En el debate sobre transgénicos, se ha buscado descalificar a los productos orgánicos por carecer –supuestamente– de perspectivas económicas. El interés de fondo es facilitar la introducción de los transgénicos como mejor alternativa. Tratamos aquí de refutar esta idea, que presenta a los orgánicos como poco rentables, caros, sin mayor demanda, que se comercializan en pocos mercados y que están en declinación. Exceptuando el tema del precio, la información muestra lo contrario. Me referiré especialmente al caso de la agricultura de Estados Unidos que es el principal mercado de productos orgánicos.
Los altos precios de los orgánicos se originan en los mayores costos de producción respecto a los productos agrícolas convencionales. Es importatne tener en cuenta cuáles son los componentes de estos mayores costos:
1. La producción de orgánicos se realiza en pequeñas y medianas granjas. Pero existe una correlación entre el tamaño de las granjas y sus costos de producción, válida también en el caso de los orgánicos. A mayor tamaño, los costos tienden a reducirse. Los convencionales se producen en grandes granjas, a gran escala y con procesos altamente tecnificados. La alta productividad derivada explica parte de sus mejores precios. Se pensaba equivocadamente que la producción de orgánicos sería necesariamente de más altos costos por una supuesta consubstancialidad con la pequeña escala, de la que no podría escapar. Sin embargo, la realidad muestra que el aumento de la escala de producción tiende a reducir costos de la misma forma en que lo hacen los convencionales. La gráfica muestra el alto de grado de similitud en la reducción de precios en ambos tipos de productos.
Así, es previsible que el aumento de la producción de orgánicos deba influir paulatinamente a favor de una reducción de sus costos y precios.
2. Los subsidios que reciben los productores agrícolas en EE.UU. (estimados en 23 mil millones de dólares anuales) se concentran casi exclusivamente en los productos convencionales (los que más impactan en exportaciones y en el producto agrícola) (Rural Migrations News 2002). Los apoyos para productores orgánicos son mucho menores o inexistentes. La política agrícola del gobierno de EE.UU. desde 1981 en adelante ha respondido principalmente a los intereses de las grandes granjas (Reimund y Gale 1995). En el 2002, los subsidios favorecían al 10% superior de las granjas, las de mayor tamaño (Riedl 2004). Estos subsidios para los productos agrícolas convencionales les proporcionan una ventaja adicional, desde factores externos a la producción y manejables totalmente en la esfera política, que los sitúa en una marcada ventaja de precios frente a los productos orgánicos. Evidentemente, un sistema de subsidios equitativos facilitaría una mayor competitividad a favor de los orgánicos.
Algunos estados y localidades han iniciado puntuales apoyos a los orgánicos. Minnesota, por ejemplo, ha elaborado directorios de productores orgánicos y facilita la comunicación entre ellos. Otros proveen asistencia a las exportaciones de orgánicos y/o subsidian procesos de certificación. Otros ofrecen pequeños subsidios a la conversión de granjas convencionales en orgánicas, para estimular los beneficios medioambientales de este tipo de producción, obteniendo fondos de programas como el Federal Environmental Quality Incentives Program. Unos cuantos condados ofrecen reducciones impositivas a las granjas que se convierten en orgánicas (USDA 2009a).
3. Los costos de producción para los productos orgánicos son más altos también porque insumen una mayor cantidad de trabajo por unidad de producto, y por la mayor diversidad entre las empresas que conforman el subsector: los costos salariales pesan más y las economías de escala son más difíciles de lograr, respectivamente (FAO 2010).
4. Las investigaciones que realizan instituciones estatales, universidades y otras organizaciones para el mejoramiento de productos, procesamiento y comercialización, se enfocan casi exclusivamente en los productos de más alta tecnología (es decir, en los convencionales, elaborados por grandes granjas). Por ejemplo, no existen investigaciones de largo alcance que apoye la USDA referidas al control alelopático de plagas en orgánicos. Ha sido reclamado por los propios productores de orgánicos (Hanson et al. 2003). Sin investigaciones para el mejoramiento de la producción, los orgánicos enfrentan mayores dificultades, en este caso originadas en la política de investigaciones, lo que eleva sus costos.
