirigente peruana (representada por la CONFIEP) solo quiere al Perú minero, ese que les da el dinero para amasar sus fortunas. Su proyección es la misma de Francisco Pizarro: extraer el oro y la plata para llevarla al extranjero. No ven, ni quieren ver, a otro Perú.

3. La clase dirigente peruana no representa los intereses del pueblo peruano. Representa solo a sus intereses y a los de sus socios (Estados Unidos, Chile, etc.). Por eso, a la hora de decidir entre los pobladores de Bagua y las transnacionales, optan por éstas últimas.

4. Y finalmente, como dijo De Soto (y por eso es mal visto aquí), la clase dirigente peruana es mercantilista o, si no se está de acuerdo con él, ve al Estado como su fuente de riqueza. Aquí no hay licitaciones, ni concursos ni buenas pros... nada. Todo se decide en Palacio, a dedo. Así es como se hacen los grandes negocios en el Perú. Quien diga lo contrario (que hay competitividad, que se elige al mejor, que se selecciona por méritos, etc.) miente. Si uno no se "amarra" con el gobierno de turno está fuera del negocio.

5. Esa es nuestra herencia colonial que no queremos dejar y por eso bien dice usted que aquí nunca ha habido verdadero Liberalismo como tampoco Democracia. Todo eso son solo palabras oficiales pero en el fondo somos los más parecidos a Dubai o a Jamaica, donde un grupito de familias se reparten el territorio como si fuera su hacienda y guardan sus dineros en el extranjero, allí donde tienen sus residencias oficiales y gozan de sus nuevas nacionalidades.

Muchas gracias.

Luis dijo...

El país asiático impulsará el consumo interno en el 2010 para compensar menores exportaciones.
China tiene un atractivo mercado de 1,300 millones de habitantes.
El crecimiento de la economía china en 2009 se sitúa en torno al 8.5%, por encima de la meta oficial de 8%, gracias al plan gubernamental de reactivación para superar el impacto de la crisis mundial, de acuerdo al plan Zhang Xiaoqiang, VP de la Comisión de Planificación.

El paquete lanzado a fines de 2008, por un monto de casi US$600,000 millones escalonados en dos años, permitió dejar atrás rápidamente la desaceleración y reanimar la actividad para alcanzar la meta de un crecimiento de 8% del Producto Bruto Interno (PBI). ¿Qué ha hecho Alan García al respecto prae esperar un crecimiento paraleo? El desarrollo no crece en árboles espontáneamente.

El Gobierno chino considera que un crecimiento anual de al menos 8% garantizará la estabilidad social y la creación del número de empleos necesarios en este país, de 1,300 millones de habitantes.

El avance de 2009 permitió aumentar los beneficios de las empresas, incrementar las inversiones y respaldar el consumo interno. Mas esos esfuerzos deberán mantenerse en 2010 pues la economía china enfrenta la necesidad de incrementar el consumo interno y una creciente competencia internacional y, además, sufre de una capacidad industrial ociosa en varios sectores.

Las perspectivas del entorno comercial no se prestan al optimismo ya que la demanda externa no volverá a alcanzar (en 2010) los niveles de antes de la crisis, está claro.

Cabe recordar que el presidente Alan García reiteró que el Perú crecería al ritmo de China en 2009. Ver para creer pero siempre dándole el grado de credibilidad que corresponde al demostrado desconocimiento de los temas de economía y finanzas de nuestro Caballo Loco de verdad tiene.

Lo positivo es que ambos países pondrán en vigencia, a partir del 15 de enero próximo, el Tratado de Libre Comercio (TLC). El Perú debe sistemáticamente intentar dejar de ser un simple proveedor de materias primas en gran volumen y a bajísimo costo de China, eso hay que tenerlo bien claro. El Perú no puede estar a merced de los caprichos de China, el crecimiento de las dos economías debe ser equitativo y, en lo posible, proporcionalmente equivalente. Aparte, el Perú como país gestor de materia prima tiene la responsabilidad de brindar una alta calidad para exigirla así, cuando el producto final retorne al país, poder poner exigencias en defense del consumidor local.

Anónimo dijo...

Gracias por los comentarios.

Luis Enrique, en la era post crisis, los Estados van a tener un rol mucho mayor al que tuvieron en el pasado, lo que quiere decir que las exigencias son mucho mayores. No vamos a ir a ningun lado con un Estado corrupto como el actual.

En relación a los empresarios, creo que hay sectores en la CONFIEP, SNI, ADEX y otros que sí están comprometidos con el país y su bienestar general. Ellos son los más interesados en tener un pueblo educado y con empleo, así como paz y estabilidad política, que sólo se logra con el desarrollo.

Luis, el TLC con China va a ser una buena oportunidad para discutir con ellos,d e igual a igual, una relación que beneficie a ambos. No se me pasa por la cabeza que siempre vamos a ser sus fuentes de materias primas. La pelota está en la cancha peruana.

Saludos

FV

Carlos dijo...

Sr. Villaran :

Lamento descorazonarlo , interesante hubiese sido usted como profesional visitara algunas de las fabricas de bisuteria (aretes , collares , etc) , donde miles de ciudadanos chinos trabajan en condiciones inhumanas , yo personalmente no soporte ni siquiera 3 minutos en ese ambiente quimico , ni que decir en las fabricas de articulos pirotecnicos que los chinos venden sin marca a Colombia y que en colombia lo sellan como made Colombia y ingresan al PERU SIN PAGO DE ARANCELEs y la lista es infinita.....

Anónimo dijo...

Estimada Carlos,

Disculpe la demora en contestar. No voy a negar que existen esos casos en China; pero lo que yo he visto con mis propios ojos son cientos de fábricas y negocios muy dinámicos, en donde los trabajadores tienen buenas condiciones de trabajo. También he visto, que en general, la gente del pueblo está contenta con su situación, a pesar de los bajos ingresos. Lo que se percibe es que hay expectativas de mejoras para todos, y especialmente para sus hijos y nietos.

Pienso que los casos que Ud. ha visto y vivido son marginales, pues de lo contrario habría una situación de descontento y protesta social, que no se ve en estos momentos.

Todo esto no quiere decir que estoy de acuerdo con el modelo político chino, pues deja mucho que desear en materia de libertades democráticas y derechos humanos.

Saludos

FV