Pretexto este título primero porque es verdad y también para que el tema entre sin roche en este blog a veces muy serio
Este fin de semana demostró que en el Perú en fútbol hay más hinchada que equipos, más equipos que entrenadores y más jugadores que dirigentes.
Que son en su mayoría vendedores de jugadores y aficionados a “faenones”. O son caciques decimonónicos, en un país en que los clubes son dieciochescos.
Chacras.
No solamente esto se vive en primera, pues ya empezó la pelea en la Copa Perú, con un bonito despliegue de equipos regionales y de memorias de tiempos mejores (CNI, por ejemplo)
Ahora, y contra el deseo de algunos columnistas de este blog, cuyo equipo “matemáticamente” todavía puede pelear por un campeonato que no merecería (es cachita, no hay manera, serán octavos) Alianza sigue en primera.
Como es natural, y es vergonzante tener que decirlo, pero se estuvo en riesgo gracias a la peor gestión imaginable de una directiva llena de una plata encontrada gracias a otros.
Pues era plata debida a la venta de jugadores jóvenes formados en las canteras notables que ellos no alentaron.
Y que sin que nadie entienda ni explique cómo y en base a qué esta directiva o este presidente abomina de elecciones con dos candidatos. Y las impide. Tanto como abomina e ignora Burga de representatividad.
El Fujimorismo (quizás corresponde decir el Odriísmo) sigue y nuestro fútbol es feudal.
Herencias, posesiones, oligarquías, autismos, perpetuidades.
Con no pocos mermeleros dando vueltas y haciendo prensa banal y anecdótica.
A quién vio Magaly. A qué hora. Dónde.
Y este domingo pese a no haber liderazgo alguno (había en las barras cartelones mandando a la mierda a los responsables del desmadre)
Alianza Lima demostró que en las malas puede llenar estadios, el suyo propio, así no haya mucha expectativa futbolística.
Fue un plebiscito. Treinta mil personas cuentan mucho más que una lista de pocos cientos de socios, en registros escondidos.
Se es del Alianza, al margen de quién se lo haya apoderado,
Dijo, hace semanas, la Universidad de Lima – insospechable de “gronería”- que Alianza reúne al 40 % de todos los hinchas de algún equipo.
Y supongo que se pueda ser de otras camisetas, aunque todas se van despintando por falta de dirigentes, por falta de representatividad.
Y ahora el nuevo campeón no tiene hinchas pero sí dirigentes.
En cualquier otro país los socios de un club popular son muchos y sus presidentes, primero son elegidos por esos muchos, y no por los amigotes que hacen entrar el último día, como hizo durante una década un notorio presidente, achichando un club que merecería mejor suerte.
Este año baja el Boys, el equipo que sería el natural para 800,000 chalacos. Y cuya historia incluye aportar jugadores al seleccionado que ganó en Berlín. Los Alcalde, y después Valeriano, Barbadillo, Meléndez, entre tantos. Es como si bajara el Palmeiras o el Racing, con la diferencia de que allí son clubes y aquí propiedades de alguien que ya se aburrió, y luego le toca a sus hijos o nietos. Que no van al fútbol.
Y dicen que la U está en venta, sin duda para pagar deudas por embarcarse en el absurdo y fracasado invento de hacer el único estadio en el mundo donde no hay ni entrada ni salida. En un terreno donde tenía que haber un parque.
Y el diseño supone que las barras son coros de ángeles.
Para no hablar de casi todos los demás dirigentes, los del fútbol que hacen malabares y cálculos de su beneficio personal, que tienen piel de cocodrilo y no cambian por nada sus aviones en primera clase y cuyos juegos de poder manipulan y amenazan con la desafiliación de la FIFA, que podría entre nosotros llamarse FIFUYA.
Total, si igual no vamos a ir a ningún campeonato.
O los de los demás deportes, donde el paternalismo es penoso Y los de las olimpiadas ésas a las que no vamos y que vemos por televisión. Perpetuados sin significar nada ni representar a nadie.
El Perú deportivamente no existe. Y esto es indignante en un país de jóvenes, que tienen el derecho a otra suerte que este mamarracho.
El Premier Yehude Simon habló de siete columnas o pilares de gobernabilidad.