5. Los costos de certificación, distribución y procesamiento de los orgánicos son mayores que los de los productos convenciones. En el caso de la certificación, porque es más compleja y no se ha tecnificado suficientemente. En el caso del transporte y distribución de productos, porque el manejo de grandes volúmenes (caso de los convencionales) disminuye costos, y porque las cadenas de distribución son hasta hoy menos eficientes en los orgánicos. Y en el procesamiento, porque los convencionales utilizan ampliamente procesos mecanizados que elevan la productividad e insumen combustibles subsidiados para usos agrícolas, lo que no sucede en el caso de los orgánicos (FAO 2010).
6. Los costos de conversión de una granja convencional a otra productora de orgánicos deben agregarse regularmente a los costos finales porque sólo excepcionalmente son subsidiados. Sin embargo, hay que recordar, que las grandes granjas fueron puntualmente subsidiadas cuando dieron el giro hacia los transgénicos a mediados de los ‘80s (periodo Ronald Reagan) y pudieron sostener (junto con las grandes empresas químicas, farmacéuticas y universidades) una buena cantidad de investigaciones sobre transgénicos (Dunne y Gowers 1985).
7. Otro conjunto de elementos que influyen sobre los costos de los orgánicos (no sobre los convencionales) esta dado por: las inversiones en mejoramiento y protección ambiental, los mayores estándares en bienestar animal, el evitamiento de riesgos de salud y la garantía de ingresos más equitativos para los agricultores (FAO 2010).
8. La alteración (contaminación) que realizan los transgénicos sobre los productos orgánicos por difusión, le exige a los productores de orgánicos asumir costos de selección y “limpieza” que inciden sobre los precios, siempre que deseen mantener la certificación (Hanson et al. 2003).
No todos estos elementos son atribuibles al hecho de ser productos orgánicos, varios de éstos dependen de la política agraria que le da dirección a los subsidios y a los esfuerzos de investigación. Otros aspectos son relativamente transitorios y dependen del nivel actual de la producción y la heterogeneidad de los orgánicos: economías de escala y distribución. Finalmente, existen elementos que dependen de la regulación agraria: por ejemplo, las consecuencias de la “contaminación” que los transgénicos diseminan sobre los orgánicos son –injustamente- asumidas por estos últimos. Gran parte de los elementos que influyen sobre estos costos pueden ser resueltos sin que los productos orgánicos tengan que dejar de serlo. Así pues, varios de los elementos que hacen que los precios de los convencionales sean más bajos (escala, subsidios e investigación) podrían reorientarse para convertir a los orgánicos en productos más abundantes y accesibles.
Además de los costos mayores, hay que considerar que la demanda sobre los productos orgánicos sigue creciendo más rápidamente que la oferta, tanto en EEUU como en los demás países (USDA 2009b). Esto también favorece que los precios de los orgánicos sean mayores que los precios de los convencionales. No obstante, los precios de los orgánicos no siempre han crecido a tasas mayores que las de los productos agrícolas convencionales (USDA 2009c).
La producción de orgánicos, crece más que las de otros productos agrícolas, debido a, entre otras cosas: mayor calidad, más altos márgenes de ganancia, la conciencia del menor daño sobre el medio ambiente y una mayor identidad con los consumidores. Para tener una idea de la magnitud del crecimiento: entre 1997 2001 se añadieron a la producción de orgánicos certificados por la FDA un millón de acres (AmberWaves 2001). En cuanto a la expansión de tierras para orgánicos en varios países:
La IFOAM (International Federation of Organic Agriculture Movements) informó que en 2003 en África ya había 40 mil granjas que cubrían 235 mil hectáreas de tierras certificadas para orgánicos. Para 2008 a nivel global se informaba que 35 millones de hectáreas eran manejadas orgánicamente y que las ventas de alimentos orgánicos alcanzaron los 50.9 mil millones de dólares (INFOAM 2010).
