El Premier Yehude Simon está dedicado a tiempo completo a su campaña electoral 2011. El lunes estuvo en Quillabamba, Cusco y ofreció pagar más por la hoja de coca, construir carreteras y revisar el contrato del nuevo gasoducto.
Como él mismo admite en privado, aceptó el premierato para “hacerse visible” nacionalmente, en función de sus perspectivas electorales. Y está usando sin pudor el cargo para su campaña.
Es cierto que todos los políticos hacen algo parecido. Su antecesor, Jorge del Castillo, tenía las mismas ambiciones. Pero trataba de cumplir determinados objetivos que lo prestigiaran ante la opinión pública como un eficiente administrador.
Simon, en cambio, no parece tener otra meta que su propia promoción como candidato. No intenta abordar ninguno de los problemas que agobian al país.
Para empezar, él reemplazó a un Premier que cayó por un escándalo de corrupción. Simon no ha movido un dedo, hasta ahora, para enfrentar ese flagelo.
Peor aún, más allá de los discursos, las señales son completamente desalentadoras. Aceptar el nombramiento de ministros apristas con larga trayectoria en carteras como Transportes y Comunicaciones y Vivienda, son gestos que valen más que mil palabras.
El sábado pasado fue más lejos, en una entrevista en Radioprogramas, proponiendo que se sancione a quienes difunden “audios ilícitos”, en clara alusión a los denominados petroaudios.
Simon dijo que los medios de comunicación “deben renunciar a publicar las interceptaciones telefónicas solo porque les reporten noticias. `Si ellos no hacen eco de las conversaciones telefónicas interceptadas, para hacer escándalo, entonces habremos avanzado (...) Aquí hay complicidad de todo el mundo, así que todos debemos ayudar´, remarcó.” (“Simon pide penalizar el tráfico de audios ilícitos”, El Comercio, 14.12.08).
Así, de acuerdo a Simon, los que denuncian la corrupción son cómplices de la corrupción. De esta manera, el Premier se sumó al coro de los que pretenden encubrir la corrupción y sancionar a quienes la denuncian.
Uno de los pocos asuntos en el que se esperaba algún aporte de Simon en el gobierno aprista, era en la lucha anticorrupción. Ahora está claro que no habrá nada de eso.
Está por verse si Yehude Simon logra su propósito de beneficiarse políticamente con el puesto que ocupa. ¿Será suficiente viajar por el país y ofrecer casi todo lo que le piden? ¿Decirle a cada auditorio lo que quiere oír? ¿O su inconsistencia terminará poniendo en evidencia su verdadera talla?
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2 comentarios:
El premierata actuald de Simon, puede ser su gran y esperada plataforma electoral... o su tumba política (al igual que Popi Olivera).
Justo Llecllish
www.faxjuvenil.com
No es de extrañar que Simon esté de acuerdo con todo lo que dice el gobierno de papá Alan.
Ya se ha confirmado que solo es una marioneta más del Apra, y si su fin es lograr la presidencia habría que preguntarse si detrás de ello ha acordado algo con el partido de la estrella, agrupación que no quiere soltar la mamadera.
Gabriela Vargas Philippón
http://destilandosensaciones.blogspot.com
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