Alfredo
Stecher
14.10.2016
Hace poco Gastón Acurio, nuestro gastrónomo
estrella, político que no aspira a cargos en el Estado, ha escrito para El
Comercio un extenso artículo de orientación, claramente constructivo, para una
superación de los errores e insuficiencias del último Mistura.
Para quienes no han tenido oportunidad de
leerlo o ven positivo refrescarlo, hago acá un resumen, como alguien convencido
de la importancia del movimiento gastronómico para la construcción de un Perú
mejor para todos, que tiene en Acurio uno de sus mejores impulsores y
arquitectos.
Incluso personas que discrepan con algunos
de sus planteamientos le reconocen seriedad, visión, honestidad. Y nos induce a
reflexionar sobre aquello en lo que se discrepa y a quizá replantearnos cosas
en ese nuevo contexto, en parte creado por él, favorable al desarrollo de todo
lo que es más positivo. Valoro en especial su visión amplia respecto de nuestra
agricultura, y su respaldo en particular a la familiar y a la orgánica.
Inicia diciendo “La vida es un camino que
vamos construyendo día a día, con aciertos y errores, alegrías y penas,
victorias y derrotas. Una ruta llena de desafíos inesperados, que nos ponen
permanentemente a prueba y nos hacen más fuertes.” Concuerdo plenamente.
Celebra lo avanzado por la gastronomía
peruana, especialmente en el exterior, bajo la conducción de APEGA, sin que
nadie pida algo económico a cambio, e invita a superar problemas surgidos en el
país. Invoca a dejar atrás egos, vanidades y desconfianzas, superar conflictos,
y propone avanzar con dignidad en lo que son instrumentos de desarrollo, contra
las lacras como la pobreza, desnutrición, depredación y contaminación.
Propugna una alianza ya no solo entre
privados sino también pública y privada para un Perú con oportunidades para
todos.
Para el gran evento Mistura 2017, que
contará con un campo ferial permanente más apropiado, con mejores accesos,
propone una organización en ocho zonas:
1. Viaje por el Perú, con pabellones de las
regiones -productos, cocina, destinos turísticos y manifestaciones culturales.
2. Paseo por el mundo, de todos los países
de América Latina y algunos otros invitados.
3. La cocina une a la humanidad, con
·
una plaza de la amistad, para
pueblos emparejados -árabe-israelí, peruano-chileno, y otros
·
la plaza de las batallas, para
organismos nacionales e internacionales a favor de la sostenibilidad, la buena
agricultura, la educación, las oportunidades y la diversidad cultural.
4. Los grandes restaurantes a precio de feria.
5. Nuestras tradiciones culinarias
·
cada stand un plato clásico y
uno innovador
·
prioridad a nuevos
participantes
·
con asesorías de los antiguos
·
comisión por servicios no mayor
al 10% y nula para carretillas.
6. Vamos a cocinar
Escenario principal para charlas y debates,
más mesas paralelas:
·
10 cocineros relevantes del
mundo como embajadores de buena voluntad de América Latina, y 50 reconocidos de
la región
·
redacción de un nuevo
manifiesto de los cocineros de América Latina: “Las cocinas de Latinoamérica,
un arma de paz”.
7 Espacio de la cultura, de acceso libre.
8 Los niños y la cocina
·
un espacio mágico para que
jueguen interactuando con la naturaleza, la huerta, el medio ambiente, la
diversidad, la cocina, la mesa, la tolerancia.
·
visitas guiadas gratuitas para
grupos de niños de escuelas estatales (inicial y primaria) por toda la feria.
Una excelente propuesta.