En México, las áreas cultivadas crecieron de 23 mil hectáreas en 1996 hasta 400 mil en 2004 (205% de crecimiento anual) (Chávez 2006). En el caso peruano, el crecimiento promedio anual de las exportaciones es del 50%, sin mayores inflexiones. Perú desde 2008 es el más grande exportador mundial de café orgánico y el segundo en cacao orgánico (Olsen 2008).
Los márgenes de rentabilidad son más altos, debido a que los precios suben más que proporcionalmente a la oferta. A pesar de los mayores costos, los productores pueden fijar precios a niveles que aseguren mayores tasas de rentabilidad. Por eso, es notorio que las empresas agrícolas entrantes a la rama (principalmente a través de procesos de conversión) crezcan a mayores tasas (Agricultural Outlook 2002a).
En un proceso de diversificación de sus canales de ventas, los orgánicos se han expandido hacia los más variados espacios (mercados de granjas, ferias, supermercados naturistas, supermercados convencionales y clubs de tiendas) (Agricultural Outlook 2002b). Desde 2001 los orgánicos se conseguían en el 73% de las tiendas de alimentos. Sólo en las de productos naturales en 1998 las ventas fueron de 3.3 billones de dólares. Las ventas en los supermercados tradicionales crecieron, entre 1977 y 1998: en Houston 576%, en Baltimore 303%, en Boston 210% (Dimitri y Greene 2002).
Estas son algunas peculiaridades que ayudarán a entender la dinámica de orgánicos en su pugna con los transgénicos.
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Referencias
Agricultural Outlook. 2002a. U.S. Organic Agriculture: Gaining Ground. Nov. ERS, pp. 9-14.
Agricultural Outlook. 2002b. Organic Food Industry Taps Growing American Market. Oct. ERS, pp.4-8.
AmberWaves. 2001. Certified organic acreage and operators. [Disponible: www.ers.usda.gov].
Chávez, Luis. 2006. Mexico’s organic products law 2006. GAIN Report. USDA, FAS, Washington.
Dimitri, Carolyn y Catherine Greene. 2002. Recent Growth Patterns in the U.S. Organic Foods Market. Agriculture Information Bulletin No. 777, Sept, ERS, Washington.
Dunne, Nancy y Andrew Gowers. 1985. Los subsidios agrícolas en Estados Unidos. Financial Times, Enero 31.
FAO. 2010. Why is organic food more expensive than conventional food? (Actualizado en feb 2010) [Disponible: www.fao.org/organicag/oa-faq/oa-faq5/it/]
Hanson, James et al. 2003. Risk and management in organic agriculture: view of organic farmer. University of Maryland, Dep. Agricultural and Resource Economics.
INFOAM. 2010. The World of Organic Agriculture. (Actualizada: marzo 2010) [Disponible: www.ifoam.org].
Olsen, Peter. 2008. Peru: organic products. Update 2008. GAIN Report. USDA, FAS, Washington.
Reimund, Donn A. y Fred Gale. 1995. Structural Change in the U.S. Farm Sector, 1974-87. AIB No. 674. ERS.
Riedl, Briand. 2004. Another Year at the Federal Trough: Farm Subsidies for the Rich, Famous, and Elected Jumped Again in 2002, Heritage Foundation. [Disponible: www.heritage.org/Research/Reports/2004/05].
Rural Migrations News, 2002. Vol. 8 Num. 3, July, Universidad de California en Davis. [Disponible: http://migration.ucdavis.edu/rmn/more.php?id=608_0_5_0].
USDA 2009c. Organic Prices. (Actualizada: may 2009) [Disponible: www.ers.usda.gov/Data/OrganicPrices].
USDA. 2009a. Organic Agriculture: Organic Policy. (Actualizada: sep 2009). [Disponible: www.ers.usda.gov/Briefing/Organic/Policy.htm].
USDA. 2009b. Organic Agriculture: Organic Trade. (Actualizada: sep 2009). [Disponible: www.ers.usda.gov/Briefing/Organic/Trade.htm].