Los medios de comunicación
destapan casos de corrupción. Luego, viene el rito habitual de reacciones
indignadas de comentaristas, autoridades y
líderes políticos ante los hechos denunciados. Posteriormente, sin
embargo, las denuncias quedan generalmente
en el olvido, y no nos enteramos de lo que acontece en los ámbitos fiscal y
judicial. Lo que suele ocurrir, ya sin provocar indignación, sino, por el
contrario, ante la indiferencia casi general, es que los funcionarios públicos
involucrados son exonerados o reciben penas mínimas. Es decir, campea la
impunidad.
Paralelamente, reportajes
periodísticos ponen los reflectores sobre situaciones de grave ineficiencia en
entidades públicas, lo que es seguido por el mismo rito de la indignación, a lo
que se añaden solemnes anuncios de las autoridades competentes sobre próximas acciones correctivas. Luego, la cosa
queda en el olvido, y, tiempo después, otros reportajes denuncian las mismas
ineficiencias.
En otras palabras, estamos
siempre muy dispuestos a dar muestras de indignación, pero bastante menos a
mantenernos vigilantes para asegurarnos que, lo que, supuestamente, nos indigna,
sea corregido y, sobretodo, no se repita.
Ya es tiempo de madurar como
sociedad. Tenemos que dotarnos de una cultura de seguimiento.
En ese cometido, le cabe a la prensa
una responsabilidad particular. Debe ir más allá del destape vendedor y
completar su faena en una óptica de servicio público: tiene que “adoptar” los casos
de corrupción que denuncia, si no todos,
por lo menos los más emblemáticos, y seguirlos en sus periplos por los pasillos
judiciales. Así, podría informar periódicamente sobre el estado de los procesos
y lanzar alertas cuando se dan incidencias sospechosas.
Lo mismo en cuanto a las revelaciones
sobre ineficiencia en entidades públicas. Los anuncios gubernamentales de
medidas correctivas tendrían que ser “adoptados” y seguidos en su viaje, o vía
crucis, por los corredores y túneles burocráticos, antes de hacerse realidad.
Así, la ciudadanía podría contar con “reportes de avance burocrático”. Ello,
por cierto, permitiría no sólo alertar sobre inacción o demoras excesivas,
sino, también, al revés, constatar que sí se están dando los pasos necesarios
y, de esa manera, calmar impaciencias prematuras.
Lo anterior implica un esfuerzo
de creatividad y marketing, pues, de lo que se trata, es que la información sea
accesible al mayor número. La forma en que se presentan los datos es crucial:
tiene que ser simple y llamativa.
A modo de ejemplo, los medios
escritos podrían establecer una página específica para el seguimiento, suficientemente
individualizada a través de un diseño particular y un título que impacte. También
podrían elaborar una plantilla estándar, que comprenda las etapas de los
procedimientos y la cronología de los pasos que se dan.
La estandarización y la
regularidad de la información, facilitarían, obviamente, la familiarización del
público con los procesos. Por esa vía, a la par de avanzar en cuanto al objetivo
de crear una cultura de seguimiento, para una mayor y mejor vigilancia
ciudadana, se estaría también cumpliendo una labor de docencia pues se daría al
público, un mayor grado de conocimiento sobre el funcionamiento del Estado. Es
decir, se trataría de una doble tarea de
educación cívica.
Ojalá los medios asuman ese reto
y nos ayuden a pasar de la indignación efímera e inútil, a una indignación ilustrada y fructífera.
3 comentarios:
Estoy de acuerdo con esta indignación con la indignación inútil. Es también un reto para los medios ciudadanos electrónicos. Quizá no sea necesaria - o solo - una página u otro espacio especializado, sino principalmente que el tema reaparezca reiteradamente con el peso debido.
Supongo que será necesaria una vigilancia interna - bien entendida - cuando las personas denunciadas ejerzan presiones o recurran a "incentivos" a personal periodístico para dejar de lado, minimizar o falsear lo que les incomoda.
Es tiempo de educar, me refiero hacer entender al ciudadano comun que tiene derechos y obligaciones,responsabilidades y compromisos, ser parte de la fiscalizacion de funcionarios de todo grado y nivel, jerarquia o posicion, no deben de haber vacas gordas, caballos locos y miembros de los poderes encargados de investigar,sancionar y hacerefectivos las reparaciones a que conllevan tales medidas. Deben de ser los ciudadnos en estos tiempos de redes sociales e informacion los que deben y pueden elevar los temas que se consideren invasivos y dañinos para el normal desenvolvimiento de una sociedad justa, rapida y mediata.
JUSTICIA QUE NO LLEGA NO ES JUSTICIA,somos nosotros los ciudadanos de a pie los que tenemos la sublime obligacion de mostrar, enseñar, a nuestros vecinos y a todo aquel que lo requiera, que tenemos derechos y obligaciones y que van mas alla del amiguismo populachero, nos debemos hacer respetar, esto significa empoderarnos y hacernos fuertes, hacer llegar nuestra critica hasta las autoridades competentes, pero no dejarlas ahi, verificar sin temor las acciones tomadas, felicitar a quien corresponda cuando se actue correctamente, para "condecorar" el buen trabajo pero asimismo atacar desde la base hasta las cabezas cuando esto no ocurra, sin temor a las "cofradias" y "espiritu de cuerpo" para proteger el mal actuar. debemos exigir que los funcionarios que dependen de nuestros aporte via impuestos, cumplan con las funciones por las que reciben sus emolumentos, que estos pagos sean bajos, no alcanzen, no debe ser motivo de justificacion para "dejar de hacer" por represalia, si no esta de acuerdo con lo percibido, capacitate y busca otro trabajo con mas posibilidades.
La delincuencia que sufrimos estos dias (no vista nunca antes) son el producto de un deterioro moral que se remonta al primer gobierno de Garcia que llega a extremos durante el de fujimori con la corrupcion generalizada dentro de los mandos militares y policiales, la poca o nula fiscalizacion y por sobre todo la autoproteccion que se crearon estos nuevos zares del trafico de drogas, contrabando, depredacion de mar(pesca descontrolada y sobrexplotadora), tierra (mineria,forestal)aire (via contaminacion ambiental a niveles de locura y exterminacion)Tu que esta leyendo esto, empieza a hacerte respetar.
Al Sr.Belaunde M. sigamos explorando la posibilidad de crear una pagina virtua que sirva para hacer denuncias sustentadas y solicitar el apoyo a esta poblacion indignada que no se le pase la fiebre de mejora y cambios, ya que sabemos que en la prensa escrita no se puede confiar ya que generalmente tienen precio, en cuanto a la hablada estoy estupefacto que tan solo hayan dos radios que tienen un limitado compromiso, supongo que por falta de recursos (radios "Exitosa" y "Capital") los que ofrecen tribunas publicas para airear quejas, denuncia y reclamos, donde los locutores ofrecen que tomaran cartas en el asunto y muy pocas veces lo hacen, y el publico se vuelve a quejar muchas veces mas hasta que por aburrimiento abandonan el barco."Hoy es el primer dia de una nueva era", empezemos con fuerza.
Publicar un comentario