Se le olvidó éste, crear identidad, orgullo, esperanza, espíritu de competencia. Está a tiempo y es urgente
Es fundamental cambiar el fútbol y hacer renacer el deporte. Pero como dicen las banderolas: que se vayan todos. El Chemo por delante, a estudiar. Y que una ley de clubes los saque de la esclavitud feudal y los entregue a sus hinchas.
Jugadores y deportistas hay. Esperan. Si es que no desesperan.
Enrique Sánchez Hernani: “Lo que se cultiva con mayor profundidad y amor
son los amigos”
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El poeta peruano reflexiona a partir de su reciente poemario El vértigo de
las luces amarillas (Cultura Peruana, 2024)
Hace 5 horas
4 comentarios:
Muy de acuerdo. Y hablando de gobernabilidad, le sugiero al loco que busca aplausos, dé un mensaje antiburga y haga lobby diplomático ante la FIFA, para hacer las correcciones que sean necesarias, pues este organismo no puede tener al país contra la pared, alentando la melagomanía de ese dirigente. Nuestro megalómano presidente va a ver cómo se dispara su popularidad y es posible que se inspire para hacer algo por el deporte nacional. Primero: Potenciar los wawa wasi, permitiendo incorporarse, aunque sea temporalmente, niños de padres que trabajan; reconocer una remuneración para la incorporación de jardineras(os), médicos ambulatorios, auxiliares de salud, nutricionistas y sicólogos(as, a fin de velar por la nutrición de los niños pequeños, que constituyen la verdadera semilla de un(a) buen(a) deportista. Y es así de necesario, pues los desnutridos que llegan a los colegios ya no se les puede rescatar como deportistas, y muchas veces, como intelectuales. Los primeros cinco años de vida son super importantes. Segundo, todas las mini federaciones que están en el perímetro del Estadio Nacional, deben ser reforzadas con profesores calificados y remunerados correctamente, y organizar competencias bien divulgadas por RTP canal 7, quienes tienen buenos editores de programas. Tercero, finalmente, en esta primera etapa de un horizonte de cinco años, el Ministerio de Educación y el MIMDES debn trabajar conjuntamente el binomio nutrición-deporte; esto último con implementación de gimnasios dentro de los colegios y campos de práctica deportiva: fútbol, futsal, básquet, vóleibol, tenis de mesa y, dependiendo de la infraestructura de los locales (colegios estatales), otros deportes más.
Otrosí digo: Ya saquen al ministro Chang, que está en nada y al señor Woodman. Hay muchos puestos de favor, si se les quiere mantener, eso se ve en todas las dependencias del Estado. Pongan gente calificada y REMUNERADA.
Qué malo que eres. Para solucionar nuestro deprimido aliancismo, hay que solucionar el problema de la institucionalidad en el país.
De acuerdo, pero que los siguientes 19 años sin campeonar nos sirvan de algo (con cachita automaletera para no perder de vista realidades).
¿Es el futbol profesional un deporte ? me parece que es un espectáculo y por lo tanto debe ser tratada por el estado como todo espectáculo. El deporte debe ser promovido y apoyado. Cuanto nos cuesta el fútbol profesional. Sobre todo cuando se lucen las barars bravas. La cantidad de seguridad que consume las paga la sociedad y no los que hacen negocio. Si la FIFA y la FPF quieren el negocio privado, que cubran los costos, que inviertan en estadios y seguridad y que ganen lo que tienen que ganar, pero que inviertan.
Solo unos datos. Alianza Lima no es el unico equipo que ha llenado su estadio al ver cerca la baja.
El año pasado 2007, Sporting Cristal las ultimas 10 fechas lleno siempre el Estadio San Martin (es mas, rebalso su capacidad).
Y eso, con entradas a precios habituales (8, 16 y 26 soles) y no con las rebajas de matute 2008.
Ciertamente, la ultima encuesta (U. de Lima) da mayoria a Alianza, pero recordemos que pasadas encuestas han dado mayoria a Universitario.
La explicacion cientifica es simple: empate tecnico entre ambos.
Mas alla de los datos, hay a quienes nos importa mas la calidad de una hinchada fiel que tener la mayor cantidad de simpatizantes.
Saludos,
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