jueves, 29 de enero de 2009

ISRAEL Y PALESTINA: OPORTUNIDADES PARA LA PAZ /Diego García-Sayán (columnista invitado)


La esencia del problema es evidente: la subsistencia y coexistencia de dos pueblos para la cual la solución militar no es viable. No serán los bombardeos demoledores de los persistentes F-16 israelíes ni los artesanales Qassam lanzados desde Gaza, las herramientas para una solución. Los israelíes y los palestinos están en la zona y allí seguirán.

Ya que los F-16, los Qassam - y sus antecedentes - no son camino de solución sino sólo manifestación de fuerza, la única opción es conseguir un acuerdo de paz que asegure el derecho de Israel a su existencia y seguridad y garantize, a la vez, el derecho de los palestinos a que termine la ocupación y a contar con su propio Estado.
Para llegar a ello está visto que son insuficientes las resoluciones de Naciones Unidas o las invocaciones de los líderes mundiales. Las grandes potencias tienen que sostener y empujar en esa dirección siendo singular la responsabilidad de Estados Unidos por su gravitación en el poder mundial. El papel de las potencias, y en particular de los Estados Unidos, debe ser el de promover los acuerdos y no la polarización. No es eso lo que ha ocurrido en los últimos años.

Más leña al fuego

Para hablar sólo de los tiempos más recientes, en los últimos tres años lo que ha hecho Estados Unidos es promover la polarización y echarle más leña al fuego, como si eso fuera necesario. Es muy sintomático lo que hicieron Israel y Estados Unidos luego del triunfo de Hamas en Gaza el 2006 en elecciones libres. En esa ocasión, Olmert y Bush torpedearon cualquier ruta de acercamiento. En marzo del 2007 Hamas y Fatah formaron un gobierno de unidad nacional que estaba listo para negociar un cese de fuego de largo plazo con Israel. Isreal rechazo negociar con un gobierno que incluyera a Hamas y Estados Unidos apoyo a Israel en ello. Israel y Estados Unidos torpedearon – literalmente – el acercamiento.

No es que los milicianos de Hamas sean la madre Teresa de Calcuta pero el hecho es que en los tres años que siguieron al “retiro” formal de Israel de Gaza, 11 israelíes fueron muertos por los cohetes Qassam; las tropas israelíes, sin embargo, mataron en Gaza en ese mismo lapso a 1,290 palestinos, incluyendo 222 niños. Difícilmente se podría haber hecho más y mejor en una perspectiva diametralmente opuesta a la de un acuerdo entre las partes beligerantes. En resumen, un diseño a la perfección – la profecía autocumplida – que desconocía la evolución que venía procesando Hamas, que diez años antes rechazó beligerantemente participar en cualquier elección.

El bloqueo a Gaza fue y es inmisericorde: todas las conexiones aéreas, terrestres y navales controladas por Israel, retención de los impuestos a la exportación e importación que le pertenecen a los palestinos y, como consecuencia, de ello penurias sin límite para un pueblo que ya padecía de extendida pobreza. Gaza, más allá de las apariencias, continuó y continua ocupada pues era y es Israel quien detenta el control efectivo sobre la población. Todo ello fue el combustible decisivo para la polarización de la que Bush parecía sorprenderse cuando fue un resultado tallado a mano desde la Casa Blanca.

El “Acuerdo de Paz justo y duradero”

Es exactamente lo contrario lo que debió haber hecho Estados Unidos. Quiero creer que cuando Hillary Clinton ha sido enfática recientemente en que debe alcanzarse en la región un “acuerdo de paz justo y duradero”, ello habría sido la esencia de las instrucciones del recientemente designado representante especial para la zona, el ex Senador George Mitchell. Ahora bien, si de eso se trata, no hay otro camino para construirlo, concretarlo e implementarlo que involucrar a todas las partes involucradas. Obama habló hace pocos días en esos términos: de ello podría interpretarse – optimistamente – que esa sería en adelante la posición del gobierno de los Estados Unidos.

Este es un asunto complejo pues los actores estatales y no estatales son varios y muy variados. Pero si los que constituyen las partes beligerantes no son los actores de un proceso de conversaciones y, en su momento, de concordancias y acuerdos, no hay salida posible. Los acuerdos de paz no se negocian y celebran entre amigos sino, por definición, entre adversarios que se están combatiendo entre si. Es claro que el significado de “todas las partes involucradas” es claro y unívoco: Israel y la Autoridad Palestina (Al Fatah), por cierto. Pero también, grupos y países considerados hasta hoy “terroristas”, como Hamas, Hezbollah y, por cierto, Siria e Irán.

La diplomacia y sus variadas artes ofrecen múltiples espacios y modalidades para ir avanzando en esa dirección si así se quiere. Los procesos de paz exitosos en el mundo así han sido conseguidos. Desde la finalización de las guerras civiles en Centroamérica, hasta la superación de la confrontación armada en Irlanda del Norte. Lugar este último – Irlanda - en donde el entonces Senador George Mitchell desempeño un constructivo y positivo papel. Pero se trata, ante todo, de la decisión de que el camino a utilizar sea el de la diplomacia y el de la política. Si así fuera, el acuerdo de paz justo y duradero podría ser posible.

2 comentarios:

Roberto Bárcena dijo...

"Quiero creer que ...

"... ello habría sido la esencia de las instrucciones ...

"... de ello podría interpretarse – optimistamente – ...

Estas suposiciones serían admisibles a falta de datos de la realidad.

Pero la posición de la administración Obama sobre Palestina está expresada nítidamente en el discurso pronunciado por Barack Obama el 4 de junio de 2008 ante el American Israel Public Affairs Committee (AIPAC) que cualquiera puede revisar aquí

James Steinberg es uno de los que elaboraron este discurso, según The Wall Street Journal. ¿Quién es James Steinberg?. Tarea para la casa.

Ivan Trajtemberg dijo...

Es interesante notar la opinion del autor con respecto a Hamas y Fatah, como se señala que estas dos facciones se unieron para tratar con Israel. Parece dejar de lado el hecho que Hamas elimino a Al-Fatah en la guerra civil del 2006, destruyendo sus oficinas de gobierno y exiliando a sus lideres a Cisjordania. No existio nunca esta "unidad nacional", lo que realmente sucedio fue una demostracion de intolerancia y odio entre pares.
Entiendo el esceptisismo frente al llamar a ciertos grupos como "terroristas", pero creo que cualquier organizacion que actua de esa manera debe recibir esa etiqueta. Solo para poner un ejemplo, durante los bombardeos de Israel sobre Gaza, al momento de conocer el blanco de los misiles, los militantes de Hamas atraian a los alrededores a mujeres con niños, aunque sean zonas estrictamente militares.

Concuerdo con el autor en que la solucion debe involucrar el cese de las hostilidades por los dos lados, pero estoy seguro que sera imposible llegar a un acuerdo si las bases no son claras y si lo unico que se presenta en la problematica es el lado palestino y se deja de lado la hostilidad que viven todos los ciudadanos israelies.