Los lectores de El Comercio deben estar anonadados. El periódico que se negó a publicar la investigación de corrupción en el gobierno que habían hecho sus periodistas y que despidió a Fernando Ampuero y Pablo O´Brien por insistir en que se publique la investigación y se denuncie la corrupción. El diario que justificó esa mala jugada con el pueril argumento de que lo más importante en el Perú y el mundo eran los chuponeadores, que la corrupción gubernamental era irrelevante frente a ese delito monstruoso. ¿Qué hace cuando los chuponeadores, contra todo pronóstico, son atrapados?
Publica en su primera plana del sábado 10: “Desaparecen 41 mil documentos de salud”. ¡Así es que ahora el chuponeo ya no es el problema más importante del Perú, al que dedicaron decenas de indignados editoriales, primeras planas, artículos y comentarios! Los documentos de salud son ahora la prioridad, sin duda.
En la primera plana de esa edición de El Comercio hay un pequeño titular: “Pieza clave en red clandestina. Detenida por 'chuponeo' hizo 75 viajes al extranjero”. Así es que la pieza clave, el elemento más importante a destacar, es la única civil detenida, una empleada de segundo orden. Lo importante no es la red de chuponeo dirigida e integrada por marinos en retiro y actividad utilizando los equipos y recursos de la Marina de Guerra del Perú. No. Eso ni se menciona.
En páginas interiores, El Comercio muestra con toda claridad hacia donde quiere orientar –mejor dicho, desorientar- la atención pública. El artículo de páginas interiores se titula: “Congreso investiga a clientes del chuponeo”. Y el editorial: “Quienes son los clientes de `chuponeadores´ corruptos”.
Ahora el asunto ya no es el peor de los delitos que pueda cometer persona alguna, el chuponeo. Ahora que los chuponeadores han sido descubiertos, el problema son los clientes.
El hecho que los chuponeadores sean marinos en retiro y actividad no puede ser ocultado a estas alturas. Pero es minimizado por El Comercio. Lo más importante no se resalta, sino se trata de difuminar entre otros muchos temas. Ni que hablar del importantísimo hecho que el jefe de la banda, el contralmirante (r) Elías Manuel Ponce Feijoo es el hombre de confianza del vicepresidente de la república, congresista del Apra y hombre fuerte de la Marina de Guerra, el vicealmirante (r) Luis Giampietri.
Sólo una pequeñísima mención para desmentir lo que es verdadero y todo el mundo sabe en la Marina de Guerra, en los servicios de inteligencia y Palacio de Gobierno. Y que se está publicando profusamente en varios blogs.
¿Por qué El Comercio quiere ahora disipar a los chuponeadores y trata de ocultar los vínculos de éstos con altos cargos y con la Marina?
La respuesta es sencilla. El hombre fuerte de El Comercio, el mismo que dirigió la campaña para distraer a la opinión pública de la corrupción con el argumento de que el chuponeo era lo más importante, está estrechamente vinculado a los marinos. Y ahora que los han descubierto con las manos en la masa, trata de protegerlos.
Lo dijo en su momento el despedido jefe de la Unidad de Investigación de El Comercio, Fernando Ampuero, al referirse a la persona que jugo un papel decisivo en bloquear la investigación de corrupción, “ese editor, de quien sabemos que ha trabajado en los últimos años con ministros de Estado y hasta con el vicepresidente de la República del actual régimen”. (Caretas, “El periodismo y la falsa decencia”, 6.11.08).
Ha trabajado con el vicepresidente de la República. Que casualidad.
Ampuero concluye que “el editor de ese diario ha optado por ser un servil ayayero del gobierno de turno, por defender intereses ocultos y, lo peor de todo, por no cumplir con su deber de hacer buen periodismo.” Se refiere, por supuesto, a Hugo Guerra.
En síntesis, se negaron a publicar las investigaciones de corrupción con el cuento de que el chuponeo era lo más importante. Y cuando se descubre que los chuponeadores son marinos en actividad y en retiro, vinculados a altos cargos, resulta que lo substancial ya no son los chuponeadores, sino los que los contrataron. No hay que investigar a los chuponeadores, sus vínculos con la Marina de Guerra y personajes importantes del gobierno. No. Lo decisivo son los viajes al extranjero de la señorita fulana.
¡Qué vergüenza que el periódico más importante del país haya caído en esas manos y defienda “intereses ocultos”!
1 comentario:
Es increible leer a un Ex-Ministro de un Gobierno tambien cuestionado hablar de corruptos y corrupcion.
El Peru es un mosaico de colores inagotable. Sr. Rospigliosi dediquese por un tiempo a espectaculos por ejemplo. Puede reemplazar a Magaly y hacer ampays de chuponeadores!!
Publicar un comentario