El Plan Operativo Nacional de Seguridad Ciudadana-2010, recientemente aprobado y difundido con bombos y platillos por
De los seis problemas de inseguridad a nivel local que señala el Plan (III A.1), no están considerados los Delitos Contra el Patrimonio y sus diferentes modalidades, que son las infracciones delictivas de mayor incidencia y los que causan más sensación de inseguridad en Lima y a nivel nacional. No considerarla es un craso error de diagnóstico, lo que conllevaría a que los planes distritales, partan también de premisas falsas. Otra omisión se refiere a las infracciones al Reglamento de Tránsito, que si bien están considerados en el Plan dentro de los problemas de inseguridad de mayor relevancia, en el desarrollo de las estrategias, ninguna de ellas de refiere a este tema. Es decir, lo pusieron como aspecto principal y luego se olvidaron de diseñar acciones específicas en la etapa de ejecución.
De una rápida lectura al Plan Nacional, se evidencia una velada intencionalidad de restar importancia al accionar de los Gobiernos Locales. Por ejemplo, cuando se refiere a los “Servicios de Seguridad Ciudadana” (III b.1), en la parte relacionada a los servicios de serenazgo, condiciona la retención por la figura del "arresto ciudadano" a que esté presente personal policial. No es así. Los serenos cuando constaten un delito flagrante, como cualquier ciudadano, pueden arrestar y luego comunicar de inmediato a la policía para que se haga cargo del caso.
El Plan Nacional exige la formulación de Planes Operativos Locales de Seguridad Ciudadana para el mes de marzo del presente año, pero no precisa cómo deben hacerse estos planes. El CONASEC ha formulado con anterioridad un modelo muy genérico de plan distrital, que no precisa, por ejemplo, la forma cómo se debe levantar información para conocer el comportamiento del delito, hecho que dará lugar a que cada distrito formule sus planes a su buen criterio y entender.
El número de pandillas y su accionar violento, ha decir de estadísticas y encuestas de los últimos años, se ha incrementado rápidamente en Lima, pero las cifras que exhibe el Plan parecen haberse congelado en el tiempo, pues se mantienen iguales o menores que hace 10 años.
Los encargados de formular el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana para el 2,010, en el afán de presentar un esquema diferente, han dejado de lado esquemas y modelos conocidos, como el de la “prevención epidemiológica del delito” que desarrolla su planteamiento mediante tres niveles: prevención primaria, segundaria y terciaria; o, el esquema que tiene mayor difusión internacional relacionado a la “prevención multisectorial”, que prescribe cuatro ámbitos: Prevención social, prevención situacional, prevención comunitaria y prevención policial del delito.
Si analizamos con detenimiento el contenido del Plan Nacional de Seguridad Ciudadana 2010, es un laberinto de ideas con muy poca coherencia y armonía. Es un conjunto de conceptos, que no señalan con claridad la política y las estrategias del Estado en esta materia. Por tanto, menos se puede exigir a los integrantes de los comités locales de seguridad ciudadana la elaboración de actividades y tareas bien estructuradas para sus respectivos planes.
Una solución a esta desordenada miscelánea de criterios, es dejar sin efecto su contenido y formular otro que responda con mayor acierto a nuestra realidad. El Ministro del Interior y Presidente del CONASEC tiene la palabra.
1 comentario:
Bien, Don Enrique.
Saludos,
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