La muerte de cinco policías en el Alto Huallaga ha sido presentada por los voceros del gobierno como un síntoma del avance de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico. Dicen que es la respuesta por los decomisos de droga.
Habría que tomar estas declaraciones como una muestra de humor negro, digna del general Edwin Donayre, si no se tratara de una tragedia que enluta hogares y duele al país.
¿Qué gran decomiso de droga ha efectuado la policía para propiciar una respuesta sangrienta? Ninguno. Las afirmaciones gubernamentales no tienen el más mínimo sustento. Lo que ha hecho la policía en el último tiempo en el Alto Huallaga son las operaciones de rutina, que sí afectan al narcotráfico, pero no más de lo habitual.
En realidad, más parece una represalia por las muertes y capturas que sufrió la banda terrorista del Alto Huallaga que capitanea Artemio en los últimos tiempos, como ha sostenido elexperto Rubén Vargas.
En efecto, un excelente trabajo de un equipo de la Dircote enviado a la zona, ha llevado que desde febrero del 2006 a mediados de este año, se aniquile a los tres principales mandossenderistas que secundaban a Artemio: “Clay”, “JL” y “Piero”.
Eso ha debilitado sustancialmente a la banda terrorista, pero no ha acabado con ella. Ahora quieren demostrar que todavía existen y entregar un mensaje al narcotráfico de la zona para que sigan pagando cupos, como bien apunta Rubén Vargas.
Sin embargo, la labor policial se ha visto trabada por pugnas internas, por dejadez de los mandos y por hechos de corrupción.
El equipo del coronel Luís Valencia Hirano ha sido boicoteado sistemáticamente. Al propio Valencia lo han maltratado. No lo ascendieron a general cuando le tocaba. Le prometieron hacerlo por mérito extraordinario, como también corresponde, pero hasta ahora eso no ocurre. Si no asciende en estos días, pasará a retiro por tiempo cumplido y la policía dejará de contar con uno de sus elementos operativos más valiosos.
En suma, las absurdas rivalidades, mezquindades y corruptelas, están trabando una acción eficaz que ha dado resultados en meses anteriores.
El otro tema es la falta de una preparación adecuada de la policía para la lucha en selva. En esta ocasión no es falta de recursos económicos, que es lo único que ha sobrado en los últimos años, sino la absoluta incompetencia de quienes han estado a cargo, que no le han dado la prioridad que deberían a una necesidad impostergable.
Pero la amenaza del narcotráfico y los remanentes de Sendero Luminoso en las zonas cocaleras no es -ni nunca ha sido- una preocupación de este gobierno. Que mueran policías ymilitares, que la corrupción que general el narcotráfico se desborde, que la violencia vinculada al narcotráfico se extienda en el país, no es algo que quite el sueño a los gobernantes.
Ahora han lanzado discursos, mañana se olvidarán. Hasta el próximo atentado.
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1 comentario:
Muy peligroso lo que se presenta en la selva, esperemos que no agarre fuerza y se desborde como se desbordo en dichas ciudades en el primen mandato del "saludable" presidente, que como usted dice, no le interesa un pepino la situación de lso policas en zonas donde los tetorristas causan terror---y como usted dice hasta otro atentado---
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