martes, 17 de febrero de 2009

HIJOS DE LA CRISIS 3: LOS FINANCISTAS / Fernando Villarán


La metáfora más utilizada para describir al sistema financiero apela al cuerpo humano, se le compara con el sistema cardiovascular (o aparato circulatorio), con sus arterias, venas y corazón, bombeando sangre a todos los órganos. Si esta actividad se paraliza, sencillamente nos morimos. La crisis financiera mundial comprueba esta tesis; por ello, los gobiernos están empeñados en “rescatar” a los bancos y financieras, aunque todos sabemos que ellos (sobre todo los más grandes) son los principales culpables.

Hay, ciertamente, una trampa moral, que los ciudadanos de a pie han detectado desde el primer día: ¿cómo “salvar” y “premiar” a los codiciosos e irresponsables que desataron todos estos males que afectan a miles de millones de personas? La respuesta no es sencilla, pues si no se les ayuda, las consecuencias pueden ser mayores: más personas se van a ver afectadas. La solución, intermedia, que están adoptando los Estados es “te doy la plata que necesitas pero me hago propietario de tu banco, además te voy a regular y tienes que cumplir ciertas condiciones (principalmente no convertir esta ayuda en utilidades, ni comisiones, ni premios, ni altos salarios)”.

Regresando a la metáfora: lo que pasó en esta crisis es que el sistema cardiovascular cobró vida propia, no se puso al servicio del cerebro ni de los músculos, para escribir un libro, manejar un camión o hacer el amor; se convirtió en un fin en si mismo, alimentado por la ambición y la codicia, creció desmesuradamente (Krugman lo ha calculado en varios puntos del PBI de USA), determinó la agenda del cuerpo entero y se produjo el colapso.

Y es que el mercado financiero no funciona como cualquier otro; si la crisis se hubiera producido en el sector calzado, pues hubiera afectado al propio sector y en menor medida a otros vinculados, no hubiera pasado mucho. Cuando uno se corta un dedo, puede aislarlo y curarlo, y el resto del cuerpo sigue funcionando; pero no sucede lo mismo cuando se atrofia o revienta una vena en el cerebro. Es por lo tanto, un mercado y una actividad cualitativamente diferente a las demás.

Para comenzar, puede crear dinero, no es otra cosa otorgar préstamos y tarjetas de crédito. En esto comparte responsabilidades con el Banco Central; tiene por lo tanto, funciones públicas, aunque la propiedad de los bancos sea privada. Por eso, desde hace muchos años se trata de regularla, principalmente en la capacidad de palanqueo (leverage); es decir, la posibilidad de multiplicar los depósitos del público o de terceros. Los límites dados por Basilea (I y II) son de 10 a 1 (puedo multiplicar por 10 los ahorros que capto), pero en Wall Street llegaron a multiplicarlos por 30, en promedio, y algunos hasta 50 a 1. Por eso, es correcta la principal conclusión que muchos han sacado de la crisis: la regulación estatal debe ser muy estricta en el sector financiero. (En este punto hay que reconocer que nuestras reguladoras, SBS, BCR, y los propios bancos privados peruanos lo han hecho muy bien; nuestro sistema financiero es mucho mejor que el de Estados Unidos y que el de muchos países desarrollados-otro motivo para sentirnos orgullosos).

Pero esto es claramente insuficiente. Al sistema financiero hay que ponerlo a servir a la producción, al empleo, a la innovación, al crecimiento, a la generación de riqueza, a la creación de oportunidades, a hacerle más fácil la vida a la gente. El aparato cardiovascular debe servir al resto del cuerpo.

Hacen falta tres medidas adicionales a la regulación:

1. Terminar con los monopolios y oligopolios en el sector financiero (y los otros también). En el origen de toda esta crisis: el mercado de las hipotecas, estuvieron Fanny Mae y Freddie Mac, el oligopolio perfecto.

2. Acabar con los paraísos fiscales y aumentar los impuestos para la actividad financiera. Como dijo Krugman, las finanzas en Estados Unidos se dedicaron a destruir riqueza y no a generarla. Lo absurdo es que por hacer esto se les exonera o rebaja los impuestos; esto debe cambiar y su contribución al fisco debe ser aún mayor a las actividades productivas que si generan valor. Si quieren hacer plata dentro de la ley y debidamente regulados, perfecto, pero que contribuyan a su mejor redistribución por parte del Estado.

3. Abolir las cuentas secretas, cifradas, clandestinas. Una de las claves para que el célebre Bernard Madoff haya podido engañar a medio mundo con su pirámide es porque utilizaba cuentas secretas en la Sociedad Financiera Clearstream del paraíso financiero de Luxemburgo, tal como lo descubrió el periodista francés Denis Robert.  Necesitaba la oscuridad para perpetrar sus delitos. Sistema, que como sabemos, sirve también a narcotraficantes, Montesinos, y a todos los faenones de la tierra.

¿Se atreverá Obama y los gobernantes de los países desarrollados (porque estas medidas tienen que ser globales o no funcionan) reunidos en el G20 a tomar este tipo de decisiones? ¿O seguirán alimentando al monstruo para el siguiente zarpazo?

 

2 comentarios:

Jaime Montes dijo...

Estimado Fernando

No soy economista, así que, talvés mi pregunta puede ser un tanto descabellado, que relació tiene ésta crisis con la caída de los precios de los minerales? y como éste tendra impacto negativo en las regiones de Pasco y Ancash?, te pregunto por que muchas municipalidades de éstas regiones dependen del canon que reciben que por cierto no son bien provechados.

Ate.

Jaime Montes García
www.programapedagogico.org

Anónimo dijo...

Estimado Jaime,

La crisis comenzó en el mercado de hipotecas en Estados Unidos, paso al resto mercado financiero y se traslado al mercado de valores, de ese país; se produce la quiebra de los principales bancos y la principal empresa de seguros, el sistema financiero se bloquea y afecta el sector productivo (sector real), se traba la producción, se producen despidos, bajan las ventas, cae la demanda, y en ese momentos caen los precios de los principales minerales (salvo el oro que es refugio de valor) que son demandados por las empresas productivas. Es decir, un mal manejo financiero se convierte en una recesión mundial, eso es lo injusto del asunto. Si la crisis hubiera ocurrido en otro sector, quebraban algunos empresas pero no se extendía a todo el mundo. Nuestro país, y los obreros mineros, son víctimas de este mal manejo económico, y eventualmente le podrían hacer un juicio a las empresas financieras norteamericanas que iniciaron todo este lío.

De hecho nos va a afectar, y más todavía porque no hemos aprovechado las épocas de vacas gordas pata cambiar nuestra estructura productiva y exportar productos de mayor valor agregado; en el caso de los minerales somos totalmente dependientes de la demanda externa y de los precios que se fijan afuera. Habrá que ajustarse los cinturones, sobre todo en las regiones como Pasco y Ancash porque el Canon va a caer también; y empezar a realizar este cambio productivo del que hablé, aún en estas condiciones difíciles. Por ejemplo, la demanda de productos orgánicos y naturales, en los que nuestro país megadiverso es pródigo, sigue aumentando. Se abren muchas posibilidades para nuestros campesinos vinculados a la gran cadena gastronómica peruana. Dicen que las crisis traen calamidades, pero también grandes oportunidades, hay que saber descubrirlas y aprovecharlas.

Saludos

FV